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ALFIL NEGRO

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ESTO DE VIVIR…
Esto de vivir
Tiene su gracia,
Esto de ver pasar
Los días, meses y años,
De ver que El Niño
Se convierte en joven,
En hombre adulto,
Y si la vida alcanza
En anciano que avanza
Sin la fuerza del niño,

Con miles de recuerdos
De risas  y de llantos,
Tiene su gracia,
Así sin duda alguna…
 
Pararse en el camino
Y ver que mucha gente
Que Venía con nosotros,
Se fue un día cualquiera
Y sólo son recuerdos,
Mirar con gran nostalgia
Que se fueron los padres,
Aunque aquí muy adentro
Sentimos que se quedan.
 
Recordar con tristeza,
El corazón herido,
La marcha de algún hijo
Que se fue siendo niño,
Y nos dejó por siempre
Su mirada escondida,
Sus pasos titubeantes
Y su risa de cielo,
Vivir tiene su gracia …
 
Mirar como los hijos
Abandonan  el nido
Y vuelan por su cielo,
Aves fuertes y libres
Y quedamos en casa
Como empezó la historia,
La esposa como siempre
Hermosa, dulce y tierna
Otra vez como entonces
Cuando inició la senda
Que juntos caminamos
De sueños e ilusiones.
 
Los dos emocionados
cuando vinieron ellos,
Ellos nuestros pequeños,
Que vimos pequeñitos
Jugar con sus muñecos,
Vibrar el día de Reyes,
Y ella desvelada
Los días que se enfermaban
Y alegre y orgullosa
El primer día de clases.
 
Ahora que se han ido,
Quedan  esos recuerdos
Y fotos de los niños,
Los hombres de esta hora,
Que un día nos abrazaron
Para iniciar su vida
Y dejaron su casa,
Donde fueron las risas,
Los gritos, las canciones,
Para que inicien pronto
Su historia parecida…
Esto de vivir tiene su gracia…
 
Oír correr el viento,
Mirar caer la lluvia,
Rogar a Dios hincados
Cuando la vida aprieta,
Y no se ven caminos
Que nos den la respuesta,
Gritarle entre sollozos
Por un milagro santo
Y esperar confiados
Su mano de Maestro,
Y luego cuando llega
Su caricia amorosa,
De hinojos saludarlo
Que estamos en sus manos
Y agradecer alegres
Su presencia divina…
Vivir tiene su gracia.
 
Darse cuenta que el tiempo
Que pasa nos empuja
Al final de la meta
Y al adiós de la vida,
Y ver que este camino
Como comienza acaba,
Y soñar que podemos
En el momento fuerte,
Irnos con pasos quietos,
Que nadie se de cuenta,
Que sigan descansando
Que nadie se despierte,
Y rezar en silencio
Al Cristo del milagro
Y decir como él dijo
En la cruz del calvario
Cerrando nuestros ojos:
“Todo está consumado”,
Y pensar que la vida
Nuestra  vida sin duda
Bien que valió vivirse.