LO IBAN A QUEMAR
Con este frío le hubiera caído a toda madre, pero los gendarmes metieron la cuchara y se lo llevaron; ahora está temblando, no se sabe si por el frío o por el miedo de que la gente lo quiere linchar.
Un señor de los 65 y más lo acusaron de que se iba a robar una vaca, y los colonos lo iban matar, pero fue rescatado por la policía del municipio de San Salvador.
Los habitantes de la comunidad estuvieron a un pelito de linchar a un sujeto, lo pensaban quemar vivo porque se había robado una vaca, en el lugar donde lo agarraron le dieron de madrazos, lo golpearon, lo amarraron y le decían que se encomendara al diablo porque de esta no se escapaba.
Lo tenían en cuerdas, estaba a punto de ser noqueado, pero lo salvó la campana cuando llegó la policía, que tuvieron que aventarse unas luchitas a calzón quitado porque los indios no lo soltaban, tuvieron que utilizar la ley de la macana.
Pero vamos como la gallinita, al grano. Los hechos se registraron en la madrugada del sábado, en la comunidad de San Rodrigo en San Salvador, donde al individuo que se llama J.C.E. de 68 años de edad, vecino de la localidad de Dajiedhi, en el municipio de Actopan, el propietario le cayó en la movida con el cuerpo del delito en el momento en que iba jalando a su hermana, (perdón) iba jalando una vaca.
Estaba muy atento a sus movimientos, para que luego no dijera que a chuchita la bolsearon, la había sacado del corral y trataba de subirla en la camioneta una Nissan tipo Pick up, placas de circulación Ks.92 -250. De momento el dueño del animal se le paró enfrente, el cuatrero sacó los ojos como si hubiera visto al diablo.
Le dio un golpe en la mandíbula que el ladrón cayó al suelo parando las patas, se lo llevó arrastrando hasta la cancha de usos múltiples, dio la voz de alarma de que había agarrado a un cacomixtle, sonó la campana de la iglesia y se juntó la chusma. Sin preguntar de qué se trataba se le fueron encima, dándole de patadas y lo rociaron de gasolina.
Un señora se compadeció del pobre hombre, que ya no sentía lo duro sino lo tupido, cuando supo que lo iban a quemar salió corriendo como si le hubieran puesto un cohete en la cola y les avisó a los policías del lugar.
El comandante quiso calmar la sedición y ruido popular, se metió entre las bolas de los vecinos que se habían juntado y les dijo: “Silencio ranas que va a canta el sapo”.
Recibió un garrotazo a medio lomo que lo tumbó, al ver los policías que esto iba en serio solicitaron de inmediato la ayuda de sus hermanos de la policía estatal de Actopan, que llegaron armados hasta los dientes y también iba el grupo antimotines listos para pelear.
Les dijeron que por la buena lo soltaran, ellos se lo iban a llevar ante el Ministerio Público de Actopan para que anotara en su carpeta de investigación, en coro le dijeron que no se los iban a dar, primero lo iban a quemar y si querían sus cenizas se las llevaran.
La cosa se estaba poniendo color de hormiga, la gente se aventaba y todos en coro pedían su muerte de abigeo, y por otro lado se estaban aventando un cayo los uniformados con los afectados, los gendarmes sabían que estaban sentados en un barril de pólvora.
Uno de los uniformados les dijo que hicieran una mesa de diálogo, como la que están haciendo los maestros de Oaxaca con Chong, pero le dijeron que esas son payasadas, que los asuntos se arreglan al momento y que ya estaban hasta el copete de todos, hasta de los uniformados, que se la pasan durmiendo en sus patrullas, ya se parecen a los de Pachuca, mientras que los ladrones andan sueltos.
Los policías se quedaron mirando al detenido, de tanto madrazo lo habían dejado como el monstruo de la laguna negra, estaba todo desfigurado de la cara, los policías estaban molestos y llenos de preocupación porque de un momento a otro podría fallar su misión y sólo faltaba que le aventaran un cerillo.
Hubo policías que hablaban con los vecinos que estaban echando chispas, pidiéndoles por su madre que lo dejaran, que ellos se lo llevarían y allá le iban a dar un castigo conforme a la ley, que todos los humanos alguna vez tenemos errores y que además está prohibido hacer justicia por su propia manos.
Los tiraban de a locos y se escuchaba una voz en coro: “vamos a quemarlo”. Luego de varias horas de hacer el intento de que lo dejaran, no querían, por el contrario más le pegaban, hasta que llegó el Secretario de Gobernación en la región del Valle del Mezquital, Alejandro Ramírez, acompañado de varios agentes de investigación que le iban cuidando las nalgas, (perdón) le iban cuidando las espaldas.
Mandaron traer al Ministerio Público para hacer una mesa de diálogo, con cinco delegados comunales, quienes les dijeron que vieran a este pobre hombre que le habían dado hasta por debajo de la lengua, y que si se aliviaba de la madriza que le dieron, iba a quedar loco o menso, que a lo mejor él es un buen hombre y llevaba la vaca a pasear para que diera leche contenta, y no nada más tenerla amarrada.
Luego de más de tres horas de diálogo con lo mismo, los ánimos se calmaron y pidieron que llevaran la camioneta del roba vacas hasta donde estaban y prenderle fuego, unos que sí, otros que no, hasta que por fin decidieron entregárselo a los autoridades y de esa forma terminó un diálogo de 12 horas de hablar de los mismo. Pero dijeron que la camioneta no saldría del pueblo hasta ver la situación del cuatrero, que lo pasaran al Cereso de Pachuca, donde no les dan de comer y los tratan de la patada.
