UN POLICÍA SE QUEDÓ DORMIDO
Pero se lo van a fregar, no se la va acabar, porque tiene que pagar los daños de un monumento que desmadró un borracho y él lo tenía a su cuidado. Esto sucedió en el municipio de Francisco I. Madero. Muy caro le saldrá el descuido a un uniformado, de la Policía Municipal de esa localidad, porque descuidó un monumento, el único que había en el pueblo, el de Don Miguel Hidalgo y Costilla, que tiene a su cargo, a un lado de la presidencia municipal.
Paso por ahí un borracho manejando su carro, chocó y tumbo la figura del iniciador de la independencia, y la base a donde estaba la desmadró. A pesar de que el madrazo fue muy fuerte, ni el comandante de guardia ni el policía se dieron cuenta. Cuando salió a darle su revisada, como lo hacía cada hora, se le doblaron las patas y dio el mulazo. No podía creer lo que veía, el monumento quedó todo desmadrado, y la figura de don Miguel en el suelo, hecho pedazos, y su base toda madreada.
Los vecinos del pueblo al ver al héroe de la Independencia de México tirado en el suelo, se enfurecieron y de inmediato hubo protestas. Buscaron al presidente municipal para reclamarle qué es lo que pasa en el poblado, que cómo era posible que estando el único monumento del pueblo a unos metros de la alcaldía, donde está la dirección de seguridad pública municipal, estaba tirado en el suelo, hecho pedazos.
Al saberlo, el alcalde Joel González Gómez, se asomo por el balcón, y se le pararon los pelos, echó mentadas de madre en contra del borracho que se llevó de corbata al monumento. El policía que tenía a su cargo mantenerlo en buenas condiciones no se había dado cuenta porque él entra por la parte de atrás. Furioso, mandó traer al policía cuidador, que llegó corriendo y le hizo un saludo militar. Le preguntó cómo estaba el monumento, respondiéndole que como siempre, parado con su antorcha en la mano, afuera de la presidencia municipal. Le dijo que lo acompañara a verlo. Al llegar el uniformado se limpió varias veces los ojos al verlo que estaba hecho pedazos. Le dijo que a lo mejor don Miguel trató de bajarse y se cayó. Llegó el contralor y todos los gatos de la presidencia y calmaban al alcalde porque cada que miraba al policía le mentaba la madre y le daba una patada en la cola.
El gendarme al ver que la había cajeteado, con todo el valor civil, dijo que él era el responsable y por lo tanto, estaba a sus órdenes de mandarlo a encerrar o darlo de baja. Le contestó que ni madre, él iba a pagar todos los gastos del monumento así como la figura del libertador, dos bancas de hierro y una barda. Para que no se fuera a su casa, al uniformado lo mandó con el tesorero para que hicieran la cuenta de cuánto saldría la reparación del monumento, una placa de bronce, la figura de don Miguel Hidalgo que está fabricada con fibra de vidrio, y todo lo que estaba destruido. De lo que gana le descontarán todo. Que fueran a su casa a ver cuántos viven con el policía y les dejaran para sopa, frijoles y tortillas. Recomendó al director de seguridad que se ponga abusado, que desde hoy para adelante le pusiera un centinela para que no se fuera a pelar.
Dijo el presidente municipal que lamenta mucho estos casos donde un borracho choca contra el monumento y lo tenga que pagar otro, pero también la culpa la tiene el policía porque la misión de cuidarlo era de día y noche. Se compadeció y le dio ese trabajo de vigilarlo porque al agente de seguridad en un servicio lo machucó un carro y quedó un poco mal, rengueaba al caminar, al marchar no podía dar el paso redoblado, ni ponerse firmes.
Por ese motivo lo tenía como centinela cuidando la entrada de la presidencia y cuidar el monumento. Le habían dado un lugar donde se quedara y descansaba sábado y domingo para que fura a ver a su vieja y no lo madrugara con el “Sancho”. Su tarea era también de limpiarlo, regar el jardín y limpiarle las botas a don Miguel Hidalgo. Llamaron al director de seguridad municipal, que le echó lumbre al diablo. Dijo que sí existía responsabilidad del elemento al no percatarse del madrazo que le dieron al monumento y no abrir la puerta de la alcaldía para recibir el reporte de los comerciantes que se percataron de suceso, lo que facilitó la huida del borracho.
