Un Infierno Bonito

UN TAXISTA MANDA AL HOSPITAL A SU VIEJA
Brenda Bautista, de 24 años, llegó, toda desmadrada, al Hospital General, pues, a patín y madrazo, casi la desarmó su marido. Los médicos que la atienden le están echando ganas, a ver si de chiripada le salvan el pellejo.

Dijeron en el acta que fue levantada por el Ministerio Público (MP), que le pegó  su viejo, un taxista que de tanto manejar se volvió loco, o es herencia de familia, pero sean peras o sean manzanas, por un pelito se la echa al plato, y todavía le dijo: “ni aguantas nada”.
La señora, con llantos y pujidos, le contó al MP, que vive en unión libre con su viejo, Estanislao Hernández Rosalino, de 45 años, desde hace 3 años, pero tiene como 6 meses que ha cambiado, ya que le pega y le dice: “eres una burra, ya no me sirves para nada, por eso te voy a cambiar por otra mujer, más abusada”.
Por cualquier cosita, la saca a empujones de su casa, todo le molesta. En el mes pasado llegó echando chispas porque ella no se reportó con él, y la golpeó en la cara, apagándole una linterna y rompiéndole el hocico. Todo el camino la fue zurrando, y de ahí para el real, siguieron los insultos.
El miércoles llegó a su domicilio como a la 2 de la mañana, en la calle Volcán Jorullo 169, de la colonia San Cayetano, de Pachuca. Estaba borracho y se lo llevaba Pifas porque había ido a comer con sus padres y no le dieron.
Ella le ofreció un caldito de pollo y como se lo dio sin limón, parece que le picaron la cola al taxista, pues respingó como burro y se le fue a madrazos, le tiró le dio de puntapiés, la levantó de las greñas, le puso un madrazo entre nariz y boca, que la tumbó, se le montó, le azotó la chirimoya en el suelo, varias veces; ella le gritaba: “ya, por favor, no me pegues, si quieres, me voy a mi casa, pero déjame”.
Eso lo enfureció más. Le dijo que la iba a matar y le pegaba duro, parece que le daban cuerda. Al verla que estaba como diablito, la llevo jalando al tanque de agua, le metió la cabeza; ella pataleaba, pero este güey la quería ahogar.
Desesperada, Brenda se le escapó, corrió a la casa de su hermano José Luis, que vive cerca, y al verla se espantó y llamó al 066. Llegó la ambulancia y la llevaron al hospital. Cuando buscaron a Estanislao, el taxista, ya no estaba. Se había escapado, quién sabe por dónde.
La señora suplica a las autoridades que lo agarren y le rajen toda su madre, como él lo hizo con ella. Que, agregó, son muy seguidas las golpizas que le propina. Antes de que la golpeara, ella le advirtió que lo iba a demandar, y él le dio más fuerte, vociferando: “Hazlo, babosa, a mí la policía me da tres pelones”.

UNA CURANDERA LE QUITÓ LA SAL… Y, TAMBIÉN, SU DINERO
Martha Hernández Martínez, de 35 años, vio cómo se le había pasado el camión, y se quedó soltera. La gente le decía la culpa, porque nadie se la quería echar. Se dio cuenta que estaba más salada que un pescado. Tenía muchas broncas en su trabajo. Decidida, se metió a mercado Sonorita, a ver a una curandera para que le hiciera una limpia.
Preguntando por aquí, por allá, y acullá, llegó con una señora que se llama Lizbeth, así, sin apellidos, como los alcohólicos. Le dijo que le contara lo que le pasaba, quería saberlo todo para ayudarla.
Haciendo pucheros, se explayó diciéndole todos sufrimientos y penas, que se las ve negras para seguir viviendo, ha pensado darse en la madre, y terminar de tajo con su mala suerte.
La mujer le ofreció ayuda para que fuera feliz. Le iba a conseguir un buen partido, pero para eso se necesitaba dinero, porque muchas veces la mala suerte se pasa a las que la curan. La mujer le dijo que por lana no parara,  estaba dispuesta a quedar jodida pero contenta.
La curandera le comentó que para que ella quedara al tiro, tenía que hacerle limpias con gallina negra y huevos de pato, tenía que conseguir agua bendita de 7 iglesias, para quitar el mal de ojo y la sal que le han echado las vecinas envidiosas.
Pero también le iba dar un amuleto para alejar los malos espíritus, una lagartija de dos colas y un pájaro chupamirto, para el amor. Además, tenía que limpiar su casa por las cuatro esquinas, martes y viernes de cada semana, y por todo le iba a cobrar 30 mil chuchos.
Martha le dijo que estaba bien, que comenzaran lo más pronto posible, porque a ella ya le andaba por casarse y tener una familia. La metió en un cuartito y le dio la primera limpia con un ramo de pirul; después le preguntó: “¿Cómo te sientes?”. Le contestó que muy relajada.
Le pidió su dirección para ir a curarla ahí. Le dijo que vivía en la calle Chichonal 200, de la colonia San Cayetano. De la limpia no le cobró, dijo que era cortesía de la casa.
El martes de la semana pasada, llegó a su domicilio con un montón de bolsas con hierbas, le rezó, pero antes de limpiarla, le pidió que le pagara de una vez todo el tratamiento, que era como habían quedado. La mujer le entregó 30 mil pesos.
Le dijo la curandera que se metiera a echar un regaderazo y después saliera como su madre la echó al mundo, para que le diera resultado la curación. Siguiendo los consejos, así lo hizo y cuando salió, la “bruja” ya no estaba, se había ido llevándose un DVD.
Fue a buscarla al mercado antes mencionado, pero nadie le dio razón. Le dijeron que esa mujer trabaja de vez en cuando ahí, viene de la ciudad de México. Fue al Ministerio Público del Hospital General, a denunciar a la curandera, que se llama Lizbeth, que nomás prometió y la estafó.

