LE DAN DROGA A SUS HIJOS
Para que sean fuertes y sanos, y cuando tengan sus hijos no estén todos mensos. Les cayó la tira y se los llevó al bote. Dos personas fueron detenidas luego de inducir a sus hijos a que le entraran a la marihuana y al chupe, en Ciudad Sahagún. Los gendarmes dieron a conocer que durante sus recorridos de seguridad y vigilancia sobre la carretera Pachuca‑ Sahagún, al pasar junto a la unidad les llegó un olor a petate quemado, por lo que se bajaron de la patrulla y fueron a ver qué Pez, asomándose por la ventanilla de un Nissan, tipo Tsuru, habilitado como taxi, modelo 2003, con placas de circulación 8024 JEP del servicio público de Tlalnepantla, Estado de México.
Esto sucedió a la altura del kilometro 44+30, frente a una tienda Oxxo, donde los uniformados se dieron cuenta que una vieja gorda y greñuda, de unos 47 años de edad, estaba sentada como madrota, con la patas abiertas, y a su lado dos jóvenes, un hombre y una mujer, de 16 y 17 años de edad, quienes le daban unas chupadas al cigarro y al soltar el humo volteaban los ojos al revés.
Les tocaron el vidrio los uniformados para que les abrieran, y les preguntó la señora qué se les ofrecía y qué tanto la miraban, parece que estaba pelando tripas. Uno de los policías les preguntó qué estaban haciendo, y les contestó la mujer, que estaban esperando a su consuegro, quien había ido a comprar algunas bebidas espirituosas para tenerlas como repuesto ahora que hagan su ley seca.
Uno de los gendarmes metió su cabeza y al aspirar profundamente, la sacó, ahogándose, parece que se le había atorado un hueso en el gañote. Sus compañeros le dieron golpes en la espalda, y les dijeron a los que estaba dentro de la unidad, que tenían que hacer un revisión corporal; abrieron las cuatro puertas para que se le saliera el olor.
El en el asiento trasero estaba un pipa de vidrio, con restos de hierba, al igual que una botella de solvente. Estaban en la revisión, cuando llegó en ese momento el chofer, quien les preguntó qué se les había perdido; éste era un tipo como de 32 años, robusto, tenía los ojos colorados como de diablo, y se les puso enfrente, con ganas de descontarlos.
Le dijeron que dentro del coche estaban fumando la señora y sus hijos, que qué eran de el. Les contestó que era la suegra, su hija y su yerno. Les dijo la muchacha que su papá les da a ella y a su viejo, cigarros de marihuana, para que se les amacizara el cuajo, y cuando nazca su hijo, sea importe, así como un diputado o un alcalde.
Cuando uno de los cuicos lo quiso agarrar, el señor le tiró un campanazo, que apenas le dio tiempo al policía de agacharse, si no le hubiera volado la cabeza. Pidieron ayuda y llegaron más patrullas, que les echaron bola y se los llevaron poniéndolos ante el Ministerio Público federal, donde se quedaron todos encerrados, por mariguanos callejeros.
LE SALIÓ CARA LA BORRACHERA
Marciano García Téllez se fue con sus amigos de parranda, se le cansó en caballo, se quedó dormido, con el hocico abierto, mientras que los ladrones le robaron su dinero, le desvalijaron el coche, teniendo pérdidas por 40 mil pesos. Marciano era un gato ratonero, del
trabajo a su casa, muy trabajador, arreglaba celulares, pero él no quita el dedo del renglón, y sospecha que los policías fueron los que le robaron.
Le conto a la Atención Temprana, para que anotara en su carpeta única de investigación, la forma en que le dieron en su madre. Por fortuna no se lo empinaron, o quién sabe, porque estaba todo adolorido y al caminar abría las patas. Declaró que el fin de semana, después del trabajo, se fue a echar una cascarita de basquetbol en el parque Hidalgo de Pachuca, junto con unos amigos.
Le echaba muchas ganas porque se estaban jugando un cubetazo de cervezas y pagaba el que perdiera, cuando terminaron de jugar, se fue con sus amigos, Eliseo, Raymundo, Jorge y Alberto, a un bar que se encuentra junto al Panteón Municipal, con el fin de pagar por perdedores, a él no le gusta tomar, pero se lo llevaron a huevo.
Se terminaron tres cartones de cervezas, a Marciano se le subieron las chelas, y les dijo a sus cuates que ya no quería seguir chupando porque se sentía mareado. Le dijeron sus amigos que el que se va se la echa, se tomó dos cubas más, y cuando se volvió a despedir, le dijeron que le faltaba la caminera.
