A UN CAMPESINO LO SEGUÍA UN MUERTO
Les decía a sus familiares que ya no quería estar en este valle de lágrimas porque por las noches lo venía a jalar de las patas el muerto, y cuando estaba en la oscuridad se le presentaba la calaca y le ponía unas corretizas que terminaba debajo de la cama o de las naguas de su vieja.
Estaba triste y pálido cuando comenzaba a oscurecer, era su tormento. Había hablado con el señor cura de Cuautepec para que le diera chance de que se durmiera en la iglesia, pero le respondió que lo sentía mucho pero no podía porque ya tenía casa llena: tres seminaristas, dos acólitos y un sacristán; que aguantara vara a que alguno emigrara, y le apartaba su lugar.
El campesino de nombre Benjamín Licona Cruz, de 55 años ya no aguantaba a los espantos que lo traían finto; por la tarde llegaba hecho la mocha y se encerraba en su cuarto poniendo velas, focos y todo lo que alumbrara, porque se le presentaba el muerto.
Andaba muy despistado, caminaba volteando para todos lados, sus familiares no lo pelaban. Tomó la determinación de enfrentarse a los espíritus, a los muertos y a las almas que lo perseguían, y se ahorcó para saber qué pez traían con él.
Pasaron unos días, sus parientes fueron a buscarlo a su casa, en la calle de Juárez de la colonia Puente de la Paz. Se horrorizaron al ver que estaba colgado y sacando la lengua, ya se estaba echando a perder, los gusanos le salían por los ojos, nariz, boca y orejas. Sin pensarlo, fueron a avisarle a la policía contando lo que vieron, y de una vez se llevaron al MP del municipio de Tulancingo para que diera fe del cadáver.
Contaron que al suicida lo seguía el muerto, se llevó a su secretario, a los agentes de la Coordinación de Investigación, a todo el batallón de uniformados, a Protección Civil, a los de la Cruz Roja y a los bomberos, a la señora que hace la limpieza le ordenó que le dijera al señor cura que le mandara un garrafón de agua bendita porque iba arreglar un bizme del más allá.
También lo invitó a que fuera con él, pero le respondió el cura que tenía que ir a dar unos santos olios. Cuando llegó al lugar al ver el cadáver, el MP se persignó y del banderazo no se acordó para levantar el cadáver. Rápido realizó sus diligencias, y se lo mandó a los del Semefo. Los agentes que sabían que al hombre lo seguía el muerto, les sudó la cola y rápido hicieron una investigación, pues ya les andaba por salir del pueblo de Cuautepec. Martha Benítez Jarillo y Paula Licona Benítez, esposa e hija del campesino, respectivamente, hicieron la identificación del cadáver y el reclamo del cuerpo.
Las mujeres declararon por separado y coincidieron. Dijo la mujer de Benjamín que hace como 5 años su esposo sufrió un accidente y tuvieron que operarlo del la cholla y desde entonces, se le botaba la canica; decía incoherencias y no quitaba el dedo del renglón, que lo espantaban.
Dijo la hija que cada vez fue empeorando, y aseguraba que había visto a una calavera pero era su mamá, o sea la abuelita de la muchacha. Que se fue de su casa a vivir solo, y diario cuando le llevaban el pipirín, parecía disco rayado, de que los muertos lo perseguían y que lo iba a visitar una calavera. Los había amenazado que el día menos pensado se iba a suicidar, porque ya no quería estar aquí.
ABORTÓ Y SE DESHIZO DEL PRODUCTO
Ocultó su embarazo pero de momento se le salió el feto, que dejó abandonado. Unas personas lo encontraron en estado de descomposición, y avisaron a la policía. Llegaron los peritos de criminalística, quienes dijeron que todo parecía indicar que una mujer desconocida dio a luz en una casa abandonada, ubicada en un fraccionamiento del municipio de Tizayuca, hasta donde llegó el agente del MP junto con su gente, y tomaron conocimiento del hallazgo.
Los vecinos del lugar se percataron que un olor fétido salía de una casa, y pensaron que era una toma clandestina de gas; pero al meterse, se dieron cuenta del crimen de un chavito, quien estaba en el 181 de la calle de Haciendas de Piedras Negras de la colonia Haciendas de Tizayuca.
Llegaron las autoridades y descubrieron un feto dentro de una bolsa de plástico, y pusieron en conocimiento a los representantes sociales de la Procuraduría de Justicia. Dijeron los vecinos que la casa está abandonada y cualquiera entra y sale; hay veces que entran parejitas, se salen y entran otras, pero esta vez no pudieron precisar si entraba alguna mujer panzona, o escucharon pujidos misteriosos.
Dijeron a la policía que la colonia es muy chica, y puede investigar con las mujeres que durante ese tiempo estuvieron panzonas, y que buscaran a madres alcahuetas que dejan a sus hijas salir a los bailes, que deben revisarlas al regresar y estar pendientes de que no estén embarazadas.
También dijeron a los agentes que ahorita que están las gentes que vinieron de otros países para investigar la desaparición de los 43 normalistas de Guerrero, que les lleven el feto y le hagan un ADN para que sepan quién fue su madre.
