CUIDADO CON PRODUCTOS PELIGROSOS
Dicen un refrán que “En río revuelto, ganancia de pescadores” con esto de que en el Centro Histórico se ha convertido en un mercado ambulante, principalmente de la iglesia de la Asunción, para allá y para acá, donde venden verduras y toda clase de chácharas. En los portales apenas se puede caminar por la estorbosa venta de ambulantes, cada día llegan más, porque todos quieren llevar agua a su molino, y ha sido la ganancia de lo que pagan a la presidencia municipal para sacar dinero y acabar de arreglar la Plaza Independencia y el Parque del Charro, que está
¡Horrible!
Lo que nos ha llamado la atención es que han regresado “Los Merolicos” que con sus palabras, engañan y roban a la gente, ofreciendo arreglar sus problemas de todas clases. Venden amuletos para alejar a los malos espíritus, quitarles el mal de ojo, venderles herraduras de caballos para que tengan buena suerte y no les retrasen las quincenas. También les vendía el Pájaro Chupamirto y la lagartija de dos colas para tener varias viejas.
En fin, les recomendamos a todos nuestros lectores, que tengan mucho cuidado con lo que compran, y se pongan abusados, porque esas bolitas son para robar, y les roban los calcetines sin quitarles los zapatos. El día de ayer, que hacia un día con mucho sol, salí a buscar mi nota, y encontré las de siempre. “Que uno lo mandaron a la barandilla” “Que el presidente municipal del Chico, por poco les ponen sus madrazos” “Que les entregaron licencias a varias mujeres de las clases de manejo con todo y celular” “Que se cayó un empleado de la compañía luz de un poste” “Que atrapan una rata” “Que se accidentaron por burros” “Que el Tuzobús es la maravilla del mundo”.
Como de eso ya estoy hasta la madre, y tenía días que no salía de mi casa porque estaba nublado, se me ocurrió pasar por la iglesia de la Asunción, a persignarme y pedirle a la Santísima Trinidad que me echara la mano para que con este clima no me fuera a dar una neumonía, porque en el seguro no hay medicina.
Al dar vuelta en los portales que están frente al Jardín Constitución, había una bolita de gente, muy atenta, que escuchaba lo que hablaba un señor maduro, de los que conocemos como “Merolicos”, éramos unas 30 gentes, y esto es lo que decía:
“Atrás de la raya por favor, que estoy trabajando, he venido de muy lejos y hasta ahorita voy llegando, pero les voy a mostrar algo que les va ayudar en su vida social, les va a fortalecer el espíritu, para alejar a las enfermedades, para que no caminen lentos ni apachurrados, por los problemas que andan cargando en la joroba.
“A ver caballero, dé un paso al frente de la raya, porque los de la presidencia me cobran el piso por centímetro cuadrado, por mi cuenta y un grupo de expertos, se investigó que ha habido muchos suicidios en todas partes, por amor, por enfermedades, porque ya no aguantan a su vieja, porque dicen que Pachuca es tierra de Trabajo donde no hay trabajo. Porque la policía se hace como el tío Lolo, y les roban su casa dejando hasta sin calzones.
“A ver señora, usted pase al frente ¿Está usted embarazada o tiene doble barriga? Esto es a causa de que desde chica no la fajaron, por eso se hizo panzona y con patas de elefante. Pero no se preocupe, porque traigo una pomada que la va a dejar con cintura de avispa, este medicamento fue patentado por el sabio Salomón en los Estados Unidos, pero contiene un hierba que baja de peso, fue traída de Japón y probada con los luchadores de “Sumo” y al usarla bajaron de peso y ahora son luchadores de lucha libre de la triple AAA.
“Se unta por las tardes, alrededor de la cintura, no se la vaya untar por las noches porque embarra a su marido. El precio es un poquito porque hay que pagar impuestos. Le vale 100 dólares, pero calmantes montes, pájaros cantantes, por estar en México se la voy a cobrar a 100 pesos, aproveche la oferta, y no es necesario de que le baje a la carne de marrano, gorditas de tripas, de tierritas, de bistec, de lo que quiera, puede comer”.
Muchos de los presentes estiraron la mano pidiendo la pomada para adelgazar, unos se iban y otros regresaban, que estorban a la gente, el merolico no dejaba de hablar, y les dijo:
“A ver señor, pase al centro, a usted lo veo muy preocupado, anda jetón, tiene cara de estreñido, está amarillo, como un chale, y parece pambazo, déjeme decirle que según mis conocimientos realizados en la Universidad de Nueva York, no es que les presuma, pero me acaban de contratar como maestro en la ciudad del conocimiento. Usted tiene 3 enfermedades en una”.
Le agarró la cara y le daba vueltas mostrándoselo a la gente que lo rodeaba, parece que está empachado, parece muerto fresco, todos los presentes guardaban silencio y cuando acertaba, movían la cabeza diciendo que si. “Usted lo que tiene, es diabetes, y parece que le está brotando el cáncer, porque su piel está color ceniza, también por las gotas que tiene en el pantalón, se nota que está enfermo de la próstata, traigo unas cáusalas para terminar con todas las enfermedades, la caja les cuestan 70 pesos”.
Hablo de cómo curar un empacho, de aliviar a un niño cuando se les cae la mollera, cuando les rezumba el mofle, dio una cátedra de cómo quitar los barros y dejar el cutis como muñeca, lo que les cayó como parada de mula, fue a los alcohólicos que están en el jardín, y también se acercaron.
