EL TAXI CHAPULÍN YA NO SIRVE
Lo chocó un chofer que iba hasta la madre de borracho. El taxista es inocente. Les voy a contar una historia muy triste, que le pasó a un chofer del servicio público que manejaba un taxi metropolitano llamado chapulín, que fue valorado en una pérdida total, luego de que un automóvil Sentra tripulado por tres borrachos que corrían como locos en la carretera, alcanzó al taxi y lo proyectó contra la barra metálica del puente del desagüe en la colonia Venta Prieta. El taxista temblándole las patas por lo nerviudo que estaba, les contó a sus compañeros:
“El madrazo que recibí por la cajuela, me dijeron los testigos que hizo volar el taxi proyectándolo contra las barras de contención, y por un pelito me voy al canal del desagüe, evité que cayera a dos metros de altura, en cambio el coche quedó todo desmadrado, y mi vida estuvo en peligro, por Dios que me salvé, todo fue tan de repente que perdí la onda, pero les juro que vi a San Pedro con el libro en que da el acta para entrar al cielo”.
Así lo explicó el trabajador del volante Trinidad Camargo Hernández. El accidente lo causó el chofer de un automóvil particular que iba alcolizado, lo acompañaban dos jóvenes que también andaban de parranda. Después del aparatoso percance ocurrido en la mañana del lunes en el boulevard Felipe Ángeles, a la altura de Venta Prieta, al pasar por una agencia de automóviles, con dirección al centro de Pachuca, el borracho conductor y sus amigos huyeron a toda velocidad, tratando de evitar hacerse responsable de los daños que le causaron al taxi, que quedó fuera de circulación.
Sin embargo, al tomar el retorno, frente al Tecnológico de Pachuca, para incorporarse a la salida a México, les dio alcance una patrulla de la policía municipal y muchos taxistas que también iban tras la busca y pesca del borrachito. Uno de los patrulleros comentó que el taxista estuvo en gran peligro y se salvó de pura chiripada, porque al ser golpeado por alcance su unidad Tsuru, taxi metropolitano de Pachuca, clave 01 PACH TM, placas de circulación 6550 FUE, sin control se proyectó contra la barra metálica. Al observar los daños, el taxista y el agente de tránsito agradecieron a Dios que no haya resultado con un solo rasguño.
El acero filoso pudo penetrar en los cristales o también a la carrocería, y si hubiera golpeado más fuerte estaríamos comiendo birria, o tal vez el taxista se hubiera ido con los diablos, o tuviera grandes heridas. Afortunadamente chocó contra el poste, con las pontezuelas, que se doblaron. El taxi blanco y verde “Chapulín” quedó en sentido opuesto, que por centímetros iba a caer al canal del desagüe. Fue necesario protegerlo con una patrulla para evitar que otros automovilistas lo golpearan. De igual forma los paramédicos al ver que no era necesario trasladar al ruletero a un hospital, solamente le dieron un pedazo de bolillo para el susto, y no quedara panzón. Le tomaron los signos vitales y el corazón le latía a madres.
Más tarde llegó una camioneta de la policía municipal, y detuvo al automóvil Nissan Sentra, color gris, con placas de circulación 231-XZX del Distrito Federal, con la evidencia las marcas del accidente en el cofre y las salpicaderas delanteras. El conductor Juan Carlos y sus amigos andaban hasta las chanclas.
El tercero, que era el menos borracho, hizo una mesa de dialogo con el agente de tránsito y posteriormente trató de evitar que los reporteros sacaran fotos, que se quedaran callados, y que se fueran los taxis que los tenían rodeados. Antes de remitir al conductor a la barandilla le fueron leídos algunos capitos de la Biblia y otros de sus derechos como culpable, y le dijeron que no opusiera resistencia para no alterar el orden público, a fin de resolver su problema legal en buenos términos.
ESTA ES UNA HISTORIA INTERMINABLE
Los criminales andan a salto de mata y la policía atrás de ellos, pisándoles los talones para echarles el guante y mandarlos a la sombra. Los agentes no quitan el dedo del renglón y andan peinando la zona para encontrar a como de lugar, a unos criminales conocidos en el bajo mundo como “El Cache”, “El Greñas” y “El Peter”, que fueron los que se echaron al plato a un comerciante para robarle sus ahorros.
Esto es lo que dice el alto mando: “Tenemos mucha confianza en que de un momento a otro caigan esos malvados, tres hombres originarios de Yautepec, Estado de Morelos, quienes le dieron matarile a un tendero del municipio de Tizayuca, Hidalgo”.
Así fuerte, para que se escuchara a los 4 vientos, lo dijo el titular de la Coordinación de Investigación de la Secretaría de Seguridad Pública, al destacar la captura y encarcelamiento del cuarto participante, que es sanguinario y cobarde, Andrés Galicia Arenales.
