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Un Infierno Bonito

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ASALTANTES SON ATRAPADOS
En Tizayuca, un jovencito que no lee lo que está pasando en todos lados, salió de un cajero después de haber retirado nueve mil varos. Caminaba como la patita cuando le  cayeron los hampones, madreándolo y robándolo. Quedó paralizado del susto, y no le dio tiempo de gritar pidiendo auxilio. Se le cerró  el mundo y no supo qué hacer.

Varias personas que lo vieron, le avisaron a la policía, y juntos en un grupo, dentro de su camioneta patrulla, corrieron detrás de ellos. Esto que les estoy contando sucedió el viernes pasado en la avenida Juárez Sur, donde se encuentra el banco. Todo lo que pasó, se los paso al costo para que se pongan buzos y estén enterados que estamos llenos de ratones.
Sin que nadie lo acompañara, un joven entró al cajero como el Llanero Solitario, y salió muy campante rumbo a centro de la ciudad. Sin bajarse de la acera, metiendo sus manos en la bolsa, al pasar por la calle Ignacio Rodríguez Galván, pasaron dos sujetos que sin darle tiempo de nada, le propinaron un duro golpe que lo tumbó, y con gran agilidad, lo despojaron de la feria que había sacado.
En menos que canta un gallo, llegó la policía y al verlo que estaba muy amarillo, como chale, le preguntaron los gendarmes que le había pasado. Mientras que los asaltantes corrieron para subirse a un automóvil y pelarse del lugar, escapando por la avenida Juárez. Los guardianes y varias personas salieron como bala tras ellos. Para ayudar a la víctima, le dijeron que no tomara agua porque del el susto se volvería panzón.
A la altura de la Cruz Roja fueron interceptados los cacomixtles, que iban hechos la mocha en un automóvil en el que se fugaban. Al ver que los policías que ya les estaba pisando los talones, le metieron la pata, corriendo a gran velocidad, pero no les duró mucho el gusto, pues los pescaron. Los malandrines, uno de 29 años y el otro de 30, fueron bajados de su unidad de las greñas, preguntándoles cómo se llamaban. Contestaron que ellos no se habían pasado ningún alto. Les preguntaron a los uniformados el motivo por el cual se los llevaban.
Los uniformados no hablaron, parece que les habían comido la lengua los ratones; únicamente los metieron a la patrulla, haciéndoles manita de puerco, y los pusieron a disposición del Centro de  Atención Temprana, que antes se llamaba Ministerio Público, donde el agraviado interpuso su denuncia..
Los pasaron a la báscula y les sacaron los billetes, devolviéndoselos al afectado, a quien le recomendaron que se pusiera abusado, que cada que sacara cualquier cantidad de lana como esa, que fuera acompañado, porque están al tiro los maleantes en todos lados.

CAE LADRÓN QUE HUÍA EN BICI ROBADA
Esto sucedió en el municipio de Progreso de Obregón, cuando un ciclista corría como si estuviera en competencia, tocando su corneta para que nadie se le atravesara en su camino. Esto le cayó de extraño a los gendarmes, y lo corretearon en su patrulla, siendo detenido por la policía municipal,  preguntándole su nombre y cuántas hermanas tenía.
Cuando lo estaban interrogando para saber por qué corría a gran velocidad, llegaron varias personas con palos y piedras en la mano, con la lengua de fuera, pues los andaban correteando, ya que les dijeron a los cuicos, que ese hombre se había metido a una vecindad que se encuentra en la misma calle, pero varias cuadras atrás, allanó una casa y se robó varias cosas, entre ellas la bicicleta. Comentaron los gendarmes que ya tenían el reporte de varios vecinos de la calle de Emiliano Zapata, de la colonia centro y además se les hizo sospechoso porque el individuo iba en sentido contrario.
Después de tanto alegato, que no se les entendía nada porque tanto el ratero como los agraviados  hablaban al mismo tiempo, diciendo que es lo que pasó, explicó la parte afectada que estando en el baño, dos sujetos se introdujeron a su domicilio y se llevaron varios aparatos, entre ellos dos bicicletas, y una de ellas era la que llevaba el tipo al que pescaron.  Les explicó que lo habían dejado a pata de perro, pues también se llevaron sus zapatos. Dijo que un vecino se dio cuenta y dio la voz de alarma, y fue cuando la dueña de la casa llegó en ese momento y se percató del robo, gritando como loca a la policía.
La voz se corrió por el radio entre los gendarmes, que  ya lo tenían rodeado, y entre las calles vieron al cabecilla de la banda que le daba duro a los pedales, y fue cuando lo alcanzaron, le dieron varios macanazos para atarantarlo y que no se pelara, le quitaron la bicicleta y lo subieron a la patrulla, para ser puesto a disposición de las autoridades competentes, donde levantaron el acta y se quedó sujeto a investigación, mientras agarran a los demás, que no saben qué rumbo agarraron.

