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UN INFIERNO BONITO

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ACUSA A SU VIEJA POR MALDECIRLO

Agustín Santiago Pedro, con domicilio en la punta del cerro en la colonia La Raza, se encuentra internado en la cama 65 del Hospital General de Pachuca, porque lo atropelló un camión de la Providencia. Dicen los vecinos que vieron que salió volando echando maromas en el aire, y se fue a un agujero.

 

Varias personas detuvieron al chofer y lo entregaron con la policía. El Ministerio Público del nosocomio no ha podido tomar la declaración del accidentado porque estaba en terapia intensiva. El accidente fue el lunes pasado, han ido a visitarlo, pero no los dejan verlo porque tiene una pata en la tumba, el camión lo golpeó por la retaguardia, al dar el ranazo se quebró las dos patas, tiene abierta la cholla y fracturas en los brazos.

El agente del Ministerio Público dio ordenes a las del trabajo social y a los médicos que lo atienden que al momento que pueda hablar le echen un grito, para que declare lo que sucedió y el chofer arregle sus broncas jurídicas y lo dejen salir, porque sus abogados ya le cayeron gordos de que si ya dejan libre al cafre del volante.

Sus familiares y amigos permanecen afuera del hospital y cada que ven una enfermera o salir a un médico le preguntan cómo está su amigo. Pasaron los días y por fin el viernes, o sea el día de ayer, abrió los ojos, lo revisaron los médicos y dieron orden de que lo pasaran al cuarto piso, avisándoles a las autoridades que estaba listo para soltar la sopa.

Llegó el agente social con su secretario y le dijeron que les contara todo lo que había pasado, dijo que se llama Agustín Santiago Pedro, hace 5 años llegó a Pachuca a vivir, es de Huejutla. Comentó que sufrió mucho porque llegó con calzón largo de manta, camisa de la misma tela, un morral y con botines. Mucha gente al verlo le daba una moneda de a peso, pensando que era uno de los danzantes que venía a ver a la Guadalupana.

Comentó que la primera noche se durmió en la calle enroscándose como perro, donde está el reloj, pasaron los policías y se lo llevaron a la cárcel pegándole de macanazos, pensando que estaba borracho. Ahí estuvo dos días, lo ocupaban para que lavara los baños, la galera y los separos. Lo dejaron salir y tuvo que caminar mucho para llegar al centro de la ciudad, donde por suerte encontró a un paisano de nombre Federico Lozano Santiago,  que si no le invita unas tortas de tamal y un atole, se hubiera muerto de hambre; resultaron ser primos hermanos, lo llevó a su casa hasta el cerro y lo metió a trabajar en la presidencia municipal como barrendero, empujando un carrito por las calles.

Así duró vario tiempo, de lo que le pagaban compró material y como pudo hizo un cuartito y una cocina. Junto dinero y fue a su pueblo por su vieja, Celedonia Martín, para aguantar los fríos y para que le hiciera de comer porque las gordas y los tacos estaban muy caros. Dijo que las cosas cambiaron porque su mujer se juntó con otras vecinas y la mal aconsejaban, quería que le diera más dinero de gasto y que le comprara ropa de marca, no aceptaría la que venden en los tianguis. Se le volvió respondona y mal hablada.

“Después entró como presidente el que está ahorita, nos echó fuera, nos dijo que ya se había acabado el trabajo y nos iba a liquidar; ya no regresé porque pensé que me iba a matar. Como no encontré trabajo, ya no le aguanté el hocico, no dejaba de champarme el porqué la traje a la ciudad si la iba a dejar morir de hambre. Me junté con unas amistades, dejé de tomar aguardiente  y le entré al pulque que me gustó y le entraba con ganas. Dos veces llegué borracho a mi casa, mi  vieja me corrió, me amenazó que se iba a regresar al pueblo y que me iba a echar al DIFH, yo se la menté y le dije que para qué quería a esas viejas encopetadas. Comenzó a echarme de maldiciones de todas clases: que me iba a morir, que me iba a matar un carro, que me iban a rajar la madre, hasta la maldición de faraón. El domingo que llegué por la noche, estaba muy oscuro porque no tenemos luz, iba abrir la puerta cuando un gato negro quiso brincar de una barda a otra, no le atinó y me cayó en la cabeza, ¡ay mamacita linda¡, no sabía lo que era, traté de aventarlo y me rasguñó la cara, de un caballazo abrí la puerta, mi vieja que estaba acostada se quiso parar y se fue de hocico, prendí unas velas y vi que le escurría la sangre, me dijo hasta de lo que me iba a morir. No me dejó decirle lo que me había pasado, me sorrajo la tranca en el lomo que hasta me hizo pujar, y luego con el palo me pegó en la cabeza, se lo quité y con él le pegué en las patas, en las nalgas y en el lomo, y me salí porque ella había agarrado un  machete. Salió gritando como loca que se la iba a pagar, y me volvió a echar otra maldición. Me fui a dormir a la casa de mi primo, me dio de desayunar y nos bajamos juntos porque me iba a llevar a trabajar con su maestro, que está haciendo una obra por el centro, junto al jardín de los Niños Héroes, pero me dijo que me presentara el lunes para agarrar semana completa, cuando me iba a regresar vi un camión que venía derechito a mí, por más que me quise hacer a un lado me agarró y me aventó, cayendo en un coladera sin tapa y ya no supe más. La culpable de lo que me pasó es mi vieja, por las maldiciones que me echó”.

