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UN INFIERNO BONITO

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NECIO EN QUERER MATAR A SU VIEJA

María del Rosario Vázquez Hernández, mejor conocida en el bajo mundo como “La Chayo,” era muy trabajadora, andaba como hormiga por toda la casa, se movía de una lado a otro barriendo y trapeando. Quería tener su casa como el maestro limpio, pero era muy sufridora, recibía tres madrizas al día a manos de su viejo borracho que ya no la quiere, anda de Sancho. La señora investigó que tiene casa chica, y se la armó gacho a su viejo, pero mas valía no abrir el pico, porque la dejó con los ojos de cotorra.

 

            Toda hinchada que parece que retiene líquidos, y quedó atarantada por los madrazos que le acomodó porque le pegó en su cabeza. Por consejos de su jefa se dirigió a demandar a su marido ante las autoridades, y se compadecieron de ella cuando la vieron y lo metieron al bote por pegalón.

Quedó asentado en la carpeta de investigación, que desde ese mismo minuto Juan González, mejor conocido como “El Charro Negro”, quedaba expulsado de esa casa y tenía que ponerse a mano con una pensión dándoles 25 por ciento por cabeza para que comieran sus diez hijos.

Les dijo que no mamen, que para darles ese dinero le habían de dar un hueso de diputado, o de gendarme, y con las mordidas sacaba para el Chivo. El día de ayer por la mañana, Juanito salió de la mazmorra, su mamá, hizo una coperacha con toda su familia y acompletó para la multa, le dio consejos que se portara bien; le dijo que las autoridades, para dejarlo salir, cobraron una fianza de dólares, -ya se sabe que es amolando a la gente, para juntar el dinero que les falta para el Tuzobus, que ya se los chupó la bruja porque dijeron que estaría funcionando en el mes de mayo, también para arreglar el Jardín de Independencia y el del Charro-.

Se lo juró a su jefa y lo primero que hizo fue ir a ver a sus cuates, se metieron a una cantina “Las tres Guerras”, salió todo flameado y fue a visitar a su vieja por rajona. La señora, al verlo se espantó, gritó muy fuerte que el niño se cayó de la cama; la correteó y le alcanzó a dar un golpe en el lomo que sonó como tambora, apenas le dio tiempo de meterse al cuarto de los niños, que todos chillaban al mismo tiempo como la Sinfónica de Hidalgo.

Se encerró y abrazó a sus hijos como despidiéndose de ellos, porque de esta no se escapaba. Estaba rodeada de todos sus arañitas, al ver que su viejo borracho quería abrir a patadas, se quiso brincar por la ventana, que tenia seis metros de alto, les dijo a sus hijos que guardaran silencio.

Juan González, fue al cuarto de trebejos a buscar la carabina 30-30 que tenía años que se la regaló su abuelito cuando anduvo entre las bolas de Pancho Villa, la limpió y le metió un cartucho y la probó a ver su todavía funcionaba, se escucho la detonación, espantando a los vecinos que salieron con mucha precaución de sus casas.

Le metió la otra bala y se subió de puntitas, y se quedó como cazador con el ojo en la mira, sentado junto a la puerta apuntando; María del Rosario, que les hablaba en voz baja a sus hijos, les decía que se durmieran todos como se acomodaran, que iba a salir para llevarles comida, abrió la puerta lentamente, sacó la cabeza y miró a todos lados y sonó el disparo, la señora la metió a tiempo, si no, le pasa lo que al perico.

Enojado por su falla volvió a querer tirar la puerta, y le gritaba a su mujer que era mejor que saliera, de momento se escucharon las torretas de la policía, y pasos firmes que subían las escaleras y se le fueron encima. Los vecinos entraron y vieron a la señora que se bebía sus lágrimas, y no dejaba de temblar, mientras Juan forcejeaba con los policías que se lo querían llevar, lo desarmaron y con la macana le dieron en el coco que cayó al suelo, todo sangrado. Le dijeron a la señora tenía que ir a demandarlo por intento de asesinato, al Ministerio Publico.

Dejó los niños encargados y se presentó, y contó con detalle lo sucedido a las autoridades. Dijo que su viejo la quiere matar, la amenazó que le iba apretar el gañote y tenía preparada su escopeta, llevaba a otros cuates para desaparecerla, pensaban hacer una fosa y enterrarla en el patio. Pide que lo vuelvan a encerrar, porque conociéndolo es capaz de darle chicharrón. La mujer enojada les dijo que por qué lo dejaron salir si ya lo tenían.