“Traigo polvos para matar a las pulgas, piojos, moscos, cucarachas, y para quitar del vicio a los borrachos, que son una lacra para la familia, estos polvos se les ponen en la comida tres veces al día, y les agarra chorrillo, que ni tiempo les da de seguir tomando. También tengo remedio para los espantados, algunos han visto el muerto, a los que se les sube por las noches, este es un susto que se les va el apetito, no duermen y por la noche patalean, vendo los espíritus de untar, de tomar, y se les pone la cruz de cal en su cama.
“Todas las personas que están presentes y no compran nada, hagan el favor de retirarse porque tapan el camino, a los que de veras tienen alguna enfermedad incurable, todos mis medicamentos que yo vendo, no tienen caducidad, son hechos de unos laboratorios especiales para la salud, en Suiza”.
La gente cuchicheaba y hablaba en silencio, algunas sacaban su monedero y estiraban la mano para solicitar el producto ofrecido, todo estaba muy bien hasta que pasó una viejita, lo miro y se siguió de filo. “El merolico” fue tras ella y le pasó al frente en contra de su voluntad, aunque le decía en ingles “Guan Momen Plis”
“Miren a esta abuelita, cómo tiene la cara, ni con plancha de carbón le quitarían las arrugas, traigo una pomada muy especial, nada costosa, para que no se pongan crema común y corriente, con mayonesa en la cara y pepinos en los ojos, que parece que el hombre está durmiendo con un marciano.
“Miren cómo la señora tiene arrugada de la frente al cuello, y del cuello a las orejas, y así ha de estar en todo el cuerpo, la crema que yo les vendo viene empaquetada con estas letras MADE IN USA para que no le den gato por liebre. Si usted no quiere estar arrugada como la señora, cómprela al precio de 300 pesos”.
La señora se zafó de las manos del merolico y le dio un bolsazo en la cara, y muy enojada le dijo: “Arrugada ha de estar su madre, viejo baboso”. “El merolico” siguió vendiendo sus productos para el aborto, que tenía un medicamento de primera, que no importaban los meses que fueran. Después pasó a otro señor al frente, que llevaba un bastón.
“Vean a este caballero, a ojo de buen cubero, creo que está enfermo de las reumas, tantito es por la edad y otro tanto por el trabajo, por eso camina como pollo quemado, le voy a recetar una cápsulas para que desde la primera toma, usted esté listo para el maratón, o participe en cualquier tipo de carreras, le cuestan 120 pesos y se va a tomar una cada 24 horas”.
En eso se quedó cuando regresó la viejita, iba a acompañado de un señor grandote y fuerte, que le dijo: “A usted qué le importa que mi madre esté arrugada” y le dio un madrazo, que cayó parando las patas, y le dio de patadas a sus medicamentos; los estaba juntando, cuando llagaron unos señores con chaleco rojo, y le dijeron que eran de la presidencia municipal, del departamento de Abasto y Comercio, y le decomisaron los medicamentos porque no había pagado el lugar donde estaba vendiendo.
Se quiso defender, no dejando que se llevaran sus cosas, alegando que esa era su fuente de trabajo; se hicieron de palabras, llegaron los uniformados, que se lo llevaron a las mazmorras de la policía municipal, donde le cobraron mil 500 pesos por hacer escándalo en la calle. Estaba muy enojado porque salió poniendo como las gallinas, y no ganó nada vendiendo sus productos.
SE LE APARECIÓ EL DIABLO AL ALCALDE
En Mineral del Chico, se han desatado la violencia, robos en casa habitación, desvalijamientos de automóviles, asaltos a mano armada, robo a transeúntes, y animales. Un grupo de vecinos, que ya está hasta la madre, intentaron tomar la presidencia municipal de esa cabecera para sacar de las greñas al presidente municipal Guillermo Hernández Morales, porque no hace caso de las demandas.
Todo comenzó la tarde del domingo pasado, cuando los familiares de la menor Perla Guadalupe Luna Bazán, de 11 años de edad, según dijeron que como a las 5 de la tarde en el Pueblo Mágico, se la llevaron cuando vendía cocoles; los últimos que la vieron fueron unos niños, quienes dijeron que un sujeto platicaba con ella y se la llevó en un coche.
Por el temor de que la hubieran secuestrado, más de 60 vecinos y familiares se organizaron y comenzaron la búsqueda en todo el pueblo, y se regaron en la zona boscosa, sin obtener resultados. Fue cerca de las dos de la tarde del lunes, cuando avisaron a los buscadores que la niña había regresado sola y estaba bien.
Por eso abortaron la búsqueda, donde no participaron los uniformados, pero antes ya habían ido a pedir ayuda y les dijeron que esperaran 72 horas para denunciar el posible secuestro. Y fue que por eso ellos decidieron buscarla diciendo que no necesitaban vejigas para nadar. Luego les dijeron que ya había aparecido la niña que querían. Eso molestó a los buscadores.
Regresaron a la presidencia y los policías los sacaron a patadas, y el motor de la sedición y ruido popular Jesús Castillo, fue golpeado, que le dejaron un ojo cerrado, y el alcalde desde el balcón, miraba cómo se los sonaban y gritaba que les dieran. Ya no les cuento más porque se me terminó mi plana.
gatoseco98@yahoo.com.mx