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UN INFIERNO BONITO

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YA ANDABAN TRAS SU HUESOS.

La policía les echÓ el guante, a peligrosos bandoleros, que en donde menos pensaron les saltó la liebre. Cinco peligrosos sujetos iban de pelada, cuando les cayó “La Tira”, viajaban armados con pistolas, un rifle con varios cartuchos y droga de la buena.

 

            A uno de ellos se lo llevó la calaca, como consecuencia de que se echó a la boca las metanfetaminas que llevaba para vender; al ver a los uniformados, para que no se las encontraran, le hicieron efecto y le tronaron las tripas. Se informó que las tropas de la Secretaría de Seguridad de Hidalgo, implementaron un operativo que les dio resultado. Les dio el pitazo la población del municipio de Atotonilco de Tula, que ya los tenía hasta el copete.

Fueron asegurados, Andrés García González, mejor conocido en el bajo mundo como “El Ensenada”, originario de Baja California; Ángel Ríos Castro, “El Pollo”, originario de Coahuila; Bryan Edgar Castelán García, “El Bocado”, originario de Iztapalapa, Distrito Federal; Jorge Terrazas Cervantes, “El Pelón”, y Oscar Islas Rojas, “El Güerito”. Estos dos monos son del Estado de México, con 28, 24, 18, 34, y 37, años respectivamente.

Los gendarmes los pararon cuando viajaban a toda velocidad, sin respetar las señales de tránsito, a bordo de las unidades, Ford Ranger, color gris placas de circulación MRV-1800; Volkswagen Pointer Blanco, con placas LYY-5847, y una motocicleta Itálica color negro. Parecía que iban echando carreras, pasándose los semáforos y rebasando a lo loco, sin importar lo que pasara, como si la carretera fuera suya.

Cuando los uniformados les pararon el alto, los tripulantes parece que se pusieron de acuerdo dieron el arrancón, metiéndole la pata a su unidades, fugándose, Los policías se montaron a la camioneta patrulla y se armó una persecución de pelos, en la pradera del municipio de Atotonilco de Tula Hidalgo. A los uniformados no les supieron ni a melón porque los alcanzaron fácil y rápido.

Siguiendo los protocoles de seguridad, y con la firme intervención de que no fueron sorprendidos por los delincuentes, bajaron a todos con las manos en alto para que los esculcaran. A Andrés García, se le encontró una pistola que llevaba clavada en la cintura, era marca Llama calibre 38 súper, abastecida con un cargador con 15 cartuchos listos para ser usados, calibre 9 milímetros.

A Bryan Edgar Castelán, también llevaba una arma clavada cerca de la cola, tipo revolver Smith & Weson con 10 cartuchos útiles, en tanto que Ángel Ríos, llevaba una mariconera con cuatro envoltorios de droga Cristal. A Jorge Terrazas se le encontraron ocho envoltorios de droga sintética que llevaba en la bolsa del pantalón. Por último a Oscar Islas, le quitaron 15 envoltorios que contenía la famosa droga.

Se informó que en el interior del Pointer, llevaban un arma de fuego larga tipo M-1 calibre 30 milímetros, con un cargador y un total de 49 cartuchos útiles del mismo calibre; los detenidos fueron llevados a las instalaciones policiacas de Atotonilco de Tula, donde se entrevistó a los emputados, porque los agarraron. Y fueron entrevistados por separado para ver qué Pez.

Lo que dijo Andrés y Ángel, echaron de cabeza a todos sus compinches bueyes, son consumados delincuentes que se dedicaban hacer levantones a personas determinadas, en el mismo municipio y en el Estado de México.

Según dijeron Bryan y Edgar, que son los encargados de vender la droga en el municipio de Huehuetoca del Estado de México, y de un levantón con Ángel, que resultó un homicidio cuyo cuerpo fue encontrado en una carretera de terracería del ejido de Los Conejos en Atotonilco de Tula. Jorge y Oscar proporcionaron otros datos de sus actividades, al servicio de su jefe que es muy conocido como “La Güera”, y quedaron encerrados hasta que no arreglen su bronca. Por lo menos eso fue lo que dijo el Ministerio Público.

 

SE AVENTARON UN DUELO A MUERTE

Cuenta la gente que ya se traían por chismes que le habían contado a un panadero, de que a su vieja la andaba vacilando un tipo que le dicen el “Mil Amores”. Cada que la encontraba no la dejaba pasar y le decía piropos groseros, la mujer se quedaba callada, no le decía a su marido lo que pasaba por el miedo de que a lo mejor se dieran en la madre, porque los dos tipos son de armas tomar.

