UNA LUCHA A CALZÓN QUITADO
Dos viejas se dieron una desgreñada en pleno centro de Pachuca, cayendo al suelo, rodando de un lado para otro; nadie las desapartaba, estaban de babosos mirándoles los calzones. Una de ellas se llama María de Lourdes Hernández, fue la que le tocó bailar con el más feo, quedó con un ojo cerrado y el hocico chueco, le salió mucha sangre. Llegaron los uniformados y se la llevaron al Ministerio Público, donde antes de dar su declaración la mandaron al servicio médico para que la curaran.
Dijo que ella tiene 25 años de edad, la que la madreó es una vieja tumba hombres, pues le quiere madrugar con su marido, que es un taxista. Dijo que la madre de él le hace al espiritismo y le ha preparado amuletos, trae una lagartija de dos colas para el amor, y una pata de conejo para su buena suerte, la verdad le ha funcionado porque está chaparro, gordo y siempre anda greñudo; ella lo anda vigilando, una vez hubo una fiesta, la emborrachó y se la trajo del municipio de Xolostitla, sus padres le dijeron que nunca volviera a su casa porque para ellos estaba muerta.
Su marido se cree muy guapo, pero está como mentada de madre, las viejas lo siguen porque les da dinero y su madre lo ayuda con su brujería. Como ella no puede regresar a su casa, se tiene que amolar a vivir con él, porque están casados por las 3 leyes, por eso le anda espantado a las viejas resbalosas, se dedica a vigilarlo porque hay veces que no le da gasto y dice que no salió la cuenta, se cree muy guapo y siempre se le suben al carro puras naquitas de nagua y huaraches.
Esta vez se enteró que andaba con una mujer grandota y nalgona, ella le quiso parar los tacos, pero se le apareció el diablo encuerado en un callejón sin salida y le puso una madriza de pronóstico reservado, y por eso la fue a demandar, porque no eran del mismo peso. Le contó al agente social que ella vive en la casa de sus suegros y son un par de viejos alcahuetes el día de ayer lo fue a espiar, porque sabe que anda de canijo con una gata de una fonda, la vieja se llama Ruth.
Pasó mirándola de rabito de ojo, estaba lavando trastes su rival en amores, se estuvo un rato en la esquina a ver qué pez, de momento sonó un claxon de taxi y salió la vieja corriendo, ella no le quitó la vista y vio que era su marido. Al descubrir a su esposa dio el arrancón, Ruth le gritaba a todo pulmón que la esperara pero el taxista se metió en sentido contrario y sólo vio el humo del carro. A Lourdes se le subió la sangre a la cabeza y se enfrentó con la vieja que le anda comiendo el mandado.
Era una mujer grande, ya vieja pero bien mamada, no le tuvo miedo y le reclamó porque andaba con su marido, ella no le contestó y se siguió de filo, la mujer del taxista fue tras ella diciéndole un rosario y como no le hacía caso le mentó la madre, la mujer se regresó y de dos madrazos la dejó quieta, la cargó y la azotó en el suelo, su cholla sonó a bote viejo, y le dio un faul de una patada bien acomodada; le dijo que para la otra que la vuelva a insultar la iba a desmadrar.
María de Lourdes por amor propio se levantó y le tiró de golpes a Ruth, que ni siquiera la bambalearon, sonriendo la agarró de las greñas, afiló las unas y le rasguñó la cara, dijo que era la marca del zorro para que no se metiera con ella y la dejó tirada. Agarró una piedra y se la iba a sorrajar en la cabeza, pero la salvó la campana porque un señor se metió a defenderla y llamó a la policía.
Ruth se metió a la fonda cuando llegaron los gendarmes, al verla cómo estaba rasguñada, pensaron que se había aventado una madriza con un gato. Los uniformados quisieron sacar a Ruth de la fonda y se metieron, la dueña los sacó diciéndoles que ya no tenía comida, que se había terminado y no los dejó entrar. Los Cuicos le ayudaron a Lourdes a subir a la batea de la camioneta patrulla, le dijeron que la iban a llevar ante las autoridades para que la curaran, y le iban a decir a un juez que les regalara a los agentes una orden de aprehensión y sacaran a madrazos a Ruth, y se llevaran a la dueña de la fonda por tapadera.
María de Lourdes dio el número del taxi que manejaba su esposo y no tardó mucho tiempo para que lo agarraran, cuando lo vio el Agente del Ministerio Público le dijo a Lourdes “No mame señora, por este chaparro se pelearon”. A ella le cayó el 20 y dijo que tenía razón, no había caso de que lo detuvieran, que le daba la ley del perdón, se disculpó con las autoridades por quitarles su tiempo y salió llorando.
El taxista la alcanzó cuadras más adelante, le dijo que se subiera al coche para que hablaran, ella le contestó que la dejara en paz, que se regresaba al pueblo y le recomendaba que no la buscara porque le iba a decir a sus hermanos todo lo que había pasado, para que le pusieran en la madre, y le dijo que mejor se fuera a jugar como los gatos chiquitos.
