Un Infierno Bonito

CONTINUAMOS…

CAPÍTULO 17
A nosotros ya se nos había parado el águila porque mi padre al ser comandante ya habíamos estado mejor y vivíamos en la callejón de Manuel Doblado, en una vecindad mucho mejor que las de antes, en la esquina había una tienda llamada el Alacrán y le quedaba muy bien a los dueños, porque eran peligrosos, tenía dos hijas que no permitían que se les acercaran y cuidado con quien se les acercaba, porque sus hermanos eran también desalmados.

Desde que llegamos nunca me habían gustado, ni me llamaban la atención por su modo de ser, o ya las tenían amenazadas. Un dia que iba a cumplir con mi Servicio Nacional, baje temprano y la chamaca de unos 17 años estaba de espaldas, empinada, subiendo una caja a otra y como usaba falda corta, hasta mis ojos se me hicieron cuadrados. Me meti ayudarle.
    •    ¡Hola Celia!

Muy asustada me dijo.
    •    Salte de volada porque no tarda mi mamá y si te ve aquí vamos a tener problemas. 

Como me había gustado la hice repelar.
    •    Si me salgo con una condición.

    •    ¿Cuál?

    •    Que me digas a donde puedo platicar un minuto contigo.

    •    En ninguna parte.

    •    Por Dios que siempre me has gustado y quiero hablar contigo de cuates.

    •    Mañana lunes a las dos de la tarde, estoy en la escuela “Hijas de Allende”, nos vemos en el Palacio de Gobierno frente a donde está la estatua de don Benito Juárez.

    •    Ya dijiste, pero si no me cumples vengo por ti y te saco, este quien este.

    •    Alla nos vemos.

Como estaba en el Servicio Militar tenía un rango de Policía Militar, podría salir y andar por donde yo quisiera, y así lo hicimos, le dije que siempre me gustaba, como a ella no la dejaban juntar con nadie, me siguió la corriente.
De una vacilada se estaba haciendo realidad, y un dia le dije que iba hablar primero con su jefa, que nos dejara ser novios, y luego con su papá. Ella estaba tan emocionada que me dijo que si.
Un domingo espere a la señora porque ella abría la tienda a las seis de la mañana y que me le aviento como el Borras.
    •    Celita buenos días, le voy a pedir un favor que para mi es muy importante.

    •    ¡Qué quieres!

    •    -Su hija Celia me gusta mucho y quiero que me deje andar con ella, a lo mejor nos entendemos y logramos casarnos.

    •    Estás loco, ¿qué te pasa?, nosotros no dejaríamos que fuera amiga de ningún minero, parte de pelados, sin escuela, ni educación, son unos borrachos y lo que me acabas de decir que no sepa mi marido porque te puede romper el hocico.

    •    Pero…

    •    Mira lárgate y no me vuelvas a dirigir la palabra o se los digo a mi familia, desde ahora en adelante mi hija será custodiada con mi marido, mis hijos y mis hermanas. Lárgate no te quiero ver.

Salí con la cola entre las piernas, ni le hubiera dicho nada, viéndonos a escondidas era a todo dar. Busque la oportunidad de hablar con ella y me dijo.
    •    Te lo dije Félix, ya que me estaba enamorando de ti la riegas.

Desde ese día siempre ella iba acompañada por un familiar y toda agachada, diario por la tarde iban por ella y no la dejaban levantar la cara.
Pasó el tiempo y me había conformado, hasta que un día como las ocho de la noche cuando estaba sentado en la banqueta junto a su tienda y escuché decir a su hermano que un hombre borracho se había metido a su casa y que estaban sus hermanas solas, él iba a buscar a su papá, y que se arrancarán con lo que pudieran.
Eso era un trabajo para “Superman”.
Le dije a mi compadre que no se moviera, que ahorita regresaba, llegue y le dije que me acompañara. Fuimos a la casa a ver que pez, la luz estaba apagada y la puerta media abierta, se escuchaban los lloriqueos de las mujeres, le dije a las dos, que se metieran a la cocina y que cerraran bien, que nosotros íbamos a sacar al ladrón, o a quien fuera.
Le dije a mi compadre, toma una piedra al tamaño de tu mano a modo de que la puedas agarrar y yo haré los mismo, vamos.
Tú me esperas en la puerta, cuando salga le pegas con la piedra, procura pegarle en la cabeza, cierra la puerta para que nadie se de cuenta de lo que está pasando.
Me metí poco a poco, mirando para todos lados, con la luz de la luna vi en la recámara una sombra, como que buscaba algo, sin miedo y muy macho entre de un solo movimiento y con todas mis fuerzas le pegue con la piedra en la cabeza que cayó en la cama.
Rápido llame a mi compadre que entró y le soltó otro piedrazo, como estaba a lo largo de la cama lo enredamos con la colcha y le dije a mi compadre que llamara a la policía.
Llegaron y les explique lo que había pasado, así envuelto se lo llevaron, me invitaban a ir pero les dije que esperaba a los dueños, las muchachas abrieron y contaron lo mismo a los policías, Celia del susto con su hermana decían.
    •    ¿Qué tal si nos hubiera pasado algo?

Les dije.
    •    Díganle a sus familiares que yo solo fui el que golpeó al señor

La gente comenzó a juntarse y al poco rato llegaron los familiares, al verme la señora me dijo.
    •    ¿Tú qué haces aquí mendigo?, largate, a lo mejor tu metiste al que se llevaron.

Pero varios testigos le dijeron que yo fui quien golpeó al señor, que en lugar de correrme me habrían de aplaudir. La señora de agradecimiento me dio un beso en el cachete y me dijo.
    •    Perdóname todo lo que dije, hablaré con mi señor y lo voy a convencer que anden de novios.

No lo podía creer lo que escuché, esa noche no pude dormir, me sentía un héroe que había ganado el amor de una mujer. Al día siguiente el turno de mi trabajo se me hizo eterno, quería saber qué había pasado.
En la esquina para llegar a mi casa me fue alcanzar la hermana de Celia y muy asustada me dijo.
    •    Vete por favor, que no te vea ninguno de mi familia, al que le pegaste fue a mi papá, entró a la casa, se tropezó con la lámpara porque iba un poco tomado, hizo un corto y nos quedamos sin luz. Por eso nos espantamos y te fuimos a buscar, mi papá está muy grave, dicen los médicos que tiene el cráneo abierto, por favor escóndete mientras arreglan la situación.

Todas mis ilusiones se me cayeron y tuve que cambiarme de barrio mientras arreglaba el quedar bien.

Related posts