Un día de tantos el vacilador de mujeres casadas andaba a medios chiles, y lo fue a retar a la panadería, se hicieron de palabras y como en el viejo oeste sacaron su pistola, la limpiaron y ¡Moles!, dispararon uno a al otro para darse en la madre; la gente que los miraba por la ventana se quedó asombrados cuando los dos cayeron de madrazo al suelo levantan do las patas.

Una ambulancia de la Cruz Roja del municipio de Francisco I. Madero, los trajo echa la cochinilla al Hospital General antes de que colgaran el pico; los dos venían de sangrones heridos de bala. Ezequiel Contreras y Eduardo Pérez, de 48 y 37 años, son los que se enfrentaron a un duelo, tirándose al corazón; pero valieron madre, les tembló la mano, y no atinaron, Ezequiel recibió el balazo en el hombro derecho, mientras Eduardo fue herido en un hombro. Los vecinos, asustados avisaron a los uniformados.

Ante el Ministerio Público, Eduardo Pérez declaró que se encontraba en su casa, donde también es una panadería, esperaba a sus clientes leyendo el periódico, la plana de Un Infierno Bonito. En ese momento llegó Ezequiel, acompañado de amigos, echando insultos como queriendo pelear.

Le hizo un reclamo, ¿Qué se traía con su vieja, ¿Por qué cada que la veía le tapaba el paso? Que se anduviera con mucho cuidado, porque le iba a partir su madre. Por ahí andan diciendo las buenas lenguas que se quiere pasar de listo, pero con él se va a topar con hueso. Eduardo le dijo sonriendo que son falsos que le han levantado, que su vieja no le gusta, ni la pela, está muy flaca y ni nalgas tiene.

Ezequiel, haciendo un movimiento rápido, echó mano a su cintura y una pistola sacó, lo invitó a que se echaran un duelo. Eduardo, le contestó: “ya vas que chutas”. Se metió a su casa y sacó una pistola y le dijo: “a ver de qué tigre salen más rayas”. Se salieron a la calle, se separaron 20 metros y a la de 3 dispararon, cayendo los dos al suelo.

Llegaron los socorristas y al verlos sangrando los metieron en la ambulancia, sin saber que sus heridas no eran graves. No atravesaron ningún órgano, pero se quedaron para sacarles la bala y coserles el agujero. Los dos quedaron internados en calidad de detenidos por tener mal tino, y además ninguno tiene permiso de portar armas.

 

LA ROBARON EN EL MERCADO

La señora Ana María Hernández, de 35 años de edad, estaba en un puesto del mercado Benito Juárez, compraba los chiles y tomates, cuando iba a pagar le habían cortado su bolsa y le robaron su monedero donde llevaba el dinero, se buscó por todas partes, se metió la mano en el pecho, pero se lo habían robado.

Se quedó muda al ver su bolsa cortada con una navaja, sus ojos se pusieron tristes con lágrimas, devolvió lo que había comprado y caminó como si tuviera plomo en las patas. Con la mirada en el suelo, los brazos caídos, cono si le pesaran las nalgas. Al pasar por la iglesia de La Asunción, vio a un borracho que bailaba una rola de los discos que venden en la fayuca. La señora se lo quedó mirando fijamente, su cara se le hacía conocida, pero no se acordaba a dónde lo había visto.

Cada disco que probaban al venderlo el borracho bailaba, la señora cerraba un ojo y abría el otro muy grande, tratando de recordar quién era. Se rascaba su cabeza, se tapaba la boca con la mano, luego se la ponía en la frente. Y hablaba en voz alta: “dónde he visto a este señor”.

El borracho se despidió de sus cámaras, caminó rumbo a la calle de Hidalgo, la señora tronó los dedos, (Plas) se acordó que el bailarín era el que estaba detrás de ella en el mercado cuando le cortaron la bolsa. Corrió detrás de él, lo jaló de las greñas y le dijo que le devolviera su monedero, sin soltarlo le daba de vueltas a su cabeza, no dándole tiempo al que el ladrón la golpeara.

Llegó la policía y la señora les dijo que ese güey le había robado su monedero. El Borracho les comentó a los policías que lo confundía, que se llama Ciro Castelán, y su pecado era haberse echado unas copitas, que la vieja estaba loca, que no la conocía, que se la llevaran al manicomio,

La señora no lo soltaba de tanto jalón de greñas ya lo había dejado pelón. Los policías lo pasaron a la báscula y le sacaron el monedero, se lo le entregaron a la señora, contó su dinero. Le dijo a los policías que no podía ir a poner su queja porque se la había hecho tarde, y que si no le daba de comer a la hora a su viejo se la sonaba, que se lo llevaran por ladrón, y que además baila de la patada.