El mandatario municipal estaba como agua para pelar pollos. Organizó una reunión, con todos los integrantes de la corporación, en la que insistió en redoblar esfuerzos y tener más cuidado en el cumplimiento de su trabajo, por lo que acordó reforzar la seguridad, en la zona centro implantará la estrategia de prevención y en su momento, cuando sepan cuánto va a valer la reparación del monumento, se la pasarán al costo al policía responsable, porque le hubiera salido menos caro que le hubiera ganado en los calzones y no abandonar el servicio por ir al baño.
MUERE EL DIRECTOR DE LA POLICÍA
El accidente ocurrió en Arco-Norte del tramo Tula. Un trágico fin tuvo Marco Antonio Castillo Benítez, de 52 años de edad, quien ocupaba el puesto de director de apoyo en el área logística de la Coordinación de Seguridad Publica Estatal, en un accidente automovilístico. El fatal percance ocurrió la noche del sábado 31 del pasado mes de enero, de sobre la moderna vía de Arco- Norte, dentro de la jurisdicción de Tula de Allende.
De acuerdo con la información oficial, aún con vida fue trasladado de emergencia en la clínica del ISSSTE, donde al filo de la 8 de la noche falleció a causa de sus graves lesiones que sufrió. En cuantos a más datos del percance se desconocen, así como las características del vehículo en que viajaba. También, no se sabe si iba solo o hubo más víctimas.
VIAJABAN TRES EN UN AUTOMÓVIL ROBADO
Los uniformados que saben de qué lado masca la iguana, al verlos lo pararon, los viajeros les echaron sus cremas y le metieron la pata, dando un arrancón que el motor rugió como avión de propulsión a chorro. Los uniformados al ver lo que hicieron, se metieron en su camioneta patrulla y fueron tras ellos, en una peliculesca persecución. Los agarraron y los bajaron de las greñas, dándole de macanazos en las patas, les preguntaron cómo se llemaban; y dijeron que Roberto Carlos García, Marcelino Tenorio y Néstor Alejandro Ángeles. Todo esto que les cuento sucedió la semana pasada.
Se supo que los uniformados ya estaban al tiro de que unos ladrones se habían conejeado un coche Nissan Tsuro blanco y lo estaban esperando. Tenían como dato que se lo llevaron afuera de la clínica Huapalco. Ellos mismos habían implantado un operativo de localización y búsqueda y cuando transitaban en la patrulla por la colonia Acucul La Palma, detectaron al coche y se le atravesaron.
Uno de los uniformados se bajó y le hizo señas que se parara, pero se lo echaron encima, que tuvo que brincar como rana, antes de que se lo llevara de corbata. A toda velocidad se les escapó, pero esperaron que se subiera el uniformado. Lo siguieron, no lo perdieron de vista ningún momento, hasta que cayó en sus redes. Los bajaron a madrazos, se los llevaron a la barandilla, donde dijeron que viven en Napateco y Metepec, tienen 47, 37 y 21 años de edad. Más tarde quedaron a disposición del Ministerio Público de Tulancingo junto con el automóvil robado, y quedaron detenidos para que arreglen su bronca jurídica.
UNA PIPA SE CAYÓ EN LA ZANJA
Un tremendo susto que los hizo temblar, la angustia y desesperación, de que explotara, sufrieron los vecinos y locatarios de la Central de Abasto de Tulancingo al ver que una pipa de gas se cayó a una zanja. Todos los que estaban cerca corrieron, algunos agarraron a sus hijos de las manos y no les vieron la cola por dónde se fueron. Ya están ciscados por la explosión de las pipas.
Los hechos ocurrieron sobre el boulevard La Morena, a unos cuantos metros del puente de la carretera federal, a las 7 de la noche. La unidad era de tres toneladas y media, un carro salchicha, conocida como pipa, que trasportaba 5 mil 800 litros, de la empresa Cumbugas, placas de circulación KX-34729 del Estado de México, quedó semivolcada en el sector que ya les dijimos. Ahí se realizaban obras de drenaje, por parte de gobierno del Estado.
El conductor, cuyo nombre no fue dado a conocer porque podía ser inocente, así como también su ayudante, dijeron que le vieron las patas al diablo. Como estaba oscuro, no vieron una zanja “Y bolas”. Después de haberse caído dieron aviso a sus patrones, diciéndoles que fueran antes de que los metan al bote. Mientras algunos testigos reportaron el accidente por teléfono.
Los vecinos estaba muy preocupados por los accidentes y el peligro de la explosión del gas, pidieron a los bomberos, a protección civil y las ambulancias por si las moscas. Después que llegaron y vieron que no había peligro, llegó la grúa y sacaron al pesado camión y quedó en el corralón de los bomberos como resguardo.
