Un Infierno Bonito

UN SACERDOTE  MADREA A SUS FELIGRESES

Un cura de la parroquia de San Nicolás Tolentino, que se encuentra en el municipio de Xochicoatlán, que se llama Leonardo, fue denunciado penalmente por el delito de lesiones y excomunión que le hizo a Filomena Rojas.

La víctima le comentó al Agente del Ministerio Público, que el padrecito se pasa de listo, confiesa a sus feligreses, como si fuera Agente de Investigación, cuando le ocultan algún pecado les pone la “Perica” y les echa Tehuacán en la nariz, cuando le confiesan que tienen pecados mortales los agarra a madrazos.
Dijo que su jefa doña Epifanía Pérez, que ya esta muy ruquita, pero desde chamaca ofrecía flores, daba el catecismo y pertenecía a las Hijas de María, a veces le echaba un mano a lavar y limpiar la iglesia, el domingo pasado estaba llorando y muy triste, ya no quiso ir a misa, eso le extrañó a Filomena, sabiendo que su jefa era santucha de corazón y siempre se va a dar sus golpes de pecho. La señora le preguntó que porque renunciaba a la iglesia de Dios.
Con lágrimas en los ojos, la señora le explicó que el padrecito la había agarrado en contra ella, no sabe porqué, pero en cada sermón le echaba de frijoles delante de todos  y se burlaba de ella, le remedaba como camina, eso enfureció a la señora Filomena, y fue a buscar al cura, para que se echaran un debate, y saber cual es su pez.
La señora llegó a la parroquia el domingo 20 de este mes, y lo espero a que bajara del altar, cuando había terminado la misa se metió hasta la sacristía, para pararle los tacos, al sacerdote.
Le dijo que ella era la hija de Epifanía, y quería saber cual era su bronca, que si ya había regresado al pueblo La Santa Inquisición con el Santo Oficio, porque no era la forma de tratar así a los católicos. El sacerdote, se la quedó mirando de pies a cabeza y le contestó “yo no tengo que hablar contigo”, se salió de la parroquia como burro dejándola con la palabra en la boca y cuando se iba a subir a su coche, la señora Filomena, lo siguió para que le diera una explicación, le dijo que le permitiera hablar con ella dos minutos.
El Padre Gallo, se volteo muy furioso la tomó de las greñas y la azotó contra el suelo, La cabeza de doña Filomena, sonó a bote viejo, se enderezó atarantada, porque había perdido por segundos el conocimiento, vio borrosa la figura del cura, que en lugar de echarle la bendición, con la mano le mentó la madre, y le dijo “¿Quieres más o con esto te basta?, eres una pecadora por insistir hablar con un ministro del señor, quedas descomulgada desde este momento y te quemaras en los infiernos”.
La mujer pidió auxilio a la señora que hace la limpieza, pero ella le hizo un gesto y se metió al templo. El padre se subió a su automóvil, y se lo echo encima que si no levanta las patas se las mocha. Unas señoras que cantan el coro y rezan el rosario todas las tardes la levantaron y uno de ellas le dijo, “el padrecito está un poco malito del coco, tiene meses que se le cayó un candil desde arriba del techo en la cabeza, cuando volvió en sí, doña Epifanía le daba los primeros auxilios, y creyó que ella le rajo la madre, por eso la tiene apuntada en la lista negra, dice que pertenece al crimen organizado porque le hizo un atentado”.
Enojada la señora, les dijo que ella iba a ir a la Diócesis de Huejutla de Reyes Hidalgo, para acusarlo de lo que le hizo y lo que le hace a su mamá; las señoras de la Vela Perpetua se persignaron y caminaron rezando.
La señora Filomena Rojas, pide a las autoridades que detengan al cura que le ocasionó daños en el cuello, le aflojo las vértebras cervicales, porque cuando camina, se le mueve la cabeza, como al luchador Súper Muñeco, y quiere que le pague los daños y los gastos médicos, porque loquito, loquito bien que pide las limosnas, y si no les dan los zurra. Pero la señora con todo el dolor de su corazón ya le mandó una carta al papa para que lo baje de categoría y en lugar de sacerdote lo ponga de sacristán.

