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UN INFIERNO BONITO

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TRATÓ DE MATARSE Y LE FUE DE LA PATADA

Últimamente los suicidios han aumentado. Hay algunos que no logran su objetivo y quedan más amolados de lo que estaban. En el Estado de Hidalgo, en el municipio de Tula, la señora Juana Inés Solórzano, por una bronca que se aventó con su viejo borracho, trató de suicidarse tomando acido muriático.

 

No murió, pero quedó sin habla y una cicatriz en el pescuezo debido a la operación, que parece que la cosió un zapatero. Otro de los suicidas se aventó de una ventana de cuatro metros de altura, en el municipio de Real del Monte, para demostrarle a su vieja que lo hacía por su culpa; pero no le tocaba, cayó encima de un vecino que iba pasando y lo mató.

A él no le pasó nada, ahora está en el bote por asesinato culposo. Otro caso que les cuento fue hace unos días, una señora que estaba mala del coco, se aventó de cabeza en el puente de Río de las avenidas, no le pasó nada grave pero va a tener consecuencias, aunque dicen los médicos que con el madrazo se alivió de Esquizofrenia.

Esta es la historia, hubiera buscado otra forma, porque al que le toca le toca. Una mujer desesperada ya estaba hasta el gorro de la vida, se aventó del puente del Río de las avenidas, el cual es de unos ocho metros de altura, pero aterrizó milagrosamente sin conseguir lo que ella buscaba.

Esto sucedió el jueves 17 del presente mes en el Boulevard Javier Rojo Gómez, como a la una de la tarde. En esos momentos el organillero tocaba una de sus rolas, al verla dejó de tocar, se le pararon los pelos que hasta se le cayó la cachucha. Algunos automovilistas que circulaban al sur de la ciudad se detuvieron ocasionando una larga fila de curiosos, que preguntaban qué es lo que había pasado.

Yolanda Rangel García de 45 años de edad, enferma de esquizofrenia subió a la barda y ante la mirada de la gente se paró en la orilla, abrió los brazos y se aventó al vacío de una altura de ocho metros, dándose un ranazo en el pavimento, aunque cayó en el río que amortiguó un poco el madrazo.

No faltó quien diera la voz de alarma al 066, el operador solicitó el apoyo de los rescatistas. Atravesaron la ciudad haciendo un ruido de todos los diablos, las ambulancias, los bomberos y Protección Civil, que se asomaron a donde cayó y se escuchó una voz que dijo “Se está moviendo, vamos a sacarla”.

Rápidamente pusieron sus escaleras y descendieron, vieron el cuerpo de la mujer que estaba con la cola para arriba, pensaron que ya se había ido al valle de las calacas. Se juntó mucha gente, los agentes investigadores en lugar de darles una cooperación a los organilleros los interrogaban, para saber qué le había pasado. Les preguntaron que si ellos la habían aventado, el organillero y su ayudante, vestidos de color caqui, les contestaron que ellos estaban en lo suyo, de pronto vieron que se aventó un clavado; con todo respeto le tocaron las golondrinas porque pensaban que se había matado. El cuerpo fue sacado con el mayor cuidado, sujeto a una camilla, al ver que tenía los ojos abiertos le preguntaron cómo se llamaba y les dijo que Yolanda García Rangel, vecina de la calle de San Juan de los Lagos en el barrio de Palmitas, donde está el mural y hace unos días estuvo el presidente Peña.

Los socorristas dijeron que la mujer padece esquizofrenia y tenía una pierna chueca, pero no del golpe, si no que era una malformación de nacimiento, que de salud estaba bien, pero por las moscas se la iban a llevar al Hospital General, a ver si no la acaban de amolar. Comentaron que sufrió traumatismos en diferentes partes del cuerpo, pero les prometió que no volvería a aventarse.

La gente se fue desconcertada porque no le pasó nada, pero lo que la salvó fue un charco, le amortiguó que no cayera de cholla en alguna piedra. Llegaron los vecinos del mural de Palmitas, y como son famosos por su participación a que esa colonia resurgiera de la noche a la mañana porque pintaron sus casas, donde cayó la mujer le van a llamar “El Charco de las Ranas”.

 

VIOLENTO ROBO A UNA MUJER

Poco le duró el gusto porque lo atraparon los municipales. Un presunto carterista que venía actuando en Pachuca, en la zona de la colonia 5 de septiembre donde no hay policías, lo hacía con toda confianza y a las que se daban cuenta, las callaba dándoles de madrazos.

Esta vez se la peló, porque en forma violenta, y desesperado por que no le había caído nada, le dio matanga dijo la changa con su bolsa a una mujer. De acuerdo con el reporte de la policía, a las 9:30 de la mañana, por el número 066 fue solicitada de volada la presencia de la gendarmería en la calle de Parcela, en la colonia que ya les dije.

Llegó la policía, se bajaron de volada de su camioneta y unos testigos señalaron a un individuo que ya iba de pelada, le hicieron manita de puerco y otro de los gendarmes lo agarró muy fuerte del pantalón, y al jalonearse se rompió el botón, cayéndosele los pantalones. La mujer estaba que se la llevaba el tren, lo miraba y le decía de cosas queriéndolo despellejar vivo.