Salió del bar, y los ojos se le hacían de cachucha, se le cerraban, para evitar el alcoholímetro se orilló fuera de la carretera y se echó un coyotito, mientras se reponía; estaba adentro de su Volkswagen, Jetta, color rojo, modelo 94. Dijo que como las 3 de la mañana, los uniformados fueron a tocarle y le pidieron que se bajara para hacerle una revisión y que se identificara, si era tomador o pertenecía a un grupo doble A.
Medio que recuerda, que uno de los policías lo bajó de las greñas, y le dijo que lo iban registrar, a ver si no traía armas. Lo pararon, recargado, poniéndole las manos en la patrulla, y le metieron las manos por todas partes, le sacaron su carretera, y escuchó decir a un uniformado: “Comandante, no trae nada de armas de fuego, pero trae dinero para comprarlas, mejor se lo decomisamos para que no caiga en tentación”. Y lo volvieron a meter para que siguiera durmiendo.
Como a las 7 de la mañana, una persona que pasó por el lugar, al verlo que estaba durmiendo, lo despertó, le dijo que abajo de su coche había papeles tirados, que a lo mejor se le cayeron sin que se diera cuenta. Todavía borracho, se bajó y los junto y los echó adentro del coche; se volvió a meter, quedándose dormido.
Minutos después, un albañil que hacía trabajos, fue a tocarle para decirle que las lleves del coche las encontró tiradas, y se la entregó; fue cuando le cayó el 20, porque se dio cuenta que le robaron 5 teléfonos celulares que llevaba para entregar, porque él trabaja en un hospital de teléfonos. También le habían robado una computadora laptop, 7 mil pesos que llevaba en su cartera, así como una bocina tipo buffer.
Dijo al señor autoridad, que el monto de lo robado se calcula en más de 40 mil pesos. Le contestó que antes de acusar a los uniformados, que lo piense muy bien, porque como se quedó dormido cerca del Panteón Municipal, pudieron ser algunas almas en pena quienes lo robaron, que no anotaba su sospecha; y si fueron los muertos, los agentes de la Coordinación de Investigación no pueden ir a buscar tumba por tumba, a ver quién se había salido, porque también hay almas rateras.
LE PARTIERON LA MADRE PARA QUE SE EDUQUE
Tres de sus cuñados le dieron un escarmiento, le advirtieron que para la próxima vez que le pegara a su hermana, lo van a mandar al infierno. Un madriza recibió un chofer del trasporte público a manos de sus cuñados, luego de haber tenido una fuerte discusión con su vieja, a quien le mentó la madre y le dio de cachetadas.
Caminando como borracho, adolorido hasta los riñones, preocupado que se le fueran a caer el mofle y la mollera, llegó al MP del Hospital General, y narró su triste historia, que el agente social por poco y llora. Le dijo que no se vale lo que le hicieron sus cuñados, que la verdad les tiene miedo porque están mamados y son unos desgraciados.
Dijo que se llama Felipe Canales Melitón, de 43 años de edad, que los hechos ocurrieron en la calle de Arizpe de la colonia Centro, en Pachuca. Comentó que al mediodía le habló a su vieja por teléfono, para pedirle que le buscara unos documentos que necesitaba porque lo había parado un a patrulla de tránsito. La señora hizo lo posible para encontrarlos, pero el hombre cada rato le llamaba: “¡Qué pasó con lo que te pedí!”. La sacó de onda, por lo que le colgó el teléfono.
Horas después llegó Felipe y le dio sus madrazos. Cuando la tenía de las greñas, se le escapó. La señora Verónica Chávez Tejeda salió corriendo a la casa de sus padres, lo bueno era que se le había escapado, porque ese no se anda por las ramas, y la hubiera desmadrado como acostumbra.
Felipe llegó a la casa de sus suegros, alcahuetes. Tocó fuerte y como no le abrían, le dio de patadas a la puerta, gritando: “¡Abran o la tiro!”. Pero nunca pensó que salieran sus cuñados a ver qué pez. Le dijeron que se fuera a manejar su camión y gritar en la casa de su madre, porque ellos no estaban sordos; además no estaba en su chiquero, que no lo iban dejar entrar, que se fuera a echar pulgas a otro lado, y los tres se pusieron en fila.
