SUICIDIO FUSTRADO
Alberto Sánchez Ávila, de 30 años, caminaba temblando como perro chihuahueño, en la madrugada lo encontró la patrulla de la Policía Estatal, iba encuerado, cerca de San Bartolo. Lo pararon y lo subieron a la camioneta patrulla por faltas a la moral, es una falta grave andar en cueros por la ciudad, corre peligro de que lo encuentren algunos desalmados y le den para sus tunas, o se le congelen las nalgas.
Dijo al Ministerio Público, que tiene meses que su vieja y su suegra, lo corren de su propia casa, y hay veces que entre las dos le dan en la madre. Tiene varias actas levantadas, pero no le hacen caso. Pidió que las encierren porque están locas.
El día de ayer le habían llenado el buche de piedritas, como su mujer estaba sola, la desmadró, y se salió pensando que en cuanto regresara su suegra era capaz de matarlo a puros madrazos. Comentó que no tiene familia ni perro que le ladre, y decidió salir por la puerta falsa. En una tienda, cerca de su casa, compró un lazo y una botella de tequila de a litro. Escribió un recado póstumo para su vieja Mariana Luisa Olvera Sánchez, y otro para su suegra Ramona Sánchez Hernández, mentándoles la madre.
Se fue atrás de la barda del panteón municipal, donde hay grandes árboles de pirú, y para darse valor se tomó unos tragos de tequila como lo hacen los charros. Lloró y siguió tomando, y cuando se dio cuenta ya estaba bien pedo, no pudo aventar el lazo y se quedó dormido.
Se imagina que por ahí pasaron unos maloras y lo encueraron; el frío lo despertó, estaba oscuro y jugándose el pellejo, iba para su casa, ubicada en la calle de Calzada Veracruz, cuando lo agarró la policía. Les dijo que no se encueró por gusto. Pide a las autoridades que encierren a su vieja y a su suegra, porque en cuanto lo vean lo van a desmadrar.
QUEDÓ PRENSADO UN CHOFER
Chocó contra un muro. Dicen los uniformados que lo auxiliaron, que iban manejando hasta las chanclas, no le pusieron el alcoholímetro porque podría descomponerlo, y ahora no hay presupuesto para comprar otro, que es el único que tienen.
Un conductor iba más borracho que un gusano de mezcal, y por poco le va a dar cuentas a San Pedro, porque se fue de filo y se estampó en un muro divisionario de carriles y un paso a desnivel en el bulevar Río de las Avenidas, quedando prensando.
Fue necesario que los bomberos llegaran con el equipo de las quijadas de la vida, haciendo maniobras para sacar al hombre accidentado, a quien se llevaron al Hospital General de Pachuca. Estos hechos sucedieron a las 2 de la mañana el domingo pasado, en el Río de las Avenidas, de sur a norte.
Las autoridades informaron que Vicente Labra Paredes, de 42 años, vecino de la colonia 11 de Julio, en estado burro, conducía un Volkswagen Pointer gris, con placas de circulación HDN-5581.
Personas que pasaron por el lugar y observaron el aparatoso accidente, lo reportaron de inmediato al 066, así que llegaron los uniformados y al ver que el coche estaba hecho chatarra, llamaron a los bomberos para que con sus quijadas lo desarmara, porque había una persona durmiendo dentro.
Se informó que fueron cortadas las láminas del coche, para sacar de adentro a Vicente Labra, al tiempo que tomaban medidas de seguridad, que no estuviera regada la gasolina ni aceite, porque se podían chamuscar.
Poco más de una hora duraron las maniobras de rescate del herido, para llevarlo al hospital, así como limpiar la carretera y esperaran al carro de la basura para que se llevara lo que quedó del Volkswagen.
Dijeron que el herido había vuelto a nacer, porque el madrazo fue muy duro, pero que si fuera que naciera de nuevo, pedían a su madre que no le echara alcohol a su mamila.
VIOLENTO ATRACO
El chofer del taxi, Chevy Monza 99, placas 4645, de nombre Jorge Armando Bustos, como buen trabajador, se estacionó afuera de la disco “Tormenta del Oeste” para subir pasaje, porque el centro estaba muerto. Se subió un joven como de 26 años, y le dijo que lo llevara a Acayuca.
El taxista le dijo le cobraba 170 pesos. Cuando Armando agarró el radio para comunicarse a la base, que iba a salir fuera de la ciudad, el pasajero sacó una pistola, cortó cartucho, y le dijo que se jalara. El ruletero rezó en silencio, pidiéndole a María Santísima que en el camino encontrara alguna patrulla, pero ni madres.
Todo el tiempo lo llevó encañonado. Le dijo que cualquier movimiento que hiciera le volaría los sesos, pero de la cabeza. Llegando al pueblo de Acayuca se subió otro güey, y al trabajador del volante lo echaron en el asiento de atrás, como perro de rico.
Más adelante, le quitaron su chamarra y le dieron un golpe en la choya con la pistola, para que les diera el celular, su cartera y el dinero de la cuenta. Lo anduvieron paseando por todo el pueblo, dando vueltas, y lo bajaron a madrazos, diciéndole que para que no chillara, el coche se lo iban a dejar en la orilla de la carretera.
