POR EL GATO SECO.
UN FUERTE OPERATIVO EN BUSCA DE “EL CACHUCHAS”
Los agentes investigadores tienen orden de llevarlo vivo a muerto, está acusado de golpear a tres de sus amigos, de los cuales, dos están con una pata en la tumba, y el otro también. Les dieron un tip, que lo han visto por el Cinturón de Seguridad, que sale a la calle de El Porvenir, en las faldas del Cerro de San Cristóbal, por donde vive su jefa doña Chuchita.
Lo han estado vigilando de día y noche, sin resultados, tal parece que se lo tragó la tierra, o le quiso hacer al camello y cruzar el desierto de Arizona de los Estados Unidos. Hace un año, Alberto Mohedano García, mejor conocido en el bajo mundo como “El Cachuchas” (le dicen así porque está calvo y con una gorra se tapa la pelona), estaba arrejuntado con la señora Gloria Hernández Pérez, que la conocen como “La Pelona”, tiene 4 hijos, de uno a 4 años, y la escopeta cargada, porque viene uno en camino. Vivía en la calle de Humboldt de la colonia Nueva Estrella.
En las declaraciones de los vecinos, dicen que Alberto es un hombre muy tranquilo, se lleva muy bien con todos, pero cuando lo hacen enojar se pone como el Hombre Verde, se vuelve loco, y desconoce hasta a sus mejores amigos; es un tipo que mide un metro con 90 centímetros, de complexión robusta, y tiene unas patotas de gringo, calza del 32. Su mamá, la señora María de Jesús García, es una viejita de 73 años, chaparrita, que cuando nació su hijo, se le salieron hasta los ojos; la que no la conoce, piensa que tiene tiroides. Es su único hijo, sufre mucho por él, y ha envejecido; como viste de negro, se parece a la bruja de Blanca Nieves. A pesar de que su vieja sabía de su carácter, un día lo hizo enojar, y ya la andaba ahorcando, la salvó la campana, porque llegaron los uniformados.
Desde esa fecha, agarró sus tiliches, a sus hijos, y se fue dejándolo como perro; hasta la fecha, no se sabe a dónde se fue. Alberto sintió mucho que su mujer lo haya abandonado y se llevara a sus hijos, por eso se ha tirado al vicio, chupa que da miedo, y cuando andaba borracho, no le tiene miedo ni al diablo, lo ha gritado, que se lo echen sin calcetines. Trabaja en una constructora, como maestro albañil, y cada 8 días va a visitar a su jefa, y se mete a la cantina “La Estrella” y de ahí no hay quien lo saque.
En su declaración de uno de los moribundos, de nombre Juan Domínguez, dijo a las autoridades, que en una ocasión estaban tomando cuando pasó “La Prieta” una vieja bien buena, que es la hermana del “Payaso”, y le dijeron Miguel Zambrano Rodríguez, “El Pirrín” y Jorge Ramírez Pérez “El Gallo” que por qué no le echaba los perros a la vieja, que saben que le gusta, seguido lo manda a saludar con ellos.
Pero Beto les dijo que no quiere saber de viejas, que cambiaran de tema, y como lo conocen, no le comentaron más. Unas semanas después, cuando lo vieron más tomado, le siguieron insistiendo, animándolo, que tenía muy buena nalga, que la viera bien, que ellos le aseguraban su felicidad, que con estos fríos, le calentaba los huesos, total que lo convencieron.
Un día que pasó por la cantina, “La Prieta” los tres amigos lo sacaron y se la presentaron; ella le dijo que estaba a sus órdenes. Con el tiempo, se hicieron amigos, luego novios; la mujer lo llevó con sus padres, y se comprometió a ser novio oficial. “El Cachuchas” dejó de tomar, y fue a decirle a su jefecita que ya tenía prometida, y que en unos días la iba a llevar para que la conocieran, y aprovechaba en pedir su mano. La novia vivía en aquel tiempo, en la calle de Reforma 1123 del barrio de El Arbolito.
Cuando les avisó lo de su casorio a sus amigos de la infancia, Juan, Miguel y Jorge, diciéndoles que a ellos les debía su felicidad, brindaron, una y 10 veces más, por el gusto; se abrazaron, y le dijeron que no se le fuera olvidar invitarlos a la boda. Les dijo que ellos serían los primeros. Se casaron, echó la casa por la ventana, pero al pasar el tiempo, se dio cuenta que se había echado un alacrán encima, “La Prieta” lo había agarrado de bajada: se llevó a vivir con ellos a su hermanos y a sus padres, y nadie trabajaba; él tenía que mantener a todos, y se le ponían al brinco y lo habían agarrado de gato.
