FUE SECUESTRADO UN DIRIGENTE
Dijo su vieja que llegaron como 20 changos. Se lo llevaron a punta de madrazos varios tipos armados hasta los dientes, diciendo que eran policías, no dudó de ellos porque le echaban puras mentadas de madre.
Lo sacaron de su casa, él es dirigente de una cooperativa; se lo llevaron unos señores con uniformes de gendarmes, entraron a su domicilio, lo jalaron de las greñas, le hicieron manita de puerco, le sonaron de macanazos en la cholla, y como no quería caminar, le dieron de patadas en las nalgas.
Los que estaban en la casa se quedaron sin saber qué hacer, porque les apuntaban con rifles; cuando se fueron, la mujer salió echa la mocha a preguntar a la barandilla de Atotonilco de Tula dónde tenían a su marido, que no le fueran a pegar porque anda un poco malo de la molleja. Los uniformados le preguntaron cómo se llamaba su esposo, les contestó que Nemorio Sánchez, de 50 años de edad, tiene su domicilio en la calle Revolución en la comunidad de Vito.
Les explicó que el lunes, como a las 10 de la noche, se lo llevaron, los policías revisaron una lista de detenidos, le dijeron que ahí no tenían a ninguno mono con ese nombre, pero que les cuente lo que pasó para que salgan de inmediato a pisarles los talones a los que se lo llevaron. Les dijo que se llama Leonor Vargas, vive en la comunidad donde ya les explicó, donde llegaron unos 20 tipos con armas largas y con cuernos de chivo, llegaron en tres camionetas cerradas color blanco, y tres automóviles compactos, se metieron a su casa tumbando el zaguán a patadas, había un desgraciado que parecía el jefe porque él daba las órdenes.
Ante el escándalo llegaron otros miembros de la familia a ver qué Pez, pero les pegaron con sus armas, les dieron de madrazos echándolos a la calle, y se llevaron a Nemorio. Le dijo el comandante de guardia que ellos no fueron, porque cuando lo hacen los llevan medio muertos, que de seguro habían sido federales, que lo fuera a buscar por otro lado.
La señora salió muy triste, con el Jesús en la boca de que no la fueran a dejar viuda. Fue a las oficinas de la Procuraduría General de la República, le dijeron que no sabían pero que les contara todo lo que había pasado, la señora se los contó y le dijeron que fuera a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo en Tula, a lo mejor allá lo tenían por algo que cometió.
Llegó la mujer y le dijeron lo mismo, que no sabían nada sobre el caso pero que les contara, y así lo hizo, le contestaron que ellos no fueron, que fuera a preguntar a la SEIDO. Llegó y llorando preguntó que si tenían a su marido, le dijeron que no, pero que les contara todo lo que pasó, les contó y les dijo que mientras los policías trataban de llevárselo a la fuerza porque no se dejaba, le dijeron a la mujer que iban a buscar armas y droga, y al no encontrar lo que buscaban se llevaron varias computadoras tipo Laptop así como dinero y unas pantallas de distintas pulgadas.
Levantaron la averiguación en el Ministerio de Tula de Allende, y hasta el día de ayer no les resolvían nada, la familia de ella y de su viejo estuvieron pendiente al teléfono por si les pedían alguna cantidad de dinero por el rescate y dejarlo en libertad; la esposa del secuestrado no se daba por vencida y volvió a ir a otros lados.
Leonor Rodríguez Vargas para que buscaran a su viejo interpuso la formal denuncia por el delito de desaparición de persona, en agravio de su marido Nemorio Sánchez, se presentaron los testigos y les contaron lo mismo que la señora, que llegaron unos 20 policías en camionetas y se llevaron a madrazos al señor. Les dijeron que no podían levantar el acta como desaparecido sino como secuestrado, y la pasaron con los agentes de antisecuestros y estos le dijeron que no fue secuestro sino robo.
La mandaron con los agentes de la coordinación de investigación para que agarraran a los ladrones, y cuando los agarraran le preguntarán dónde dejaron a Nemorio Sánchez, y así cerraran el caso. Sin embargo la mujer a pesar que la traen como calzón de mujer mala, para arriba y para abajo, sigue buscando a su viejo.
SE SUICIDÓ EN SU CELDA
Un interno del Centro de Reintegración Social (Cereso) de Tulancingo se dio cuello, estaba sentenciado a 40 años de prisión por haber matado a su vieja. La tarde del lunes de la semana pasada fue encontrado colgado en el baño de su celda José Ricardo Olvera, de 30 años de edad, originario del Estado de México, fue arrestado el 14 de febrero del 2005, ya tenía 8 años encerrado, le faltaban 32 años para que saliera; como las bardas están altas y hay rejas en todas partes, mejor se salió por la puerta falsa.
De acuerdo con los primeros informes de los investigadores fue encontrado colgado del pescuezo, según dicen que se suicidó porque tenía una fuerte depresión, dijeron que consta en su expediente que cuando llevaba dos años encerrado también intentó matarse, pero un sicólogo le dio terapia diciéndole que los que se quitan la vida no entran al cielo, porque Dios se las dio y él es el único que se las puede quitar, y todos los que se suicidan se van al infierno, donde el diablo como castigo los mete en un tinaco lleno de caca.