El agente le dijo que la noche del domingo, la señora Celodonia Martín fue a levantar un acta en contra de Agustín Santiago Pedro, por golpes que le causaron una lesión en la vejiga, que se le rompió y se le sale la chis. Por lo tanto él se iba a quedar en calidad de detenido y cuando se alivie tendrá que ser encerrado en las galeras.

 

SIETE SECUESTRADORES AL BOTE

La policía se puso las pilas y se achícalo a siete secuestradores que eran los más peligrosos de la región, lo bueno es que ya no saldrán, se pasarán toda su vida encerrados porque también se echaron al plato a seis de sus víctimas, y van a quedar debiendo.

Los fue a  buscar “la tira” en los estados de Veracruz y Oaxaca, donde estaban escondidos, ya están en el Centro de Readaptación Social de Tula de Allende, Hidalgo. Los maleantes son: Daniel, Guillermo, Roberto, Alejandro,

Radamés, Alejandro y Edgar, el apellido a usted le toca investigarlo.

Estos mendigos desalmados son los probables responsables de siete secuestros y homicidio cometidos en Hidalgo, en los municipios de Tula, Ixmiquilpan y Zempoala; seis de ellos fueron capturados en Veracruz y otro en Oaxaca.

En Zempoala privaron de la libertad a su víctima, pidieron un buen de dinero por ser libertada, cuando les pagaron lo mataron, tirando el cuerpo en un paraje de Tulancingo, eso fue en 2008.

En el 2010, se echaron al plato a dos personas en la colonia el Fitzhi en Ixmiquilpan. En el 2011 y 2012 se aventaron cuanto menos cinco homicidios. Pero ya están tras las rejas.

 

HIZO UNA CARAMBOLA DE TRES BANDAS

Un chofer, que nunca pudo hacer una carambola en el billar, ahora lo logró pero fue de la patada, ocasionó que chocarán varios vehículos por la retaguardia. Al escuchar el madrazo los vecinos de la colonia el Tezontle en Pachuca salieron a ver que pez, pensando que había un fuerte temblor, porque tumbaron una barda y los moradores estaban haciendo la meme. Llegaron ambulancias de la Cruz Roja, los de Protección Civil, el cuerpo de Bomberos y muchos uniformados porque pensaron que ya habían agarrado al “Chapo”.

Pero se llevaron un chasco, eran dos conductores que se encontraban hasta las chanclas de borrachos. Esto sucedió el domingo pasado en la calle Sendero de Oro en la colonia que ya les dije. Los peritos de tránsito informaron que intervinieron en este madrazo por alcance una camioneta Jeep Limited color vino, placas de circulación 978- ZED, conducida por Carlos Alejandro Gálvez Jiménez de 35 años de edad. Iba acompañado de Guadalupe Mausana Andrade de 36 años, así como de una niña llamada Sofía de 4 años. Fueron valorizados por los paramédicos de la Cruz Roja y dijeron que no era necesario que los trasladaran a algún hospital.

Otra de las unidades involucradas fue una camioneta Nissan color blanco, con número de placas HNK-5157, conducida por Jesús Orlando González Espinoza de 37 años de edad; y otro de los afectados es un automóvil Sea  Ibiza, color blanco con placas de circulación HMZ-7852 de Hidalgo, Tierra de trabajo, era manejada por Miguel Ángel Corona Orta de 40 años de edad.

Las explicaciones son que el primer vehículo, conducido por Carlos Alejandro, les llegó por  atrás al Nissan, que le pegó el Seat, que quedó estampado contra la fachada del domicilio de la señora Martha Chávez, toda la familia salió envuelta en cobijas, porque estaban durmiendo.

El personal de Seguridad Pública y Tránsito del Estado se llevaron a los vehículos Jeep Limited y Nissan X al corralón; el del coche que tumbó la barda salió libre por un convenio con los dueños de pagar los daños. En el lugar del percance se dijo que los conductores de las camionetas fueron llevados a la barandilla porque iban borrachos, no les pusieron el alcoholímetro por el miedo a que lo descompusieran y es el único que tienen.

 

UN DESCUIDO Y CAYÓ AL BARRACO

En una barranca de 50 metros de profundidad fue encontrado el cuerpo de un campesino que dijeron se resbaló cuando se encontraba haciendo sus labores de campo, de acuerdo con la información de sus familiares, Francisco Nicolás de 75 años de edad, originario de la comunidad de Pachiquitla perteneciente al municipio de Xochiatipan, salió de su casa el pasado viernes, se dirigió a la parcela de cultivo de maíz que se encuentra en una ladera, pero en un descuido se resbaló y fuera abajo, sólo se escuchó como iba golpeando entre las piedras. En su casa sus familiares estaban preocupados porque no aparecía.

Era de noche, se juntaron para hacer una búsqueda y localización del señor don Pancho. Recorrieron toda la parcela, le gritaban y al no tener respuesta regresaron y avisaron a las autoridades. Fueron a buscarlo por la mañana del sábado y encontraron huellas de que se había caído al vacío.

Con cables y algunos resbalándose de cola, lograron llegar hasta donde estaba muerto. Avisaron a las autoridades correspondientes y tuvo que ir el Ministerio Público de Huejutla acompañado de su pandilla, llamaron al cuerpo de rescate para que lo sacaran de la barranca.

Después de dar el clásico banderazo, les entregaron el cuerpo a sus familiares y les dijo el señor autoridad que no se preocuparan, que el día primero del mes que entra regresa por su ofrenda.

gatoseco98@yahoo.com.mx