Hace un mes, Alberto explotó, le dio en la madre a su vieja, a los padres de su vieja, y a sus cuñados; quebró todo lo que había comprado en su casa, y fue a buscar a Juan, a Miguel y a Jorge, y los desmadró; no dejó de golpearlos hasta que perdieron el sentido. Uno de los vecinos le preguntó el por qué les pegaba, y le contestó que ellos lo encampanaron de que se casara, y los iba a matar para que no aconsejaran a nadie. Cuando llegó la policía, se escapó y nadie sabe a dónde se fue. Lo denunciaron por lesiones graves. Dijo el jefe de los agentes, que le den tiempo, que ya le andan pisando los talones, y cuando lo tengan “amarrado” se lo van a fregar.
SE QUISO PASAR DE LANZA
Como su jefe era dueño de un negocio, transportaba naranjas a diferentes puntos del país, se lo llevaba de gato y no le soltaba el dinero, sólo lo que el se ganaba trabajando, un día se le metió la idea, pagó a unos cuates para que lo asaltaran y que le dieran un susto a su papá para que les diera el dinero. A los dos de los bandidos que habían sido contratados les dio instrucciones, que el asalto era real y no la fueran a regar.
Así lo hicieron, uno de ellos llevaba un fusil de diábolos y el otro una pistola de fulminantes, plateada, como la que usaba el Llanero Solitario, cerca del municipio de Acaxochitlán, a la medianoche, regresaban del Estado de Puebla en un camión Internacional del Servicio Público, en un estronque, de momento les salieron los asaltantes, al verlos el chofer se detuvo.
Uno de ellos se subió al estribo y de un empujón bajaron al conductor, el otro delincuente jaló al señor de las greñas, y se los llevaron junto a un árbol.
El del fusil cortó cartucho y les dijo que los iban a matar, el papá del chofer se hincó llorando, y le dijo que les daba todo el dinero que tenía pero que no le hicieran nada a su hijo. Les entregó 60 mil pesos. Los asaltantes al tener el dinero, corrieron entre los árboles, rápidamente el chofer agarró del brazo a su papá y se subieron al camión, diciéndole que fueran a poner su demanda ante las autoridades.
Cuando llegaron, el chofer del camión, fingiendo estar muy espantado, sacando los ojos y parando la trompa, moviendo las manos como Clavillazo, estaba poniendo su queja ante el Ministerio Público de Tulancingo, Hidalgo, lo acompañaba su padre. Pero en ese mismo momento, los uniformados demostrando su rapidez en su trabajo, detuvieron a dos de los responsables del asalto; al ponerlos cara a cara, confesaron que el mismo quejoso los había contratado para que lo asaltaran.
Los detenidos se llaman Oscar Hernández Montes y José Martínez León, de 31 y 24 años, de edad, vecinos de Huachinango, Puebla. Comentaron al representante social, que Mario Riveros les prometió 5 mil pesos por cabeza para que lo asaltaran, cuando viajaba con su papá, a bordo de un camión donde transportan naranjas.
Dijeron los detenidos, que el hijo del trasportista les dijo que era para darle un susto a su jefe, y les entregaría 60 mil pesos que les habían pagado para el flete. Y al día siguiente él les entregaría la cantidad prometida. Los pararon y les pusieron el rifle en la cabeza al señor, y al hijo la pistola, obligándolos a que les dieran el dinero; después de que los asaltaron, al señor le dieron una patada en la cola, y les dijeron que si daban parte a la policía, los mataban. Pero no contaron que un vecino vigilante de carreteras, de la comunidad de Acaxochitlán se dio cuenta cuando los estaban asaltando y sin pérdida de tiempo, avisó a los gendarmes dándoles las características de los ladrones.
Por otro lado, padre e hijo, tras el violento robo, quedaron de acuerdo de ir a las oficinas de la Atención Temprana, para que pusieran en la carpeta el dato único sobre el asalto. Los agentes que son viejos lobos de mar, se dieron cuenta que Martín cayó varias veces en contradicciones, que hicieron dudar al agente del MP sobre la verdad del asalto.
Pero siguieron con el interrogatorio, cuando se recibió una llamada de que los gendarmes de Acaxochitlán, habían agarrado a los asaltantes, fue cuando al hijo del transportista sintió que le mocharon las patas, sudó frío y miraba a su padre de rabito de ojo, que sonreía por la captura de los ladrones. No tuvo más remedio que confesar que él mismo los contrató.
