EN EL PERSONAJE DE HOY.
CHUCHO “EL MOCHO”
En el barrio del Arbolito, en la calle de Humbolt vivía, Jesús Labastida, mejor conocido como “El Mocho” estaba casado con Anita la Huerfanita que parecía coneja, cada año tenía un escuincle, ya le habían llegado a 13 y la señora estaba panzona, platicando le dijo.
Ya invite a mi compadre Beto y Rosita, para que lleven a bautizar a mi hijo, ellos han sido padrinos de todos.
No mames Chucho, ¿Con que dinero?
Les dije que dentro de un mes, a ver como lo consigo.
Las fiestas de bautizo, se llevan un montón de dinero, por la pachanga, y el chupe, Jesús ya tenia su plan para que tuviera dinero, como era carpintero, de la Hacienda de Loreto, de la compañía Real del Monte y Pachuca, a propósito se dejaba cortar un pedazo de dedo, de cualquier mano, para que le pagaran una lana, por eso le decían “el mocho” la fiesta se realizo y todo quedo como lo había planeado, pasaron los días y Anita tuvo otro muchacho y tenía el mismo problema le dijo a uno de sus compañeros.
Chingada madre, ya invite a mis compadres para el bautizo de mi hijo, y no tengo dinero.
Pues córtate otro dedo.
No ni madre, ya me la sentenciaron que si lo hago en lugar de pagarme me corren, necesito tomarme un pulque para pensar en lo que voy hacer.
No trabajaba, se quedaba sentado toda la mañana, mirando para todos lados, pensando como le podía hacer, para conseguir dinero, hasta que le cayó la idea, le dijo a su amigo “El Chaparro”
Ya se como le voy hacer, me voy a subir hasta arriba de la azotea, a lo más alto y me dejo venir de nalgas, hasta caer al otro techo, trato de no moverme, para resbalarme y caer parado, así me chingo una pata y me pagan.
Va a estar muy pelón tu caso gûey, esta alto tiene como 30 metros puedes quedar como el coyote cojo.
Como “Chucho” estaba medio briago se subió hasta la punta de la azotea, le hizo señas al “Chaparro” que hay iba. Se dejó caer como lo platico, comenzó a tomar vuelo, pero nunca pensó que Alfonso, a quien le decían el loco, todos los días se iba a echar su coyotito al pie de las laminas, “El chaparro” lo vio deslizarse a toda velocidad, y se escucho un grito en toda la hacienda, corrió a ver que es lo que le pasó “Chucho” le había caído encima al Loco, que lo dobló rompiéndole la columna, estaba desmayado se lo llevaron al Hospital de la Compañía, que se encontraba en la calle de Salazar, con la espalda rota, cuando volvió en si después de la operación no sabía que le había pasado, solo declaro que estaba sentado cuando algo pesado le cayo de la azotea. A “Chucho” no le paso nada solamente unos raspones y un madrazo que se dio en la cola, le dijo al “Chaparro”
No vayas a decir que yo le caí al loco, porque aparte de rajarme la madre, me corren.
Ha como pudo hizo su fiesta, pasaron los meses y de nuevo su vieja estaba panzona. En la hacienda de Loreto, estaba como jefe un señor, que todos le tenían miedo se llamaba Pedro Ramos. A la entrada de su oficina tenia una imagen de la Virgen de Guadalupe, que ocupaba toda la pared, sus hijas diariamente lo llevaban a las 6 de la mañana, había mandado hacer un reclinatorio y se ponía a rezar, lloraba y no se escuchaba todo lo que le decía a la Virgen. Cuando tocaba el silbato que anunciaba 5 minutos para las siete, se metía a la oficina para dar órdenes a la gente, que se fueran a trabajar a distintos lugares, cerca de el se encontraba su secretario, que se llamaba don Julio, un señor con muchos años de trabajo, don Pedro Ramos caminaba con dificultad porque tenia una pierna rota, cuando se enojaba parecía que se le metía el diablo, era muy explosivo y los regañaba con mentadas de madre, los castigaba quitándoles días de trabajo, y les decía a los mayordomos que eran Don Ramón y Néstor.
– No quiero quejas de los trabajadores, si no obedecen chánguenlos, si vienen los del sindicato, yo me encargo de mandarlos a ver a su madre ¿Cuántos trabajadores faltaron?
– Jesús Labastida tiene 3 días que no viene, hace falta un carpintero para que arregle un escalón en quebradoras.
– En cuanto llegue el cabrón le dice que venga a verme.
Cerca de las 8 de la mañana “El Chucho” entró corriendo para que nadie lo viera, pero el jefe lo mando a llamar.
Ya me tiene hasta la madre, deja el trabajo tirado pero desde este momento le voy a poner un correctivo, Julio.
Dígame señor.
Quítele dos días de sueldo a este huevón.
“El Chuchito” le quiso explicar, que no era justo.
Pero señor. Pedro.
Cállese el hocico y lárguese de aquí, Julio, quítele otro día mas, lárguese le dijo.
Es que no vine a trabajar porque se murió mi hijo.
Don Pedro, se quito el casco de seguridad, se le rozaron los ojos y le preguntó.
¿Cómo fue?
Cosas de la partera, dijo que venia atravesado y lo saco muerto.
Don Pedro, se limpio las lagrimas, se levanto le dio un abrazo y le dijo.
