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UN INFIERNO BONITO

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COMO SE ACERCAN LAS ELECIONES

Se roban 80 borregos y los policías se hicieron de la vista gorda, someten a un pastor que iba con su rebaño a llevarlo hacer la meme, eso sucedió en Singuilucan Hidalgo, el robo fue denunciado por el dueño, José Francisco Vargas, que del susto que le dieron, le ganó en los calzones.

 

            Dijo al Ministerio Público de Tulancingo Hidalgo, que él ya está viejito, al caminar le duelen las patas y riega mucha polilla, trabaja en el Rancho Grande, que se encuentra en la colonia “Las Glorias”.

            Con mucho trabajo pudo contarle al Agente Social, muy asustado la pesadilla que vivió en el fondo del infierno, que le vio la cola al diablo. Dijo que de momento le cayó el chahuistle, iban varios hombres vestidos de chamarra roja, y dos de ellos le pusieron una pistola en la cholla, y le dijeron que no gritara porque se lo echaban al plato.

            El se quiso defender y se le puso al brinco, pero lo calmaron dándole un cachazo con la pistola en su pelona, le ordenaron que se estuviera quieto, que se iban a llevar a los borregos para que votaran en las elecciones, y los subieron a una camioneta. Cuando se llenó fueron por otra, dijeron que su partido tenia que ganar a como diera lugar, y para que el no tuviera Pez que les dijera que vino la familia de los 43 desaparecidos y los encapuchados se los llevaron.

            Se fueron, lo dejaron amarrado de las patas y de las manos, lo cargaron y lo aventaron en una zanja, le costó mucho trabajo para desatarse porque le echaron nudos ciegos. Le dolía la cholla por el madrazo que le habían dado, le hicieron un agujero grande, que se le estaban saliendo las ideas.

            Al salir de la zanja, encontró a una yegua que estaba ensillada, se monto y corrió como el llanero solitario hasta la casa de su sobrino, Marcos Islas, que le contó lo que le había pasado, les mentó la madre y dijo que se imaginaba de que eran de un partido político, regresaron al rancho pero no encontraron a ningún borrego, que son de la raza Sulfa, o también los conocen como los cara negra.

            Pero no solo se robaron a los animales sino que también dos motosierras, una escopetas calibre 16 y un freno para caballo, sus ahorros que guardaba debajo del colchón, el señor acompañado de su pariente fueron a poner la demanda, denunciando el robo de los borregos y lo que les dije, les dijo el señor que por favor agarraran a los ladrones y los ponga tras las rejas, porque también se llevaron su lana.

            Cuando regresaban en la carretera, encontraron una camioneta patrulla, llena de gendarmes y les dijo, Marcos, que el es sobrino del señor a quien acaban de robar 80 borregos, que si no los vieron.

            El comandante les contestó que no, en el camino no vieron nada, que cuando fue su tío José Francisco, le dijo que hacia como media hora, y se fueron por el camino donde ellos vienen, les volvió a decir que no y que no podían llevar al hospital al señor porque iban a una emergencia, y dieron el arrancón que espantaron a la yegua, que tiró al viejito.

 

MATANGA DIJO LA CHANGA CON SU CELULAR

Se soltaron los ladrones con una nueva modalidad de arrebatarles los celulares a las jovencitas y jovencitos, y “vieja el último” se echan a correr, dejando a la muchacha con la boca abierta señalando con el dedo al ladrón, unas gritan, lloran y otros lo persiguen hasta donde va.

            Dolores García Valencia, de 17 años de edad, estaba sentada en el escalón del lado norte del Reloj monumental, cerca de kiosco. Le estaba hablando a su chancludo porque sus ojos se le hacían como de borrego y sonreía haciendo muecas con la boca, de pronto paso por ahí un muchacho desarrapado y le dio el jalón al celular, que por poco y le arranca la oreja. Se fue corriendo por la calle de Allende, la muchacha corrió por la calle de Zaragoza y lo topó en la esquina, frente al templo metodista, le dio una patada en los bajos que el muchacho se revolcaba como burro contento, la joven le metió la mano en la bolsa del pantalón y le sacó el celular delante de toda la gente que espera la combi.

            Pasó un a patrulla y una señora la paró y acuso a la menor que le había robado celular al muchacho que estaba sentado en la banqueta, que no se dejaba de sobar donde el pegó, los policías municipales se bajaron de la patrulla, la agarraron y la querían subir a la camioneta, ella les decía que él fue quien se lo quitó. Fueron por el ladrón y se lo llevaron a la Atención Temprana, anotando en el expediente lo que pasó.