Les contó a los uniformados que iba a la tienda de abarrotes, cuando un sujeto le tapó el paso, le dio un gancho al hígado que la dobló y de las manos le arrebató su monedero, gritó tan fuerte que salieron los habitantes de la calle y llamaron a la policía.

La agraviada sin titubear les dijo que ese fue el mendigo que la golpeó y la robó, quitándole su bolsa que contenía tarjetas de departamento y de banco, sus identificaciones y 4 mil 600 pesos en efectivo. El ladrón dijo que no le robó nada, que era una chismosa… para no hacerla de tos, lo uniformados se lo llevaron al Ministerio Público para que lo esculcara el agente social, ya le habían buscado en las bolsas, pero luego se meten las cosas en medio de los calzones.

 

UNA MUJER PROVOCÓ UN CHOQUE

Cuatro personas resultaron lesionadas. Una joven conductora que circulaba a gran velocidad, agarrando el volante con las dos manos y mirando hacia el frente, no le dio tiempo de meter el freno y se estampó con una camioneta tipo Van. Las personas lesionadas fueron trasladas a diferentes hospitales.

Los hechos ocurrieron la noche después del grito de independencia, la responsable del accidente se llama Eva Hernández de 22 años de edad, conducía un Ford Focus, placas de circulación 804-PBV del Distrito Federal, dijeron los agentes de tránsito que manejaba en estado de ebriedad, porque tenía aliento a marranilla.

Algunos de los testigos dijeron a la policía que la mujer manejaba como alma que lleva el diablo, sobre la avenida 21 de marzo. Al llegar a la calle de Galeana le salió de momento la camioneta, y como el piso estaba mojado, al pisar el freno no respondió y “bolas”; comentó que el choque fue inevitable, porque después de darle el golpe a la unidad se fue de filo contra un poste.

Otro de los testigos dijo que la vieja iba peda, porque al bajarse del automóvil se iba de un lado a otro, luego bajaba las manos para equilibrarse, parecía que andaba agarrando pollos. Se la llevaron al bote, mientras que los dos vehículos fueron llevados al corralón, mientras los peritos hacían sus dibujos para saber quién tuvo la razón.

 

UN NIÑO FUE ATROPELLADO EN SU BICI

Un niño de 6 años de edad, resultó lesionado y muy espantado, se le saltaron los ojos y se puso más amarillo que un chale. Se lo llevó de corbata la conductora de una camioneta de lujo, no lo vio cuando se atravesó.

El accidente ocurrió en las calles de Felipe Vargas y Justino Fernández, de la colonia La escondida, en el municipio de Tulancingo Hidalgo. Tirado en el piso, junto a su bicicleta que quedó toda desmadrada, estaba el chavo. Pasó por ahí muy nerviosa una mujer de nombre Dioneris Vargas, que es la mamá del muchachito, se metió entre la bola de los que estaban de mirones, y fue grande tan sorpresa que por poco y para las patas, sólo gritó “Es mi hijo”.

Los presentes la auxiliaron, y le dijeron palabras de aliento, para que no diera el mulazo, de que su hijo estaba bien. Le decían que no se preocupara, que sólo estaban esperando a la policía de tránsito, que ya se había tardado, parecía que venían de rodillas. A lo lejos se escucharon la sirena de la ambulancia y las luces de los gendarmes, que llegaron preguntando qué pez.

Al ver a la mujer que estaba inconsolable y daba gritos como la llorona, le preguntaron qué es lo que había pasado, les contó que tenía minutos de que lo había mandado a un mandado a la tienda cercana, vio que se montó en su bicicleta. Como se había tardado lo fue a buscar, pero lo encontró atropellado.

Les dijo que no perdieran tiempo, que lo llevaron a un sanatorio, a algún hospital antes de que se enfriara. A Berenice Islas la tenía detenida la policía, era la conductora de la unidad Volkswaguwen Croossfox, con placas de circulación HMN-9654, dijo que ella circulaba normalmente por la calle de Felipe Vargas, al pasar por el cruce de Justino Fernández, comentó que vio pasar una camioneta colectiva, ella reanudó su marcha para pasarla porque luego se paran a donde se les antoja, subiendo y bajando pasaje. De momento escuchó un golpe, luego gritos y chillidos, detuvo la marcha y por el espejo retrovisor, observó que unas personas estaban auxiliando a un menor, y la bicicleta la llevaba atorada debajo de la camioneta.

Al ver que ella era la culpable de lo sucedido, le comenzó a dar una crisis nerviosa, los agentes viales la controlaron para que se calmara.

Por las evidencias encontradas en el sitio del percance, todo indica que la conductora ni siquiera se dio cuenta que se llevó de corbata al niño, que estuvo a punto de perder su pequeña vida. Como la señora estaba bien buena, los agentes de tránsito la ayudaron, diciendo que en ocasiones como esta, los padres o madres de familia pueden ser los culpables de las tragedias, no piensan en el peligro al que exponen a sus hijos mandándolos a un mandado en bicicleta, que hay que ponerse las pilas.

Al menor lo mandaron a una clínica especializada, y la mujer hizo un convenio con la madre del niño, ella se hacía cargo de pagarle todos los gastos de tal manera que quedara como nuevo. Que le iba a comprar una bicicleta nueva, pintada de fosforescente para que al menos se notara que por ahí va un enano.

gatoseco98@yahoo.com.mx