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Un Infierno Bonito

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DECOMISAN 50 KILOS DE COHETES EN HUEJUTLA

El Municipio de Huejutla está señalado como un lugar muy importante por su cultura, su tradición sus fiestas de Xantolo, donde es visitado por grupos de turistas de todas partes incluyendo a los americanos, y como diríamos “sin música ni hay baile”, así sucede con estos monos, sin cohetes se rompe la tradición, es una municipio muy serio, que saben lo que hacen, y también las autoridades que no le hagan al cuento, saben que solo se venden cohetes grandes, que suben a lo alto y truenan, en todo el mes de noviembre de Todos los Santos, los cohetes son los más importantes, entre ellos, porque con sus truenos se avisan los vecinos, que viven lejos del pueblo, que ya pusieron su altar de muertos.

Por tal motivo dejan vender cohetes morados, palomas, busca pies, en rollos o sueltos, porque no ocasionan ni han ocasionado un accidente. Sin embargo el director de Protección Civil de aquel lugar, de nombre Fernando Castañeda, quiere sentirse muy nalga, y muy orgulloso ha informado que decomisaron 50 kilos de cohetes, pero no de los que suben, son de los que no causan daños solo espantan a los perros, ¡que no mame! Les voy a contar lo que en Pachuca, la capital minera que quieren cambiar por Pueblo Mágico, sucedió hace unos años.

El Director de Protección Civil, se puso en el mismo plan, sintiéndose Juan Camaney, y junto con varios uniformados se pusieron a decomisar cohetes en las afueras del mercado Primero de Mayo.
Los uniformados iban en fila india, amenazándolos sobándose la macana, otros la pistola, para ver quién era el valiente que vendiera cohetes en sus bigotes, de momento que salen todos los del mercado y sin decir agua va, que comienzan a repartir madrazos en la cabeza con un palo, que les sumía la gorra hasta las orejas. Todos los uniformados dijeron “vieja el último”, y corrieron a esconderse a la Presidencia Municipal,

Llegó un batallón de los estatales y les repitieron la misma dosis, hasta que hablaron los comandantes con el presidente del mercado, y fumaron la pipa de la paz. Hasta la fecha se siguen vendiendo cohetes a pesar de que habían dado orden del decomiso. Si los policías de Huejutla se creen la mamá de los pollitos, que vengan a decomisar los que se venden en Pachuca.
Ahí les va otra que dicen los mendigos, que los que pueden vender cohetes en Huejutla debe ser autorizado por el 84 Batallón de Infantería, el que se encuentra ubicado a las afueras del mirador donde no existe ningún domicilio particular o negocio y no hay comerciantes dedicados a la pirotécnica porque el cuartel, cuenta con agua suficiente extinguidores y mucha arena. Que allá si los pueden quemar, pero no a los soldados si no a los cohetes.

SE ESCAPO UN REO DE LA PENITENCIARÍA DE TULA
Cuando lo buscaron ya no estaba y les dijeron que se salió en la hora de visita. Se fue vestido de mujer por la puerta principal, dicen que iba bien peinado con una peluca, usando tacones, falda corta y meneando las teleras, eso hizo que los celadores no quitaran los ojos en aquella falsa mujer, pero vamos a ver como sucedió para que no le digan ni le cuenten porque a lo mejor le mienten.
Todo esto que ustedes van a leer sucedió la semana pasada en la hora de visita, como entran y salen los celadores, ni les quitan la vista a los visitantes, están a las vivas si las mujeres están buenas, buenotas, regulares o flacas.

Salió una mujer con minifalda, greñuda, pintarrajeda; caminaba como yegua fina, los celadores se codeaban y algunos decían: “está que se cae de buena”, al terminar la visita, tocaron la corneta para indicarles que la visita había terminado y cada chango a su mecate. Poco después ya que todos los presos estaba en su celda, buscaron a uno que estaba acusado de por los delitos de secuestro agravado, no estaba, dieron la alarma y comenzó la búsqueda, llamado al jefe de celadores, que porque se fue, porque se salió.

Les contestó que todos los visitantes y las visitantes salieron y no sabe cómo le hizo el buscado porque paso todas las pruebas, que se solicitan para salir entregando su pase y lo que les pide el sistema penitenciario de Hidalgo, por eso no les pidieron que se encuerara, y se salió como torero que cortó rabo y oreja porque salió por la puerta grande, aventando nalgazo de un lado a otro. Por ahí dijo uno de los vendedores, que salió una mujer que llamaba mucho la atención y como está mucho mejor que su vieja la siguió, pero se subió a un taxi; esto que les cuento fue el jueves por la tarde.

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado se ha quedado callada sin dar más información sobre lo que pasó, solo pide el apoyo de la población para que los ayude a buscar o den alguna seña por donde se fue, porque dicen que algunos se quemaron echándole un piropo: “Adios mamacita”. Dijeron los celadores del penal de Tula de Allende, que darán una recompensa de una buena lana siguiendo estos datos.

Se trata de un hombre de 31 años de edad, oriundo en Puebla de los Ángeles, pesa 71 kilos, complexión regular y como seña particular, tiene en el brazo un tatuaje de un Búho. Extraoficialmente se conoció que el hombre que estaba en el área de procesados desde el 12 de diciembre, logró salir del recinto con un disfraz de mujer ponedora. Algunas personas que visitaban a sus familiares dijeron que sí lo habían visto, pero no a él, sino a la vieja que tomó un coche y se fue rumbo a Soriana, también en el taxi iban dos viejas más.

Los corporaciones de policías andaban como las hormigas, chocando entre ellos con el fin de buscar al reo que se les peló, pero desde el día que se fue no han encontrado nada, ahí estaban bailado sus puestos de varios directores, por eso piden y ruegan que les échen la mano porque dijo el director del Cereso de Tula, que se quedarán en su celda hasta que lo encuentren. Algunos ya fueron a Puebla, pero solo encontraron puro camote que les trajeron por cajas a todos los celadores, como un recuerdo del día más importante de su vida.

Por último llamaron al jefe de celadores que estaban a la salida y esto fue lo que dijo: “la verdad jefe, yo siempre estoy buzo caperuzo, mirando cada una de las familias que salen, mujeres con niños, hombres con su mujer, pero nunca había visto a una vieja como la que se nos escapó, porque como hombre yo la encueré con la vista, pero si la hubiera encuerado bien, me hubiera llevado una sorpresa.