A UN TAXISTA LE CAYERON EN LA MOVIDA
En la colonia Plutarco Elías Calles; esto que les cuento es la mera neta de lo que sucedió, aunque parezca imposible. A bordo de un vehículo del servicio público, mejor conocidos como taxi metropolitano, fue encontrado en la madrugada del sábado un tanque de gas, que momentos antes el chofer se había robado de una tortillería que se encuentra en la mencionada colonia.
El reporte de la Policía Municipal informó que a las 5 de la mañana fueron avisados por medio del teléfono de emergencia 066, que en esos momentos estaban saqueando un expendio donde se hacen tortillas, que se encuentra en la avenida 8 esquina con el número 11, en la colonia que ya les dije.
De volada llegaron los uniformados y rodearon el coche de alquiler, tenían su carabina lista por si trataba de pelarse el chofer. Los taxis son de color verde con blanco y les llaman los chapulines, por tanto que brincan en los tope y en los baches.
Al verlos dejó a los uniformados con el ojo en la mira y el dedo en el gatillo, porque dio el arrancón y se dio a la fuga a toda velocidad. Todos los uniformados corrieron a subirse de mosca en la camioneta patrulla y agarrándose a 20 uñas para que no fueran a dar el mulazo al caerse; los uniformados dieron el pitazo a todos sus compañeros.
Los policías corrían por las calles a toda velocidad, con las torretas puestas, y en menos que canta un gallo lo localizaron en la avenida Pino, esquina con avenida 8, colonia de Los Cedros, que se encuentra junto a la Plutarco.
Al ver el chofer que ya tenía el agua hasta el cuello, abrió la puerta del taxi, con placas 82-29 FUE, y se escapó corriendo a todo lo que dan sus patas. Pero tuvo la mala suerte de tropezarse e irse de hocico.
Cuando trató de levantarse ya estaba rodeado de uniformados, que ahora no le apuntaron con sus escopetas, lo agarraron de las greñas y no lo soltaron hasta que lo subieron a la camioneta patrulla, lo tiraron en el piso de la batea y le ponían las patas encima para que no tratara de bajarse.
Al revisar el taxi en su interior los policías encontraron el tanque de gas de 20 kilos, que se lo había robado de la tortillería. Se lo llevaron y lo pusieron ante el Ministerio Público con todo y botín, para que anotara en su carpeta de investigación única que llevaban el cuerpo del delito.
Este taxista dijo que sus compañeros se dedicaban a robar cosas chicas que se les pongan enfrente como las baterías, tubos de cobre, llantas y algún borracho que encuentran, o al mismo pasaje.
Lo hacen porque ser taxista no les conviene, le tienen que entregar al dueño la cuenta del día, tienen que entregar el coche lavado lleno de gasolina y ya les va quedando entre 200 a 300 pesos por el trabajo de andar dando vueltas durante más de 8 horas, que ya se les ha hecho la cola de pato, por andar todo el día sentados y se les borra la raya de la cola.
SUICIDIO EN LA PLUTARCO
Ahora sí en este mes han salido a reducir los suicidios, de todas clases, hombres y mujeres; no sabemos porqué se matan si la vida sabiéndola llevar es bonita. En esta ocasión en un local donde se hacen y se venden pastes, en la colonia Plutarco Elías Calles, de Pachuca, al mediodía de ayer se encontró un cadáver de uno de los empleados, estaba ahorcado con su cinturón, se sabe que se suicidó.
Cristo Albino Barrientos Solís, de 23 años de edad, originario de Acapulco Guerrero, es el nombre que llevaba en vida. La policía investiga porque murió, porque se fue, de acuerdo con los primeros reportes policiacos se sabe que minutos antes del mediodía, la encargada del establecimiento comercial llamado “Pastes Elly”, que se encuentra en la calle de la avenida 6 esquina con la avenida 3, en la mencionado colonia, lo descubrió y de inmediato llamó a la policía. Dijo la dueña del changarro que el occiso le había pedido que le dieran permiso todas las noches de hacer la meme en su fuente de trabajo, porque no tenía casa, andaba como perrito sin dueño.
La señora le dijo que sí, por las moscas para que no la fuera a madrugar, cuando ella se iba cerraba la cortina como la puerta negra. El día de ayer cuando se disponía abrir la cortina metálica, fue cuando notó un fuerte olor a gas y se metió tapándose la nariz y boca con las dos manos, y por poco da el changazo al descubrir el cuerpo de su trabajador que estaba colgado de un cinturón.
Al lugar acudieron los elementos de la policía municipal de Pachuca, solo se lo quedaron viendo porque no podían hacer nada, ya estaba tieso. Dijeron que posiblemente se trataba de un suicidio porque estaba colgado del pescuezo y sacando la lengua.
Ni los peritos de criminalística ni el mismo Ministerio Público encontraron huellas de violencia, solo anotó en su carpeta investigadora única que fue un suicidio, pero por las moscas harán una investigación para ver qué Pez. Dijo la señora que tenía poco tiempo de haber llegado y trabajar con ella en su negocio, el joven se le notaba que tenía mucha tristeza, a veces no comía y solo se le iba en puro chillar. Dijo que ella sospechaba que se le escapó a su vieja o lo corrió de su casa, y vino de Acapulco a buscar fortuna, pero no aguantó el tiempo que está de la patada.
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