Un Infierno Bonito

SU VIEJA LE DIO UNA SANTA MADRIZA.
Juana Hernández Pérez, se paseaba nerviosa en su cuarto esperando a su viejo borracho que no llegaba, le chillaban las tripas, parece que se había comido un gato… ya era la media noche y “el bigotes” ni sus luces; se había ido de parranda.

Comenzó a chillar el niño de brazos, lo cargó y trató de darle de mamar para que dejara de chillar, pero ni una gota de leche salía. De momento los perros ladraron y escuchó que patearon la puerta.
“¡Abreme la puerta que me vengo cayendo, y dame de cenar porque tengo un hambre como pélon de Hospicio!”.

“Dame el gasto porque no tengo ni un quinto, además todo está cerrado”. Le responde el esposo: “El dinero te lo debo, me lo ganaron en la feria. Me metí a jugarlo todo a un gallo giro, le pregunté a uno de de los que estaban que cuál era el bueno, y me dijo el güey que era el colorado… ¡y que le suelto mil varos que llevaba y que le dan en la madre!

El esposo indicó que fue a reclamarle al tipo que le aconsejó. “¿No me dijo que el bueno era el colorado?, y me respondió que el malo es el que lo había matado, pero como conmigo no se anda de mamón, lo agarré a madrazos… Que llegan los gendarmes jalándome como si fuera mujer de la calle y que les miento la madre. Luego me echaron bola y me subieron a su patrulla y me llevaron ante un mono que dijo que era del Ministerio Público, y me mandaron a encerrar. Me puso una multa de 3 mil varos, como ya no llevaba nada, me dejaron salir y me la tuve que aventar a pata desde allá, desde la feria hasta la casa.”

Le responde la señora: “Pu’s no hay nada de comer, así que es mejor que vayas a ver a tu madre”. Interviene el señor: “Calmantes montes vieja, porque si me enfado ni pelos vas a dejar”. Como la mujer estaba a punto de explotar de coraje, agarró la tranca de la puerta y con todas sus fuerzas, sin importarle nada, se la zorrajó varias veces, hasta que lo dejó en un charco de sangre.

La señora vivía a unas cuantas cuadras de la casa de su padre, don Juan, así que cargó a sus hijos y echando varios viajes llegó y le explicó lo que había pasado. El señor le dijo que se metiera, porque de seguro en cuanto despertara del desmayo la iba a buscar. “El bigotes” despertó mirando para todos lados, pues pensaba que se le había caído la casa… cuando se acordó de lo que había pasado agarró un machete y salió a buscar a su vieja para hacerla chicharrón.

Con una piedra toco la puerta y salió don Juan preguntándole que si también lo había atropellado el Tuzobus. No le respondió y le dijo que sacara a su hija antes de que el entrara e hiciera picadillo a todos los que estaban. La señora al escuchar y saber que estaba armado, se subió a la azotea y le dejó caer un block que le pego en la cabeza. Sonó a bote viejo, y cayó al suelo, se quedó tirado con los brazos abiertos.

“¡Ya la regaste hija! Parece que se murió. Vamos a alejarlo de aquí antes de que lleguen los gendarmes; allá están abriendo una zanja y lo tiramos.” Así lo hicieron y lo aventaron, se metieron a su casa y la mujer preguntó “¿qué vamos a hacer papá?”

Don Juan le respondió: “Ya, tranquila, vete a tu casa, lavas toda la sangre, que no quede ni gota, regresas por tus hijos que ya cenaron y como a las seis de la tarde vas al Ministerio Público, y dices que tu señor se salió desde el sábado a trabajar y no ha llegado. Ellos se encargarán de buscarlo en todo momento, no dejes de llorar, y luego gritas como loca para que te saquen de ahí. Te van a decir que ellos se encargan de buscarlo. Si en dado caso que te digan que lo encontraron y que está en el hospital, vas llorando a verlo y checas como está; si habla y dice que no sabe lo que le pasó, lo zurras por borracho y ahí que se quede, que lo saque su madre porque yo me encargo de que a tu casa no entre”.

LOS LADRONES NO PARAN.
Varios gendarmes escucharon en radio y televisión de la Ciudad de México, que ya los iban a mandar a volar por ratones y mordelones, comenzando por los jefes, y que en su lugar iban a mandar soldados de la fuerza nacional, así lo dijo el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Esto para terminar con todos los los robos, porque van a venir armados con cañones y en lugar de patrullas, tanques de guerra, y que además iban a tirar a la basura sus escopetas.

Aumentó la delincuencia: Robos, violaciones… algunos comenzaron a decir que les vale madre y no le hace que mande aviones, porque a ellos se las pelan.

Resultado les puede dar porque les voy a contar sobre un millonario robo que hace unos días sucedió en las casas de la colonia Nopalcalco, que se encuentra al sur de Pachuca, la capital de los Parquímetros.

Como no hay vigilancia por andar en la feria, los ladrones los dejaron hasta sin calzones a varios vecinos que no estaban en su casa, ni tenían perro que diera la voz de alerta. El primer atraco fue de dos muebles caros, ahí en la calle Primero de mayo, cuando los dueños llegaron por un pelito dan el changazo, se dieron cuenta y comenzaron a buscar qué se se habían llevado los desgraciados. Algunos de los familiares se metieron por el portón y ya no estaban los dos coches Jetta que tenían guardados.

Siguieron caminando echando mentadas con los puños cerrados, pero en el interior de las dos viviendas contiguas, que pertenecen a los familiares, dijeron que los ladrones podrían haber sido varios porque también se llevaron lo que pudieron: Aparatos electrónicos, joyas y para darles el golpe bajo, se dieron cuenta que también se habían llevado 800 mil Chuchos.

Se le informó a la policía que también habían cargado con equipos de cómputo… a punto de llorar, los dueños pidieron que se iniciaran las carpetas de investigación. Les preguntaron que dónde está la vigilancia los uniformados; y les contestaron que ellos andan cuidando a la gente que va a “Nuestra Feria”. Como también ya quitaron a Protección Civil y al Grupo de rescate, mandaron a los socorristas de la Cruz Roja para que les dieran auxilio a algunas de las familias que por la impresión, presentaban crisis nerviuda.

De los responsables, no les vieron la cola ni saben quienes son. Los jefes de la policía les dijeron a los mirones que estaban, que por favor les echaran la mano ayudando a saber quienes fueron los rateros, pero les dijo una señora: “¡Vayan por los policías que todo el dia y tarde se la pasan en la feria!”.

 
    

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