Home Un Infierno Bonito UN INFIERNO BONITO

UN INFIERNO BONITO

0

LE ANDABAN PISANDO LOS TALONES

Felipe López Hernández, de 65 años, fue agarrado por los vigilantes de la sucursal Bancomer del bulevar Felipe Ángeles, siendo él un señor tipo ranchero, con sombrero de palma, camisa mugrosa del cuello, con bigotes de perro. Dijo que venía a cobrar la pensión que le dan a los viejitos.

 

Pero vamos a la nota, para que lo conozcan, no vaya a ser el diablo y un día los trance.

Es un indio común y corriente, bajado del cerro a tamborazos. A la policía le habían dado el pitazo y al verlo, nunca se imaginaron que fuera un delincuente porque usaba calzón de manta con botines, pero se dedicaba a timar a los clientes que entran y salen del banco.

Se informó que el día de ayer, martes 29, salió del banco una señora grandota güera, caminando como yegua fina, era mediodía, se le acercó el indio y le dijo: “Patroncita, ayúdeme por favor”. La mujer se detuvo, abrió su bolsa y le dio una moneda de 10 pesos. El indio se la regresó, “Gracias, patroncita, pero quiero que me ayude a cobrar este cheque, porque como me ven de calzón blanco, jorongo y guaraches, las viejas perfumadas de las cajas no me hacen caso, soy un hombre de campo, que no se leer y escribir, y me discriminan”.

La señora miro, que tenia un cheque al portador, por la cantidad de 20 mil pesos, y le dijo al señor, que fuera con ella, y se lo cobraba, el indio, le dijo que la esperaba en la puerta, y que le dejara su bolsa, cuando le diera su dinero se la regresaba, la señora le contesto que esa película ya la había visto, que lo iba a entregar con la policía, el indígena se le escapo, corriendo, la mujer camino toda la cuadra buscando, a ver si de chiripada encontraba un policía.

Se paro en la esquina, pasaron los gendarmes, la señora, los paro y les conto lo que había pasado, dándole las señas como era el tipo que la quiera robar. Fueron a buscarlo afuera de distintos bancos, lo agarraron en Banamex de la avenida Juárez, le dieron un macanazo, que lo tumbaron y lo echaron en la camioneta, se resistían y les decía que lo dejaran, que el no había hecho nada malo, que tiene sus jacalito y sus tierritas en la colonia Santa julia, se identifico, con la credencial para votar, y lo dejaron ir, porque les explico que su burro se le había adelantado y lo fuera machucar un carro.

Se regresaron los Popochas y encontraron a otro indio, pero este si parecía disfrazado, y lo agarraron. Les dijo que se llamaba Felipe López Díaz, de 65 años de edad, y vivía en Teoloayacan Estado de México. Lo esculcaron y llevaba 8 cheques de dos bancos distintos, con diferentes cantidades de dinero, al verse descubierto antes de que le dieran en la madre a macanazos les dijo, que se dedica a timar incautos.

A los clientes bancarios de Tizayuca, y otros municipios, pero los que le dan frutos son los de Pachuca, en los bancos que se encuentran en Tuzo Plaza, Bancomer, avenida Madero, frente al Hospital General, y que se regresaba a su casa, por lo menos se lleva unos 30 mil o 40 mil pesos al día.

Les dijo a los uniformados que les daba los cheques que llevaba, que eran de 50 mil pesos, y que ellos, con su inteligencia, los cambiaran fácil, sin estar rogándole a los clientes para que cayeran, y también les dijo que si le daban chance de hacer una llamada, les daba 30 mil pesos en efectivo; pero los uniformados de Pachuca, como son muy honrados, se lo sonaron y lo llevaron ante el MP, acusado de fraude y cohecho.

 

EL ASALTO ESTUVO DE LA PATADA

A una familia le cayó el chahuistle, pues le llegaron los cuatreros en el Altiplano. El atraco fue a cargo de una gavilla de hijos desobedientes, perpetrado en la madruga de ayer.

El acto delictivo viene ocurriendo desde hace meses, y lo vienen padeciendo diferentes regiones de Hidalgo. Pero las autoridades siempre andan despistadas y nunca le dan al clavo, pues confunden un roba pollos con un roba vacas. Según el informe de los gendarmes, como a la una y media de la mañana, tres integrantes de una familia dedicada a la compraventa de animales fueron asaltados por la carretera de Ciudad Sahagún, a la entrada de Zempoala. Dijo una de las víctimas, que fueron tres los bandidos y homicidas quienes escaparon en un automóvil, al parecer Chrysler oscuro.

Se apoderaron de una camioneta con remolque donde llevaban 6 toros, la cual conducía la víctima, de 35 años, vecino del rancho de Los Alacranes, que se encuentra en la comunidad de Amaque del municipio Mineral de la deshonra. Se explicó que los delincuentes fueron vistos a distancia por uno de los trabajadores que iba de escolta.

Los maleantes estaban empujando una camioneta oscura en la carretera a ciudad Sahagún. De momento se puso enfrente un mono y sin darles tiempo a montar en su caballo, les disparó a los ganaderos. Los cuatro homicidas se apoderaron del vehículo Pick up color vino, de 3 y media toneladas, donde llevaban en el remolque a los animales, y se pelaron de casquete por Zempoala.

