A UN UNIFORMADO LO APLASTÓ UN TRÁILER

Mala suerte tuvo un policía, no le cantó el gallo, se quedó dormido y se le hacía tarde para presentarse a su trabajo, de seguro lo iban a arrestar. Estaba desesperado, se paró en la carretera para pedir un raite, miraba para un lado y para otro como si estuviera espinado a su vieja, de momento soltó una sonrisa al ver un tráiler por la avenida corregidora, en la cabecera municipal de Emiliano Zapata con dirección hacia el Estado de Tlaxcala, lo paró, le dijo al chofer que le diera un aventón a Seguridad Pública.

El trailero le quitó el seguro a la puerta del copiloto, le dijo que se subiera, el gendarme Rafael Gallardo Pineda le agradeció con un saludo militar y le contestó que faltaba poco para llegar, que se iba parado en el tanque del diesel. El chofer dio el arrancón a su destino.

Viajaron unos kilómetros, cuando el uniformado estuvo frente a la puerta de la comandancia, con la mano le pegó a la puerta para que el trailero disminuyera la velocidad y él se bajara; así lo hizo, esperó un rato y luego aceleró, el pantalón del policía se atoró y cayó a la carretera pasándole las llantas traseras encima.

El chofer de la unidad al escuchar un ruido se orilló y se bajó a ver qué sucedía, se dio cuenta que había machucado al policía a unos metros de la puerta de la comandancia de policía municipal.

El comándate de guardia no daba crédito a lo que pasaba y de volada por medio de un teléfono llamó al director de seguridad, éste le contestó que no se moviera nada, que en unos minutos llegaba, estaba a 3 kilómetros de la entrada a Calpulalpan.

Poco después llegó el Ministerio Público junto con sus agentes para realizar las diligencias sociales; el operador del tráiler de 28 años de edad, vecino de Atenco en Tlalnepantla Estado de México, y su tráiler con placas de circulación 208- EY6 del servicio Público Federal, fueron puestos a disposición de la autoridades.

El conductor del tráiler estaba acusado por atropellamiento imprudencial donde murió una persona. Él les explicó una y mil veces y le dijeron que era culpable, tenía que hacer un alto total y esperar un rato hasta que el policía entrara a su trabajo. Lo encerraron por no darse cuenta si el uniformado se había bajado bien.

UN TAXISTA VIO A LA PELONA

Le dieron cuatro balazos por no dejarse asaltar, los delincuentes se escaparon, eso sucedió en Palo Gordo municipio de Metepec, cuando estaba anocheciendo. Nadie sabe porqué Máximo Licona de 48 años de edad está colgado el pico en un sanatorio particular, y no ha podido declarar ante las autoridades cómo estuvieron los hechos y porqué le habían dado de balazos, que por un pelito se lo echan al plato.

Los datos oficiales indican que a las 6 de la tarde, en el poblado que ya les dije, unos bandidos intentaron atacar al trabajador, se les puso bravo y no se dejó. Uno de los ampones sacó su pistola y sin consideración jaló el gatillo y le dio cuatro balazos.

Le quitaron el automóvil de alquiler y su lana; unas personas que pasaron por el lugar lo vieron tirado dentro de un charco de sangre y rápido marcaron al 066, y en menos que lo cuento llegaron los uniformados, acompañados del cuerpo de auxilio y se lo llevaron en una ambulancia a un sanatorio particular. Después lo trasladaron al Hospital de Pachuca.

El agente del Ministerio Público dio la averiguación previa por el robo del taxi y lesiones graves al chofer. De manera extraoficial se sabe que el chofer viajaba por Jaltepec, unos señores le pidieron una dejada en Metepec, donde fue el robo e intento de homicidio.

Se sabe que los policías preventivos de Tulancingo cuando se enteraron del caso, implementaron un operativo de localización que no les dio resultado, buscaban otro carro y se fueron por otro lado. Por eso piden a los investigadores hacer pesquisas para que agarren a los maleantes, que por poco matan al taxista.

DOS HERMANOS SON AMENAZADOS DE MUERTE

Una mujer y un hombre están que no los calienta ni el sol, porque frente a frente un loco con pistola en mano les dijo que los iba a dejar agujerados. Esto pasó en el municipio de Singuilucan, en la colonia Juárez donde viven los carnales María Virginia y Juan José Ávila, este último fue quien denunció los hechos que ocurrieron este fin de semana. Dijo a las autoridades del Ministerio Público de Tulancingo Hidalgo, que se proceda conforme a derecho en contra del malandrín, porque les sacó la pistola, del susto le ganó en los calzones y a su hermana se le fue la leche.

Explicó que al estar en su casa, llegó su hermana, iba muy espantada y le pidió que la acompañara a hablar con el acusado, porque dicen que es muy macho con las mujeres. Que el hijo de Fidel, así se llama el pistolero, se aventó un cayo con su hijo, dándose de madrazos hasta por debajo de la lengua y el cachorro de la señora le dio en toda la madre, lo que hizo que ella quisiera hablar con el padre del muchacho para que no siguieran los problemas.

Juan José dijo que con gusto la acompañaba, al llegar encontraron a Fidel curando a su hijo, estaba que se lo llevaba Pifas, y al ver que llegó Juan con su hermana, sacó la pistola y los amenazó de muerte.

