EL DIABLO ANDABA SUELTO
Varios accidentes automovilísticos sucedieron como si fuera el día de San Bartolo cuando el diablo se sale del infierno y viene a dar lata a la tierra. Un automóvil chocó de frente contra un camión. El afectado automovilista quedó presionado pero lo sacaron vivito y coleando. Sucedió en la carretera federal México-Tuxpan, a la altura del lugar conocido como la Virgencita, muy cerca de Tulancingo.
Todo apachurrado, con lesiones de gravedad, resultó un chofer que por viajar a toda velocidad, le agarró la mano el chango y se salió del carril, entro al contrario y chocó de frente con un camión tipo rabón, la noche del domingo.
El siniestro sucedió como a las 10 de la noche, por lo que, de volada, llegaron los cuerpos de auxilio y rescate, lo mismo que uniformados de distintas corporaciones. Daniel Osorio Ortega, de 30 años, fue rescatado de los hierros retorcidos de su coche Chevrolet Cavalier, con placas de circulación HNB-3440. Al circular a alta velocidad, se encontró de frente con un camión de la marca Internacional, placas de circulación HR-93476 de Hidalgo, pues invadió el carril contrario.
Así se produjo el fuerte madrazo que fue desigual, donde estuvo en peligro el conductor del auto compacto, a punto de a irse al valle de las calacas, quedando prensado y el automóvil destrozado. Minutos después llegaron los paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil de Tulancingo para las labores de rescate, y se llevaron al herido al Hospital General del mismo municipio.
Los peritos de la policía y tránsito estuvieron para hacer el peritaje de rigor y pedir al personal de grúas que trasladaran al camión al corralón y esperar a que pasara al carro de la basura para que se llevara el coche. Los gendarmes comentaron que con base a lo que vieron y con las declaraciones de los involucrados se conocerá quién tuvo la culpa del aparatoso percance.
Como es costumbre en estos casos, la circulación en la carretera fue interrumpida tomando en cuenta que hay dos carriles y los vehículos quedaron estorbando, por lo que fue un desmadre. Al camión se le salió el diesel y para vitar algún incendio o explosión, los bomberos lavaron el asfalto. Después de la medianoche se regularizó el tránsito de unidades y se regresaron los uniformados y todos los que estuvieron colaborando, cada chango a su mecate.
Después se produjeron otros accidentes la misma noche del domingo, donde hubo varios lesionados y pérdidas cuantiosas. Tal fue el caso que alcoholizado conductor de un Nissan Platina, modelo 2000, Luis Rosales Rosas, de 25 años, chocó contra un Volkswagen tipo Jetta, color gris, con placas de circulación 921-TFY, manejado por Margarita Islas López, de 43 años. La colisión ocurrió en la carretera de Tulancingo a Santa Ana Hueytlalpan, a la altura de Cerrito, a las 8 y media de la noche, y los paramédicos trasladaron al lesionado a una clínica particular.
Mientras que la mujer y sus familiares, Adair, Iztzel y Soelvi, de 13, 19, y 2 años, respectivamente, llevados a un sanatorio del mismo municipio. Los lesionados estaban estables y sin ninguna lesión grave, únicamente quedaron en observación. Esperan que los heridos junto con el borracho se repongan y declaren ante el agente del MP.
Otra impresionante colisión ocurrió en la vía México-Tuxpan, a la altura de la comunidad El Abra, donde un camión torton, con matrícula HR 96476 envistió a un coche Chevrolet Cavalier, color blanco, conducido por Aurelio López quien resultó gravemente herido y lo llevaron los paramédicos a la clínica Santa María de Tulancingo.
Según se conoció, que el operador de la pesada unidad de carga se escapó del lugar antes de que llegaran los uniformados y por eso no sabemos quién fue ni cómo se llama. Para finalizar esta cadena de accidentes, ocurrió el atropellamiento de un motociclista entre Tula y Tlahuelilpan, cuando apenas comenzaba el lunes. Se informó que un Nissan blanco, habilitado como taxi, placas 5451 FUE conducido por Gabino Guerrero, embistió a la motocicleta Itaka, color rojo, tripulada por Edgar Bautista, de 21 años quien pese a lo aparatoso del accidente, resultó con heridas leves, con los pelos parados y amarillo igual que un chale. Lo que sí se desmadró fue su caballo de acero.