Dijo que la semana anterior se dio cumplimiento a la orden de presentación derivada de la averiguación previa por el homicidio de Efrén Aldana Quezada, de 67 años, perpetrado en la tarde y noche del 3 de septiembre del 2014, en el interior de la tienda que se llama “El Porvenir”, situada en la calle de Julián Villagrán, barrio de Nacozari en Tizayuca. El crimen fue descubierto poco después de las 7 de la mañana, por Juan Manuel Bravo Aldana, sobrino y empleado del infortunado.
A esas horas se presentó a trabajar y descubrió al muerto. Dijo que su tío vivía en la casa contigua de la tienda. Lo dejaron amarrado con las manos atrás y también en los pies le pusieron un cinturón. Los agentes investigadores encontraron unas huellas de ahorcamiento y unas bolsas que contenían diferentes abarrotes.
Los agentes dijeron que cuando encontraron el cadáver habían transcurrido por lo menos 10 horas. Se dijo que al efectuar la inspección del cuerpo se aprecio que en la boca tenía una tela de color amarillo, llena de cloro. Los desgraciados de “Cache, “El Greñas”, “El Peter” y el hoy preso de nombre Andrés Galicia Arenales, al matar a don Efrén Aldana se dieron un banquete y también se aventaron unos chupes.
Una vez que se hicieron los diferentes dictámenes periciales y mediante operativos de inteligencia, los agentes de la Coordinación tuvieron valiosos pistas que al final de cuentas permitieron esclarecer los hechos y capturar a uno de los asesinos en Yautepec, Morelos, mediante la colaboración de los uniformados de ese Estado. En sus declaraciones el detenido les dijo que estaba trabajando como chofer del trasporte público y atendió un llamado de su amigo Arturo, apodado “El Cache” que es originario de Yautepec, pero radica en la colonia de El Cid, en Tizayuca, Hidalgo.
Le platicó que planeaba robar al dueño de una tienda porque estaba seguro que guardaba mucho dinero, le dijo que juega El Gallo y se les pegaron Carlos, al que se le conoce como “El Greñas”. Explicó Andrés Galicia, que en un automóvil Nissan Platina, color blanco, viajaron a Yotepec y encontraron al “Peter” afuera de su domicilio, en la calle del Centenario, que gustoso le entró al toro.
Según dijeron, que durante 15 días vigilaron la tienda “El Porvenir” de día y noche, hasta que se les presentó la oportunidad. Se acercó a la cortina Carlos, “El Greñas” a manera de impedir al dueño cerrar, empujándolo hacia adentro. Como nadie los vio, los maleantes se metieron al negocio y ataron de los pies y manos a su víctima, quien quiso gritar pero se lo impidieron, le quitaron un calcetín y se lo metieron en la boca, y le ataron un pañuelo.
Reconoció que como estaba el señor que parecía que tenía Chincual, lo mataron a golpes. “El Greñas” encontró una bolsa de plástico que tenía billetes, y luego le echaron cloro con el fin de que borrara sus huellas dactilares. Después no pudieron salir por la puerta porque había gente en la calle, por ello colocaron una escalera a la azotea y saltaron a un lote baldío. Por lo que dejaron las bolsas llenas de mercancía.
Los cuatro malditos se fueron a refugiar a una casa de Tizayuca, donde se repartieron el botín, y fue hasta el día 5 cuando dos de ellos regresaron a Morelos. Los agentes de investigación andan buscando a los otros tres, hasta debajo de las piedras, pero como ellos saben de qué lado masca la iguana, ya los tienen rodeados y de un momento a otro van a caer en la ratonera.
SE LES APARECIÓ EL DIABLO A LOS POLICÍAS
Cuando menos lo esperaban, les salió el diablo por un callejón oscuro, ni tiempo les dio sacar la macana, cuando se les aventaron a madrazos, dándoles hasta debajo de la lengua. Uno de ellos está grave. Los uniformados no los fueron a provocar, ellos cumplían con su servicio. Les voy a contar lo que pasó.
Dos elementos de la policía municipal de Pachuca fueron agredidos sin piedad por un numeroso grupo de malvivientes, vecinos de la colonia Nueva Estrella, arriba del barrio El Arbolito. Se los iban a llevar al bote porque estaban empinado el codo en vía pública. Los uniformados José y Adán por la madriza que les dieron, fueron trasladados al Hospital General donde se quedaron internados, uno de ellos está de la patada.
