ASESINARON A UNA SEÑORA PARA ROBARLE
Los ladrones se la echaron al plato para robarle el dinero que le pagaba Pemex por rentarle un terreno donde pasa un gasoducto. Además abusaron de ella, la violaron varias veces, hasta que se cansaron.
Cuatro meses después los cuatro mendigos fueron detenidos por la Coordinación de Investigación. Se sabe que asfixiaron a la víctima en su cama, le cayeron en el momento en que estaba haciendo la meme. Después de hacer lo que les dije, buscaron en todos los rincones de la casa y de su tienda, el dinero que guardaba debajo de su almohada. Sucedió el 12 de marzo a las 11 de la noche en la comunidad de Coyocala, municipio de Tlahuiltepa.
El Ministerio Público, peritos e investigadores de la jurisdicción de Molango, tomaron conocimiento del hallazgo del cadáver de la mujer de la tercera edad, que estaba en estado de descomposición. Los peritos dijeron que la víctima fue asfixiada con una bufanda, le envolvieron la cabeza y le ataron con nudos, tapándole la boca para que no gritara. En la casa y en la tienda de abarrotes había evidencias de que saquearon, lo cual se convirtió en línea de investigación.
Se llamaba Crescenciana Otero Delgado, de 78 años, quien había hablado por teléfono con su hijo Mauro Méndez Otero el lunes 10 de marzo, en la noche. Él la llamó desde su domicilio para preguntarle cómo estaba de salud, y le contestó que muy bien.
Fueron detenidos Luciano Martínez Franco, Maximino Martínez Ferrer, Jaime Martínez Otero y el cabecilla de la banda, Hilario Simón Bautista, quienes confesaron que fue un robo planeado, y se reunieron el lunes 10 de marzo para llevarlo a cabo.
Luciano cortó la energía eléctrica de la calle para que no los vieran los vecinos, mientras que Maximino se brincó la barda para meterse a la casa y les abrió la puerta de la calle a Hilario, mejor conocido en el bajo mundo como “El Chano”, Jaime y Luciano, quienes entraron como a las 11 y feria de la noche.
Le taparon la cara con una almohada, le ataron las manos y pies con cinta canela; la señora forcejeó porque la atacaron sexualmente los cuatro, antes de robarla.
Dijeron que encontraron una pistola, tipo ametralladora, calibre 22, que se la quedó Luciano y le dio un burro a Máximo para que quedara contento. Los cuatro infelices escaparon rumbo al Centro de Salud de la comunidad de Coyacala, repartiéndose el dinero. Ya fueron puestos a disposición del MP.
LE CAYERON EN LA MOVIDA A UN LADRÓN
Los dueños de la vivienda pidieron auxilio a la policía, siendo capturado con las manos en la masa; lo encontraron adentro de la vivienda del fraccionamiento Lomas Residencial Pachuca, nada más que le echaron mucha crema a sus tacos, porque hicieron un operativo juntos, con la gendarmería de 7 municipios, y la gente pensó que habían encontrad al “Chapo” al ver tanto uniformado que andaban como jicotes dando vieltas, y habían rodeado todo el fraccionamiento, tapando la salida. Eso fue la noche del viernes, o sea la madrugada del sábado. Patrullas, motocicletas, coches de agentes de investigación, armando un escándalo de todos los diablos.
De nueva cuenta se asociaron los uniformados de los municipios que conforman la Zona Metropolitana de Pachuca. Se aplicó el operativo y dio resultado, pues agarraron a un ladrón de casas, que le andaban pisando los talones, dejaron que se dorara y cuando menos lo pensó, cayeron los uniformados como aboneros en quincena. Es un sujeto de 40 años, originario del Distrito Federal, quien se metió a un domicilio en el fraccionamiento que ya les dije. Los habitantes al verlo se espantaron y en lugar de sacarlo a madrazos, llamaron a los uniformados.
Cuando llegaron lo apañaron y apestaba a madres, le salía por el hocico el olor característico a aguardiente. Ya se les había pelado, corría de un lugar a otro dentro de la casa para que no agarraran. Cuando intentaba brincar una barda de la vivienda, lo jalaron con fuerza, que le bajaron los pantalones con todo y calzones hasta las rodillas.
