SE LES ESCAPAN A LA POLICÍA

Dos ladrones fueron perseguidos por la policía, le metieron la pata a su carro que salieron disparados como bala, la policía los había perdido de vista cuando de momento “Pacatelas”, se dieron en la madre con un tráiler. Les voy a contar cómo fue.

En una persecución que parecía de película, atraparon a dos delincuentes, por momentos los hicieron parir chayotes, se les estaban escapando, los ladrones tenían un automóvil de 8 cilindros con carburador de 4 gargantas.

Por un pelito no lo cuentan los delincuentes del Estado de México porque se estamparon de lleno en la retaguardia de un tráiler. Se informó que los probables delincuentes, que por cuestiones legales no les decimos como se llaman, sólo que tienen 37 y 31 años de edad, venían de los municipios de Nezahualcóyotl y los Reyes la Paz, Estado de México, fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, junto con el botín.

Se dio a conocer que como a las 6 de la mañana con 40 minutos, o lo que es lo mismo al 20 para las 7, los elementos haciendo sus recorridos de vigilancia en Pachuca, fueron alertado por un automovilista, les hacía señas con las manos, los patrulleros pensaban que era un borracho que les iba mentado la madre y se detuvieron por el boulevard Felipe Ángeles. Se bajaron furiosos para madrearlo, se calmaron cuando les dijo que dos personas a bordo de un Volkswagen tipo Jetta con placas del Estado de México, el cual iba modificado, acababan de robar los neumáticos de un automóvil que estaba estacionado.

Ya no lo dejaron terminar los gendarmes de la camioneta patrulla, dieron el arrancón para buscar a los dos tipos. Los uniformados encontraron al coche cerca de la casa de la tercera edad, con dos monos, uno de cada lado haciendo pipí con las puertas abiertas. Los policías se dieron cuenta que el automóvil tenía las mismas características que les dieron. Los meones al sentir la presencia de la policía, que iba en dirección a ellos, se subieron y emprendieron la fuga, pisándole el acelerador que les zumbó el mofle. Los patrulleros al ver que se arrancaron hicieron lo mismo y comenzó la persecución, por el altoparlante en varias ocasiones les decían “Esos del Jetta oríllense a la orilla”, los tiraron de locos y siguieron la carrera, dejaron la vía federal México-Pachuca y se subieron por la rampa rumbo a Las Torres pero al ir muy veloces al chofer le agarró la mano el chango y perdieron el control de la dirección, y se fueron a dar en la madre con un tráiler.

Quedaron aturdidos por el golpe, salieron corriendo para escapar de la gendarmería hidalguense, una patrulla se quedó para buscar el botín y encontraron tres neumáticos marca Honda, dos neumáticos Duplom con rines de marca Mazda, una mochila, dos gatos hidráulicos manuales y un a llave de cruz. Al tráiler lo dejaron ir, se llevaron el Jetta al corralón. Los altos mandos felicitaron a sus elementos porque agarraron a dos ladrones, pero los gendarmes no le dieron las gracias al señor que les dio el pitazo.

UNOS VÁNDALOS LOS GOLPEARON

Luís Miguel Pérez y Juan José Guerrero Samperio acusaron ante el agente del Ministerio Público a Ramón y Manuel, que los golpearon y los robaron, no saben cómo se apellidan. Declararon que en la mañana del sábado pasado se detuvieron a comprar una botella de agua, les costaba 20 pesos, se les hizo caro y mejor se fueron en su coche Nissan a la colonia El Chacón, donde en una tienda la compraron en la mitad del precio anterior.

Cuando salieron a la calle estaban chupando los acusados, un cartón de cervezas, los invitaron que se echaran una, les dijeron que gracias pero mejor tomaban agua, ellos lo tomaron como ofensa, se levantaron varios y les dijeron que ahora se la iban a tomar a huevo. José aceptó, se la tomó de un jalón, les dio las gracias y se despidieron, uno de ellos les dijo que por puñales los iban a castigar y tenían que poner un cartón de cerveza. Luís Miguel les dijo que no mamaran, que si querían les pagaba la que se tomó su amigo pero no un cartón. Otro le pegó en la cabeza con la botella de cerveza, le dijo que se callara o le daba otro. Se fueron para su casa, ellos viven en la colonia Nopalcalco, que se encuentra al otro lado de donde estaban, por el espejo vieron que los borrachos los seguían en un Pointer azul.

Se metieron rápido a un patio que daba a su casa, cuando querían abrir la puerta sintieron los madrazos, les pegaron, cayeron al suelo, les dieron de patadas, jalones de greñas y les quitaron todo lo que llevaban, los dejaron casi sin sentido de lo golpes que les dieron.

De pura chiripa pasó por ahí una patrulla, los llevaron al Hospital General donde llegaron graves. Dijeron que los que los madrearon son unos estudiantes del ITLA, los han visto en arquitectura, piden un castigo y les devuelvan lo que les quitaron; que es la mensualidad de la escuela y la renta, ellos vienen del poblado de Ixmiquilpan, Hidalgo.