Dijo Juan que se le arrugó el cuero y más cuando les apuntaba con el dedo en el gatillo y decía que los iba a matar. Se hicieron de palabras con Fidel, que es conocido en el bajo mundo como el mata 7. Los vecinos del pueblo que lo conocen sabían que se iba armar la grande y de seguro había una tragedia; al verlo con la pistola en las manos, por las moscas se tiraron al suelo.

No faltó que alguien avisara a la policía y llegó todo un batallón, pero ya no pudieron agarrar a Fidel. Juan José se enteró por medio de unos sobrinos que después del incidente, cuando los uniformados se habían ido, salió al escusado, perdón, salió el acusado a bordo de una camioneta y les apuntó a los hermanos con la pistola.

Ya no buscaron bola y mejor lo que hicieron fue ir a poner su denuncia en contra de Fidel Arista, tiene 43 años de edad, es robusto con pelo rizado; lo pueden encontrar en la avenida Juárez número 16, en el municipio de Singuilucan.

CAYERON DOS CARTERISTAS

Una pareja, un hombre y su vieja greñuda, habían encontrado su minita de oro en la plaza de Tulancingo. A varias víctimas las dejaron a raíz al robarles sus bolsas y carteras, pero esta vez algo les falló y les cayó el chahuistle, los agarró la policía.

En la esquina que forman las calles de Hidalgo y Manuel Fernando Soto, a los uniformados los paró una señora, les dijo que se le acercaron unas personas y en segundos le volaron su monedero con 500 pesos y documentos.

La persona que fue robada les señaló a los gendarmes que los que iban delante de ellos habían sido, los policías para no hacer a la mosca chillar y se les escaparan, caminaron de puntitas, muy misteriosos, y cuando estaban muy cerca, les gritaron “Alto en nombre de la ley”.

Les preguntaron cómo se llamaban, les dijeron que Diana Lara y Gabriel Palma de 24 y 38 años de edad respectivamente, vecinos de la colonia Francisco I. Madero, en la avenida Jalisco en Netzahualcóyotl Estado de México, que habían venido de visita pero Tulancingo está igual que Pachuca, de Turismo no tienen nada, por el contrario, están hechos un desmádre.

Se iban a despedir de mano de los uniformados, les dijeron que antes de irse les iban hacer una revisión corporal, dijo el señor que a él se la hicieron pero a su vieja no, porque luego se hacen los encajosos y meten la mano por otro lado.

Los policías los pusieron manos contra la pared, abriéndolos de patas y a la mujer le encontraron un bolso, lo abrieron y llevaba 500 pesos y algunos documentos, dijo la señora que eran suyos. Los uniformados les dijeron que se los iban a llevar ante el Ministerio Público por riñones.

Le dijo el señor que la verdad vinieron a hacer una investigación a la ciudad de los satélites, porque andan diciendo que los astronautas no llegaron a la luna y como en Tulancingo están los satélites, ellos han de saber si llegaron o no.

La mujer comenzó a calentar motores para pelarse, llegó la camioneta patrulla y hablaron con el comándate, que les dijo que los norteamericanos no llegaron a la luna, pero los chilangos llegarán a las galeras.

Después le cantaron en la oreja que los dejaran ir y se quedaran con el dinero, que les juraban ya no volver a hacerlo, porque al detenerlos sería una mancha en su carrera de carteristas, llevan mucho tiempo robando y por culpa de una vieja chismosa los agarraron.

Ya no hablaron con ellos, los llevaron ante las autoridades correspondientes, por los delitos de carteristas y cohecho, y además por chismosos, por decir que no llegaron a la luna, que ya en las mazmorras les explicarán porqué andan diciendo eso, que sucedió hace muchos años.

SE ROBAN TRES ESCOPETAS Y UN RIFLE

No cabe duda que la delincuencia anda a la vivas, porque como no les quieren vender armas en los Estados Unidos, buscan dónde hay para seguir robado.

Dijeron los afectados que dejaron por momento la casa sola, todos salieron como a las 11 de la mañana a arreglar un bizne. Regresaron a las 8 de la noche y se dieron cuenta que habían desaparecido las escopetas y el rifle.

Dijeron a las autoridades que ellos tienen el permiso y se los enseñaron, que fue expedido por la Secretaría de la Defensa Nacional. Comentaron que los rateros se metieron por una ventana que da al patio, y vieron que en el sótano les faltaban cuatro escopetas 30-30, que eran de su abuelo y de su abuela, ya que ellos anduvieron en la Revolución entre las bolas de Pancho Villa.

Explicaron que dentro de la casa se encuentran lotes de joyas, así como cosas de valor, pero no se llevaron nada, solamente las escopetas. Dijeron que toda la familia son coleccionistas de armas y para ellos tienen un gran valor, incluyendo las escopetas de sus abuelos.

Piden que le echen ganas y logren agarrar a los ladrones, porque las tres escopetas y el rifle valen más de 80 mil pesos; y las escopetas 30-30 tienen un valor incalculable, porque con esas armas sus abuelos se echaban a los pelones.

gatoseco98@yahoo.com.mx