UN INFIERNO BONITO

SE LLEVÓ DE CORBATA A UN CICLISTA
Tirado a un lado de la carretera, con su bicicleta toda desmadrada, quedó muerto un hombre que fue atropellado por un tráiler. Lo vieron varios ojos de obreros que trabajan en una llantera.

Como si nada hubiera pasado, el chofer del tractocamión siguió su camino en la carretera federal México-Laredo, a la altura de Panales, municipio de Ixmiquilpan. Lo anterior ocurrió como a las 11 de la mañana en dirección a Pachuca, frente a la llantera Firestone.
Durante el recorrido de seguridad los agentes policíacos recibieron el reporte de que fue atropellada una persona por un tráiler blanco y azul con la leyenda de “Junior” en la parte frontal de arriba del parabrisas.
El reporte de la policía indica que los socorristas confirmaron el lugar. Desde ese momento los uniformados se dieron a la busca y persecución para detener al culpable. Fue hasta por el lugar llamado Lagunilla del municipio de Santiago de Anaya donde se le dio alcance a la unidad a las 11 de la mañana con 30 minutos, indicando al chofer que se orillara a la orilla.
El operador les quiso contar una de vaqueros, que cuando iba en la carretera un hombre se cayó de su bicicleta y él lo que hizo fue darle la vuelta para no machucarlo, y siguió su marcha porque él no lo tumbó ni lo aplastó.
Fue desmentido por los testigos del atropellamiento quienes dijeron y aseguraron que el chofer del tráiler fue el que lo mató. Le pasó encima que sonó como claxon. Lo uniformados ya no alegaron, se lo llevaron a la delegación de Actopan y el vehículo al corralón. Le leyeron sus derechos y quedó tras las rejas, acusado de homicidio.

UN BORRACHO SE SONÓ A SU VIEJA
Esto fue como de película. El borracho tomó del gañote a su mujer tapándole con la mano la boca para que no gritara. Le puso la pistola en la cholla. Les decía a los gendarmes que si se acercaban o daban un paso adelante le descargaba la fusca.
Los uniformados cumpliendo con su deber, también cortaron cartucho y se acercaron poco a poco al hombre. A pesar de que estaba muy ebrio, al ver la decisión de los cuicos le sudó la cola y  aventó a la señora a un sillón, lo mismo que la pistola.
Tambaleándose, agarrado de la pared, se metió a un cuarto y salió con una escopeta apuntando a los uniformados. Al poner el ojo en  la mira se descontroló y se iba a caer.
Rápidamente los uniformados se le aventaron, lo tumbaron al suelo pegándose en la cabeza que sonó a bote viejo, y de volada lo esposaron.
Lo que están  leyendo fue dado a conocer por los elementos de Seguridad Pública de Hidalgo que explicaron que los escandalosos hechos ocurrieron en La cañada del municipio de Tepeji del Río. Dieron el informe ante las autoridades, que detuvieron a un hombre que estaba más borracho que un gusano de maguey. Tuvieron que madrearlo y quitarle dos armas de fuego con que los amenazaba.
Así mismo dijeron que estaba discutiendo con su mujer, que las mentadas de madre se escuchaban hasta la esquina. Al acercarse los policías, de una patada abrieron la puerta porque la señora gritaba como si estuviera pariendo chayotes.
Encontraron  al individuo que le apretaba el gañote, al mismo tiempo le tapaba la boca, y con una pistola la amenazaba que se la iba a echar al plato.
Al ver que llegaron los uniformados aventó a su mujer y la pistola. Fue a sacar una escopeta de doble cañón que tenía y les apuntó a los policías que por momentos vieron muy cerca a la calaca. Comentaron  los gendarmes que al ver que su cuero estaba en peligro, se jugaron el todo por el todo. Uno de ellos le aventó un tope que lo mandó de nalgas al suelo, y cuando estaba tirado le echaron bolita y lo desarmaron.
Dijeron que el detenido es un mono como de 27 años. Lo entregaron ante el ministerio público que anotó en su carpeta de investigación acusándolo acusándolo por intento de asesinato.

DISCUTIÓ CON SU SEÑORA Y SE MATÓ
A un campesino originario de San Miguel del “Resgate” del municipio de Acatlán se le habían pasado los pulques. Su señora lo zurró porque llegó orinado, comenzando la discusión.
Al ver que le había faltado al amor de sus amores y estuvo a punto de darle en su madre, su conciencia hizo justicia. Lloró como lloran los hombres, y al faltarle a su mujer decidió ahorcarse.
El suicidio fue descubierto la mañana del lunes. La mujer al verlo que estaba como piñata, sin pensarlo agarró un machete para cortar el lazo pensando que estaba vivo pero ya se había ido al valle de las calacas.
Clemente, de 30 años de edad, así se llamó el hombre que no le tuvo miedo a la calaca. Hilda, su esposa dio a conocer a la policía que el sábado por la noche llegó su marido hasta las chanclas, muy bravo, echando pleito. No era la primer vez que lo hacía pero esta se estaba pasando de vivo y le aventó un campanazo que sino se agacha le pasa lo que al perico.
La señora lloró como Magdalena y le dijo que así pagaba aguantando toda la vida de hambre de ella y sus hijos porque el poco dinero que ganaba se lo chupaba.
Clemente sintió que le cortaron  las patas al escuchar las palabras de su mujer que le llegaron hasta el cuajo. Lloró en silencio y demostrando su cobardía, le dio un aventón a su mujer. Salió corriendo y cerró la puerta.
Ella y sus tres hijos trataban de abrir pero era inútil porque estaba cerrada como la puerta negra. Pasaron las horas y como se fue enojado, pensó que los había dejado encerrados para siempre. Luego  escucharon el cantar de un gallo. Eso la puso nerviuda, y con todas las ganas del mundo pudo abrir la puerta.
Pero se llevó una gran sorpresa que por un pelito da el changazo, al ver a su marido que estaba como piñata. Lo bajó y trató de ayudarlo pero fue inútil y llamó a la policía, quienes llegaron con los socorristas de la Cruz Roja quienes le dijeron que ya se había ido al valle de las calacas.
Llegó el ministerio público acompañado de toda su flota y dio fe para que levantaran el cuerpo y el lunes le hicieron la necropsia de ley y todo quedó en tragedia.

