PACHUCA, LA CUNA DE LOS RATEROS
Los habitantes de la colonia Céspedes ya no hayan la puerta de tanto ladrón que siempre han estado en la mencionada colonia, los vecinos piden a los altos mandos policiacos que por favor, por su mamacita, ya pongan fin a tanto robo.
La mitad de la corporación de la policía municipal y estatal, están cuidando la feria, que no hagan escándalo los borrachos que salen del palenque y despierten a sus comandantes. A principio de este mes mandaron a más de 100 policías a cuidar los panteones de Pachuca, para que no se escapen de sus tumbas los muertitos porque con la fuga del “Chapo” ya están ciscados.
A otros cientos de policías los mandan cada que hay partido de fútbol, cuando juega el equipo de Pachuca; otros están cuidando la maravilla del siglo XXI, el Tuzobús, por donde pasa y adentro de las estaciones, para que no se roben los cristales. Por los barrios y colonias vemos patrullas estacionadas con las torretas prendidas y los uniformados están durmiendo adentro, en fin, dejan unos cuantos a que recorran la ciudad, no se dan a basto porque andan cuidando a los taxistas y combis para inflacionarios de que no suban y bajen pasaje en lugares prohibidos.
Mientras los habitantes de la colonia Céspedes dicen que es un terror vivir en esa zona, a comerciantes, vecinos, transeúntes, automovilistas, que tienen la necesidad de transitar por esas calles se los friegan. Es peligroso dejar su automóvil, tener algún comercio, siempre andan con el Jesús en la boca, se lo sacan y les dan en la madre.
Se han juntado un buen de vecinos que dicen que ya no aguantan vara de tanto mendigo ratón, robos, asaltos a mano armada, algunos a mano limpia, pero siempre los roban. También lo hacen porque saben que la policía les tienen miedo, nunca pasan a dar su rondín, para evitarlos pasan por la avenida Madero.
Varios de los indignados vecinos están que se los carga el Payaso y no se cansan de decir que en cualquier hora del día los delincuentes se roban los automóviles, dan los clásico cristalazos para desvalijarlos y los que pagan el pato son los estudiantes de la secundario uno a quienes les quitan sus celulares, a dos por poco y se los llevan con todo y oreja, y también el dinero que les dan sus padres para el pasaje o para que se compren su torta. No se diga de los que andan caminado a golpe de calcetín al ver que los van a asaltar, les avientan lo que tiene de valor y “Vieja el último”.
Por las noches las calles de la colonia están desiertas y es cuando los delincuentes hacen de las suyas, han encontrado su minita de oro y se despachan con la cuchara grande. Las viviendas son robadas, los locales vaciados, en pocas palabras esa colonia es la tierra de nadie donde manda el más fuerte, en esta ocasión son los ladrones y la policía no se para por esos lugares.
Como la colonia se encuentra donde está la Clínica uno del Seguro Social, el Hospital General y la iglesia de San Martín de Porres (que le robaron la escoba), y dos bancos, ante la mirada de la gente que no se mete porque los pueden madrear, parece mentira lo que les cuento pero es la neta, los robos son en los bigotes de los uniformados y no pasa nada.
El grupo de colonos piensan comprar rifles para hacer ellos mismos sus rondines y a los ladrones volarles la cholla de un plomazo. Se han juntado con las víctimas para que por su voz se enteren de lo que está pasando. Dijo la señora Dora Palazuelos Barranco, que desde hace 45 años viven en esa colonia, “Imagínese todo lo que hemos visto y seguimos sufriendo ante la indiferencia de los policías, si quieren nosotros les damos para sus chicles pero que vengan a vigilar, pensamos formar un grupo y cambiar al presidente de la colonia porque parce familiar de los uniformados, no hace nada por la colonia”.
“Sin embargo nos sorprendió la actitud del presidente municipal Eleazar García, que siempre se ha parado el cuello por sus minifuentes que ha realizado y reparaciones de parques, que ahora que salga los va a cobrar como nuevos, no me lo van a creer pero ya que estaba con una pata afuera salió en su defensa, fue y dijo que ese señor es muy importante, desde que está como presidente en la colonia todo sigue muy bien, pero de tal palo tal astilla”.
“Sabemos que el alcalde está disgustado con los vecinos de la colonia porque no aceptamos que construyera unos sanitarios públicos frente a la iglesia de San Martín de Porres, quería hacer negocio pero le falló”, así lo dijo la señora Palazuelos.