UNA MUJER FUE GOLPEADA POR SU EX Y VIOLADA POR SUS AMIGOS DE ÉL
Natalia Martínez González, de 23 años, fue golpeada salvajemente por su ex, Nicolás García López, de 35 años, luego que tenían más de un año separados, pero de vez en cuando la acosaba para que le pasara la torta, sin embargo ella lo mandaba a que se la pidiera a su madre.
El lunes, por la mañana, cuando salió de su casa para ir a trabajar, sobre la calle 15 de Septiembre, en Acaxochitlán, le cayó el chahuistle, pues se apareció Nicolás y le dijo que quería volver con ella porque la quería mucho y extrañaba a su hijo.
La mujer le dijo: “ya no me molestes, porque tengo novio y me voy a casar”. Eso le paró los pelos del espinazo al hombre, que se sintió traicionado y la jaló del brazo, llamando a dos de sus amigos que estaban en una camioneta, que le ayudaron a subirla y se la llevaron, sentándola en medio de ellos.
El despechado señor, comenzó a meter manota y decirle que le iba a dar para sus tunas, para que se le quitara la idea de juntarse con otro. Como la iba molestando, en un descuido se aventó con la camioneta en marcha, saliéndose por la ventanilla.
La  vieron rodar por la carretera. El chofer se echó en reversa y la volvieron a subir. Nicolás la golpeó. Estaba muy golpeada y llena de sangre. Antes de que se muriera, en un camino despoblado, la violaron y la dejaron abandonada.
Para su buena suerte, por ahí pasaron unos campesinos, que avisaron a la policía y la llevaron de urgencia al Hospital de Tulancingo, donde estuvo dos días sin conocimiento y en calidad de desconocida, pues le habían quitado sus identificaciones, pensando que se había muerto.
Después llegó su tía Maria Adela, quien declaró ante el agente del Ministerio Público, que su sobrina vivió en unión libre con Nicolás García López, con quien tiene un hijo de dos años, y después la abandonó para irse con otra mujer, pero nunca la dejo en paz, siempre andaba tras sus huesos. Como ella no le hacía caso, amenazó con matarla.
El hombre vive en Acaxochitlán, y es muy conocido porque tiene un rancho y se cree la mamá de los pollitos. Natalia pide a las autoridades que lo castiguen conforme a derecho, porque se pasó de lanza.

CELEBRARON FIESTA Y LOS SOBRINOS DESMADRARON A SU TÍA
Una verdadera olla de grillos resultó una pachanga cuando se aventaron una madriza, en batalla campal, entre familiares, donde resultó bailando con el más feo la señora Abigail Cabrera, de 35 años, dueña de la casa, que se encuentra en la calle de Doria, colonia centro en Pachuca. Le pegaron los sobrinos.
La señora, con unas gafas oscuras, que parecía cieguita, para que no se le vieran los ojos de cotorra y cerrados de los madrazos, cubierta con una pañoleta para taparse los chipotes y las descalabradas, llegó a la agencia del Ministerio Público del Hospital General, para rajarse de que la desconocieron sus parientes, Daniel Martínez, Adriana Hernández y Raymundo, de los mismo apellidos.
Le contó a la autoridad que el domingo hizo una fiesta porque era su cumpleaños, invitó a sus parientes que tiene en Pachuca, para que fueran a celebrar el acontecimiento. Chuparon como recién nacidos, y cayeron poco a poco, como moscas, de lo borrachos que estaban, y así amaneció.
Al mediodía, después de darles un almuerzo, volvieron a agarrar la jarra; hubo discusiones entre ellos. Les fue a parar el alto, que si seguían de escandalosos suspendía la fiesta. Se calmaron y comenzaron a chupar. Ella estaba en el sol, tomándose una cheve para calmar la cruda, cuando de pronto vio que Daniel y Adriana le daban en la madre a su hermana Arely, que todavía estaba peda.
Daniel la jaló de las greñas, la tiró mientras que, Adriana hacía lo suyo, dándole de patadas. En esos momentos llegó Alejandro Camacho Pérez, el esposo de Abigail, y entró a la bronca, sin saber de qué se trataba, aventando campanazos a lo loco, descontando a quien se le pusiera enfrente. Entraron los familiares y calmaron la cosa.
Alegaban por un lado y otro. Dijo Daniel a Arely: “esto te pasa por meterte con mi esposa Adriana, y no le vuelvas a mentar la madre porque te la verás conmigo”.
Arely se la volvió a mentar y de nuevo se armaron los madrazos, pero ahora fue con palos y con lo que encontraban. Nadie podía controlarlos, se daban hasta por debajo de la lengua, todos contra todos. Hubo un momento en que perdieron la brújula, y se le fueron encima a la tía, que no tenía vela en el entierro.
Le dieron de golpes, patadas, jalones de greñas. A todos los borrachos se les había botado la cuica. Llegó la policía y, a macanazos, se los llevó al bote, encerrándolos en la galera, hasta que se les bajara la peda.
Abigail pidió al MP que dejaran libre a su esposo y a su hermana, a los demás que les apliquen todo el rigor de la ley. Jura que nunca los volverá a invitar a su cumpleaños, nada le hace que se enoje su hermana, pero sus sobrinos son de peligro.
gatoseco98@yahoo.com.mx

Related posts