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UN INFIERNO BONITO

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LO DEJARON A PATA

A José del Carmen Ríos, de 30 años de edad, le sudaba la cola al subir en su bicicleta la calle de Guanajuato, que se encuentra en el puente del Instituto Hidalguense, estaba haciendo sus entrenamientos de montaña, le echaba muchas ganas, la subía y la bajaba; de momento lo paró una señora, le preguntó dónde podría comprar unas refacciones para una bicicleta igualita a la suya que la habían descompuesto sus nietos. José muy atento limpiándose el sudor con el brazo, y agitado, le dijo que más arriba había una refaccionaría, se bajó de su bicicleta y caminó con la mujer, presumiéndole que él era corredor profesional y se preparaba para representar a Pachuca en la vuelta a México. Por la esquina le salió un joven bien vestido, la señora se lo presentó como su hermano, platicaron de su bicicleta que estaba muy bonita, era la mejor que había visto en los últimos años. Orgulloso José del Carmen se subió a su bicicleta y le dijo al señor que le echara ojo cómo hacía los cambios, corrió a toda velocidad toda la calle, dos cuadras, dio la vuelta y se frenó, preguntándole que cómo le había parecido.

 

La vieja ya no estaba pero José por darse su taco ni se acordó de ella, su admirador le aplaudió y José le dijo que su bicicleta era de 18 cambios, que sólo en ese tramo que corrió había hecho unos cinco y agarró una velocidad de unos 70 kilómetros por hora, en cada pedalazo avanzaba cerca de tres metros. El señor lo escuchaba con el hocico abierto y le dijo que había tenido muchas ganas de comprar una, y que si le daba chanse de darse una vuelta para saber lo que se siente, José aceptó, el señor se montó en la bicicleta y se perdió entre las calles y jamás regresó. José miraba para todos lados pero al ver que había pasado cerca de una hora y el señor no llegaba, muy triste fue a poner su queja ante el Ministerio Público que le habían robado su bicicleta de color rojo y negra, con 18 velocidades marca “Alubia”, con cuadro de aluminio. Los policías peinaron la zona sin encontrar al ladrón, y José del Carmen Guerrero se va a quedar sin competir por güey.

 

PARA ESTO QUIEREN QUE SE LEGALICE LA MARIHUANA

Un vicioso que dice que está malito y se cura con marihuana, al entrarle con muchas ganas se le pasó la dosis y armó un desmadre en la casa de un familiar. Se subió a la azotea como el hombre mosca, arrancó un cilindro de gas y le prendió lumbre. Llamaron a los bombones, a Protección Civil y a los uniformados, y rápido entraron en acción e impidieron que pasara otra cosa mayor, al controlar la lumbre que salía de un tanque de gas de 20 kilos.

Los uniformados se fueron tras los huesos del causante del escándalo, de nombre Israel Pérez Soto de 30 años de edad, que se encontraba en la casa de su tía en la calle Vicente Lombardo Toledano, en la colonia Lomas del Chacón, del municipio de Mineral de la Deshonra, (perdón) de la Reforma.

Se dio a conocer que Israel Pérez después de una fuerte discusión con parientes que lo zurraron porque andaba marihuano, dijo que no entendían que él estaba enfermo y le habían dado un tratamiento por un mes de fumar marihuana todos los días en ayunas; lo hace porque primero es su salud y los demás no lo entienden, tendría que echárselos al plato y que de una vez lo iba hacer.

Comentó su tía que el sobrino se subió a la azotea de su casa que tiene dos plantas, llevando cartones encendidos, luego arrancó el Pictel de los tanques, le prendió y parecía soplete, en esos momentos alarmó al vecindario y los vecinos comenzaron a gritar, los gritos de terror se escuchan tanto que hasta se enchinaba el cuero.

Le valía madres al vicioso tanto que se carcajeaba como loco, los perros en vez de ladrar se escondían, se calmó cuando vio el carro de bomberos y a la policía con las torretas prendidas, les aventó el tanque de gas desde las alturas cayendo en el patio, que si no se agachan les pasa lo que al perico.

Varios bomberos se subieron con extinguidores para apagar otro de los tanques mientras que sus compañeros controlaban la emergencia que quedó abajo. Muy tranquilo y con mucho cuidado bajó el marihuano, lo estaban esperando los uniformados, que para que aliviara sus males poniéndolo ante el Ministerio Público lo aventaron a la batea de la patrulla y se lo llevaron.

Llegaron varios vecinos y rodearon a los gendarmes para decirles todos los desmadres que hacía ese señor, dijeron que el día anterior se había robado un coche y lo había dejado estacionado afuera de su casa. Dicen que cuando llega drogado, para evitar problemas los vecinos se encierran y apagan las luces, porque les avienta la bronca.

También les dijeron que la jefa del maniático está muy mala de diabetes, por eso la tienen en cuidados y no le dicen nada de lo que hace su hijo, para que no vaya a estirar la pata.

 

LE DIERON SU REGALO

Gregorio Pérez Tolentino, de 17 años de edad, recibió una madriza que por poco lo mandan a San Bartolo, por parte de un grupo de vagos en el cerro de “Cubitos”, todo fue por no darles para las Caguamas, de pilón abollaron el coche de su padre estrellándole el parabrisas de un gabarrazo.