Dijo que fue para darle un susto a su papá, los 60 mil pesos que les entregó a sus cómplices eran para pagar una apuesta de una carrera de caballos que perdió y tenía que pagarlos a unos cuates que le dijeron “que si no les daba ese dinero iban a matar a toda mi familia, comenzando con mi padre, por ese motivo contraté a los dos para que me robaran, la verdad la cosa está dura, y tenía que entregar ese dinero a como diera lugar, y no se lo dije a mi padre porque con el coraje se le hubiera parado la molleja, y no me hubiera dado nada”.
Los maleantes contratados y el supuesto agraviado, quedaron a disposición del MP con el fin de que se resuelva la situación jurídica.
SIGUE EL CHISME DE LA PRIMARIA
Les decía el día de ayer, que los padres de familia de la Primaria Felipe Ángeles exigen la baja del director de la escuela, que se llama Víctor Vicente Guzmán Hernández, acusado de tranza y robo del dinero de las cuotas voluntarias, y por eso cerraron el plantel hasta que las autoridades educativas resuelvan esa bronca.
También le están sacando sus trapitos al sol, dijeron que en la escuela, un niño se aventó unos tragos de thiner mientras el profesor de segundo año se retiró una hora antes de salir y los dejó solos, y de ahí comenzó a tronar el cohete. Los padres aseguraron que existe el mal uso del dinero de las cuotas, a manos del tesorero del comité de los padres de familia, Alfonso Olvera Rebolledo, que las administraba junto con el director.
Sacando cuentas, se reunieron 42 mil varos entre todos los padres, faltan 16 mil pesos, que desaparecieron como conejo de mago, y los padres de familia están como el Monje Moco: Nadie sabe, nadie supo. El director les dijo que utilizó 7 mil pesos para solventar deudas de la escuela, sin comprobarlo.
El tesorero ya no se presenta porque dice su jefa que viajó a la unión americana, pero no les cumplió en la escuela. Lo encontraron y les dijo: “Me disculpan pero no puedo acompañarlos el viernes, pero díganle al director que se presente”. Señalaron que el pago de las cuotas fue directamente a las manos del tesorero.
Los padres de familia que de todo se dan cuenta, señalaron que los maestros se salen a la hora que se les antoja y dejan a su grupo solo; el viernes pasado estaban jugando y a un niño le echaron bolita y casi lo asfixian. El otro caso es del niño que se metió a la bodega de la escuela y se aventó unos tragos de gasolina.
“¡Ah caray!”, ya no les cuento más porque se me acabó mi plana.
UN DROGADICTO LOS ATACÓ CON ARMA BLANCA.
Un gran susto, se llevaron 2 estudiantes de la Preparatoria 4, se les pararon los pelos, y les gano el los calzones, se pusieron amarillos como chales, y así se quedaron, por culpa de un vicioso. Dijeron en su declaración, que se dirigían a la escuela en el turno vespertino, cuando un alcohólico y drogadicto, los ataco con una navaja, y les quito sus pertenencias.
Juan Manuel López, y Armando Cervantes Vázquez, de 15 años de edad, al pasar por donde paran las combis, tuvieron mala pata, antes de las 2 de la tarde, los atacó un individuo, que iba hasta la madre de briago, es conocido en esa colonia Guadalupe, saben que se llama Benjamín Hernández Trejo, de 24 años, los vecinos no se meten con él, porque es muy violento siempre anda armado con una navaja, y le gente le tiene miedo.
El vicioso, empujo, a los estudiantes, arrinconándolos a la entrada de una tienda, de videojuegos, les quitó su lana, su reloj, y su celular, Juan Manuel, no se lo quería dar porque era un recuerdo que le regalo, su mamá, en su cumpleaños, pero el ladrón le saco la navaja, y se lo quito. Armando, después de ponerlo contra la pared, le quitó lo de su pasaje, y también su reloj, sus mochilas, donde llevan sus útiles escolares.
Uno de ellos, llamo en una tienda al 066, llego unos 10 minutos después, les dijeron a los policías, que los habían asaltado, el que los robo iba borracho, o drogado se fue hacía el cerro, llevaba pantalón de mezclilla, y playera gris, lo acompañaba un perro negro, a quien le llamó “Roqui” La patrulla, lo capturó al llegar a la carretera del Real del Monte, llevaba las mochilas, y lo que les quitó a los jovencitos, menos los relojes, que dijo, que los aventó cuando vio a los uniformados.
Lo llevaron ante el Ministerio Público, quien lo remitió a la Policía Municipal, sin dejar de amenazar a los estudiantes. Uno de los gendarmes, dijo que luego van los familiares, de las victimas a quejarse, a la comisión de los Derechos humanos, y como el alcoholismo, es una enfermedad, les dicen que esta malito y lo dejan libre, porque no puede permanecer tras las rejas.
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