Eso no le gusto nada a Felipe, que le hayan parado el alto, y quiso burlar la seguridad metiéndose a huevo. Fue cuando ardió Troya, se le fueron encima dándole la mayor madriza del siglo, porque en un dos por tres lo dejaron como diablo colorado de sangre. Al verlo su vieja que tenía los ojos de borrego a medio morir y echaba borbotones de sangre por el hocico, les dijo a sus carnales que lo dejaran porque lo iban a matar. Los hermanos le hicieron caso, no el dieron ni un golpe, lo cargaron y le fueron aventar a unos metros de su casa.
Pasó por ahí una patrulla, y al verlo tirado, pensaron que le había dado en la madre algún coche que se lo llevó de corbata, les dijeron los vecinos que lo habían golpeado sus familiares; llamaron a los de Protección Civil, y se lo llevaron en una ambulancia y lo atendieron en el Hospital General de Pachuca. Los médicos le dijeron que presentaban un desprendimiento de retina y tenía fracturada la nariz y que por dentro, estaba reventado.
Le habían roto el bazo y le colgaba el bofe.
Le preguntaron que si lo habían golpeado los policías municipales. Les dijo que no, que fueron sus cuñados, y que lo atendieran porque estaba como la gallinita ciega. Lo pasaron a cirugía, mientras que los agentes de la coordinación andan en busca de doña blanca (perdón), andan en busca de sus cuñados, porque es buen cuate. A pesar de que por poco lo mandan a rendir cuentas con San Pedro, sólo pide que le paguen las curaciones sus cuñados, y lo dejen como estaba.
EN PACHUCA HAY MUCHO LADRÓN
En todo el municipio, cada quien busca la forma de llevar agua a su molino. Algunos se roban los automóviles, otros dan cristalazos, algunos roban los medidores de agua y todo lo que se refiere a tubos de cobre, lo que estaba de moda era robo de las baterías, las llantas, pero ahora se conejean los cables de luz.
Pero esta vez no se persignaron o no les dio la bendición su jefa y les mentó la madre su vieja, porque cuando robaban el cable vieron a la policía que andaba como alma que lleva el diablo, y abandonaron el botín, dejaron su coche en la colonia El Tezontle, y quién sabe por dónde se fueron, pero los agentes investigadores ya les andan pisando los talones.
Una llamada ciudadana alerto a la policía en los momentos en que los presuntos roba cables ya se llevaban varios rollos en la cajuela de un automóvil Chevrolet, tipo Cuttlas, el mismo que abandonaron al sentir la presencia de los uniformados municipales, que andaban despiertos por esa colonia.
Durante el mismo rondín nocturno, en dos operativos semejantes, la gendarmería aseguró en las colonias Parque de Poblamiento y El Huixí, dos vehículos más, implicados en el mismo delito de robárselos, y los babosos en lugar de llevárselos los dejaron.
De acuerdo con los primeros reportes oficiales, en la madrugada de ayer, como a las 3 y feria de la madrugada, despertaron a lo uniformados por medio de una llamada al 066, y les dijeron que unos tipos estaba robándose el cable de electricidad en la colonia El Tezontle. De inmediato el comandante poca luz implementó un operativo de búsqueda y localización, llamaron que se juntaran todas las patrullas que anduvieran por el sur de la ciudad. Poco después fue localizado un vehículo sobre un camino de terracería.
El automóvil era un Cutlas, color gris, con placas del Estado de México, abandonado y con la marcha encendida, las puertas abiertas, y en la cajuela se encontraban rollos de cable. Eran aproximadamente unos 40 metros. Los tripulantes de la unidad lograron escapar, a pesar de que los anduvieron buscando por todas direcciones.
No encontraron a nadie. Dijeron los vecinos, que estaban adentro del carro, pero al ver que llegaban los cuicos, salieron hechos la mocha, y se perdieron entre las calles de la colonia; se llevaron la unidad al corralón.
Por otra parte, los uniformados que andaban buscándolos detectaron unas plataforma de un tractocamión con placas del servicio público, abandonado en la colonia El Huixmí, cargada con vigas; al verificar el status de la unidad mediante el centro de comando y comunicaciones (C2) de Pachuca, se logró conocer que cuenta con reporte de robo. También se lo llevaron al corralón.
Finalmente los uniformados, ya para irse a planchar oreja, cuando realizaban un recorrido por la calle Emiliano Zapata, esquina con avenida Sierra Hidalguense, colonia Parque de Poblamiento localizaron un taxi cuyos tripulantes están relacionados con el robo de la plataforma, por lo que se lo llevaron con todo y tripulación, a la barandilla, para que se los ejecute la autoridad competente.
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