En esos momentos se subió una señora al taxi y le dijo que la llevara al centro, el taxista iba preocupado, la señora pasajera le dijo que los pleitos son muy comunes en la gente joven, el taxista le dijo que lo que no entendió es lo que le gritó su mujer, que se fuera a jugar como los gatos chiquitos, a la señora le dio risa y le dijo “le quiso decir que se fuera a jugar con la cola de su madre”.
ESTAFAN CON LOS MENSAJES DE PREMIOS
Una mujer daba brincos de gusto, se había ganado 100 mil pesos, lo que tenía que hacer para que se los dieran era pagar un depósito de una lana para que le dieron el premio, así lo hizo pero resultó que se la vacilaron, la estafaron por creída y en lugar de echar de brincos echó mentadas de madre.
La señora Gabriela, vecina del municipio de Cuautepec iba caminado muy aprisa echando nalgazo, de vez en cuando se daba un jalón de greñas y decía de maldiciones, la gente del pueblo que la miraba pensó que estaba loca, y otros que a lo mejor llevaba una pena en el alma y le preguntaban “¿Le pasa algo señora?”, les contestó “Que les importa”, se subió a un autobús que salía a Tulancingo, e iba directa al Ministerio Público a denunciar el fraude porque eso no se vale.
A punto de brotarle las lagrimas le contó al Agente Social que como a las 10 de la noche recibió un mensaje de texto, que por una recarga a Movistar se había ganado los 100 mil chuchos además de dos celulares Galaxy 5S; el mensaje fue enviado del número telefónico 52 2811 10545 119 y en él aparecen otros dos números para pedir informes acerca del cobro de los premios, 55 174 32 716 y 55 608 76015.
La denunciante se comunicó a uno de estos números y le contestó el supuesto licenciado Agustín Hernández Contreras, identificado también como el ejecutivo 52, le dijo que le devolvería la llamada para que no gastara y que todo se estaba grabando, le comunicó que como requisito tenía que hacer un depósito en el Banco Azteca por 2 mil pesos, y le dio una clave para realizar la transacción.
También le mencionó que del otro lado de la línea estaba Armando Zapata Barrera, que era el interventor de gobernación; salió muy contenta y de esa manera hizo el depósito a nombre de este último con destino a Monterrey, Nuevo León. Después de hacer el depósito, Hernández le llamó para pedirle los datos de envió y le dijo que no colgara hasta ser efectivo el trámite, enseguida la persona con la que estaba hablando la comunicó con otra persona de nombre Juan Carlos González, quien le dijo que era muy necesario depositar otra cantidad de 5 mil pesos para papelería y trámite.
La agraviada le contestó que no tenía en el momento esa cantidad de dinero, le contestó que no se preocupara ya que ella era la ganadora del premio y posteriormente se volverían a comunicar con ella para realizar el papeleo del premio. Como ya no la llamaron, la señora se comunicó al teléfono que venía en el mensaje de texto, y habló con Agustín Hernández Contreras, le contestó que le habían cancelado el premio por no depositar la cantidad de 5 mil pesos. Hernández le dijo que le iban a regresar el doble de la cantidad que había depositado y le dio una clave, enseguida la comunicaron con otra persona que le dijo “Somos de la autoridad y las personas con las que está hablando nos las vamos a llevar a la cárcel por fraude”, y colgaron. Estos hechos quedaron anotados en la carpeta, y en lugar de darle ánimos, el señor autoridad la zurró diciéndole que no se cansan de anunciar que no se dejen sorprender y siguen en lo mismo, que en el día han ido a levantar el acta 50 personas, 30 de Tulancingos, 10 de Santiago Tulantepec y 10 de Cuautepec.
LAS HERMANAS BRONCUDAS
Claudia Natalia y Liliana Jurado Becerra se le aventaron a la pobre de Aidé Talía Romero, de 21 años de edad, y le dieron una golpiza que ni las manos metió, quedó muy espantada, despeinada, descolorida, y con chipotes de todas clases, para que no se vuelva a meter con ella, que es el primer aviso.
Muy triste, sobándose los golpes, Aidé fue al Misterio Público a acusar a las hermanas que se la sonaron. Les dijo que el día de ayer se encontraba en una tienda de ropa llamada “la barata” acompañada de un amigo de nombre Carlos, de momento se encontraron con las dos hermanas que se burlaron de los dos, y le dieron un aventón, chocó con Carlos y se fue de nalgas, no dejaron de reírse y le mentaron la madre.
Carlos salió en su defensa, pero lo pusieron como lazo de cochino, también mentándole la suya, le dieron un par de cachetadas guajoloteras. Aidé les reclamó y de boleto se le fueron encima, jalándola del chongo, y dándole de golpes a medio lomo que parecía que tocaban tambora. Carlos buscaba el dialogo para calmar las cosas, pero le salió más caro el caldo que las albóndigas.
No supo de donde salió un amigo de ellas y llegó con el clásico descontón, que hasta las patas paró. Le quería quitar sus cadenas de oro, pero al ver que Carlos y Aidé estaban sangrando se echaron a correr, desapareciendo por las calles; de pilón le dieron de patadas al coche de Carlos, que le abollaron la carrocería. Fueron a poner su queja ante el Ministerio Público y dijeron que a ellas las pueden encontrar en la colonia Ampliación Santa Julia, pero del otro güey no saben ni quién lo parió.
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