SE EQUIVOCÓ Y MADREO A SU VIEJA

Samuel Castillo, de 32 años de edad está casado con Guadalupe Sánchez López, de 30 años de edad, tienen su domicilio en la calle de Humboldt, del barrio de la Estrella a la salida a San Miguel Cereso.
Samuel trabajaba en la mina de San Juan, pero ya se acabo el dinero que le dieron al cerrar la Compañía Real del Monte y Pachuca, para ganarse unos pesos hacia chambitas que le caían de vez en cuando, se metía a la cantina con sus amigos para pasar la tarde, pero siempre que llegaba a su casa como a las 5 de la tarde encontraba a su vieja bien arreglada, y se salía diciéndole que le encargaba a sus hijos porque se iba a la casa de su mamá, que vivía en el barrio del Atorón, en la calle de Observatorio.
Sus amigos de Samuel, le habían clavado una espinita de que su mujer, lo estaba haciendo guaje, que tenía un “Sancho” siempre que llegaba tomado le reclamaba a su señora, que si le andaba poniendo el cuerno, ella sonriendo le decía que no, y se lo juraba por sus siete hijos que tenía.
Una tarde Samuel, se hizo el dormido y vio que  Guadalupe salía muy apresurada, la fue siguiendo de lejos sin perderla de vista, y la vio que entro a la casa de su mamá.
Se quedó mucho tiempo esperándola muy misterioso, escondido en una puerta, caminaba y se escondía detrás de una camioneta, que estaba abandonada.
Los vecinos al verlo sospechoso llamaron a la policía y le cayó la policía, pidiéndole una identificación como no llevaba lo subieron a la camioneta patrulla, y se lo llevaron a las Instalaciones de la Policía Municipal, poniéndolo ante el Ministerio Público.
Dijo como se llamaba, donde vivía, cuando le preguntaron qué es lo que buscaba o estaba haciendo lejos de su casa, les contó la verdad, de que andaba espiando a su vieja porque le habían dicho que le anda haciendo de chivo los tamales, y quiere caerle en la movida. Como no fue una buena justificación, quedó encerrado en la galera durante 24 horas y luego lo dejaron salir.
Cuando salió llegó a su casa todo pulguiento y su señora no estaba. Le pregunto a su hijo, de 10 años llamado Samuel, que a donde había ido su madre, le contestó que le dijo que iba a buscarlo porque estaba muy preocupada, y que luego se pasaba a la casa de su mamá. Samuel estaba como agua para pelar pollos, la espero como león enjaulado paseándose de un lado a otro, cuando la vio entrar se puso como el hombre verde.
Se le aventó como luchador rudo, le dio un tope que la tumbo se le monto y golpeaba  su cabeza, en el suelo que sonaba hueco. Luego le apretó el gañote, su hijo, al ver que su madre, estaba sacando la lengua, se le salían los ojos, y dejó de patalear, agarró una llave Stilson, y le pegó en la choya a su papá, que lo dejó noqueado.
La señora llorando por lo que acaba de suceder llamó a la Cruz Roja, y lo llevaron al Hospital General, donde le cosieron el hoyo y declaró Samuel, que su hijo, lo había golpeado.
La señora declaró que lo hizo para quitárselo de encima porque ya la estaba ahorcando, pero el piensa mal, que ella diario va ayudar a su mamá a hacer pastes para entrega, porque su señor, casi no trabaja, y tiene que ayudarlo para sacar a su hijos, adelante.

 Que desde que se casaron lo ha querido mucho y sería incapaz de engañarlo, por lo tanto no pide nada en su contra, y que no manden a su hijo como delincuente,  porque  viéndolo bajo el punto reglamentario y legal, lo hizo para salvarla, Samuel lloró y pidió a las autoridades que le otorguen la Ley del perdón, le habían calentado la cabeza, que ya tenía un “Sancho” por eso se equivocó y la desmadró.

