¡EL MELÓN SE COMIÓ LAS PLUMAS!
Dicen por ahí que a una niña de cuatro años la encontraron tirada a la entrada de su vivienda, tenía signos de asfixia y su padre estaba a un lado, colgado del pescuezo de un árbol en el patio de su casa, las autoridades piensan que fue el papá el que se la echó al plato y luego se fue a colgar del árbol. Para mí que alguien le quiere vender chiles al verdulero, pues mucha gente pide a las autoridades que investigue y no dé palos de ciego.
Todo esto que les cuento sucedió en el municipio de Tepeji del Rio, Hidalgo, en la localidad de San Buenaventura, como a las 5 de la mañana, antes de que cantara el gallo el domingo pasado, los gendarmes estatales estuvieron presentes, pero se les había hecho bolas el atole al ver a una niña tirada y a su jefe colgado, lo primero que pensaron fue que el padre de la chavita, de 46 años, la había matado y luego se colgó, para que no lo metieran al bote.
Pero nosotros vamos a hacer la lucha para desenredar la madeja.
Dijeron que uno de los vecinos, al ver tirada a la niña, en posición de firmes, se la llevó cargando a un consultorio de una farmacia y le dijo el doctor que ya se había ido a jugar con los angelitos panzones, porque ya no tenía signos vitales, se corrió el rumor como reguero de pólvora y según llegaron a la conclusión de que el padre había ahorcado a su hija y luego él se suicidó, sin embargo esta hipótesis será confirmada por las autoridades investigadoras, pues dijeron que ahí había gato encerrado, ¡qué no mamen!
El jefe de la policía aseguró que por su cuenta hará las investigaciones necesarias, hasta resolver el doble crimen y cuando agarren a los culpables los mandarán a que jueguen como los gatos chiquitos, con la cola de su madre, pero dentro de la cárcel. Prometieron que ellos buscarán a los culpables por cielo mar y tierra y no se dejarán engañar por nadie. La primera pista que seguirán tiene que ver con que el papá y la mamá están separados y cada fin de semana la niña se quedaba con el papá, mientras ella le daba vuelo a la hilacha.
UNA VIVIENDA QUEDÓ CARBONIZADA POR EL FUEGO
Esto sucedió en el poblado de Tepeapulco, Hidalgo; cuando sus habitantes vieron que salía humo con lumbre de una casa, todos se quedaron como el Lonje Moco, porque nadie sabe, nadie supo.
El incendio acabó con un 70% de la casa; primero entraron en acción los jóvenes y niños, que le hicieron de carro bombero, después los vecinos de la colonia 21 de julio y los elementos de la policía municipal con tierra para apagarla.
Los que se salvaron de morir achicharrados fueron dos adultos y un menor, que no se encontraban en la casa, por eso los salvó la campana, pero les echaron porras a los vecinos de la colonia, que con cubetas y botes de agua trataron de apagar el incendio, también los que metieron su cuchara fueron unos uniformados de tránsito de Ciudad Sahagún, que avisaron por medio de su radio al cuerpo de bomberos, quienes se fueran hechos la mocha al lugar donde se estaba quemando la casa.
También se utilizaron palas con tierra hasta que llegaron los bomberos, que agarrando su manguera en menos que les cuento, la apagaron, entraron con hachas en sus manos para ver si no había habitantes, pero sólo informaron que los muebles, las camas, ropa y todo lo demás se había quemado, sólo hallaron cenizas de la casa; cuando llegaron los habitantes y vieron lo que pasó, lloraron juntos culpando a la veladora que dejaron prendida y juraron ya no comprar ni una más.
LA POLICÍA LA SALVÓ DE SER LINCHADA
Una mujer que manejaba distraída se llevó de corbata a un motociclista, dándole un golpe que lo mandó hacia arriba, después de hacer el triple salto mortal y dando un fuerte “ranazo” que hasta levantó el polvo, varios vecinos que la vieron con esos ojos que se han de comer los gusanos, la agarraron y querían hacer justicia por su propia mano, la mujer, al ver que la tenían en rueda daba unos gritos que parecía que estaba pariendo cuates.