SE FUE DE FILO AL VOLADERO
La camioneta cayó de una altura de 80 metros, 2 jóvenes resultaron heridos, esto ocurrió por la madrugada, y esto fue lo que pasó. Dos jóvenes que viajaban en una camioneta Ford Windstar, volvieron a nacer, se salvaron de chiripada, después de salirse de la carretera y caer su unidad a un barranco. Ambos fueron llevados al Hospital General de Pachuca, su estado de salud es muy delicado.
El accidente ocurrió en la madrugada del domingo, como a las 5 de la mañana, sobre al carretera Pachuca-La Estanzuela, a la altura del barrio de Camelia. Los accidentados: Santos Moreno Vargas y José Alfredo Monsalvo, de 31 y 29 años, vecinos de la comunidad de Cerezo, son los ocupantes de la camioneta, color verde, con placas de circulación HNG-8953, quienes salvaron el pellejo, al caer de gran altura.
Por las condiciones en que fue hallada la unidad, se dice que el conductor viajaba a gran velocidad, con dirección a Pachuca. Los socorristas de la Cruz Roja comentaron que a lo mejor le agarró la mano el chango y salió volando, dando varios tumbos entre las rocas, y caer al fondo. Los lesionados fueron sacados por Protección Civil.
Dijeron que la unidad salió volando por la velocidad que llevaban, porque no tenían que hacerlo, la carretera es muy ancha, está pavimentada, los voladeros no se encuentran sobre la carreta, solamente es peligroso cuando se meten por el barrio de Camelia, esto pertenece al cerro de San Nicolás. Según aseguran que el accidente estuvo perrón. La policía no se pudo llevar la unidad al corralón porque no la pudieron sacar, ahí se quedará como recuerdo, para que los que viajan por esos lugares lo hagan con precaución.
UN BORRACHO PROVOCÓ UN CHOQUE
A un tomador de corazón le fallaron los sentidos y causó un accidente automovilístico, la noche de sábado, en la colonia Zapoteco de Tulancingo, sobre la carretera estatal. El responsable estampó su camioneta, tipo Suburban, placas de circulación HMU-72-17 que conducía a toda velocidad, contra un coche compacto.
Los testigos del percance comentaron que incluso, brincó unos topes de los que ponen que parecen bardas, y por un pelito se voltea. En el lugar del accidente estuvieron los paramédicos de la Cruz Roja, que atendieron a una joven y a una mujer de 65 y más, trasladadas en la ambulancia, a una clínica particular.
Las víctimas que viajaban en el automóvil que fue impactado por el borracho, presentaron lesiones de consideración. El director de seguridad pública informó que el responsable del accidente escapó del lugar dejando abandonados a los que hirió y su camioneta. Los vehículos fueron trasladados al corralón, mientras que las autoridades lo buscan. Dijeron unos que lo vieron, que no se le había bajado el cohete que llevaba porque se caía, se levantaba, cuando agarró la carretera corrió todo lo que le daban las patas.
NADA DE AUTOS CON CRISTALES POLARIZADOS
Desde el día uno de febrero, agentes de tránsito de Tulancingo sancionarán a los operadores de vehículos que usen cristales polarizados en sus unidades, así dijo al inicio de esta semana el secretario de Seguridad Amado Felipe Lara, reunido con líderes del transporte público. Comentó el funcionario, con fundamento en el artículo 37 del reglamento de Tránsito, infraccionarán a los conductores que los usen, también deberán pagar multas los que utilicen cortinas, carteles o cualquier implemento que impida la visualización al interior del vehículo.
Habrá cero tolerancia en el primer cuadro de la ciudad, que comprende en el límite norte hasta el oriente, de José María Morelos por el oriente hasta la calle de Echavarría, por el sur hasta la calle de Nicolás Bravo, por el ponientes hasta la calzada 5 de Mayo. Añadiendo que fuera del primer cuadro, serán sancionados los conductores de vehículos con cristales oscurecidos o que cubran matrículas, únicamente exista algún reporte a través de los teléfonos de emergencia o directamente a los oficiales, refiriéndose algún vehículo sospechoso.
Los agentes de tránsito deberán de inmediato de imponer la sanción, tomar una fotografía digital, que será anexada a la copia. La multa será de 5 a 10 salarios mínimos, y se dijo que no se aceptarán mordidas. Se aplicará a todos, así sean funcionarios, y tampoco habrá distinciones, todos hijos o todos entenados. Así que ya lo saben.
gato seco 98@yahoo.com.mx