No se preocupe Jesús, Dios, que esta en los cielos a veces necesita angelitos y se los llevó a su hijito, seguramente esta con el.
El viejo saco su cartera y le dio 500 pesos y le dijo.
Ojala y le sirvan de algo. Que Dios lo bendiga. Julio, póngale 3 días más a Jesús.
“El Mocho” abuso de su buena voluntad del viejo y le pidió un favor.
Quisiera que me diera permiso de hacerle una cruz a mi hijo.
Usted es carpintero, escoja la madera buena y hágale la más bonita, para que se la lleve a su tumba. Pero le advierto que la haga después de sus horas fuera de trabajo.
“Chucho” llego a la carpintería abrió su caja, saco su garrafón de pulque, se sirvió un vaso y se lo tomo de un jalón, se le acercó el maestro Ramón.
Señor Jesús llévese a un ayudante, y váyase a Quebradoras y ponga un escalón que falta vamos a tener visitas.
Dígale “Al Polvorón” o a “Nacho” a mi no me este chingando, voy hacer una cruz, para mi chavo, me lo autorizó el viejo don Pedro.
Don Ramón, que era un señor grande que tenia bigotes de foca, fue a decirle “Al Polvorón” “Al Chaparro” y le contestaron.
Mande “Al Mocho” desde que llego esta tomando pulque, si no le obedece acúselo con don Pedro. ¿ O le tiene miedo?
Don Ramón, fue acusarlo con don Pedro Ramos, le dijo que le dijera a Jesús, que lo fuera a ver a su oficina, cuando “el Chucho” llego le hizo un saludo militar y le dijo.
Me mando usted llamar.
Hace unos minutos usted me dijo que su hijo, había muerto, sentí que mi corazón, se me rompió, llore, porque siento el dolor humano, pero ahora por desobediente ¡Que bueno que se haya muerto! Y que se le mueran todos también su vieja y su madre. Devuélvame el dinero que le di. Don Julio quítele tres días y dos más que le había dado y lárguese a trabajar antes de que lo saque a patadas.
“El Chucho” como estaba borracho se le enfrentó y mirándolo con coraje le dijo.
Tenga su pinché dinero, viejo cabrón, a mi no puede correrme porque le traigo a los secretarios del sindicato, para que lo amonesten por tratar mal al trabajador, es más le voy a echar una maldición que mañana se le quiebre la otra pata.
Lárguese Jesús, lárguese, don Julio sáquelo por favor no lo quiero ver.
Al día siguiente, como coincidencia don Pedro, al subir las escaleras, se resbalo y se rompió la pierna buena, de inmediato lo llevaron al Hospital de la Compañía, cuando estaba en la ambulancia pidió que le llevaran “al Chucho” para que le quitara su maldición, pero no quiso. La noticia se corrió en el trabajo, en el barrio, que “Chucho” el Mocho” tenía poderes para echar maldiciones, a partir de ese día varios compañeros, le disparaban el pulque, le daban una lana para que les echaran la maldición a sus enemigos.
Un día fue a buscarlo “El Cabezotas”
Mira chuchín, vengo a que me eches la mano, fíjate que mi suegro me corrió de su casa, porque mi vieja me hizo enojar y me la tuve que sonar, se me puso roñoso el viejo y salimos mal, si le pego, se me avientan sus hijos, y son capaces de darme en la madre, y vengo a que me ayudes.
¿Cómo quieres que te ayude?
Échale una maldición como se la echaste a don Pedro, así piensan que fue un accidente y no se meten conmigo, te traje un pomo para que no lo tomemos, y pienses mejor la venganza que le espera.
Ya vas, déjame concentrarme, ahorita vengo voy al baño, mientras sírveme una porque me estoy muriendo de una cruda.
Al poco rato llego el Chuchito y le dijo ya se lo que le va a pasara al viejo, algo le va a caer del cielo. Se habían toma do la mitad de la botella, y vieron que su vieja del Cabezotas, llego corriendo.
¿Qué te pasa vieja?
Quiero que vayas a la casa, y me ayudes, porque mi papá. Le sucedió un accidente.
¿Qué le paso?
Paso mi papá debajo de un andamio donde están arreglando una azotea, y al pendejo del albañil, se le cayó un bote de mezcla, y le cayó a mi jefe, en la cabeza, que se la sumió, se lo llevaron al Hospital General.
Le cerró el ojo al chucho, y le hizo con la mano que todo estaba muy bien.
Ándale mano y ojala no se el madrazo grave.
comenzó a correr su fama hasta que un día llego como siempre bien borracho a su casa, se puso a pelear con su vieja doña Ana, porque era sábado y no llevaba dinero, estuvieron discutiendo por horas y cuando se iba acostar su señora le dijo.
Ya te dije “Chucho” que cuando llegues borracho te fueras a dormir a la casa de tu madre, apestas muy feo.
Jesús, se levantó rápido parece que le picaron la cola, y le dijo a su vieja.
Pinché vieja pendeja, no sabes con quien te estas poniendo te voy a echar una maldición.
Antes de que hablara la señora, agarró el sartén y con todas sus fuerzas le pego en el hocico, que lo dejo chimuelo, y después del golpe perdió el poder para echar maldiciones, se escucho decir que como no tenia dientes por ahí se le salio la fuerza.
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