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UN INFIERNO BONITO

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SU HERMANO SE LO ECHÓ AL PLATO

Encontraron un cadáver que estaba embolsado en un tiro de una mina, donde tiran basura, dijeron que tenía tres meses de haber permanecido en ese lugar, los agentes investigadores supieron que se llamaba Luis, de 66 años de edad. Los asesinos pensaron que habían hecho un crimen perfecto, habían borrado todas las huellas, y sabían que jamás darían con ellos.

 

El día 15 de este mes, unos chavitos jugaban junto al tiro de la mina La Pila que se encuentra en la comunidad de Azoyatla, del municipio de Mineral de la Reforma, les llamó la tención una bolsa grande de plástico, que brillaba con el sol. Se bajaron para ver qué era, encontraron una bolsa grande de plástico, color negro, la abrieron y al ver que era un muerto, se subieron hechos la raya, y fueron a avisarles a sus padres y a la policía.

Llegaron los agentes investigadores, uniformados, Protección Civil y los bomberos, bajaron 10 metros de profundidad, apestaba a madres, por el estado de descomposición, el MP dio el banderazo para que se lo llevaran al Servicio Médico Forense, y que los investigadores fueran en busca del que lo mató.

Pasaron las horas, los días, y por fin, le dieron al clavo, su hermano Serafín lo mató por la posesión de una casa, dijeron que fue a golpes y patadas.

Cuando estaba muerto lo metieron a la bolsa en complicidad con un matrimonio, de nombre Leocadio “N” y Estela “L” y lo fueron a aventar al tiro de la mina, en menos de 24 horas, los agentes de investigación resolvieron el crimen. Les anduvieron pisando los talones a los asesinos y en menos que canta un gallo, les echaron el guante y los pusieron tras las rejas, a Serafín, Leocadio y Estela.

Al acudir a la mina “La Pila” con peritos de criminalística, médico legista, agentes de la Coordinación de Investigación del grupo de aprehensiones, fue sacado por los bomberos, y en las ropas del asesinado encontraron una identificación a nombre de Luis, que tenia 66 años, de edad, trabajaba como velador callejero, con domicilio en el barrio El Lobo, en Pachuca.

Se encontraba desaparecido desde el 15 de septiembre, su vieja fue a reportarlo a la Alerta Amber, le dijeron que solo buscaban a chavitas y chavitos, y no a rucos.

Los agentes investigadores entrevistaron a la hija del muerto, les dijo que desde el día que desapareció su jefe, su tío Serafín se ha portado como sedita, antes los trataba muy mal y cambio, comenzó muy amable ofreciéndoles ayuda para encontrar a su carnal, sabiendo que lo odiaba y seguido tenían problemas por la casa en que ellos viven.

Dijo que tenían estrecha amistad con un matrimonio que vive en la comunidad de Azoyatla, Leocadio y su greñuda vieja Estela fueron entrevistados por los investigadores. El hijo de Luis les dijo lo mismo que su hermana, que su tío Serafín se había portado de maravilla sabiendo que no los tragaba. Lo que más le cayó gordo fue que su tío le dijo: “No te preocupes, seguro anda tomando, o se fue del pueblo con otra vieja”; el joven sabía que su padre no tomaba.

Luego de la desaparición de su padre, su tío comenzó a habitar la casa y se llevó a Leocadio y a Estela, los hijos del finado sabían de los pleitos del matrimonio con su papá, sin embargo dijo el tío que se iban para cuidar a su mamá, después se salieron de la casa y se fueron a la casa de Serafín, llevándose a la viuda.

Los agentes fueron al domicilio del barrio El Lobo, estaba habitada la casa por los tres, Serafín, Leocadio y Estela, fueron recibidos con agresiones físicas y verbales, les gritaron: “Nosotros no lo matamos, ya se los habíamos dicho”; sacó una navaja e intentó hacerle un agujero a los investigadores, lo desarmaron y lo metieron a la patrulla.

Estas fueron las declaraciones. Serafín dijo que tenía 50 años de edad y que llevaba tiempo de estar pensando cómo darle en la madre a su hermano Luis, un día fue a la casa de su mamá, en la comunidad de Azoyatla, para saludarla, antes de entrar, en un descuido, Serafín lo golpeó dos veces en la cholla, cuando estaba en el piso, fue golpeado por Leocadio y Estela.

Serafín se llevó a su mamá a la casa de su hermana Celia, y dijeron que una vez que se habían echado a Luis, Serafín regresó a su trabajo como si nada hubiera ocurrido, recibió una llamada por celular de Leocadio, que le comunicó que su mamá estaba enferma, eso fue como pretexto para pedir permiso, regresó a su domicilio de su jefa, envolvieron el cuerpo de su hermano Luis, y se lo llevaron en una carretilla para arrojarlo al tiro de la mina.

Sobre los motivos que orillaron para matar a su hermano, era la posesión de la propiedad de su casa, el difunto pensaba dejársela a su esposa, y él no estaba de acuerdo. Incluso también pensaban darle chicharrón a la mujer. Siguió contando que a principio del 2013, obligó a su mamá a firmar unos documentos, con los cuales le cedía la propiedad de la casa, pero como la señora no le haya a escribir, puso la huella en papeles blancos.