LO ROBARON POR ACOMEDIDO

Un estudiante de la carrera de Diseño Gráfico fue víctima de un par de viejas muy guapas y buenotas, que al verlas hasta se le cayó la baba, le pidieron que les ayudará a empujar su coche que se les había parado. Jorge Álvaro Velásquez de 22 años de edad, que es vecino de Epazoyucan, al ver a las viejas que se caían de buenas enseñando pechuga y nalga, no se pudo negar a darles un empujón.
Le contó al Ministerio Público, con todo detalle que como a las 11 de la mañana del viernes pasado llegó a Pachuca, en una combi; se bajó en el Boulevard Everardo Márquez, a altura de la calle Rojo Gómez. Caminaba muy tranquilo por el Río de las Avenidas, a la altura de la iglesia Espíritu Santo, de la colonia Lomas de Pachuca, lo detuvo una guapa mujer, que tenía una minifalda, olía muy bonito, usaba zapatillas blancas, como zancos, el pelo le llegaba en el hombro, lo tenía chino y se le veía hermoso, le dijo que si le ayudaba a empujar su camioneta que se le había descompuesto.
Se agacho a limpiarse las zapatillas y Jorge, le vio hasta las muelas, sin borrársele la figura de la muchacha, le dijo que sí que con mucho gusto. Caminaron una cuadra donde estaba otra vieja, mas bonita que la primera y casi se le veían los calzones, le dijo la primera que ya habían encontrado quien les ayudara, le dijeron que iban a ver a otras compañera que se llamaba Mayra, en el Café Internet. Mientras ahí le encargaba su camioneta, el joven, miró hacia el interior y estaba llena de cajas, y ropa.
Se regresó la vieja mas buena y le dijo que no sabía como se llamaba, le contestó el estudiante que Jorge Alberto Martínez Vázquez, “para servirle a usted y a Dios” le dijo la mujer “sabes cuanto traemos en mercancías”,  “no” respondió, “más de medio melón de pesos, y la puerta delantera está abierta”, déjame un identificación no es desconfianza pero si la primera vez que nos vemos” como le hablaba muy sensual, Jorge Alberto la miraba con el hocico abierto y le entregó sus mochila y la vio como caminaba moviendo las nalgas. Estuvo recargado en la camioneta durante mas de 20 minutos, luego llego un señor abrió la unidad y se fue.
El Muchacho fue cuando le cayó el 20, fue al café Internet, para buscar a las muchachas, y no encontró a nadie le preguntó a la encargada, por ellas y les dio las señas pero le dijo que nadie había llegado, más los que estaban, a punto de chillar llegó ante las autoridades, y suplica que agarren a esas viejas ladronas, que se llevaron su mochila, con un celular y su computadora, que vale miles de pesos, que no supo porque las ayudado, y que perdió la cabeza por unas nalgas.

ENCONTRÓ COLGADO A SU ESPOSO
Estaba en una rama de un árbol colgado del pescuezo, por poco la señora da el changazo del susto y de la impresión, porque en la madrugada salió al baño y lo vio que estaba como piñata afuera de su vivienda.
Rápidamente trato de bajarlo y le daba masajes gritándole por su nombre y sobándole todo el cuerpo porque no a reaccionaba, todo lo hacía entre chillidos y gritos, salió en vano porque ya había fallecido, los hechos ocurrieron en la calle de Santa Sofía de la colonia “La Providencia”.
Los vecinos no querían salir a ver qué es lo que pasaba, porque pensaban que era la Llorona, pero un señora se animó y vio que era su vecina y de volada llamó a los policías, llegaron los paramédicos de la Cruz Roja y todos los grupo de rescate pero no se pudo hacer nada, el fallecido llevaba el nombre de José Pancho Francisco.

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