LOS POLICÍAS AGARRARON AL DIABLO

La noticia es que no está en el infierno. Se encuentra tras las rejas. Hace mucho tiempo estaba escondido. No salía por las noches a espantar cristianos. Lo buscaban hasta por debajo de las piedras, por robo a mano armada, en un domicilio, en la colonia Ampliación Santa Julia.

“El Diablo” se llama Satanás. Perdón, Juan Luis “T”, de 19 años, vecino del fraccionamiento Juan C. Doria. Dicen las malas lenguas que pertenece a la delincuencia organizada y está relacionado con un crimen que cometió hace dos años en Santa Mónica.

Le andaban pisando los talones, hasta que lo capturaron. Declaró que junto con su compinche José “S” planearon el asalto en el domicilio ubicado en calle Ferrocarril Central de la colonia mencionada.

Se juntaron en un bar de mala muerte, con otros cuates. Entraron y golpearon al dueño. Le dieron con un palo en la cholla. Uno de ellos le clavó un cuchillo. Comenzó a gritar y lo callaron apretándole el gañote.

Al pasar el tiempo, como no los agarraban, asaltaron un Oxxo, llevándose un botín de 5 mil pesos. Y se echaron al plato a un matrimonio en Santa Mónica. Pero ya pueden estar en paz. “El Diablo” duerme en un calabozo. Está encerrado, y por mucho tiempo no andará suelto.

Al que le echó la maldición de los 7 infiernos fue a un juez del reclusorio. Le dijo que si no lo dejaba libre se atuviera a las consecuencias. El señor juez lo miró de arriba abajo y le mentó la madre. Dijo que no le tiene miedo al Diablo.

NO ENCUENTRAN A MARIANA

De un momento a otro, una joven desapareció. Dicen que la vieron con un chancludo copetón, con pantalón rabón, guango, greñudo, con cara de muñeco. Sus familiares de la muchacha están que les suda la cola. Temen por su integridad; que se la lleven para que trabaje de mujer mala.

Desde el pasado lunes la andan buscando. Salió de su domicilio, ubicado en el fraccionamiento La Providencia, municipio de Mineral de la Deshonra, y no regresó. Su jefa Elsa Torres, anduvo como candidata a diputada, tocando de puerta en puerta, pero nadie le abrió.

Por las tardes, cuando comienza a oscurecer, se escuchan unos lamentos que hacen que los pelos se pongan de punta. Se escucha una voz, a todo pulmón, como si fuera del otro mundo: “¡Ay, mi hija! ¿Dónde estás hija?”. Los perros no dejan de ladrar, los vecinos rezan una oración, pensando que es la llorona, y piden al Todopoderoso que se la lleve al otro mundo a punta de madrazos.

Doña Elsa se dirigió, por consejo de un compadre, a pedir la Alerta Amber, cuya reacción es inmediata en caso de robo de personas, extravío, secuestro, localización de niños y niñas y adolecentes menores de 18 años.

Dijo que su hija tiene 14 primaveras. Le va a pedir al Procurador que les diga a los agentes de la Coordinación de Investigación que la encuentren porque el tipo que se la llevó la engañó como a un chino.

Le contó un pajarito que la vieron echando novio en una banca del Parque Hidalgo con un hombre mayor que ella, que se ve que tiene peleas en la coliseo, y es conocido en el bajo mundo como “El Chato”.

Le comentaron a la mujer que iba con una bola de muchachas rumbo a la Plaza Juárez. Dijo la señora que investigó con testigos, y le dijeron que ese güey es tratante de blancas, prietas, güeras y negras. Las que se lleva son menores de edad. Las tiene secuestradas en casas de seguridad en Pachuca.

Como señas particulares, está tatuado por todo el cuerpo, a lo mejor también de las nalgas. Usa un pantalón guango, de esos cholos, y anda en motocicleta. Explicó que ya había ido al MP a querellarse. Le dijeron que por el momento no pueden hacer nada.

Están alertas las corporaciones por la Semana Santa. Como hacen el Viacrucis en todos los barrios y colonias de Pachuca, hay que cuidarles las manos a los que vienen de visita.

Mariana es una chamaca gordita, cachetona, piernuda y nalgona. Su angustiada madre pide a la ciudadanía que si ven a su hija, le avisen. No dio números telefónicos porque la gente malora habla para vacilar.

ESTÁ PRESO UN METE MANO

Sabino Hernández Jiménez, de 51 años, domiciliado en la calle San Pedro 124 del fraccionamiento Nuevo San Antonio, en Pachuca, desde chiquito fue mete mano. Se lo hacía a su jefa cuando quería su chichi. Se le quedó la costumbre y ahora, de viejo, la mete debajo del vestido a las mujeres que pasan.

El día de ayer Sabino caminaba a las 11 de la mañana. Parecía soldado porque braceaba, cuando pasó una mujer y le metió la mano. La fémina echó un grito y espantó a un viejito, quien se cayó al correr. El mete mano siguió esperando a otra víctima para hacerle lo mismo.

La agraviada no dejaba de gritar. Llegaron los uniformados que andaban de servicio en la avenida Revolución, preguntándole qué le había pasado. Les dijo que ese hombre que iba aprisa, pasando, pasando, le metió la mano debajo de su vestido y le agarró sus partes íntimas.

Los oficiales lo atraparon. Les dijo que es inocente, que él no fue. La ofendida les enseñaba a dónde le había metido la mano, y dijo que se lo llevaran al bote. Pide que le den un escarmiento por haberla agarrado con sus cochinas manos, que a lo mejor no se las lava.