La señora Vivian Gómez comentó que se la llevó la grosería, fue una de tantas víctimas que no deja de echarles maldiciones a los ladrones y mentarles toda la madre. Explicó que vive desde hace dos meses en esa colonia y ya se va porque la dejaron a raíz, “Vine de otro municipio con la idea de superarme en la capital, porque hasta allá se rumoró que el Capitán Alfredo Ahedo había terminado con toda la delincuencia, no nada más en Pachuca sino en todo el Estado, que ahora se iba a vivir como antes cuando amarraban a los perros con longaniza y no se la comían. También en todas partes se decían las palabras de que “Pachuca tierra de trabajo” pero cual, llegué con muchas ilusiones y escogí esta colonia porque se escuchaba decir que no había un solo delincuente. Y para no hacérselas de Pez, renté un local en la calle de Metzquititlán 111 de la famosa Col. Céspedes donde vivía “Chinches Bravas”, que era el protector de los jodidos y le gustaba ayudar a la agente. Con mis ahorros de varios años instalé una tienda de ropa de vestir para dama, pero ante la situación que comencé a ver en Pachuca, que hasta por hacer del baño cobran los de los mercados y abasto de la Presidencia, no me arrugué y seguí adelante. Sin embargo la tarde del domingo recibí una noticia que por poco me muero porque sentí que la molleja comenzó a fallar, y por un pelito doy un mulazo, un vecino vigilante se comunicó a mi casa por teléfono y me dijo que la cortina de mi local estaba abierta, se habían volado los candados. Salí como alma que lleva el diablo, que me llevé de corbata a un viejito que iba despacito caminado apoyado en su bastón, sólo escuché que me gritó vieja babosa y me seguí de filo hasta llegar al lugar. Comprobé que era cierto que los ladrones me habían dado en la madre, vaciaron la tienda los güeyes que hasta la escoba se llevaron. Lo que me quedó hacer fue llorar de rabia, se habían llevado todo lo que había invertido, no me dejaron ni unos calzoncitos que ya me hacen falta”. La propia señora explicó que en los dos últimos meses que estuvo al frente de su negocio se dio cuenta de varios robos y atracos que sufría la gente en las calles cercanas. Que ella les había hablado a sus hermanos que juntaran gente para armarla y hacer guardias rurales, porque en esa colonia no hay policías, que se trajeran a los hijos y nietos de la Tuta.
Dijo que por la cercanía del IMSS, del Hospital General y dos bancos juntos, sin estacionamiento, lo aprovechan los ladrones y actúan con toda libertad.
“Me tocó ver como en plena luz del día los desvalijadores mediante cristalazos abren los autos y les sacan sus cosas, sus estéreos; esa vez llamé a la policía por el número de emergencias y llegaron después de más de 10 minutos, ya no les vieron la cola. Como no hacen nada los gendarmes son acostumbramos a vivir en medio de la inseguridad”
“También me tocó ver que en la calle de Actopan hace días robaron un automóvil Sentra, que su dueño al enterarse se volvió loco, andaba de un lado para otro preguntando que si no vieron quién se lo robó, vimos que fue a buscar a las puertas del Seguro Social donde estaba unos policías y le dijeron que fuera a poner su demanda al Ministerio Público, que no lo podían ayudar porque estaban cuidando de que no se les estacionaran los taxis en el lugar”.
Los propios vecinos hicieron una rueda para que dijeran lo que habían visto y escuchado o lo que les pasó a ellos, “aquí todos los negocios han sido robados, muchos de ellos a mano armada”, esto fue lo que dijo la señora Jessica Gómez encargada de la pollería llamada la Uno, continuó “les ha tocado a varias compañeras de las cuales las amagan con cuchillos, poniéndoselos en el ombligo amenzandolas que les van a sacar las tripas y les quitan la cuenta del día, y hasta se llevaron un cajón lleno de pollos. A una clienta le tocó también, dice que bajó a hacer sus compras, dejó estacionado su vehículo afuera de la escuela 18 de marzo y en unos minutos al salir ya la habían dejado a pata, pero dijeron los uniformados que esto no es nuevo, pero que avisaran a la Procuraduría. El asalto a cuentahabientes de Bancomer y Banamex de las sucursales que están cerca de la colonia, no dejan de suceder. Es la historia de nunca acabar, porque los ladrones cada día se multiplican, sólo vemos cuando pasan corriendo los ladrones y siguiéndolos las agobiadas víctimas pidiéndoles que les devuelvan sus celular, su reloj, su cartera, hasta los encueran cuando la ropa es nueva”.
Para no cansarlo de tano chisme, la comerciante Vivian Gómez ante la impotencia y desesperación de haber perdido su patrimonio, les dijo “Si tuviera la oportunidad de hablar con el gobernador Francisco Olvera o de jodido con el presidente municipal, Eleazar García, les contaría lo que sabemos todos, y lo estamos ventilando por medio de un periódico como lo es Plaza Juárez, que la colonia Céspedes es todo un foco rojo y les preguntaría porqué no mandan seguridad a eso lugares, o que si la llevan con Miguel Osorio que le pidan su gendarmería nacional o de la federal para terminar con esto”.
Les dijo un señor que era perder el tiempo el buscarlos porque salen del país, Olvera acaba de llegar de Alemania, y Eleazar no sale de la presidencia porque no encuentra la formula de terminar la plancha que le puso al reloj y ya se lo está chupando la bruja, olvídense de la gendarmería y la federal, porque ellos le andan pisando los talones a Joaquín López Doriga (perdón), a Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido en el bajo mundo como “El Chapo”, que lo que deberían de hacer es estar alertas todos y cuando agarren a uno en la movida, luego luego lo quemen, como ejemplo a los demás. Pero no se vayan a equivocar y se echen al plato a un inocente.
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