Goyo le dijo al Ministerio Público que ayer en la madrugada manejaba el coche de su padre por la calle de Miguel Alemán, había ido a una fiesta que le habían hecho sus compañeros, por ser día de su cumpleaños, en la colonia La Raza, pero en la esquina para llegar a su casa se le apareció un grupo de vagos que lo hizo frenar. Rodeándolo cinco malandrines le pidieron para “las caguamas”, como no les dio lo bajaron de las greñas, le dieron de madrazos hasta dejarlo bañado en sangre. Lo bolsearon y le quitaron 50 pesos que llevaba, y su reloj que le habían dado de regalo por su cumpleaños. Después nuevamente le dieron otra madriza por traer nada más 50 pesos; como pudo se les escapó corriendo como loco, los malandrines lo siguieron y al no alcanzarlo se desquitaron con el coche, dándole de patadas y estrellando el parabrisas.

Gregorio llegó a su casa, le contó a sus familiares lo que le habían hecho y salieron armados con palos y echándoles madres, pero ya no los encontraron. El padre de Gregorio, del mismo nombre, vio su coche todo desmadrado y fueron al ministerio público a poner su queja en contra de los vándalos, que son los ¡ay nanita! del cerro de “Cubitos”. Gregorio antes de pasar a que lo curaran en el Hospital General, dijo a las autoridades que conoce de vista a tres que lo golpearon, se llaman Carlos, Luis y Joel, siempre andan pidiendo para las cervezas. Quedó asentado en la carpeta investigadora y le dijeron que cuando los encuentren les van a dar en la madre a macanazos.

 

SE EMPINAN A CUATRO ASALTANTES

Los uniformados del municipio de Acaxochitlán se pusieron abusados y pescaron a los que habían asaltado una gasolinera, y recuperaron hasta el último centavo del botín, minutos después de que cuatro sujetos armados habían cometido un violento robo en una gasolinera; no les duró el gusto porque les cayó “La Chota”.

En un operativo de búsqueda y persecución la noche del lunes les cayeron los uniformados a unos malhechores, pero vamos a ver cómo estuvo la movida. Alrededor de las 9 de la noche los empleados de la gasolinera estaban como chihuahueños por el frío que hacía, y no les caían clientes en la gasolinera que se encuentra en la carretera estatal Acaxochitlán- Pahuatlán, Puebla, de pronto llegó una camioneta y se bajaron unos tipos con armas largas y les quitaron el dinero de la venta.

Rápidamente avisaron a la policía municipal, estos pusieron en acción un operativo y fueron presa fácil porque los despachadores de gasolina les dieron todas las características de la unidad en la que viajaban los delincuentes; se escaparon con 15 mil pesos y dos celulares como botín. Los policías salieron como balas con el fin de detener a los ladrones, y en el camino vecinal los localizaron.

Los bandidos trataron de huir metiéndole toda la pata al acelerador, pero los patrulleros los alcanzaron, los bajaron y se les pusieron al brinco, pero de un macanazo que les dieron a cada uno de ellos en la cholla los calmaron. Se llaman Alejandro Abraham Chaval Mendoza, Jorge Elías Escamilla Franco, Bernabé Cruz Díaz y David Hernández Hernández, de 38, 29, 37 y 24 años de edad respectivamente; fueron arrestados no sin antes leerles sus derechos.

Comentaron que ellos son vecinos Metepec, Estado de México; Huachinango, Puebla; y de Tulancingo, Hidalgo. Al revisarlos los uniformados les encontraron en su poder el botín y fueron reconocidos por los trabajadores de la gasolinera. Les preguntaron que dónde estaban las armas largas, dijeron que cuando llegaron al negocio encontraron dos escobas, los trabajadores estaban barriendo, las agarraron y con ellas les apuntaron desde lejos, con el miedo les entregaron el dinero y cuando se salieron las dejaron en su lugar para que terminaran de barrer.

 

ROBAN A UNA SECRETARIA

Dolores Hernández estaba muy triste porque no sabe quién fue el que le robó los ahorros que ha hecho durante muchos años. Echaba chispas cuando se presentó ante el agente social para poner su queja. Dijo que vive en la colonia Céspedes, que es un nido de ratas de dos patas, muy temprano se arregló poniéndose bella para irse a la chamba y cuando regresó, vio una chamarra sobre la cama, sintió escalofríos, se imaginó lo peor, que ya le habían madreado su tesoro. Rápidamente se agachó debajo de la cama y sacó un portafolio negro donde tenía guardadas unas joyas y un buen de dinero para pagar la renta y mandarle a su tía, que vive en Veracruz, pero los pelos se le pararon, sintió que le echaron agua helada en el lomo cuando lo vio vacío, ya le habían dado en la madre.

Salió corriendo, le preguntó a la vecina si alguien había entrado a su casa, haciendo memoria le dijo que parecía que había visto salir de ahí al amigo que en la mañana había ido a verla. Dolores recordó que fue su compañero de trabajo, se llama Manuel Méndez, a saludarla y decirle que la esperaba para que se fueran juntos, Dolores discretamente lo echó fuera porque se iba a bañar, le dijo que luego lo alcanzaba. Trató de localizarlo pero no lo encontró, ni fue a trabajar. Dijo que era un mono que le andaba queriendo soltar los canes pero ella no quiere saber de hombres, pues le han pagado mal. También dijo que sospechaba que su amigo era el rata y que no iba a esperar a que le eche los perros, ella le va a echar a la policía.

gatoseco98@yahoo.com.mx