SE ROBAN 5 COCHES DE UN JALÓN
Dejan a pata a ciudadanos pachuqueños y de Mineral de la Deshonra. Los ladrones lo hicieron en unas cuantas horas, fueron 5 los automóviles robados.
De la colonia de San Cayetano se llevaron una camioneta Chrysler tipo Caravan, color blanco, sin placas, con vidrios polarizados, de Doria Elia Téllez. El robo fue denunciado por Juan Esteban López, quien expuso que el hurto pudo haber ocurrido en la madrugada, pues nadie vio ni escuchó nada, con decirles que hasta los perros a esa hora están durmiendo.
El segundo carro se lo robaron en la colonia Campestre Villas del Álamo, siendo Maribel Ávila otra a quien le tocó bailar con el más feo, porque se llevaron la unidad aparcada a las puertas de su casa, situada en prolongación del Roble del la colonia que ya les dije, que corresponde al municipio del Mineral de la Reforma. Los ladrones se llevaron su camioneta Nissan tipo Pick Up, color vino, modelo del año del caldo, pero todavía jala, con placas de circulación KH- 47-153.
También dejaron a golpe de calcetín a Eduardo Medina, quien no dejaba de mentarle la madre a los ladrones, y les echó muchas maldiciones, entre ellas las del faraón. Declaró que en la madrugada que llegó a su casa, lo dejó afuera, cerca de los semáforos de la colonia 11 de Julio, y por la mañana, cuando se levantó e iba a ocupar la unidad, ésta ya no estaba; por lo que por poco chilla, pues ya lo habían dejado a pata.
Otro robo más ocurrió en la colonia del ISSSTE, que se encuentra al sur de la ciudad capital. Los malandrines se llevaron un coche de sus preferidos, un Nissan blanco, modelo 2012, propiedad de José Luis soberanes, el cual estaba estacionado en la calle de Río Hondo, y de ese lugar voló.
Para cerrar con broche de oro, déjenme decirles que a un parrandero le salió caro el estar empinando el codo, pues se llevaron su automóvil Nissan 2011, color gris, con placas de circulación HML-2654. Dijo que lo dejó estacionado sobre el bulevar Colosio, frente a un bar, donde se fue a empinar unas copiosas.
Salió medio burro, con las llaves en la mano, y ya no estaba su coche; se le pararon los pelos, anduvo como loco recorriendo toda la colonia. Al verlo lo agarró la patrulla y le preguntó qué pez, porque lo vieron sospechoso. Les contó haciendo pucheros, que lo habían dejado a pata.
Explicó que se metió a echar unos jaiboles y se le hizo muy corto el tiempo, pues cuando salió ya le habían dado gane. Los policías lo dejaron hablando como loco, y salieron a buscar a los robacoches. Mientras tanto, tuvo que regresar al MP para interponer formal denuncia en contra de quienes resulten responsables del acto ilícito, pero estaba tan atarantado que ni el número de placas dio.
ESCANDALOSO AGARRÓN ENTRE POLICÍAS Y COLONOS
Los uniformados capturaron a dos hombres y a un menor por robar una camioneta Nissan blanca, de redilas, de la cual despojaron a su propietario. Los llevaron a la comandancia para ponerlos a disposición de las autoridades correspondientes.
Pero poco después, vecinos del agraviado automovilista irrumpieron violentamente en las instalaciones policíacas, donde los agredieron y protagonizaron una lucha de poder a poder, a calzón quitado, pues se daban hasta por debajo de la lengua. Ganaron los colonos y se llevaron al menor infractor para darle un castigo ejemplar, como ellos acostumbran, de lincharlo o quemarlo vivo.
La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo dio a conocer que se recibió un reporte de supuesto secuestro a la altura de la entrada a la localidad de Cuetapa del municipio de Atlapexco. Los agentes de la Delegación Regional Huejutla montaron en su caballo, perdón, montaron un operativo para capturar a dos personas adultas y un menor a la altura de la carretera estatal Huazalingo-Cuamontax, quienes viajaban en el vehículo mencionado.
Al notar la presencia de los uniformados, los de la camioneta trataron de regresarse pero fueron detenidos. Los hombres grandecitos y el chamaco baboso, no pudieron acreditar la propiedad del vehículo, cayeron en contradicciones. Durante la inspección a la unidad los uniformados encontraron una mochila con un cuchillo, cinta adhesiva negra, 3 celulares, cinturón de piel negro, un par de guantes, un pantalón negro con una tarjeta de Coppel y una licencia de manejo.
Los detenidos dijeron que no sabían de quién eran esas cosas, que a lo mejor se los plantaron, y amenazaron a la autoridad, por ese motivo se los llevaron. Horas más tarde el agraviado de quien no podemos decir su nombre, dijo que dos personas lo habían amagado y amordazado para despojarlo de su camioneta y la tarjeta que se encontró en la mochila de los indiciados.
El vehículo, las cosas y las personas fueron llevados ante el MP. Después llegaron unas 60 personas de la comunidad de Santa Cruz a las instalaciones de la policía, donde golpearon a ocho oficiales intentando llevarse a las personas detenidas del calabozo, y sólo se llevaron al menor para darle un escarmiento con sus usos acostumbrados de la comunidad, y también se llevaron la camioneta.
gatoseco98@yahoo.com.mx