Comentó otra mujer que ayer se despachó con la cuchara grande cuando pasó una jovencita a la que le metió la mano, quien por la vergüenza lloró. Se fue por la avenida Juárez. Otra mujer dijo que a ella también le tocó. No lo denunció, pero sí le dio coraje porque se lo apretó.

Sabino ya está en la cárcel. Si a usted le ha metido la mano en plena calle, no lo piense mucho, y vaya a hacer su denuncia. Se ve con cara de menso, pero es abusado. Lo hace cuando van solas las mujeres. Y cuando pasa un greñudo, primero investiga, a ver de qué género es.

SE LO LLEVARON DE CORBATA Y MURIÓ

Se encuentra sin identificar el hombre que recibió un madrazo y salió disparado como el hombre bala. El homicida huyó. Ocurrió en la carretera México-Pachuca. Son muchos los atropellados, y hay que poner un remedio, si no van a acabar con los vecinos.

Trágica muerte sufrió un hombre al ser atropellado en la madrugada de ayer, sobre la autopista México–Pachuca, tramo de la colonia Matilde. Por ahí pasan los carros a toda máquina.

Según dicen los testigos que el madrazo lo recibió el peatón por la retaguardia, como a las 6 de la mañana, a la altura del centro nocturno “Candela”. De seguro que salió de ahí y no se fijo a la hora de atravesar, y está rindiendo cuentas con San Pedro.

Tampoco se han presentado sus familiares al depósito de cadáveres para hacer la identificación del cuerpo. Entre su ropas encontraron una credencial a nombre de Arturo Estrada López, de 41 años de edad, con domicilio en la avenida Mariano Escobedo 112 de la colonia Anáhuac, delegación Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México. Los agentes de la Coordinación de Investigación acompañaron al MP para dar el banderazo y levantar el cadáver.

YO SE LOS JURO QUE YO NO FUI

Alberto Pérez, de 26 años, avecindado en Omitlán de Juárez, dijo que las acusaciones que le imputan son chismes. Es mentira que es miembro de una banda de ladrones.

“El día lunes 3 de este mes me señalaron como integrante de una banda organizada y que soy un halcón, pero me cae que no. Trabajo honestamente, desde hace 7 años, como distribuidor de periódicos en la zona de Pachuca.

“Por lo tanto, me deslindo de cualquier responsabilidad de lo que ocurrió el día 31 de febrero, cuando un vecino me dijo que afuera de mi casa estaban llegando patrullas de todas clases y federales”.

Precisó que llegó y les dijo a los uniformados qué pez. Que él no conoce a ningún sujeto de los que dicen. Tiene amigos de la banda, pero son de la Banda Sinfónica del Estado.

“No sé por qué me tomaron fotografías sin mi consentimiento. Tengo viviendo 26 años en Ciénega Grande. Ahí nací y crecí. Todos los vecinos me conocen, que me gano la vida trabajando. Salgo de mi casa a las 4 de la mañana y regreso por la tarde. No tengo ningún problema. Todo el pueblo de Omitlán son mis amigos”.

SE LA TENÍA GUARDADA LA POLICÍA

Hace dos años, un tipo secuestró a una menor y después se fue a los Estados unidos de Norteamérica. Lo reportaron y ahora está sacando la cabeza por las rejas. Se llama Fausto Hernández.

Tiene dos años de haber participado en el plagio de una menor.

Se peló de casquete a Los Ángeles, California. Sin embargo, los agentes de la Coordinación de Investigación lo tenían apuntado en la lista negra, y estaban esperando a que las autoridades migratorias de aquel país lo mandaran, y cuando llegó, se lo empinaron.

Tenía dos nombres: Fausto Hernández Torres, de 28 años, y Francisco Ocádiz Torres, de 28. Al momento que pisó tierra mexicana fue traslado a la hidalguense, y recluido en una bartolina, a disposición del Juez Penal.

El 31 de agosto del 2014, Fausto secuestró a una menor, trasladándola a una casa de seguridad del municipio de Metepec. Nadie sabe, nadie supo, si le pagaron el rescate. Él se aprovechó a su gusto.

Lo único cierto es que que se peló para la frontera, donde pasó el muro de la vergüenza. Estaba seguro de que la policía se la había persignado. No contaba que el largo brazo de la justicia se lo iba abrochar, porque los agentes le pisaban los talones, y estaban listos para echarle el guante.

NOTAS CHIRRIS

SE DIERON EN LA MADRE

Varios amigos se fueron a chupar, y cuando estaban borrachos, se pelearon, dándose hasta por debajo de la lengua, todos contra uno. Asustaron a los vecinos de la colonia Jaltepec, porque uno de ellos quedó con el hocico abierto, los ojos de rana, con la cara al cielo, y no se movía.

Algunas personas corrieron, por si las moscas sacaran sus armas. El golpeado se llama Mateo López, de 44 años. Por lo menos fue golpeado por tres cuates. Lo levantaron los socorristas de la Cruz Roja y se lo llevaron. Hasta ahorita no se sabe si se lo echaron al plato o nada más le dieron un calmante.

UN VIEJO QUISO COMER PICHÓN

Intentó violar a una menor, pero se la peló. Javier, de 66 años, vecino de la colonia Centro, fue detenido por los gendarmes de la municipal de Pachuca, por intento de abuso sexual a una menor. Los hechos sucedieron en la calle Xicoténcatl, a la altura del Jardín del Arte. La afectada lo señaló, y se lo llevaron.

LOS AGARRÓ LA POLICÍA

Andrés Hernández Vargas y Samuel Hernández, de 23 y 36 años, respectivamente, habitantes del fraccionamiento Magisterio, fueron detenidos por los cuicos de la Policía Municipal por tratar de robar en una tienda comercial de Real del Valle. Les cayeron con mercancía y se los llevaron al bote.

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