            Le preguntaron cómo se llamaba, cuántos años tenia, les contó que se quedó de ver con su novio, Felipe, el domingo para ir al parque a las 12 del medio día, como no estaba en el lugar donde quedaron, ella le llamó, le estaba explicando que tuvo un problema y se lo estaba contando cuando pasó el tipo y le dio el jalón con su celular, y se echó a correr, pero ella le cortó la vuelta y lo alcanzó y se lo quitó.

            El ladrón, que no decimos cómo se llama porque puede ser inocente, dijo que ese celular era suyo, y que la muchacha se lo robó, y como la señora vio todo lo que pasó, se la llevaron como testigo. Explicó que estaba esperando su combi para ir al seguro cuando vio a la muchacha, que le dio una patada en los bajos que hasta lo hizo respingar, pobre joven hasta las lágrimas se le salieron, y se movía de un lado a otro sobándose a dos manos.

            Los policías tardaron en decidir junto con el juez conciliador, que ya había dado la orden de que Dolores se quedara encerrada y que el acusado quedara libre como el viento. En esos momento llegó otro joven que dijo que era el prometido de la adolescente, y le contaron cómo había estado la movida, el novio le preguntó al muchacho ladrón, que si era suyo, y dijo que si.

            Le dijo que cual era su número del celular que la había robado su chamaca y a qué horas había llamado a Felipe. Al no saber contestar dijo que el se lo había arrebatado, que le otorgara la ley del perdón, porque con la patada que le dio se le habían hinchado como de avestruz, pero la joven le dijo que no, que llamara a su madre para que se los sobara, el novio enojado les dijo a los Cuicos que se fijaran cómo estaban las cosas, que gracias a Dios llegó en el momento en que iban a encerrar al amor de su amores, y la salvó la campana.

            Poco después llegó la policía con otro cuate que había hecho lo mismo de robar celulares en la colonia Piracantos de Pachuca. Esta es la nota: en los momentos que despojaban a dos jovencitos que caminaban a espaldas de la secundaria Técnica número 40, en la colonia que ya les dije, la presencia de la policía municipal los quiso agarrar, uno escapó, y al otro sí se lo amolaron.

            Dijo el comandante, de la Gendarmería municipal, que cuando hacían su recorrido de seguridad en ese sector, detectaron a un grupo de jóvenes en la parte posterior de la escuela, sobre la calle Dac Dosel de la colonia Piracantos, al ver que llegó la policía se hicieron señas y uno de ellos comenzó a correr, los cuicos lo persiguieron en la camioneta patrulla, sin perderlo de vista lo alcanzaron como a unos 200 metros, lo regresaron donde estaban los estudiantes golpeados.

            Dijeron que el que se echó a correr agredió a la mala a dos que iban saliendo de la escuela y les quitó sus celulares que llevaban escondidos en la bolsa trasera, muy cerquita al corazón. Los muchachos que fueron golpeados lo reconocieron y dijeron que ese fue el que los había robado. Lo pasaron a la báscula y le sacaron del bolsillo los dos celulares, que dijeron las víctimas que eran suyos.

            Al saber quien era, no decimos su nombre porque puede ser inocente, pero fue trasladado al área Especializada para menores, los oficiales le leyeron la Biblia y los derechos que tienen para su detención, le explicaron el motivo de su intervención y quedó a disposición de las autoridades correspondientes.

 

SE LOS LLEVARON AL BAILE

Hubo de todo, balazos, madrazos, golpes, patada y manazos, esto fue en un tradicional baile de feria de La Virgen de la Candelaria, todos estaban que le echaban Candela, cada quien movía las nalgas como querían, otros empinaban el codo a su gusto.

            Ya había terminado el baile, algunos pedían que los músicos trompa de hule, les echaran la ultima, y por el otro lado los borrachos pidan la caminera, cuando de pronto se escucharon balazos, vieron con miedo, terror, espanto, que un hombre cayó levantando la patas, y cada quien corrió buscando protegerse. Algunos por las mosca se tiraron pecho tierra. Esto que les voy a contar sucedió en Poxindeje, de la comunidad de San Salvador, donde la balas pasaban rozándoles las orejas, otros si no se agachan le pasa lo que al perico.

            Los policías municipales armaron su trinchera y se aventaban de plomazos con un grupo de asistentes, todo sucedió en la madrugada del domingo en le centro del pueblo donde se organizo la gran fiesta anual religiosa, que se le conoce cono la feria de la semilla, todo había estado a toda madre, juegos mecánicos, donde los campesinos, que no tienen caballos, se subían a los caballitos.