LOS GOLPEADORES
Jesús y Ulises Rodríguez Sánchez, así como Fernando Arana Salas, estudiantes del Tecnológico de Monterrey Campus Hidalgo, uno de ellos hijo de un empresario y funcionario de gobierno estatal, agredieron a una familia en San Javier. Lo bueno es que los detuvieron. No se sabe por qué se les brincó la canica o si los provocaron, porque se ve que son bravos.
El pasado miércoles 4 de marzo, a las 3 de la tarde, los tres menores de edad que aunque se les ve cara de hombre, tienen 17 años, atacaron a golpes a integrantes de una familia en el bulevar San Javier de Pachuca, la Bella Airosa. Los agresores fueron llevados ante el MP por la policía municipal, que a veces le atina cuando hay escandalosos.
Una persona a quien se la sonaron informó lo sucedido a través de las redes sociales, que circulaban unas persona en un automóvil a toda velocidad, el motor rugía como avión de propulsión a chorro, los que iban adentro gritaban “háganse piojos, que hay les va el peine”. A veces sacaban la cholla por la ventanilla y les mentaban la madre a los automovilistas, rebasándolos y dando el acelerón. Los conductores se hacían a un lado para que no les fueran a pegar, y con precaución seguían su camino. Los responsables del desmadre iban a bordo de un automóvil Chrysler 300 color blanco, quienes lo esperaron y se lo surtieron dándole una golpiza de perros.
Los madreados formularon su correspondiente querella por el delito de lesiones dolosas en contra de Ulises y Jesús Rodríguez Sánchez y Fernando Arana Salas. Se ordenó el dictamen pericial en medicina legal y clasificación de lesiones, dando como resultado que ninguna de las personas presentaba lesiones que ponen en peligro su vida, y en menos de 15 días quedarán como nuevos.
El agente del MP calificó la detención de los responsables. No obstante en el artículo 60 Bis de la ley de justicia para los adolescentes en el Estado de Hidalgo, por tratarse de un delito no grave, al cumplir el tiempo que marca la ley decretaron su libertad a los agrosores.
Sin embargo, la Procuraduría de Justicia informó que por el delito de lesiones dolosas por el cual se dio inicio el expediente, si las personas agredidos no desean llegar a un acuerdo con los rijosos, se pondrá a disposición del juzgado de adolescentes a los probables agresores para continuar el procedimiento de ley.
Pero es justo que se queden ahí hasta que se les amacize el cuajo, porque los júniors son un peligro para la sociedad, ya que están respaldados por sus padres que son influyentes y con dinero.
LO MADREARON UNOS UNIVERSITARIOS
Cuatro alumnos de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Hidalgo fueron denunciados ante el agente del MP por haber golpeado a sus compañeros. Los violentos hechos sucedieron dentro de una casa de la calle Doria, en Tulancingo.
Luis Felipe Aguilar Salas, de 19 años señaló como responsables de sus lesiones a Luis Ángel Meneses Gómez y José Pablo Baltasar Tejada. También le entraron a la bola unas viejas chimiscoleras, Dania Lizbeth Romero Nolasco y Mariela Ortega Herrera.
El alumno madreado explicó que como a las 7 y media de la mañana estaba en su cuarto que renta en la colonia Estrella cuando llegaron Denia y Maricela junto con Luis Ángel y le dijeron que su novia Jennifer Cabrera Correa se sentía mal, y como padece asma, no desconfió de sus palabras para ir a verla.
Llegaron a la casa marcada con el número 108 de la citada colonia y al entrar se dio cuenta que estaban José Pablo y otros cuatros changos. No era verdad que su novia estaba mal sino por el contrario, estaban muy felices empinando el codo. Enojado les dijo sus verdades y se le fueron encima dándole en la madre.
