LE CAYERON EN LA MOVIDA

A un ladrón que se le olvidó su pata de conejo y valió madres, porque en el momento que estaba dándole marcha a un coche que se iba a conejear, le cayó el chahuistle, lo rodearon  los gendarmes con su carabina bajo el brazo, con el ojo en la mira apuntándole, el comandante Pistolas le dio la orden de que se bajara, y como dice el presidente de la Comisión de los Derechos humanos que deben de obedecer la ley, se bajó los pantalones, le dijeron que por el momento solo se bajara del coche, pero vamos a ver qué es lo que pasó: Un consumado ladrón de automóviles que ha dejado a muchos a pata, esta vez se la peló porque en el momento que arrancaba un Tsuru y estaba listo para dar el arrancón, se lo fregaron y lo llevaron ante el Ministerio Público, para que sea investigado porque en Actopan está el robo al por mayor.

Lo pasaron a la bascula, le encontraron en su poder varias llaves maestras esmeriladas, de distintas marcas de automóviles; él les alegaba que eran las de su casa, le preguntaron que si todas, les explicó que también trae las llaves de la casa de su jefa y la de su quelite, pero no le creyeron. Gracias a la oportuna denuncia del propietario del automóvil, que se iba a sumar entre las víctimas, pidió ayuda a la policía, quienes llegaron como charrascas de zapatero listos para detener al ratón. 

Informó lo que les estoy diciendo, el comandante, que fue el que realizó la detención en la esquina que forman las calles de 5 de mayo y Cuauhtémoc, en la ciudad de Actopan, Hidalgo, así mismo se dio a conocer que de acuerdo al reporte de la coordinación Estatal, dijo que varios elementos al salir de sus oficina, encontraron a un tipo que estaba muy espantado y les pidió ayuda porque un chango se iba a llevar su coche.

Se identificó como Erick “G” de 28 años de edad, y les dijo que estaba adentro echándolo andar para llevárselo y nunca volver. De volada se trasladaron a esa calle y era verdad, adentro estaba un ladrón que le hacía la lucha para encenderlo, echó una sonrisa al lograrlo pero se le borró al ver a los policías, se le pararon los pelos, parece que vió al diablo.

De esa manera, José “B”  de 30 años, se bajó y se lo llevaron sin darle tiempo de montar a su caballo, dijo el comandante que ya tiene callo para conocer a los ladrones, y este tiene cara de súper ratón y que estaba seguro que era el responsable de varios robos que los dejan estacionados en las calles oscuras de Actopan, de esa manera sacó su libreta personal y tachó a un ladrón menos.

LA SUEGRA LE SALIÓ CULEY

Candelaria Jiménez, de 25 años de edad, llorando como la Magdalena, fue a poner su queja ante el Ministerio Público en contra de su suegra y su viejo, que le echaron montón y la agarraron a madrazos, le quitaron a su chiquito y a empujones la aventaron a la calle, cayó rodando a media banqueta.

Les explicó que a las 6 de la mañana ya estaba en el lavadero, de momento escuchó el chillido de su chamaco, y fue a darle su chichi, pero el que se va a la villa pierde su silla, cuando regresó en su lugar ya estaba lavando su suegra María Chávez Islas, le había aventado su ropa.

Candelaria le dijo que ella estaba lavando, pero su suegra no la peló, por el contrario, le movía las manos al lavar salpicándola de agua. Comenzaron a discutir sacándose sus trapitos al sol, que por poco y se desgreñan. Candelaria estaba como agua para pelar pollos, estaba lista para aventarle el madrazo, pero a su suegra la salvó la campana, porque llegó su hijo Israel Chávez, y su mamita le dio la queja.

Le dijo que su vieja le había faltado al respeto y le había mentado la madre, Israel se la llevó de las greñas, la metió a su casa, le llamó la atención dándole sus cachetadas, y le dijo que a su suegra la había de respetar como su segunda madre, la mujer entre chillidos dijo que mejor burro. Entró la suegra y le dio uno un chilacatazo en la nariz, que se la sangró, luego una cachetada, como llevaba las manos mojadas le volteó la cabeza.

Fue cuando Israel tomó cartas en el asunto, le dijo que recogiera sus cosas y al escuincle, porque se la iba a llevar a la casa de sus padres como le hicieron a Martina. Su mujer le explicó que la que comenzó la camorra fue su madre, que es una chismosa que le va a pasar lo que a Pinocho, en lugar de crecerle la nariz le va crecer el hocico.

El marido le acomodó otros madrazos y le dijo que ya no recogiera su ropa, que se fuera así como estaba  y la sacó a patadas, ella no quería irse sin su hijo, la señora se lo aventó y a empujones la sacaron. Candelaria llorando les mentó la madre y les dijo que ella se va para su pueblo en Tezontepec de Aldama, que a su señor y a la vieja de su suegra los va a apuntar en la lista de los culeros, y le dieron una pedrada en la cabeza.

QUERÍA CENAR PANCHO

Después de estimarse mucho, una pareja de amigos salieron a madrazos. Se la sonó tan duro que por poco la mata, todo porque no le soltó la torta. Dijo la madreada al Ministerio Público que se llama Carmen Monroy Vergara, de 26 años, de profesión contadora, pero no le dio tiempo contar los madrazos que le dio Miguel Ángel Benítez, de 48 años de edad, quien la invitó a comer a un restaurante en Tizayuca.