Le contesto el Agente Social que fue una vieja a chillarle que lo dejara salir porque era único hijo, y como no se callaba el hocico le cobró una multa y salió libre; pero esta vez, como cometió un delito grave, en 72 horas lo manda a la grande.

 

SE ARMA UN DESMADRE EN LA COLONIA ÁVILA CAMACHO

Julio, de 18 años de edad, se aventó una madriza con Giovanni de 20, que ya se traían en la olla. Son de la misma colonia, se estaban dando hasta debajo de la lengua, al verse perdido Giovanni, sacó entre sus ropas una pistola calibre 22 y le apuntó, sonó una detonación y su contrincante cayó parando las patas.

            Giovanni, estaba acompañado de dos amigos, Abraham y Edgar, que le apuraban a que se fuera, de momento llegan los familaires y amigos de Julio y agarran a Giovanni, y entre todos le echan bola a patadas, jalones de pelos, golpes con el puño cerrado y lo dejan medio muerto.

Uno de los mirones llamó a la policía y a la Cruz Roja, la que llegó primero y se llevó a los dos en la misma ambulancia, al mismo hospital. Los amigos de Giovanni se suben en un coche Seat, y a toda velocidad se dieron a la fuga. En esos momentos llegan los granaderos, en la camioneta patrulla, bajándose con su carabina bajo el brazo, y les cuentan los testigos cómo estuvo la bronca, y les dicen que dos de sus amigos pelearon, del que aventó el plomazo calibre 22 se pelaron en un coche, dándoles santo y seña. Los preservativos (perdón) los preventivos,

implementaron el operativo de búsqueda y salieron disparados en busca del Seat, color amarillo. Los agarran en la avenida Madero, a la altura de la calle de No me Olvides, por el Hospital General de Pachuca, y les preguntan cómo se llaman y dicen que Abraham y su primo Edgar, de 31 y 26 años de edad; al ser revisado físicamente, le encuentran al primero dentro de una bolsa una pistola calibre 22.

Revisan dentro del automóvil y llevaban una pantalla de 7 pulgadas, marca Quantun Fx, color negro, una impresora HG modelo 2000, tres teléfonos celulares y 7 balones de futbol, marca Nike; fueron detenidos y llevados ante el Ministerio Publico con los objetos robados, y los pasaron ante los policías Investigadores, para saber quién fue quien hirió a Julio.

 

NO LE DIO TIEMPO DE CRUZAR EL BULEVAR

Apenas iba por la mitad, cuando le salió un coche a toda velocidad y lo agarró por la retaguardia que lo hizo volar como el Hombre Bala unos 20 metros hacia arriba, y al caer de cholla, se murió. Esto sucedió en el Bulevar Felipe Ángeles de Pachuca.

Eran como las 4 de la tarde con 20 minutos cuando perdió la vida.

Hasta el día de ayer no estaba identificado porque no llevaba en tres sus ropas ninguna identificación que permitiera su identidad y lugar de residencia; el automóvil que lo atropelló fue in Nissan Tsuru, color gris con matricula de Hidalgo, y el chofer fue identificado como Leopoldo, de 30 años de edad, que fue trasladado en el área de retención en la policía municipal de Pachuca; al conocerse el lamentable hecho, el personal del Ministerio Publico se presentó al lugar de los hechos e iniciaron la investigación de la carpeta correspondiente.

De acuerdo con las primeras investigaciones, el chofer del Nissan color gris por la velocidad que llevaba no le dio tiempo de frenar y se lo llevó de corbata, que el hombre, al volar por los aires, cayó de chirimoya, lo que provocó su muerte instantánea. Aun cuando llegaron los paramédicos y Protección Civil, no pudieron hacer nada; al principio se sabía que solo trató de atravesar el Bulevar frente a la plaza de Toros Vicente Segura. El atropellado permanece en calidad de desconocido en el Servicio Medico Forense de la Procuraduría General de Hidalgo. Por lo hechos únicamente solo se tiene estos datos: vestía pantalón azul camisa blanca y zapatos negros

 

RETÓ A GOLPES A LA POLICÍA

Julio Cesar, de 27 años de edad, por la fuerza, acomodándole la llave china, le quitó su celular a Mariano, de la colonia Santa Julia, quien espantado porque el ladrón llevaba en la mano un objeto filoso, se echó a correr sin mirar para atrás.

Le dijo al Agente del Ministerio Público, que muy cerca de la iglesia de La Asunción, un ladrón le quitó su celular, que se iba agarrar a madrazos con él, pero le sacó porque estaba armado. Les dio las señas: era un chaparro, gordo, con cara de maldito, y llevaba en la mano un cuchillo como de 30 centímetros.