            A la rueda de la fortuna, los carritos para los chamacos, el juego de las canicas, y no falto “dónde quedó la bolita” ;se habían celebrado varios misa a la Virgen de la Candelaria, la gente llevó a sus niños Dios para que lo bendijeran, vendían los antojitos mexicanos y cada quien chupaba de acuerdo al alcance de su bolsillos; porque había muchos, que ya los había tirado el pulque, el famoso curado de mango, que quien lo toma comienza a bailar como chango.

            Mucha gente se retiró para ir hacer la meme porque eran las 11 de la noche, los puestos de artesanías, de ropa y de tocho morocho comenzaban a cerrar y comenzaba el bailongo, estaba a reventar con lasl mejores orquestas, las parejas, cada quien bailaba sacando su pasos de lujo, aunque había unos indios que le entraban al corrido aventando caballazos a lo loco, pero todos estaba contentos, no había Pez.

            Pero a las tres de la mañana del domingo, daban por terminado el baile, cuando se soltaron los madrazos de los borrachos, un hombre estaba tirado porque le habían dado con una silla en la cholla, se armaron los madrazos y entró la policía agarrando su macana, y comenzaron a repartir, calmando a los rijosos. Para evitar broncas se llevaron a los peleoneros, uno de ellos, que fue identificado y dijeron que era del Estado de Guerrero, que andaba buscando a los 43 desaparecidos.

            Algunas personas reaccionaron de inmediato para defender a aquel hombre para que no se lo llevaron a las mazmorras, no era justo con tanto frío que hacia, quedara encerrado. Comenzaron a jalarlo para quietárselo a la gendarmería del pueblo, que ya lo llevaba esposado y golpeado, porque estaba utilizando la violencia los policías de la municipal, se pusieron al brinco con los defensores, y algunos para apantallarlos cortaron cartucho en su escopeta.

            Formaron una rueda y echaron al detenido en medio, que en un principio se pensó que iban a jugar a la rueda de San Miguel, donde todos tienen su caja de miel,

Pero de pronto se soltó una balacera y todos gritaron “Vieja el último”, los uniformados se pusieron en forma de tirar en pie, algunos hincados mirando para todos lados, con el dedo en el gatillo para contestar los balazos. Los policías que tiene muy bien olfato, se dieron cuenta que los disparos fueron en el salón de baile, dejaron al detenido y corrieron al lugar asomando la cholla buscando a ver si no había un francotirador, pero en el salón había dos cuerpos tirados en el piso mirando al techo con los brazos en cruz.

            Llamaron por radio al comandante de guardia que les mandó una ambulancia para que se llavera a los heridos, pero uno ya se había ido al valle de las calacas y el otro estaba herido, se escuchó decir por un vecino del pueblo que se retaron a un duelo como lo hacían los grandes vaqueros de oeste. El muerto se llamaba Diego Michel, Alamilla, de 22 años, vecino de Bocaja, perteneciente a San Salvador le dieron un plomazo a boca de jarro.

            A la ambulancia se le acabo la gasolina y se lo llevaron en una de los bomberos que circulaba por el lugar, pero se les murió en el camino. Tuvieron que detenerse y pidieron auxilio para que fuera avisar al agente del ministerio público o a la atención temprana, que estaba amaneciendo, para que fuera a dar fe porque ya se había pelado de casquete.

            Llegó el Agente social de Actopan, y sin dejar de dar el banderazo de ley, comenzó a dar fe al cadáver y comenzaron la investigaciones, pero no había testigos, el pueblo donde hacia un rato estaba que reventar de gente solo permanecía unos perros en el lugar; no había nadie, parce que se los había tragado al tierra, los agentes preguntaban a los uniformados qué es lo que había pasado y los policías se los quedan mirando haciendo la boca de chancla y metiendo al cabeza y subiendo los hombros como diciendo “Sepa la bola”.

            Mientras por otro lado el lesionado fue identificado como Germán Daniel Pérez, de 36 años de edad, y para evitar broncas los mismos policías lo trasladaron al Hospital Regional de Actopan para rápida atención médica. Dijeron los médicos que su situación estaba cañón porque tenia una bala en las costillas, que estaba perrón sacársela, Al cierre de la nota, el reporte medico dijo que su estado estaba de la patada, recomendó a su familiares, que le rezaran a la Virgen de la Candelaria, pidiéndole que lo aliviara, para que el año que viene fuera armar sus desmadres en su fiesta. Las investigaciones de los agente comenzaron pero nadie les supo decir qué fue lo que pasó, por qué se pelearon si la bronca estaba afuera, y todo quedó como dijo el Monje Moco, nadie sabe nadie supo.

gatoseco98@yahoo.com.mx