De acuerdo con el reporte que dio la Secretaría de Seguridad Municipal, dijeron que los violentos hechos sucedieron como a las 9 de la noche, cuando la pareja de patrulleros realizaba su recorrido de seguridad y vigilancia por los barrios altos. Dijeron los agraviados que al circular por la carretera rumbo a Cerezo, vieron al grupo de jóvenes que le estaban entrando duro al alcohol, chupando como recién nacidos.
Los uniformados bajaron de su patrulla con el fin de decirles que se fueran a tomar a otro lado porque es un delito hacerlo en vía pública, pero fueron recibidos por más de 30 borrachos y los atacaron a patín y madrazo, no dándoles tiempo de ponerse en guardia, ya no sentían lo duro sino lo tupido. Al ver que eran muchos, les pedían paz y les daban más. A uno de ellos le quitaron su pistola de cargo, calibre 9 milímetros, la que después de que llegó el refuerzo fue localizado debajo de un coche cerca de donde se los sonaron.
Pasaron los minutos para que llegaran las unidades de apoyo. Los agresores se metieron a varios domicilios y el barrio estaba desierto, solamente se escuchaban los ladridos de los perros, las luces estaban apagadas, y no había ni un alma. Después de la guerra se presentaron muchos valientes, llegaron patrullas de apoyo, con la carabina bajo el brazo, mirando para todos lados, no les fueran a salir por la retaguardia.
Llegó la ambulancia de la Cruz Roja, de Protección Civil y agentes de la Coordinación de Investigación, se habían llevado a los bomberos. Recorrieron varios callejones, con el dedo en el gatillo, caminando lentamente, mirando para todos lados, pero no encontraron a nadie, solamente se llevaron a los golpeados al hospital, donde les dijo el médico de guardia, José se reporta como estable y Adán es el que está delicado. Los hechos fueron denunciados a la Atención Temprana, y dijeron que ya dio inicio la carpeta de investigación, aunque saben que los vecinos de esa colonia ahorita están como agua para pelar pollos, porque algunos fueron desalojados de esa colonia porque sus casas estaban en peligro. Les falló la estrategia a los comandantes, porque a ese lugar hubieran mandado hacer su recorrido en camionetas llenas de gendarmes, para estos caso hay que ponerse abusados. Pero palo dado, ni Dios lo quita.
MACHETEARON A DOS JÓVENES
Están muy delicados, según dicen los médicos, que están echándose una lucha a calzón quitado con la muerte para que no se los lleve. Sus familiares y amigos no saben quién les jugó rudo y los agarró descuidados, que por un pelito de rana, los parte en dos. Por hay se escucha decir que fue un borracho que de puras ondas, sacó el machete y le pegó a los dos.
De acuerdo a los primeros reporte de la gendarmería municipal de Huejutla, la tarde y noche de los festejos del Día de la Candelaria, fue cuando los encontraron macheteados. Dijeron que vieron a un loco que decía de maldiciones, se le saltaban los ojos, y del hocico le salían llamas, parece que había tragado lumbre. Dicen las malas lenguas que se llama Noel de la Rosa.
Salió de la cantina en el momento en que pasaban los dos adolescentes y se les fue encima, que no les dio tiempo de montar en su caballo. Les llegó por la retaguardia. Los dos, al mismo tiempo, cayeron al suelo en un charco de sangre. Algunas personas que veían los toros desde la barrera, le gritaban al borracho que los dejara, pero también les puso una corretiza, que a uno de ellos le pasó rozando el machete por las nalgas.
Los heridos fueron auxiliados por la policía que llegó y buscaba al hombre del machete, y llegaron otros uniformados que por las moscas traían escudos antimotines. Los heridos fueron llevados al Hospital General de Pachuca. Dijeron los doctores que le iban hacer la lucha por salvarlos, pero estaba muy pelón, que tenían pronosticó reservado.
Debido a la confusión de la gente que trataba de ayudarles, se les escapó el culpable, pero los agentes fueron a buscarlo. Dijeron que eran un hombre que sabía manejar el machete, pero los investigadores se protegieron poniéndose el chaleco antibalas, como pañal, y se le enfrentaron, lo agarraron y se lo llevaron ante el Ministerio Público, a Tenango de Doria.
Los lesionados se llaman Nicolás Mendoza Cayetano y Jaime Velazco Cayetano, de 23 y 17 años de edad, quienes presentan graves heridas en la espalda. Dijo el director de seguridad pública municipal de aquel municipio, que fue un caso que nada tuvo que ver con una riña, porque las victimas no presentaban aliento alcohólico y mucho menos salieron de la cantina.
Comentó que eso fue un momento de mala suerte, y que va a mandar a poner barandales en la puerta de las cantinas para que la gente al menos pueda echarse a correr cuando vea a un borracho que sale aventando madrazos o machetazos.
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