ROBAN COMERCIO; UNO MÁS
No cabe duda que los delitos no paran. Tres monos fueron detenidos por estar involucrados en un robo de un comercio en Tepeapulco. Pero mientras ellos van, la policía ya viene, y los apañaron por un pitazo que les dieron. Los estaban esperando con un operativo de la Policía Estatal, cuando detectaron un vehículo que corría como a 70 kilómetros donde hay un letrero que señala velocidad máxima de 30 kilómetros por hora; esto fue en la colonia Unidad Campesina, sobre la avenida Carlos Lazo.
En el lugar fueron identificados varios sujetos que haciéndose jorobaditos, se bajaron de un coche Sentra azul marino, con placas de Puebla. Intentaron abrir sin hacer ruido, una cortina de un negocio, sobre la avenida, caminando pegados a la pared, algunos echando aguas cada que a lo lejos venia un coche.
Así, ocultos, forzaron las cerraduras. Uno de ellos se metió a sacar los objetos y cuando regresaron al coche Sentra, les cayó la policía como aboneros en quincena, pues tenían rato de estarlos vigilando, y ellos lo que querían era caerles con las manos en la masa, porque luego niegan su responsabilidad y lloran para que los dejen salir. Pero esta vez se la pelaron, porque les cayeron con las manos en la masa, y fueron llevados a patadas, los metieron a la patrulla y los pusieron a disposición del Centro de Atención Temprana, aunque ya era tarde.

MODERNO CAÍN, LE DIO EN LA MADRE A SU CARNAL
En una acalorada discusión, uno de ellos mató al otro en el municipio de Acatlán. Pero vamos a ver qué fue lo que sucedió, para que no se quede con la curiosidad. Una persona fue asesinada por su hermano, sin pensar que habían salido de la misma madre, a imitación de Caín y Abel, en la comunidad de Lagunicatlán, municipio de Acatlán. La tragedia se suscitó alrededor del mediodía, cuando el Sol está a medio cielo.
Se sabe por varios testigos que estuvieron presentes, y si no se agachan les pasa lo que al perico, que los dos carnales alegaban un bisne, y fue subiendo de tono hasta que uno de ellos echó mano a la cintura, sacó una pistola y disparó sin compasión, cayendo el hermano más grande, parando las patas.
Al lugar de la bronca familiar llegaron los policías y peritos de la Procuraduría de Justicia en el Estado de Hidalgo, que iban con el fin de calmar la alegatas. Les informaron varios testigos que estaban de babosos, que el que disparó corrió hacia el monte, y que todos vieron, pero no saben por qué se pelearon. Se dijeron hasta de lo que se iban a morir. Eso sí, no se mentaron la madre porque son carnales. Los uniformados corrieron a buscar al asesino, pero no lo encontraron.

LE QUERÍAN VENDER CHILES AL VERDULERO
Comerciantes del municipio de Villa de Tezontepec acusaron ante las autoridades que varias personas se encontraban en el tianguis pagando con billetes falsos de 200 pesos, lo cual detectaron porque no sonaron las campanas, ni tampoco voló el águila real. Los tenderos avisaron a los tecolotes, que atraparon a los falsificadores y los entregaron a la policía.
Algunos más quisieron defraudarlos con billetes de 500 pesos, pero se la pelaron, y también se los llevaron al botiquín. Otros sí se pelaron.