DESFIGURARON DE LA CARA A UN LADRÓN
Le dieron una golpiza al pobre rata, que le sonaron hasta debajo de la lengua, al menos eran unas 15 personas que no dejaban de tirarle golpes donde le cayeran, ya tenía los ojos cerrados, la trompa de puerco, todo golpeado del cuerpo, parecía que lo había atropellado un camión.
Según dicen en el reporte policiaco, que lo iban a matar porque le dio matanga dijo la changa a una muchacha con su celular, en el fraccionamiento Las campanas de Tizayuca, haciendo su buena obra los uniformados lo llevaron y lo metieron a su casa y se fueron.
Los policías recibieron el reporte sobre el robo sin embargo al trasladarse al lugar de los hechos, vieron a un grupo de vecinos que le estaban dando en su madre, todos le pegaban, lo agarraron y lo quisieron amarrar de un poste.
Mientras las vecinas y vecinos lo golpearon con lo que encontraban, y pedían que le entraran a la bola más gente, porque de un vez lo querían mandar al valle de las calacas, el pobre ya estaba sin aliento, lloraba como niño chiquito, les juraban que ya no lo volvería hacer, fue cuando al comandante “Pistolas” se le remordió la conciencia, al ver como lo habían dejado, peor que al que hizo a Jesús en el viacrucis.
Para ayudarlo dio órdenes de que lo metieran a la patrulla, cuando estaba adentro, le preguntaron como se llamaba, les dijo que Juan Pérez, y que vivía a dos cuadras de donde estaba. Haciendo su buena obra lo metieron, y ellos se fueron contentos pero al que le tocó bailar con la más fea fue al ladrón, porque su vieja lo desconoció y con un garrote lo acabo de desmadrar, no lo conoció, y ahora está en el hospital muy delicado.
EXPLOTÓ UNA COCINA ECONÓMICA
Todo parecía normal en una cocina económica de Tizayuca Hidalgo, la señora Hilda Lidia Guerrero de 56 años, tiene buen sazón siempre está hasta el tope de comensales que disfrutan la comida, además es barata, como al mediodía del martes se escuchó una explosión, “vieja el último”, salieron todos corriendo hechos la raya.
Humo, fuego, gritos, se escucharon cazuelazos y volaron utensilios por todas partes, muchos curiosos se tiraron al suelo, pensaron que eran los soldados que venían de los Estados Unidos de la fuerza Nacional, matando a mexicanos.
Llegó mucha gente de la colonia, entre las calles de Rosa casi esquina con Azalea del fraccionamiento Nuevo Tizayuca, entre el humo salieron muy espantadas con los pelos achicharrados, la cara y los brazos Hilda Lidia y sus hijas Silvia Leticia y Edith González Guerrero de 27 y 31 años, cuando ocurrió la explosión estaban meneando los frijoles.
Minutos después llegaron los bomberos con la manguera en mano, listos para apagar el fuego pero no había, solo trastos de comida bien madreados, la estufa chueca, los vidrios rotos, mole, frijoles, pedazos de pollo y sopa regadas entre la pared y el suelo.
Llegaron las ambulancias para llevarse al hospital a las quemadas, la más afectada fue Leticia, presentaba quemaduras en el rostro, brazos y manos.
Los bomberos hacían sus averiguaciones, dijeron que fue una acumulación de gas por que los conductos de la estufa estaban rotos, fue un descuido de las mujeres, de milagro no explotó el tanque estacionario, de lo contrario estarían dando cuentas a San Pedro.
La señora Hilda Lidia estaba temblando como gelatina, declaró ante las autoridades de la Policía Municipal que estaban apuradas en la cocina haciendo el pipirin, porque a la una de la tarde le llegan clientes de diferentes lugares, les dijo a sus hijas que olía a gas, pero no le hicieron caso, de momento sintieron un fuerte flamazo y una explosión.
Al querer al salir corriendo chocaron entre ellas mismas y se cayeron, sus hijas gritaban de dolor por las quemaduras, pero lo que más le duele a la señora es que muchos clientes se salieron corriendo y no le pagaron la cuenta. Por más que les grito no se pararon.
UN PERRO BULL TERRIER MATÓ A UN PERRITO CHIHUAHUEÑO
Dijo la señora Teofila Inocencia de 63 años de edad, que el sábado a la altura de la escuela José Barra Olivares, que se encuentra en la colonia del ISSSTE, a la una de la tarde la acompañaba a su nieto de nueve años, que paseaba a su perrito Chihuahueño, que está del mismo tamaño.
Se dieron cuenta que debajo de un carro, salió un perro grandote, color negro de raza Bull Terrier, y atacó a su mascota, lo agarró con el hocico, lo meneaba para un lado y para el otro, lo revolcaba en el suelo para matarlo.
Al ver que su chavito lloraba, la señora muy valiente se metió a defender a su perrito, agarró de las patas traseras al perro agresivo, y le dio varias vueltas, pero el perro pataleó y la jaló, como la señora lo tenía agarrado a madres, al correr la tiró arrastrándola, quedando lesionada de la mano derecha y la rodilla, raspándose el codo y el brazo.
El perro no soltó a su perrito, el niño no dejaba de llorar gritando a su abuelita que se levantara y que le diera en la madre al perro grandulón .
Por el escándalo salieron los vecinos y vieron con terror que el perro no soltaba al Chihuahueño, que tenía las tripas de fuera. Salió Leobardo Muñoz, el papá del perro (perdón) el dueño, con un tubo grande grande le pegó en la mera chirimoya, sonó a bote viejo.