 

ATROPELLARON A UN ALCALDE

Dicen los testigos que caminaba, parece que iba comiendo camote, atravesó la calle muy distraído, en ese momento arranco una camioneta Urvan del servicio público se lo llevó de corbata. Dicen los otros que lo vieron, que la unidad le pasó por encima, que sonó como claxon y el chofer huyo.

El presidente municipal de Ajacuba, la mañana del viernes frente al Palacio de Gobierno de Pachuca, quiso atravesar la calle y “Bolas”. Dicen algunos que el conductor, antes de que cambiara el rojo del semáforo, dio el arrancon agarrando a medio perro a Mario Pacheco Pérez, de 45 años de edad, quien fue trasladado a una clínica particular para su atención medica. Eran 20 minutos para las 11 de la mañana, el edil cruzó la avenida Juárez del portal al teatro Bartolomé de Medina con la intención de arreglar un bisne.

De momento sintió un fuerte madrazo por la retaguardia que lo hizo dar maromas como chango, y luego le pasó por encima apachurrándolo. Comentó el señor del periódico, que se pasó sin precaución, iba entretenido hablando por celular. Ahí se quedó tirado con la cola para arriba, hasta que llegaron los uniformados y llamaron a la Cruz Roja; los paramédicos le dieron una checada, y dijeron que tenía una fractura grave.

El presidente municipal no presentó denuncia porque no sabe ni por dónde le llegó el madrazo y quién se lo dio. Comentó a las autoridades que vino al edificio del Bartolomé de Medina, para arreglar un asunto. Las cámaras de video vigilancia le dijeron que la pusiera, ellos ya habían localizado quién lo atropelló, y que cuando venga a Pachuca tenga más cuidado porque hay cada chofer que maneja como loco.

 

SUBIRSE EN COLECTIVAS ES MUCHO PELIGRO

Los choferes de las camionetas están que les suda la cola, porque cada día se agota el tiempo en que más de 500 unidades las mandarán al basurero, mientras le andan sacando jugo y ni en domingo dejan de causar accidentes.

Los accidentes que causan los cafres del trasporte del servicio público en Pachuca, ahora amolaron a más de cinco usuarios, quienes tuvieron que ser llevados al Hospital General. Se les ha dicho muchas veces que no dejen que los trasladen los uniformados como Protección Civil o los bomberos al nosocomio, porque ahí se las hacen de tos y ellos tienen que pagar los medicamentos.

Deben de aprovechar el seguro del viajero, y los tienen que llevar a una clínica particular, haciéndose cargo el concesionario y la unidad debe ser llevada al corralón y no dejarla salir hasta que paguen todos los daños. Mas en estos tiempos que se ha soltado la nada racha o la estupidez y la prisa de los choferes, causando accidentes. Todo estos se debe a que manejan con alta velocidad, sin precaución, andan echando carreritas para ganarse el pasaje, escuchando música guapachosa, además que van platicando con un amigo o una greñuda, que llevan a un lado.

El domingo pasado a uno de los choferes le agarró la mano el chango y se fue de lleno contra los semáforos del Boulevard Felipe Ángeles, a la altura del estadio de futbol, llamado Miguel Hidalgo.

Los elementos uniformados así como el cuerpo de rescate, Protección

Civil y los bomberos, estuvieron sacando heridos y ayudando a los golpeados del fuerte madrazo, que ocurrió como a las 3 de la tarde. Fue una camioneta del trasporte publico Nissan Urvan, placas de circulación 0190050-G, de colores blanco y azul, de la ruta Tulipanes-Centro El causante del accidente fue el conductor Juan Manuel Hernández Juárez, de 20 años de edad.

Los testigos de lo que sucedió dieron aviso al 066 y ayudaron a sacar a Antonia Velásquez Sierra, de 47 años de edad, y la llevaron a la clínica del IMSS. En tanto que los hermanos Almada, perdón, Víctor Manuel y Jorge Alejandro Agis González, de 21 y 25 años de edad, respectivamente, fueron ingresados de urgencia al Hospital General. Por sus propios medios Ingrid Madeline Trejo Vázquez, de 18 años de edad, se trasladó al IMSS en la avenida Madero.

Con este son siete accidentes del mismo tipo que ocurren en la capital hidalguense, del servicio público y con el riesgo de mori, como pasajero. Lo malo es que no hay otro medio de trasporte, los coches de alquiler cobran lo que se les antoja, sin que intervenga tránsito. Tal parece que están en un acuerdo. Y lo malo es que los concesionarios se hacen guajolotes y no les pagan nada a los lesionados, También culpamos a los del sistema Tuzobus, que están construyendo a todo vapor según ellos. Quedaron de entregarlo en el mes de mayo. Ahora aseguran que en junio, pero no dijeron de qué año.

gatoseco98@yahoo.com.mx.