POR UN PELITO DE RANA CALVA
En la madrugada del sábado pasado, un coche que corría a toda velocidad, por la calle de Guaymas en el fraccionamiento Colosio, gritando el piloto: “Háganse piojos, que ahí les va el peine”, de momento parpadeó y se fue de madre chocando contra un poste, al escuchar el ruido del madrazo, salieron los dueños de la casa y se persignaron diciendo: “Bendito sea Dios, si no es por el poste este güey se mete hasta la cocina”.
De momento escucharon las sirenas de las camionetas llenas de policías municipales, que en un momento la gente que estaba al pendiente pensaron que ya iban por la basura, porque ya no tienen dónde echarla. Después se llenó la avenida con otras patrullas de la policía estatal, sus hermanos, los de protección civil y los bomberos, se acercaron a ver qué es lo que había pasado, dentro del coche estaba un señor, sus quejidos daban miedo, era el chofer del coche chocado.
Tenía lesiones en la cervicales, porque estaba jorobadito y golpes de todas clases, parece que lo habían golpeado en algún barrio alto de Pachuca, fue atendido por los paramédicos, que lo enderezaron para que pudiera salir del coche, pero dijeron que no lo podían atender ni tampoco llevárselo a algún hospital.
Poco después llegaron otros policías y lo metieron a una ambulancia, en el camino les dijo que él iba manejando muy tranquilo, cuando de pronto sintió un fuerte golpe por la retaguardia, que hasta se le cayó el cuajo y ya no pudo frenar. Del golpe se hicieron cargo los policías del estado que retiraron el carro chocado y realizaron los peritajes correspondientes y le dijeron que lo iban a llevar al hospital, que el coche se lo iban a llevar al corralón, que estuviera tranquilo.
LA GENTE PROTESTA PORQUE HAY MUCHO POSTE
Pero desde ahora se dieron cuenta el por qué lo hicieron, como dice el dicho: “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, un automóvil se dio en la madre contra un poste de teléfonos, que se encuentra entre las calles Azteca y Tolteca de la colonia Guadalupe en Tulancingo, Hidalgo.
El golpe fue reportado como a las 7 y media; del madrazo que se escuchó hueco, salieron los vecinos a ver qu é pex y el coche estaba todo desmadrado del frente, que por poco le pasa lo que les cuento en la otra nota, igualito, hagan de cuenta que los choferes eran hermanos, llegaron los elementos de seguridad para auxiliarlo a los viajeros, pero al ver que no había nadie más que el chofer, lo bajaron de las greñas y lo subieron a la patrulla, llevándoselo al bote, porque no estaba herido, también se llevaron el coche al corralón, que había perdido la defensa sumiéndose un faro y el cofre, la empresa de Teléfonos de México, acompañó al herido y tenían orden de no dejarlo hasta que pagara los daños, porque si se meten los policías, se las hacen de cuento y se clavan lo del poste.
UN CARTERISTA FUE ATRAPADO
A este mono no se le fueran las patas, si no las manos y las metió donde no debía, pero les voy a contar cómo estuvo la movida. Atraparon a un carterista en las inmediaciones de la Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz, en la ciudad de Tulancingo, Hidalgo, de acuerdo con el reporte policiaco, dijo una señora que caminaba despacio acompañado de su viejo, mirando los aparadores, cuando sintió cosquillas y vio a un chango marango que le había metido la mano para sacarle su cartera.
Dijo que se dejó porque siempre lo hace así su marido, pero al ver que se trataba de un infeliz, gritó a todo pulmón, que hasta espantó a un agente de tránsito que se tiró pecho a tierra, pero dio la voz de alarma y se juntaron muchos de sus compañeros, que fueron en busca del ladrón, a quien lo pescaron y no lo soltaron de las greñas hasta que dieron el pitazo a los uniformados, diciéndoles que fueran, porque habían agarrado a un pez gordo.
Llegó un pelotón de uniformados, que rápido y velozmente lo metieron a la patrulla y hechos la mocha lo pasaron a la báscula, encontrándole la cartera, le dieron un golpe en el hocico por chismoso, por decirles que no había robado nada. Le entregaron el monedero a la mujer, que salió echándole madres al ratero y dijo que desde hoy en adelante se la iba a meter en el pecho, para cuando le metieran la mano, sintiera de volada.
SEBAN UN ASALTO CON LA AYUDA DEL C5I
Dos hombres fueron detenidos por los agentes, que les cayeron como aboneros en quincena y se los llevaron jalándolos a empujones, hasta meterlos a la patrulla y los pusieron frente el diablo mayor acusándolos de ratas del asfalto, principalmente a transportistas.
Los que les cuento sucedió en la comunidad de Villa de Juárez, municipio de Zimapán, donde reportaron que dos comerciantes que viajaban en una camioneta del Estado de México fueron detenidos por dos sujetos que se identificaron como agentes judiciales, advirtiéndoles que no hicieran nada, porque en cualquier movimiento los dejaban llenos de plomo.
Los desgraciados iban en un coche color rojo; sacaron sus pistolas y les dijeron “manos arriba, patas a la barriga, no chillen y den todo el dinero que traigan o a los dos les soltamos el tiro de gracia”. Uno de los asaltados se orinó en los pantalones del susto, los pasaron a la báscula y les sacaron 17 mil varos en efectivo.
Los ladrones se pelaron de casquete sin darles tiempo de mentarles la madre, pero uno de los asaltados traía en medio de sus calzones un celular y llamó rápido a los del 911, al enterarse los agentes, salieron como balas y en el lugar conocido como “Manzana Garabatos”, perteneciente a la localidad de Venustiano Carranza, encontraron a los dos raterillos, que en ese momento se bajaban del carro rojo, para volverse ojos de hormiga. Pero los alcanzaron y les dijeron “se paran o los fusilamos”, se les cerraron jugándose el cuero y al pararse les dijeron que salieran con las manos en alto, pues cualquier movimiento sospechoso los iban a desmadrar a balazos.
Ni pío dijeron, se bajaron con las manos en alto los ocupantes del coche, uno de ellos dijo yo soy Emiliano Zapata y el otro Pancho Villa; y les dieron con la pistola en la cholla por mamones, los pusieron contra la pared y les metieron la mano, encontrándoles los billetes por la cantidad que les dijeron, fueron ante el Ministerio Público; a los agentes les prometieron que el día del policía les iban a dar un diploma, por agarrar a dos tipos de cuidado y a ellos los va a mandar a la peni, porque según los expedientes han asaltado a muchos.
UNA MUJER SE FUE SIN DECIR ADIÓS, AL OTRO MUNDO
Fue encontrada en una humilde casa, según dijeron los vecinos, era una viejita como de la cuarta edad y vivía en ese cuarto solita, dijo uno de los socorristas que fue mejor que no tuviera a nadie, porque si la hubieran encontrado con un familiar, les cobra el municipio cerca de 20 mil pesos por enterrarla y ahí fue de gorra.
Lo que le cuento fue en la Cañada, colonia de Tulancingo, Hidalgo, donde acudieron los servicios de emergencia cuando les avisaron los habitantes del lugar, que era una señora muy grande, sabían que no tenía familia y ni perro que le ladrara, los vecinos le mandaban de comer o pan, pero esta vez que fueron la llamaron por su nombre: “Cuquita” al no contestar, se asomaron y estaba tiesa, fue cuando llamaron a las autoridades, que llegaron acompañados de todos sus estorbos, entre ellos los socorristas que dijeron que ya no había remedio, que la señora ya había estirado la pata.
Se retiraron y entro en acción la policía que gracias por su ayuda, pero ellos se hacían cargo de buscar al asesino.