Soltó al perrito, se fue corriendo a todo lo que daba chillando metiéndose a su casa.
El padre del dueño del perrito cajeteo a su hijo por no tener cuidado del animal, le dio sus madrazos. Llegó la policía a ver como estuvo la bronca, le ayudaron a llevar al perrito al veterinario pero no pudo hacer nada y chupo faros.
Llamaron a la perrera municipal para que se llevara al perro broncudo al antirrábico para ver si no tenía rabia, la señora cerrando el puño con el pulgar hacia abajo pedía a las autoridades que le dieran muerte, por bravo además había agarrado barco con un perrito, que se hubiera puesto con uno a su tamaño.
Leobardo se opuso a que le dieran en la madre a su perro, alegaba que su instinto animal hizo que lo atacara, su can es mansito lo quiere como si fuera su hermano. Doña Teofila considero que el perro es un peligro para la colonia. Como no le hicieron caso fue directamente a quejarse con las autoridades del Ministerio Público, exigiendo que se proceda a darle muerte al perro, le dijo al dueño que el costo de su mascota que desmadraron es de 4 mil pesos, si no le dan en su jefa a su animal que se la pague.
DOS BORRACHOS BORRACHOS ROMPIERON PARABRISAS
Como a la una y media de la madrugada se escuchó un fuerte madrazo, que espantó y se cayó de la cama Víctor Hugo de 24 años de edad, se asomó por la ventana vio correr a dos tipos de su jefa, que le rompieron el parabrisa a su automóvil.
Mientras se vistió no los alcanzo, solo les mentó la madre, muy triste con ganas de chillar se quedó, mirando como quedó su automóvil Chrysler tipo Dart K, color azul, lo había estacionado en la puerta de su casa en la calle de Cerezo manzana D, lote 44 de la colonia Parque de Poblamiento, llamó al 911 cuando llegaron los popochas, les dijo que afuera de su casa, se estaban peleando unos borrachos se dieron hasta con la cubeta, eran dos contra dos.
Como no lo dejaban dormir por el escándalo les gritó desde su ventana “escandalosos váyanse a pelear en casa de su madre”, se acostó, se tapó la cara con una almohada, como estaba desvelado le agarró el sueño y se quedó profundamente dormido, hasta que escuchó el ruido seco, al asomarse por venganza le rompieron el medallón de su coche, se fueron corriendo por la avenida Piracantos.
Les dio santo y seña de los trasnochadores, la policía que siempre vigilia se fue a buscarlos, le dijo el comandante Pistolas que por sus calzones los iba agarrar. Cerca de donde termina la calle, vieron que dos pillos corrían a todo lo que les daban las patas, con el faro que llevan los alumbraron sin perderlos de vista hasta que los apañaron.
Dijeron que corrían para que se les quitará el frío y se les bajara la peda, porque sus jefes los cajetean cuando llegan borrachos a su casa.
Los pusieron con las manos en la patrulla, los abrieron de patas, les metieron la mano para ver si no llevaban alguna arma. Los dos estaban sangrados con moretones en la cara, los pómulos y el hocico roto. Les preguntaron como se llamaban y contestaron “José Daniel de 20 años de edad”, dijo que vivía en la calle de la Hacienda de Santiago Tlautla Edifico E departamento 3, de calle de Geranio de la colonia Juan C. Doria, le dijeron al otro “¿Y tú? “Yo que” “como te llamas” “Sergio Jeovany Ávila, tengo 17 años vivo en la misma calle y edificio de mi amigo en el departamento 4”, los llevaron los encerraron en la galera hasta que resuelvan sus bronca y paguen el parabrisas.
A LA POLICÍA LES HAN GANADO LOS CACOS
Mientras la policía quiere tapar el sol con un dedo, dándoles atole con el dedo a los ciudadanos, diciéndoles que terminaron con los ladrones no les creen, los cacos están incontrolables robaron otro coche y desvalijaron dos más.
Uno de los afectados fue el empleado Juan Manuel Sánchez, a quien dejaron a pata llevándose su automóvil Chrysler, color azul marino, modelo 90, tiene 15 días que lo compró, dijo que lo dejó estacionado el martes como a las 9 de la mañana, en la calle 5 de mayo de la colonia Santa Julia, cerca de su trabajo, a las 3 que salió para ir a comer los ladrones le habían dado en la madre con su carro, fue a poner su denuncia ante el Ministerio Público de Seguridad Pública pero parece que la levantaron de mala gana.
Por otro lado se quejó el estudiante Eduardo Amador, le desvalijaron la camioneta Nissan Pick up, modelo 91, placas de circulación de Hidalgo, la dejo en el estacionamiento de la preparatoria número 4, que se encuentra en la colonia Guadalupe. Dijo al agente del Ministerio Público que la camioneta es de su jefa, a las 10 de la mañana del martes, estaba muy confiado porque estaba estacionado afuera de la escuela, y desde su salón le echaba un ojito.
Pidió permiso de ir al baño, le fue a echar un vistazo, se dio cuenta que la habían abierto se llevaron su estéreo Sony Xplod, las bocinas que tienen un valor de más de 6 mil chuchos, fue a denunciar a la Dirección de la Preparatoria, lo mandaron con cajas destempladas “no tenemos tiempo de estarla cuidando cuando pase la patrulla pregúntales a los policías a lo mejor ellos saben quien te robo” .