De inmediato salieron los uniformados en busca del roba celulares, y cerca de la media noche, por Las Cajas, encontraron a un chaparro que llevaba en la mano unas tijeras. Le pararon el alto, los apantalló con las tijeras. Uno de los policías lo agarró por atrás, otro le quitó las tijeras y los aventaron a la camioneta. Se los llevaron a sus instalaciones, cabeceando los esperaba Mariano Elizaldi, a quien le devolvieron su celular y al ladrón lo metieron al bote.

Como ya era casi la una de la mañana, no encontró coche de sitio y se la aventó a golpe de calcetín; casi al llegar a su casa, por la calle de Galeana, lo agarró una patrulla, los policías lo subieron por andar de noche en calles oscuras, y además llevaba un celular. Les platicó la historia pero ellos no se lo creyeron, y se lo llevaron otra vez hasta la Policía Municipal, el Ministerio Público le pidió disculpas y le dijo que se fuera, pero Mariano mejor se quedó a dormir ahí, hasta que amaneciera. No fuera que otros güeyes se lo volvieran a llevar.

 

NOTAS CHIRRIS

 

ESCANDALIZAN EN VIA PÚBLICA DOS BORRACHOS

Humberto Rodríguez y Heriberto Rivas, iban hasta las chanclas de borrachos, así manejaba uno de ellos un automóvil con placas del Estado de Quintana Roo, en el Fraccionamiento PRI-Chacón. Estos dos borrachines fueron parados por los granaderos a la altura de la tienda Oxxo, en el municipio del Mineral de la Reforma, se dijo que los elementos se percataron que dos individuos estaban de escandalosos dentro de un automóvil Ford Escort, color verde con placas de circulación UTV-6728, al acercárseles se asomaron por el vidrio y estaban chupando muy contentos y se les encontró un pastillero con tres separadores y dos capsulas blancas, al parecer son pastillas Psicotrópicas y se los llevaron al bote donde se las verán negras con una autoridad competente.

 

ASALTARON A UN TAXISTA

Por un pelito de rana dos asaltantes se echaban a un taxista, lo salvó la campana y agarraron a dos de los que le querían sacar el menudo. Al chofer le dieron de piquetes y madrazos, fue llevado a una clínica para su atención. Dijeron las autoridades que el sábado por la mañana sobre la calle Tecali de la colonia Guadalupe en Tulancingo Hidalgo, los uniformados recibieron un llamado que había una riña, cuando llegaron encontraron al chofer agarrándose la panza para que no se le saliera el bofe, su esposa estaba loca, gritaba y señalaba por todos lados, y se le iba en puro chillar, pensaba que ya la habían dejado viuda; el herido pudo hablar y dijo que lo atacaron dos tipos que iban en una camioneta extranjera, era una Aeroestar y pudo grabarse el numero de placas, con estos datos los uniformados lo buscaron acompañados de muchos compañeros del taxista.

 

AGARRAN A OTROS PELA MONTES

Los Tecolotes de la policía Municipal de Zacualtipán Hidalgo, les cayeron como aboneros en quincena a dos talamontes que llevaban un cargamento de madera de todas especies y tamaños. Ignacio Martínez y Alfonso Martínez, de la comunidad de Tzincoatlan perteneciente a ese municipio se los llevaron al Ministerio Público Federal con todo y camioneta Ford de tres toneladas con placas de circulación HR-19565 color verde, que trasportaba 88 troncos de dos metros cada uno. Comentaron los detenidos que ya se iban para su casa, y en el camino se los encontraron y ni modo de dejarlos, por eso pasaron con tranquilidad ante la policía que estaba como retén en la carretera, dijo uno de los cuicos que es mentiroso y por decir mentiras le va apasar lo que a Pinocho, solo que en lugar de crecerles la nariz, le va crecer el hocico. Porque cuando los vieron sacaron un montos de billetes y se los daban, pero como son honrados les dirán de macanazos por cohecho.

 

SE INTOXICÓ CON HONGOS

La señora Nicolasa Hernández, de 53 años de edad, vecina de Loma Chica, en San Dionisio municipio de Acaxotitlan, se comió unos hongos, los preparó muy sabrosos, pero minutos después se revolcaba como tlaconeta cuando les echan sal. Fue atendida por una doctora que llegó a tiempo y le salvó el pellejo; comentó la profesionista que desde hace unas semanas han crecido por la región hongos venenosos, que se parecen a los que se pueden comer sin broncas. Hace un llamado a los que los vendan en las plazas, que tengan mucho cuidado porque son peligrosos. Comentó que antes de comérselos, primero se los den a su marido.

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