Ahí Miguel le platicó los problemas que tiene en su trabajo, mientras se empujaban unas copas, cuando llegaron a Pachuca era un poco noche, la contadora le pidió que la llevara a tomar un taxi para su casa. Ahí fue donde la puerca torció el rabo, Miguel se puso necio en llevarla.

Ella le dijo que no, se las había olido que este estaba como cautín, porque de vez en cuando le agarraba las nalgas. Miguel terco como una mula, la llevó a huevo hasta San Antonio El Desmonte, quería desquitar la comida. Pero como Carmela no se dejó, al entrar a su casa él le dio de madrazos, tantos que la contadora perdió la cuenta, le pegó en la frente, en la boca, le apretó el pescuezo; ella se dobló y le dio una patada en los bajos que se los apachurró.

Corriendo espantada se encerró en el baño, el hombre insistía en sacarla a madrazos, la contadora con su celular  le habló a una hermana diciéndole que se diera prisa porque la querían violar y matar. En unos minutos, a Miguel se le apareció el diablo sin calzones, le cayó la policía y se lo llevaron a la galera de la Policía Municipal, donde cenó con los detenidos, porque a Carmelita se la llevaron al hospital.

SE PASAN LOS POLICÍAS

Los Policías Municipales fueron acusados por un joven de ascendencia Alemana, se pasaron de lanza con Cristian Alexander Stein Lagen Arias. Lo madrearon y le pusieron las esposas, dijo al Ministerio Público que acudió al Centro Comercial “Plaza Bella”, llevaba a su perro, un grandote de raza Schnauzer, para que lo pelaran de a león, se le atravesaron dos agentes de seguridad y le dijeron que no podía entrar con todo y pony. En su idioma les dijo que no era pony si no un perro, pero ellos pensaron que les había mentado la madre.

Entre 4 uniformados le exigieron que se retirara, y a empujones lo sacaron con todo y perro, que no se los quiso echar si no los hubiera dejado sin madre. Llamaron a la Policía Municipal, donde bajaron 6 elementos y sin decirle palabras lo esposaron y lo subieron a la camioneta con todo y perro, y no lo dejaron hablar.

Al meterlo a las galeras, un granadero que se parecía a su perro lo comenzó a golpear, y le hizo manita de puerco, dándole de patadas en las nalgas y le dijo que a él los Derechos Humanos le hacen los mandados.

Después de tres horas llegó la jefa del muchacho y pagó 3 mil  pesos de multa para dejarlo salir, y a la señora le faltaron al respeto. El único que lo trató como humano fue un policía chaparrito. Cristian se fue muy desilusionado de la policía que no saben tratar a los ciudadanos, su único delito era llevar a pelar a su perro.

ATACÓ A SU EX ESPOSA

Golpeada como si la hubiera atropellado un carro, llegó al Ministerio Público Rosa Delia Nicolasa González, de 26 años, de la colonia Calabazas. Acusó a Ramón Martínez Muñiz, con quien lleva varios meses separada y cuando llegó a su casa ahí lo encontró, porque va a ver a sus hijos, y luego se hace el chistoso y se queda en la casa.

Le dijo que fueran a comprarles ropa a los niños, y después de hacerlo la llevó con engaños a donde vive solo, en el Fraccionamiento María Isabel. Estando ahí le dijo que no se fuera, que él la quería mucho, que las madrizas que le daba eran con todo cariño, que no se fuera, que si lo dejaba él sería capaz de darse en la madre.

Que en las noches la sueña y quiere que esté con él, Rosa Delia se amarró su calzón, le dijo que ya no lo quería, es más, que ya tenía novio y pronto se iban a casar, Ramón se puso negro como “El Memin”, la tiró en la cama y se le montó, la quiso besar pero como no se dejó, con una mano le agarró el gañote y se lo apretó, y con la otra le tapaba nariz y boca, le estaba faltando el aire, se estaba poniendo como camote. De momento a Ramón le dio una chiripiorca como al chavo del 8, se le torcieron las manos, la boca y le pasó lo que al zancudo, una pata se le enredó y otra se le hizo nudo. Rosa gritó espantada, llegaron los vecinos y en una ambulancia de la Cruz Roja se lo llevaron al Seguro Social.

Ella fue a levantar el acta por lesiones, e intento de asesinato y violación. Los médicos, luchan por saber porqué le dio la chiripiorca a Ramón, se sabe que con estos calores se sube la calentura, y como vive solo, iba a morir como cautín.

ESTO ES EL COLMO

Agarraron a 5 personas que iban cargadas de gasolina. Habían robado en un ducto clandestino. Los hechos se registraron el domingo por el personal de Seguridad de Pemex. Detuvieron a las personas cerca de la toma clandestina donde habían sacado la gasolina y se los llevaron a Seguridad Pública acusados por ordeñadores.

Dijeron las autoridades que dos de las personas de las 5 detenidas en el camino de terracería en Teocalco, municipio de Tula de Allende, Hidalgo, pertenecían a la Secretaría de Seguridad Pública, de la unidad de Mixquiahuala, desde hace 4 meses. El gobierno Estatal condenó este tipo de actos cometidos por servidores públicos de la entidad. Transportan los hidrocarburos robados en una camioneta patrulla, así como en una camioneta de 3 toneladas.

Y mejor ya no les digo más para no echarme un alacrán encima, pero la misma policía son los riñones que se vuelan la gasolina. Qué casualidad que nunca agarran a los cabecillas. Por el momento no les digo cuál era la cantidad de gasolina que llevaban y quiénes eran los policías que hacían sus robos cuando no trabajaban, que andaban francos, mucho ojo.

gatoseco98@yahoo.com.mx