Dijo el chafirete, que camino más de una hora, que ya no aguantaba las patas, cuando vio el coche, pero le habían quitado el estéreo, el radio de banda civil y unos discos compactos. Avisó a la policía y luego al dueño del coche, quien por el coraje, casi se infarta.
ROBO EN VILLAS DE PACHUCA
Donde quiera se tuestan habas, y en todos los puntos de la ciudad hay robos, aunque dice la policía que todo está controlado con sus operativos. Pero la verdad es que la han descuidado haciendo planes.
Pero el que estaba de grosero como el Negrito Sandía, era Sabulón Melo Vargas, quien denunció ante el Ministerio Público, el robo perpetrado en su domicilio, situado en la colonia Villas de Pachuca, Privada de Alondras, manzana 5, lote 9. Dijo que el fin de la semana pasada se fue con su familia fuera de la ciudad y cuando regresó, le habían robado todas sus joyas, que valen cerca de 60 mil pesos.
Declaró que el sábado se fue como a las 7 de la mañana y regresó el domingo, a eso de las 9 y media de la noche; que vieron todo normal, pero les llamó la tención que estaba la reja abierta y la luz prendida, pero pensó que a lo mejor fue a visitarlos su mamá y se le olvidó cerrar.
La señora Ana Lucía hizo la cena, platicaron y se iban a hacer la meme, cuando a Anita se le pararon los pelos al ver el alhajero vacío; le faltaban relojes, pulseras, cadenas y anillos de oro. Cree que los ladrones estaban enterados donde los tenía, porque no se llevaron nada de lo demás, como aparatos eléctricos. Pide a las autoridades que se investigue y castigue a los ratones.
UN JOVEN ESTABA ENCADENADO
Vecinos de la colonia Piracantos descubrieron a la víctima y soltaron el chisme a los gendarmes. El reporte de un vecino vigilante les dio el pitazo a los policías municipales, que fueran a investigar porque un muchacho de unos 22 años, estaba encadenado en el patio de su casa.
De acuerdo con los primeros reportes, se dijo que como a las 10 de la mañana del lunes, una llamada telefónica espantó al que está en el Centro de Cómputo y Comunicaciones C-2, y les dijo que en una casa cerrada, en la calle 17, una persona se encontraba en el patio encadenada de los brazos. El llamado puso al tiro a los uniformados, que de volada fueron al domicilio a ver qué pez. Confirmó la noticia el personal de la Unidad Especializada para la Prevención de la Violencia Familiar y de Género, dependiente a la policía municipal, y acudieron a ver qué pasaba y por qué estaba encadenado.
Les dijeron algunos vecinos, que el muchacho padece de alguna enfermedad mental, que de momento se le brinca la cuica y agarra a madrazos a toda su familia. Por tal motivo, su jefa es la que lo amarra, no vaya ser el diablo y ella pague el pato.
Finalmente, personal de la Procuraduría General de Justicia se hizo cargo del asunto, por las moscas, no lo desataron, sólo anotaron los hechos en la carpeta de investigación; de lo demás no se informó nada.
DESAPARECE UNA FÉMINA
Lo que van a leer es un verdadero misterio, y los investigadores andan dando vueltas como jicotes, porque familiares de la señora dicen que desapareció como conejo de mago.
Su mamá y su papá, tronándose los dedos y con el Jesús en la boca, están muy preocupados, y esto fue lo que les dijeron a los investigadores: “No sabemos nada de Yolanda ni de sus hijas, si se las llevó o se las llevaron a las tres, tenemos miedo de que algo les pase”.
Con voz apagada y haciendo pucheros como queriendo chillar, así lo dijeron sus padres y su esposo de la mujer que se llama Yolanda Arrieta Aguilar, quien desapareció el día 7 de este mes junto con sus hijas, Dana Paola y Violeta Itzel, de apellidos Sánchez Arrieta, de 6 y 3 años, respectivamente.
Los angustiados padres y demás familiares, vecinos y originarios del municipio de Singuilucan, dijeron a los gendarmes que por la mañana, Yolanda llevó al médico a una de las niñas que estaba enferma, pero nada de gravedad, sólo un gripa.
María Luisa Taboada, madre de la desaparecida, dijo que habló con ella por celular, alrededor del mediodía, y la escuchó muy extraña, manifestándole que su hija ya estaba bien. Su esposo salió por la mañana a trabajar en la raspa magueyes, donde saca el clachicotón, y luego se va a camellar a un restaurante, y no deja de cantar: “Dónde estás, donde estás Yolanda”.
Platicó a los policías que el día 7 del presente mes llegó a su casa como a las 7 de la noche “y no encontré a nadie, pensé que mi señora había ido a la tienda a comprar algo, luego traté de comunicarme por su celular y me mandó a buzón”.
Dijo que su esposa no llevaba ropa de ella ni de las niñas, y eso está muy raro; no sabe nada de ellas: Los familiares ya acudieron a la agencia del MP de Tulancingo para denunciar su desaparición y, por último, solicitar a la población que si las logran ver, que por favor llamen al 066 del lugar donde estén.
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