El director del penal y los que trabajan allá coincidieron que se trataba de un interno no problemático, era buena gente, se cree que mató a su vieja porque lo sacó de onda, pero era muy trabajador, vendía zapatos a los detenidos que sus parientes le llevaban. No se encontró ningún recado póstumo, se colgó de puras ondas, ya los agentes andan investigando el motivo que lo llevó a quitarse la vida.
Los funcionarios afirmaron que según consta en la causa penal, que estaba sentenciado por darle matarile a su vieja, Maribel Castillo Olivares, el día 11 de febrero del 2005. Estando preso se casó con otra mujer, la cual lo visitaba muy seguido, estaba en la celda número 9. Todavía estuvo en el pase de lista, así lo dijo Jorge Zabulón Vázquez Aquino, encargado de la seguridad y él fue quien lo encontró y corrió avisarles a los superiores, que ya se había dado en la madre el preso número nueve.
AGARRARON AL “KILOS”
Era el terror, el “ay nanita” del Valle del Mezquital, estaba implicado en varios homicidios, los investigadores lo agarraron en el estado de Guanajuato. Alejandro Barragán Castillo o Arturo Islas Quezada, conocido en el bajo mundo como “El Kilos”, oriundo y vecino del Valle del Mezquital, contaba con cuatro órdenes de aprehensión por dos homicidios en el estado de Hidalgo.
Lo agarraron en Irapuato, Guanajuato, como presunto narcomenudista. Gracias a los convenios de colaboración y trabajo de inteligencia, los agentes investigadores de Hidalgo tuvieron conocimiento de que habían agarrado a un tipo que ellos andaban buscando en el municipio fresero.
Al verificar las fotografías de los detenidos dijeron que era el que buscaban y se conocía por los nombres que daba, y por el apodo del “Kilos” por lo panzón. Que a últimas fechas se había convertido en uno de los hombres más buscado en Hidalgo, la tierra de trabajo, donde no hay trabajo.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, los delitos por los cuales lo andaban buscando son: Robo calificado y cohecho, tentativa de homicidio doloso, calificado, agraviado, y homicidio. Luego de verificar la información, lo trasladaron al territorio hidalguense, y ya está en el Cereso de Actopan.
NOTAS CHIRRIS
LE CAYERON CON LAS MANOS EN LA MASA
Los policías del municipio de Tulancingo detuvieron a un ladrón que se había despachado con la cuchara grande, en una vivienda de la colonia Vicente Guerrero. Se había conejeado una pantalla de 55 pulgadas, aprovechando que los dueños no estaban en el hogar, y trataba de acomodarla en una motocicleta.
Pero le cayó la tira, les dio el pitazo un vecino vigilante, y el mismo director de seguridad fue a aprehenderlo en la calle de Pino Suarez, casi esquina con Agustín Melgar, cuando ya se alejaba con lo robado. Los uniformados fueron tras él, le dijeron que se detuviera pero los tiró de locos y siguió su carrera.
Les dijo que cuál era su Pez, la pantalla se la encontró en la calle y se le hizo fácil echarla en su moto para llevársela a su casa. Fue llevado a la comisaria donde dijo que era inocente, pero le sacaron su expediente y tenía varios robos de casas habitación y quedó encerrado, pero luego salió y anduvo en malos pasos, por eso ahora no lo dejarán salir fácilmente.
OTRA PAREJA INTOXICADA AL COMER HONGOS
Un matrimonio de Huajomulco, perteneciente a Tulancingo, resultó intoxicado por comer hongos silvestres. Los socorristas de la Cruz Roja recibieron el llamado y acudieron a atender a la joven pareja en su domicilio, como tenían mirada de ansiedad y echaban mucha saliva por la boca, y se quejaban de dolor de panza, dijeron que de seguro habían comido hongos venenosos.
Esperanza Cruz, de 16 años de edad, y Jorge Islas Pavón, de 21 años de edad, son los pacientes que registraban fuertes dolores en la barriga, tenían vómito y diarrea, por ello fueron trasladados al Hospital General para recibir la atención médica. Los socorristas dijeron que ambos estaban muy conscientes, por medio de un lavado de tripas salvaron el pellejo y les explicaron que existen en el campo, valle y los montes, varias clases de hongos que son combustibles pero hay que saber reconocerlos, que para la otra vez que se les ocurra comer hongos, primero que se los coma su suegra y si no le pasa nada, ellos pueden hacerlo con confianza.
UN HOMBRE MUERE POR UNA MORDEDURA DE VÍBORA
Un vecino murió luego de que una serpiente lo mordiera cuando caminaba por el municipio de Huahutla, en Hidalgo, en los límites con el estado de Veracruz. Fueron los vecinos del poblado de Tecoluco Calpan los que se percataron de los hechos, y encontraron a la víctima con la cara al cielo, en las inmediaciones del arroyo. Esperanza Hernández, delegada auxiliar, denunció los hechos a los gendarmes por vía telefónica, llegó una camioneta patrulla a tomar conocimiento de los hechos.
El infortunado fue identificado por un familiar, se llamaba Gerardo Hernández Francisco, de 40 años de edad, tenía su domicilio en el estado de Veracruz, dijo que el hombre antes de morir correteó a la culebra, la alcanzó y le dio de vueltas, la azotó en el suelo y con una piedra la golpeó hasta que la hizo cachitos, y luego se quedó tirado y no se movió. El agente del Ministerio Público de Huejutla de Reyes, Hidalgo, dio fe a los hechos, y de todos modos lo mandó al Servicio Médico Forense, para saber qué clase de veneno le inyectó la víbora al morderlo.
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