Esto sucedió en el municipio de Actopan, Hidalgo, un grupo de Yolotepec de la comunidad de Santiago de Anaya, jalaban a la mujer con el fin de llevarla a su terruño, los pobladores informaron a los policías que llegaron en su auxilio, que el automóvil, conducido por esa vieja, fue la que golpeó a su paisano en el crucero de semáforos, entre el libramiento vial de Actopan con la carretera México Laredo.
Al momento en que sucedió el golpe, un grupo de hombres le cayeron a la mujer como aboneros en quincena, la cosa se estaba poniendo color de hormiga, cuando la mujer, como si tuviera muchos calzones, les gritó que ella no les pagaba ni madres y que le hicieran como quisieran.
Eso les cayó como mentada de madre y el vehículo compacto color azul con placas para discapacitados, fue enganchado por una camioneta para jalarla y llevarla a su pueblo, pero también para llevarse a la mujer para enseñarla a manejar a punta de madrazos, o que se pusiera pareja, pagando los daños.
La mujer, se les puso al brinco y les gritó otra vez lo mismo: “ya les había dicho que no les pagaba ni madres, el motociclista se me atravesó”.
Fue cuando le dieron un jalón de greñas, que hasta le arrancaron un montón de pelos y le dijeron que ella se había pasado la luz roja.
Los policías, al ver que los indios estaban que echaban chispas y que a jalones se la querían llevar, actuaron.
Un grupo de policías la jalaba de un brazo y los inconformes del otro, a todo lo que daban, mientras que el accidentado tenía una lesión en el brazo derecho que se le había luxado y estaba raspado de todo el cuerpo. Parece que un caballo lo había arrastrado de frente, de lado y de cola, lloraba como niño chiquito.
En ese momento se les metió el diablo a los gendarmes y comenzaron a repartir golpes por todos lados, se quisieron llevar a la mujer junto con el coche y los pedazos de moto al corralón y todos con palos y piedras, se les aventaban como tirándole al negro. En un descuido de la policía, la mujer se pelo de casquete, le metió la pata al acelerador y los uniformados impidieron que la siguieran, pero algunos lo hicieron, unos a pata y otros en burro, pero no la alcanzaron.
SE CAYÓ AL CANAL CON TODO Y PATRULLA
Después de varios minutos de persecución,un ladrón que le había dado “matanga dijo la changa” a una señora con su bolsa, la mujer desistió de perseguirlo y mejor fue a poner su queja y mandaron a una pareja de uniformados municipales, ellos lograron detener la huida del varón que parece que estaba loco, les aventaba patín y trompón, por más que le daban de macanazos en la choya no se rendía, ni tampoco les daba los 50 mil pesos que le había robado a la quejosa, hasta que le llegó una patada en los bajos, que hizo que se revolcaba como burro contento, los policías lo dejaron, no le quisieron sobar el golpe y esperaron a que se calmara.
En un descuido, se levantó y se metió a la patrulla llevándosela, corriendo a todo lo que daba con el acelerador al fondo, los policías pidieron ayuda a sus compañeros de la comunidad de Texcatepec del municipio de Chilcuautla, Hidalgo.
Pidieron ayuda a sus compañeros, los subieron a otra y se juntaron más para darle alcance, pero sólo encontraron la patrulla con el número 08 volcada dentro del Río Tula.
Los policías se presentaron ante su comandante, para darle el parte de cómo estuvo todo, le comentaron que habían agarrado a un delincuente que había robado a una señora, cuando lo estaban interrogando el hombre se les puso al brinco y tuvieron que faulearlo, se revolcaba de dolor y cuando se distrajeron se subió en la patrulla y se arrancó, dejándolos; pidieron ayuda y cuando encontraron la patrulla estaba dentro del canal de aguas negras, llegaron los del personal de rescate, la sacaron pero ya no estaba el que se la llevó.
A los gendarmes los pusieron como lazo de cochino y quedaron arrestados.