No podemos decir su nombre porque a lo mejor puede ser inocente, se equivocó de casa, de todos modos, por el reglamento de ley que tiene dentro de la gendarmería nacional (perdón)… dentro de la gendarmería de una sola policía, lo pasaron a la báscula, y se le encontró un teléfono celular en el bolsillo derecho del pantalón, que ya se lo habían subido, el aparato fue reconocido por una persona afectada, como de su propiedad.
Además, en el interior de la casa, fueron localizados objetos de valor que ya había metido dentro de unas bolsas, listo para llevárselos. Los dueños llegaron y se espantaron al ver que estaban todos los uniformados. Salió una señora con crema, cuetes y bata, y les dijo a los comandantes que si buscaban al “Chapo”, ahorita ha de estar en su casa de Sinaloa, con su vieja. Le contestó que no, que vinieron por un ladrón, pero ya lo agarraron y se lo mostraron. Dijo la mujer que por eso perdieron tanto tiempo trayendo un escuadrón de uniformados, de todas clases, hasta con los nahuales de los municipios cargaron.
Cuando los uniformados se fueron, varios vecinos se quedaron platicando y uno de ellos dijo: “Se pasan de lanzas, traen a todo el personal, uniformado y armado, para agarrar a un ladrón que se llevaba un celular, o a la mejor están haciendo la finta de que andan buscando al “Chapo” y cuando lo agarren se van a parar el cuello diciendo que Hidalgo colaboró en su captura, pero están jodidos porque nunca lo agarraran”.
LOS POLICÍAS SE AVENTARON UN 10
A los popochas les pasó como al burro que tocó la flauta de chiripada. Agarraron a un ladrón que desvalijaba coches en el centro de la ciudad, había muchas quejas pero no daban con ellos, hasta que por fin lo lograron.
La señora Carmen Hernández llego barriéndose, como siempre, para dejar a su hija, a las 8 de la mañana, en el colegio, era el último día porque salían de vacaciones; como toda madre chismosa, se quedó a echar un cotorreo con otras que no tienen qué hacer. Estaban en pleno chisme cuando entró una mamá para decirle que ya le habían dado en la madre a su carro. La señora Carmen salió como loca, cuando lo vio se le doblaron las patas, el vidrio de atrás de su coche estaba roto; revisó y vio los cables colgando, le habían bajado el estéreo, Kenwood, que le había regalado su viejo el día de su santo. Estaba tan enojada que tenía los pelos parados, y decía, hablando en voz alta: “No puede ser. ¿Quién fue ese jicotillo? ¡Chin! ¿Ahora, qué hago?”.
Una de sus amigas que estaba dentro de su coche, le dijo que ella vio a un individuo dentro de su automóvil, pero no le dijo nada porque pensó que era su viejo, y como ella se estaba pintando la trompa, no le dio importancia. Pero después por el espejo, vio a un chaparro que llevaba algo en la mano, que escondió en su chamarra, y le señaló por dónde se fue.
Carmen hizo que se detuviera una patrulla y les explicó que la habían robado. El policía, por radio, dio aviso a sus colegas, y le contestaron que ya habían agarrado al ladrón, que por ir de baboso se tropezó, se cayó, botando el estéreo. El policía que estaba en la esquina de Matamoros lo detuvo y lo mandó a la Dirección General de Seguridad Publica. Se llevaron al coche y a Carmen, para que reconociera lo que le habían robado, y dijo que sí que ése era. Pidió que le pague los daños porque si no, su viejo se la va a surtir por descuidada.
DOS HERMANOS MADRIADOS
Sucedió en el Pueblo Mágico de Real del Monte. Andrés y Diego Lucas, de 51 y 36 años, sufrieron una madriza por parte de un loco borracho. Después de andar todo el día como calzón de mujer mala, pues maneja un taxi, a Diego se le antojó una cheve, e invitó a su carnal Andrés, que no lo despreció.