CAYÓ EN LA TRAMPA POR MENSA

Maura Chávez López vive en el Fraccionamiento del Real de la Plata. Estaba entretenida mirando el programa de la señorita Laura, cuando de momento sonó el teléfono y escuchó una voz firme que la hizo brincar de gusto al escuchar que Telmex y Boletazo habían rifado un premio de 100 mil pesos, una pantalla plasma de 32 pulgadas y un celular. Le explicaron que cada mes rifan premios y ella había salido premiada, a cambio tenía que comprar dos tarjetas para celular de 500 pesos y les tenía que dar el número de clave y folios. El corazón de la señora le latía a madres, salió a comprar las tarjetas, decía que esos 100 mil pesos que había ganado, su viejo no se los ganaba trabajando en dos años.

Llegó con las tarjetas en la mano, esperó a que la llamara el Licenciado de gobernación. Después de dar las claves, le dijo que la felicitaba, que era una suertuda, en el segundo sorteo se había sacado otros 100 mil pesos. Las patas se le doblaron de la emoción, dándole gracias a Dios por ser la elegida le preguntó al señor qué tenía que hacer, le contestó que fuera a comprar otras dos tarjetas de 500 pesos y le volviera a dar los códigos, como lo había hecho.

Sin pensarlo tomó el dinero de la tanda, sacó de su cochinito y se llevó lo del gasto, fue a comprarlas y esperó a que le volvieran a llamar. No sabía qué hacer, de la noche a la mañana se había hecho de dinero. Sonó el teléfono, le dijeron que diera los códigos, le dieron la tercera noticia que por poco se zurra: se había ganado una residencia en Puerto Vallarta. En esos momentos llegó su señor, Maura emocionada le contó que iban a ser ricos gracias a su suerte. El señor marcó los números que le habían dado y no le contestaron, se dio cuenta y le dijo a su vieja que todo fue un fraude. Su viejo le dio la cuarta noticia, que se había ganado una madriza por babosa y que la habían robado. La señora aprendió la lección y cada que suena el teléfono, lo levanta y les mienta la madre.

LE PEGÓ A SU MAMÁ POR CHIVA

La señora Felipa Ávila tenía el corazón destrozado, lloraba a moco tendido, no podía creer que su hijo, a quien le limpió la cola de chiquito, que lo rodeó de cuidados y varias veces lo salvó que no se lo llevara la calaca y le quitó lo burro mandándolo a la escuela, la madreo salvajemente que por un pelito la manda al panteón.

Le desquebrajó el cuadril, le amoló el cuajo, le arrancó varios mechones de pelos, la dejó chata de la nariz de un madrazo, y la amenazó que para la otra la iba a matar. La señora se decidió a demandarlo ante el Agente del Ministerio Público de Tulancingo, les dijo que hijo se llama Pedro Morales Ávila, tiene 18 años de edad, no sabe porque se le brincó la canica y la madreó, si no se meten los vecinos la manda con los diablos, la tenía agarrada del gañote. Comentó que su hijo se levantó temprano, le pidió que le diera las llaves de su camioneta, la señora le dijo que no, Pedro se enchiló y a su mamá se le apareció el diablo sin calzones, se le fue a patín y madrazo, gritó a todo pulmón que no le pegara, sus gritos se escuchaban a dos kilómetros a la redonda, fue cuando los vecinos entraron a auxiliarla y su nene se echó a correr.

El Agente del Ministerio Público de Tulancingo mandó a sus agentes a que lo llevaran de las orejas a ese hijo desobediente raja madres. Pedro declaró que sí le pegó a su mama, porque le dio coraje que siempre ella lo agarra de gato a que le maneje la camioneta y ahora que la necesitaba para llevar a su novia a dar la vuelta, su jefa se amarra su calzón y no se la quiso prestar, “Por eso me la soné”.

Cuando vio que se lo llevaban a las galeras, la señora, como toda buena madre, se arrepintió y quería retirar la demanda, pero las autoridades lo detuvieron por lesiones a su mamá, que le dejó el hocico chueco.

LA ENGAÑARON COMO A UN CHINO

Minerva Antonio Pérez, del municipio de Huehuetla, es tesorera de los padres de familia de la escuela de su hijo, acababa de sacar del banco mil chuchos, fue víctima de los “Paqueros” en pleno centro de Tulancingo, Hidalgo.

Le contó al agente del Ministerio Público que tiene 33 años de edad, que fue al banco y retiró el dinero que les dan como apoyo anual de la telesecundaria, al salir un sujeto se agachó a levantar algo, ella vio que era un fajo de billetes. El sujeto le dijo que se callara, le mostró un lugar donde podían hablar, le dijo que como ella vio que levantó los billetes se los iban a repartir para que no dijeran nada. La señora le contestó que se quedaría callada, el hombre la tomó del brazo y la jaló a una calle donde no había gente.

Se apareció otro señor, les dijo que ellos habían recogido el dinero que había perdido, el hombre le contestó que no habían recogido ningún dinero, le dijo el señor que el dinero que perdió eran más de 300 mil de pesos, el sujeto sacó el fajo de billetes y se los dio a Minerva haciéndole señas que los escondiera sin que se diera cuenta el señor, el hombre le dijo en el oído a la señora “Pobre hombre. De lo que le di quédese el dinero, me lo llevo, regreso y usted me da mi parte”.

La señora se lo entregó y los dos se fueron, pasó una hora y al ver que no regresaba la mujer muy discreta sacó el dinero y se dio cuanta que solo tenía un billete de 500 y los demás era recortes de periódicos. Desesperada corrió y como no los encontró se presentó ante las autoridades para poner la queja de que la habían robado.

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