Uno de los hermanos del fallecido acudió a Ciudad Sahagún para reportar lo sucedido y les solicitó apoyo, y de volada los uniformados implantaron un operativo y corrió la voz para que se unieran varias delegaciones regionales, lo mismo hicieron los policías municipales, sin resultado. Los buscaron por cielo, mar y tierra, debajo de las piedras, peinaron toda la zona, pero se les escaparon a pesar de que llevaban la camioneta con remolque y adentro, 6 toros. También dijeron los uniformados que los acompañantes de la víctima fueron golpeados; otra de las versiones de los familiares, es que otro resultó con un rozón de bala en la cholla, y otro si no se agacha, le pasa lo que al perico.

Al lugar del crimen se presentó el MP quien dio fe del cuerpo inerte de un hombre de 35 años, quien fue identificado legalmente, sobre el kilómetro 24 de la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún, jurisdicción de Zempoala. El resultado de la autopsia de ley arrojó como causa de muerte: anemia aguda secundaria a laceración de venas del pulmón izquierdo afectando al hígado, tórax y abdomen producido por un balazo. Los agentes investigadores andan tras las huellas del remolque y pronto se encontrarán a los toros, si es que no los venden para la corrida de la feria.

 

AUMENTA VIOLENCIA FAMILIAR

Ángela Pérez Ortiz con un ojo cerrado y otro de rendija, denunció a su viejo Antonio Cervantes Martínez ante las autoridades, que la golpeó. Declaró que se llevaban bien pero desde que anda de sancho, lo corrió de su casa porque es de ella. La mujer de 35 años, con domicilio en la calle de Chicago, colonia Francisco I. Madero de Tulancingo, comentó que habló con su marido y decidió que hay muere su relación; tiene 2 hijos, y ella buscará la forma de sacarlos adelante, pues ya no lo quiere por cuzco.

El viernes escuchó ruidos, los perros no dejaban de ladrar, era medianoche. Se levantó con mucho miedo, se asomó por la ventana, y era su marido que había forzado la chapa para entrar. La señora le dijo que se largara, pero Antonio se le fue encima jalándola de las greñas y dándole de madrazos. Sus hijos le gritaban a su papá que no le pegara; el hombre se quería vengar porque lo había corrido de su casa. La aventó a la cama, le rasgó la ropa queriendo darle para sus tunas delante de sus hijos. Los niños salieron llorando a pedir auxilio a sus vecinos, y uno de ellos llamó a la policía. El borracho se escapó llevándose 5 mil pesos que tenía la señora en la mesa, y un celular. La amenazó que la iba a matar. La señora lo conoce y es capaz de hacerlo, por eso, temerosa, fue a demandarlo.

 

JOSÉ MURIÓ MUY CONTENTO

Albino García López se cargaba una pena en el alma que sólo la mataba el alcohol. Encontró a su vieja con otro cuate, le puso una buena madriza, y se dedicó a chupar. Su nombre le había caído como anillo al dedo. “Ándale Albino, apúrate Albino”. Durante una semana completa, chupó y se murió. Vivía en la calle Atotonilco de la colonia Artículo 123, en Pachuca.

Se levantaba y chupaba, decía que la vida no vale nada, y se peló por broncoaspiración. Su tío Carlos López, declaró ante el Ministerio Público que su sobrino botella que veía, le daba en la madre. Su abuelita le pidió de favor al sobrino que se lo llevara a la Central de Autobuses y lo echara en un camión a Ciudad Sahagún, donde vive su vieja, que por ella tomaba porque le hiso de chivo los tamales. El muchacho lo quiso hacer pero su tío estaba muy tomado, las patas se le hacían de hilacho, y no lo pudo levantar.

Le dijo a su abuelita que mejor más tarde lo llevaba, pues iba a esperar a que se le bajara la briaga. Pasaron las horas y cuando fue por su tío, lo vio muy mal, lo recostó, llamó a la Cruz Roja y cuando llegaron, dijeron que no podían hacer nada porque se había muerto. Avisaron a las autoridades y dieron fe del cadáver, llevándolo al anfiteatro. Dijeron que no culparan a nadie de su muerte, como era chupador de corazón, él solito se dio en su jefa. Dijo su sobrino que murió contento.

 

LE ECHARON BOLA Y QUEDÓ MENSO

De Tulancingo trajeron al Hospital General de Pachuca a un joven todo madreado, quien no sabía ni cómo se llamaba, ni dónde se encontraba, de la madriza que le habían dado. Poco después que lo atendieron, volvió a la normalidad, y se acordó que se llamaba Mario Ramírez Ortiz, que tenía 19 años y que era de Tulancingo.

Dijo al Ministerio Público que fue a una discoteca a quitarse el estrés porque su jefa lo estaba cajeteando pidiéndole las calificaciones de la escuela, y salió a divertirse y se metió a “La Tormenta del Oeste”. No faltó con quién se aventara una cubeta, como había varias chicas, le entró a mover el bote, brincando como apache de tanto tamborazo, estaba muy contento.

Era de madrugada cuando salió, lo descontaron a la mala, fue un cuate que se llama Polo Cazares. Se levantó y se estaban aventando un cayito a mano limpia, cuando llegó su compañero de Polo, un güey que se llama Armando Islas San Juan, que los conoce muy bien porque ellos trabajan como vigilantes en la disco. Entre los dos se lo sonaron. Como pudo llegó a su casa, y no lo dejaban entrar pues iba hinchado de la cara, sangrando, todo lleno de chipotes. Les dijo a sus padres que era su hijo Mario, lo trajeron al Hospital General de Pachuca, y pide a las autoridades que detengan a sus agresores y le paguen las curaciones. Si en la escuela de calificación tenía cincos, ahora por no ir, le van a poner cero.

gatoseco98@yahoo.com.mx