Leocadio dijo que tiene 48 años de edad, originario de Naranjo, Veracruz, ayudó a Serafín porque le había prometido que nunca le faltaría techo. Los agentes investigadores también le prometieron que donde va a estar no le va a faltar. Su ayuda fue darle de golpes a Luis, hasta que ya no respirara, luego llamara a Serafín a su trabajo diciendo que su jefa estaba enferma para que lo dejaran salir, le amarraron con unos alambres al muerto, e irlo a tirar a la mina

Estela dijo que ella no hizo nada, solo estuvo de mirona, y no puede decir nada de lo que había hecho su viejo y su amigo Serafín, que ella, al difunto no le tocó ni un pelo, que no tuvo vela en el entierro, y solicita que la dejen libre porque es inocente.

 

SU SUEGRA LO PUSO QUIETO DE UNA MADRIZA

Mariano Hernández Pérez, de 28 años de edad, repartidor de refrescos, el domingo se fue de picos pardos con unos amigos, olvidándose de su vieja y sus hijos, llegó en la madrugada a su casa de la calle de Simón Bolívar del barrio de La Palma.

Le dio de a patadas al perro, que lo desconoció y le ladró, su vieja se levantó a decirle que no le pegara al Sultán, que se callara el hocico, eran las 4 de la mañana, iba a despertar a los vecinos. Eso enfureció a Mariano, la agarró de las greñas, le grito en la oreja: “Para darme órdenes solamente mi jefecita, y eso ya no puede hacerlo porque está comiendo pinole en el panteón”; le dio de cachetadas y la mandó a dormir.

La señora Susana González, de coraje, lloró, el borracho buscaba en el refrigerador algo para chupar. El sube y baja del moco de la mujer despertaron al niño chiquito, que soltó un grito como si le estuvieran apretando el gañote. La señora lo mecía entre sus brazos para que se quedara dormido, y le gritó su señor: “Calla a ese escuincle antes de que le aviente un zapatazo como el que le aventaron a Bush”; por los gritos, el niño se espantó y chilló más fuerte.

Eso sacó de quicio al tomador, le dijo a su señora: “no te dije que lo callaras”; le arrebató al niño de los brazos, lo aventó a la cama, rebotó y rodó del otro lado, cayendo de cholla, del madrazo se privó. Susana corrió a levantar a su criatura, diciéndole a su viejo que tenía la culpa si se le caía la mollera.

Alegaban a gritos, llegó la señora Julia Martínez, mamá de Susana, que vivía en la misma vecindad, dándole un jalón de greñas a su yerno, lo mandó de nalgas al suelo, le preguntó a su hija qué pasaba, llorando, le contó todo, doña Julia se le fue encima al pobre de Mariano, lo dejó desmadrado y lo corrió de la casa.

Mariano tenía los ojos de sapo, apenas podía ver, caminaba como viejito. Bajó a la calle de Guerrero, por la escuela Justo Sierra paró un coche que lo llevara a Seguridad Pública, el chofer no se dio cuenta cómo estaba. En la calle de Romero bajó un automóvil y chocó con el taxi donde viajaba Mariano.

Llegó la Policía Municipal, al verlo que estaba desmadrado, pidió una ambulancia, se lo llevaron al Hospital General. Horas después declaró ante el Ministerio Público, que su suegra lo había golpeado, no le creyeron y quedó detenido por echarle la culpa a otra persona, tapando al taxista.

 

LA POLICÍA LO AGARRÓ CON PISTOLA EN MANO

Con pistola en mano, fue detenido un tipo que estaba dispuesto a cometer un burricidio, le apuntaba al vigilante de la colonia Matilde, le pedía, por su madre, que no le fuera a disparar porque tenía 10 hijos.

Quedó levantada el acta por parte de Jorge Pérez, vigilante del fraccionamiento Valle Verde, ubicado a una lado de la colonia Matilde, explicó que daba su rondín cuando vio a un sospechoso que viajaba en una camioneta Ford Pick Up, de color crema, con placas de circulación WY-46450 del Estado de Tlaxcala, le pidió que se identificara porque por esos lugares se han soltado los ladrones.

Eso lo sacó de onda, echó mano a su cintura sacando una pistola, y le dijo: “esta es mi identificación güey”; cortó cartucho, el pobre velador se las vio negras, lo salvó la campana, pues en esos momentos pasaban los cuicos, al verlo también sacaron la suya, y uno de ellos le dijo: “a ver quién le jala primero”; sin chistar, el de la pistola la tiró al suelo y levantó las manos, los otros policías la recogieron, estaba cargada, tenía varios cartucho útiles, dijo llamarse Basilio Martín Escoto, que es vecino de la colonia Matilde, se les echó a correr, levantando polvo, que no vieron por dónde se metió, una señora les señaló una tienda de abarrotes, donde estaba escondido debajo del mostrador, le llegaron los macanazos por el lomo, y lo subieron en la patrulla.

 

SIGUEN INVESTIGANDO SI HAY MINAS

El pasado 6 de noviembre del presente año se registró un hundimiento de casi 12 metros de profundidad, cayendo una camioneta con dos pasajeros los cuales fueron rescatados vivos por los bomberos.

El presidente municipal de Mineral de la Reforma ofreció realizar estudios para determinar si existe mayor riesgo en la zona, o que se registren nuevos hundimientos por los deslaves. Toda esa zona está llena de túneles de minas que hace mas de medio siglo han sido abandonadas, como San Guillermo, Dos Carlos, San Carlos y La Blanca; se sabe que todas las minas están en los cerros y poco a poco los habitantes al ver los terrenos que no tenían dueño, se fueron a vivir ahí sin pensar en los riesgos de hundimientos.

Donde puede haber hundimientos es en Camelia, Nueva Estrella, en el Tulipán y todo lo que rodea El Lobo, San Juan Pachuca.

gatoseco98@ yahoo.com.mx.