Compraron un cartón y se sentaron a la orilla de la banqueta, muy tranquilos, comenzaron a chupar. Pero como en estos tiempos un mexicano no chupa solo, se les acopló un mono que les dijo que si no le invitaban una, a lo que accedieron; pero se hizo el encajoso y no se separó hasta que no le dieron en la madre al cartón. Después le dijeron los hermanos que ahí se rompió una tasa y cada quien para su casa. El desconocido les dijo que no fueran gachos, que ya lo habían dejado picado, que le invitaran la caminera. Diego le dijo que por hoy todo estaba bien, que si quería seguir chupando que lo invitara el gobierno.
De momento recibió un botellazo en la frente, que la botella se rompió y con los vidrios que le quedaron en la mano, le cortó la cara Andrés, dejándole la marca del zorro. Al ver que estaban los dos hermanos tirados, el que les pegó se peló por la calle Miramón, en la colonia Felipe Ángeles. Diego miraba a su carnal, que le salía mucha sangre y estaba inconciente, no sabía qué hacer. Un vecino que le echó la mano, le dijo que llamara a la Cruz Roja, que ese güey que los madreó es un vicioso, que nada más anda de gorrita café, a ver a quién amuela. Se los llevaron al Hospital General, y Diego puso la demanda en contra del gorrón que los atacó nada más de pura onda.
QUIERE SEGUIR SIENDO SU NOVIA
La mujer es terca como una mula, se llama María López, andaba de novia de Cuauhtémoc Licona Sánchez, de 23 años. Se enojaron y él no la quiere ni ver, ella lo anda buscando para que regrese, pero “Temo” se amarra su calzón y le dice que no quiere seguir con ella. Que esas pulgas no brincan en su petate.
María le fue a caer en su negocio, que tiene en la calle de Narciso Mendoza 805.
Le dijo que es mejor que sigan de novios o de lo contrario le va a rajar la madre. Le dio una cachetada. Estuvieron alegando por horas y horas, y ella decía que sí, él decía que no.
María se acercó a una caja de herramientas, sacó un cúter y se cortó las venas de las muñecas; él trato de detenerla y se manchó de sangre; fue a llamar por teléfono a su mamá, doña María Pérez, y le dijo que su hija se había cortado las venas. La señora le contestó que a ella le valía madre, que si le pasaba algo a su hija, era mejor que se despidiera de este mundo, y le colgó.
Cuauhtémoc llamo al 066. Cuando llegaron, María les dijo a los policías que fue su novio quien la quería matar y le cortó las venas; él les juraba a los gendarmes que no, que ella sola lo hizo. Los policías se la llevaron al hospital y el otro a declarar. Cuando Cuauhtémoc estaba rindiendo su declaración, entró su padrastro de María, quien le echó ojos de pistola, y le dijo en la oreja: “Si le pasa algo a Maria, te mato”. Cuauhtémoc dijo al Ministerio Público, que ya lo había amenazado Gustavo Perlín, el padrastro de su ex, y que es capaz de cumplir, que mejor lo dejen una temporada en la cárcel mientras se calman las cosas.
SE ARMÓ LA BRONCA EN UN BAR
Una bronca estuvo a punto de terminar con todos los parranderos que estaban en un bar de Tulancingo. Solo a dos les sacaron las tripas con un cuchillo; sucedió a las 10 de la noche el domingo pasado, en el bar “Vikingos”, que se encuentra la céntrica calle Independencia, a unos cuantos pasos del Jardín Floresta.
De acuerdo los primeros informes, al calor de las copas, comenzó la discusión de unos borrachos que se encontraban chupando, se dijeron hasta de lo que se iban a morir, luego se mentaron la madre, se dieron de madrazos, unos sacaron un cuchillo y bolas, les sacan el menudo. Jorge Salinas, de 28 años, elemento de seguridad privada, quiso separar a los rijos, recibiendo una cuchillada en la panza.
El agresor fue identificado como Juan Ortiz. Se los llevaron a la Cruz Roja para su atención, y el rijoso al botiquín de Seguridad Pública municipal. Algunos vecinos comentaron que no es la primera vez que ocurre un escándalo; seguido se dan en la madre. Solicitaron a las autoridades que tomen cartas en el asunto, porque el centro de vicio se encuentra en el corazón de Tulancingo, y todos los que pasan están expuestos a que les den de madrazos.
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