SE QUEDÓ MUERTO EN EL VAPOR
Un adulto mayor tenía ganas de recordar sus años mozos cuando se iba al vapor y ahí se echaba sueñito, pero esta vez la muerte no lo despertó y se lo llevó. Esto sucedió en los baños públicos del centro de Tulancingo.
Froilán, de 60 años, se metió a bañar como siempre lo hacía, lo acompañaban algunos familiares y lo esperaban afuera por si algo se presentaba. Esta vez se tardó mucho tiempo y le fueron a avisar al encargado de los baños que su pariente ya se había pasado de tiempo, que por favor le echara un  ojo.
El empleado fue y al abrir la puerta, cerca de la regadera vio tirado a don Froilán, todo tieso. Salió corriendo, parece que vio al diablo, y avisó a las autoridades. Llegaron pero ya se lo había llevado la calaca. Llamaron al MP, y dio fe a los hechos para iniciar las diligencias de ley. El cuerpo fue trasladado a una funeraria donde dijeron los familiares que ahí lo dejaran, que lo iban a velar.
En los resultados de la necropsia se determinó que murió porque se le paró la molleja, y que la muerte fue natural. Dijo su señora que sabían que estaba enfermo del corazón y por eso lo acompañaban a que se fuera a bañar como era su costumbre.

ESTALLARON COHETONES EN EL CENTRO
Un corredero de todos los diablos, viejas, señores y niños, ocasionó una explosión en la céntrica calle Ocampo de Pachuca. Todo fue como a las 8 de la noche, en el 303 donde estallaron cientos de cohetes que tenía una señora en una caja de cartón.
Esto fue exactamente frente a la estética unisex, causando que salieran despavoridas varias viejas greñudas que se estaban poniendo bellas para las posadas. Se alarmaron los comerciantes y los transeúntes.
Llegaron los uniformados, agentes, bomberos, protección civil, y surgieron varias versiones que tendrán que investigar. Se dijo que la estética servía como bodega de cohetes que se venden en esta temporada navideña.
Comentaron que una de las greñudas que estaba en espera de que le cortaran los pelos, estaba fumando en la puerta del negocio, aventó la colilla a la calle, el aire la metió al salón y que empieza el tronadero.
Después de que se calmó los comerciantes, haciéndola de bomberos apagaron el incendio. El dueño con una sábana sacaba el humo. Algunas señoras y jóvenes aparte del susto se quemaron y fueron trasladados al Hospital General.
Dijo una de las peluqueras que no podían trabajar por el humo que las hacía toser y podían cortarle una oreja a la cliente, y lo malo es que no aparecían los bomberos, que esos son especiales para tragar humo.

SE VINO DE CHOLLA AL SUELO
Un nombre no alcanzó a ver la Navidad. Se vino desde una altura de más de 5 metros. Al bajar por lo escalones le pasó lo que al zancudo. una pata se le dobló y la otra se le hizo nudo.
Esto sucedió en uno de los tantos antros que se encuentran en el bulevar Luis Donaldo Colosio. Las autoridades comentaron que el viento que soplaba muy fuerte provocó que se cayera. Pero también hubo dos factores que se lo llevaron al valle de las calacas: la falta de precaución y trabajar sin el equipo adecuado de seguridad para hacerlo en las alturas.
Gran susto, expectación y curiosidad causó entre muchos que lo vieron cuando venía de las alturas, como transeúntes, automovilistas y comerciantes, porque era mediodía. Dijeron los encargados del negocio ubicado en la colonia San Cayetano, que el ahora extinto estaba colocando una manta del anuncio de una cerveza.
Se supo que mientras dos compañeros de la víctima buscaban los ganchos para sujetar la lona, el infortunado hombre perdió el equilibrio y se cayó de la escalera. Se vino derechito de pura cholla, pegándose en la nuca, y ahí quedó.
Los demás trabajadores, al ver que se había dado un fuerte azotón, corrieron a auxiliarlo mientras llegaba la ambulancia. La gente lo miraba que estaba un charco de sangre.
Llegaron los socorristas y dijeron que ya no tenía signos vitales, y llamaron al Ministerio Público que llegó acompañado de agentes, anotando en su carpeta investigadora que el accidentado había muerto de un ranazo que se dio desde las alturas.
gatoseco98@yahoo.com.mx

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