Cuando su novia trató de defenderlo porque le estaban dando hasta debajo de la lengua, las otras mujeres la llevaron al otro cuarto.
Al pobre muchacho no se cansaban de darle duro, parecía pera loca. La novia de uno de ellos les dijo que ya estaba bien, que lo dejaran que se fuera, pero entre todos lo cargaron y lo aventaron, cayendo rodando a media calle.
Caminaba como si anduviera borracho, agarrándose de la pared, así llegó al centro de la ciudad y encontró a una patrulla de cuicos con quienes se quejó amargamente. Le dijeron por qué le habían pegado y les contó cómo había estado la onda, y después le preguntaron a dónde estaban esos jicotillos. Les dijo que unas cuadras más adelante.
ASESINARON AL TRAILERO
Podría tratarse de una venganza, descartaron el robo del tráiler. Pero nosotros les vamos a descifrar cómo estuvo la movida, así es que mucho ojo con la nota. Asesinaron a un trailero de un balazo en el pecho, luego de darle un a buena madriza, supuestamente se sabe que fue por una venganza, porque la pesada unidad fue encontrada abandonada, a dos kilómetros de distancia del cadáver.
Los uniformados dieron a conocer que encontraron el cadáver medio desnudo, en un campo de cultivo llamado La Paila, que se encuentra dentro de la jurisdicción de Singuilucan. Al mediodía del domingo pasado, un vecino del lugar identificado como Ricardo, hizo el macabro hallazgo y dio parte a la policía del pueblo, donde llegó una patrulla llena de uniformados.
Por la credencial con fotografía que portaba el extinto dentro de sus ropas, se le identificó como Gustavo Cedillo Martínez, de 47 años, con domicilio en el Distrito Federal. Del levantamiento del cuerpo estuvo a cargo del agente del MP acompañado de toda su banda.
El médico legista certificó que la víctima recibió un disparo a la altura del pecho, del lado izquierdo. Se informó que los agentes encontraron más tarde un tractocamión Kenworth blanco, con matrícula 001EU5 del servicio público federal, y también encontraron una plataforma vacía.
MISTERIO DE UNA NIÑA AHOGADA
En una horrorosa tragedia se convirtió una convivencia de las alumnas de la secundaria de Acayuca, al ahogarse una de ellas en un jagüey el pasado viernes, después del mediodía. El cadáver fue rescatado gracias a los valerosos tragahumo, que esta vez tragaron agua, pues estaba a cuatro metros de profundidad.
Los trágicos hechos conmovieron a toda la comunidad, que los llenó de tristeza y lágrimas. Pasaba de la una de la tarde cuando un grupo de jóvenes alarmados y llorando, gritaban pidiendo auxilio, por lo que los vecinos del lugar informaron a la policía de acontecimiento y éstos salieron hechos la mocha a darle auxilio, pero era demasiado tarde.
Se informó que la infortunada Mayra Arroyo Luna, de 14 años, junto con sus compañeras de clases, se fueron al jagüey de la comunidad para meterse al agua con todo y ropa y zapatos. Todas estaban muy contentas, las risas desaparecieron y se volvieron gritos de angustia, de dolor, de miedo y terror, al ver que su compañera se hundió al llegar a un desnivel. Sus amigas, desesperadas, trataron de ayudarla pero en la fría agua, la niña terminó por hundirse.
Una vez enterados, los uniformados pidieron a los bomberos trasladarse lo más rápido posible, por lo que llegaron ambulancias y carrozas del Semefo. Las sirenas y el código de torretas despertaron la curiosidad de la gente, acudiendo a ver lo que pasaba.
Los bomberos tardaron unos minutos para encontrar el cuerpo y sacarlo a la superficie, todo un doloroso cuadro cuando llegó Juan Arroyo Urrutia, el padre de la muchacha, quien hizo la legal identificación del cuerpo y pidió el cadáver para darle sepultura.
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