EN EL PERSONAJE DE HOY
EL DEBATE
En una de las casas del barrio de “La Palma”, Juan “El Cajete” discutía como merolico con su vieja, “Chana”, a causa de la crisis que estamos viviendo por el gasolinazo y de todo el dinero que se han robado gobernadores, presidentes municipales y todos los funcionarios de gobierno, “El Cajete” alegaba que no podía aumentarle el gasto, pues trabaja en el Programa Emergente de Trabajo del gobierno del estado, y que esos monos no le aumentaban el sueldo, por el contrario quieren que trabaje más. Decía que todos los días, lo traen en chinga loca de sol a sol, esto ocasiona que por el desgaste fijo, tenía que tomarse por lo menos cinco “caguamas” para no deshidratarse, y como le pagaban el sueldo mínimo, salía a mano y le explicaba a su greñuda vieja:
– Da gracias a Dios, que al menos recibes una lana, porque lo que gano me cae de madre que no me alcanza ni para el bofe del gato. Ahora que pensaba irme a los Estados Unidos juntar y traer billetes verdes, salen con la mamada que van a poner un muro, más chingón que el de Berlín.
La señora “Chana” estaba enojada y buscaba la forma de que su viejo le diera dinero y le daba opciones para que buscara un trabajo mejor donde le pagan más.
-¿Por qué no te metes de policía?
– ¡No mames! Vieja, esos pobres cuates están más amolados que nosotros, si no es por la mordida saldrían trabajando gratis, los están madreando peor y les pagan una madre, por eso se duermen y andan hablando solos, todos idiotas mirando para todos lados y sin hacer nada te meten al bote, ya hasta el modo de caminar se ve que les pesan las patas.
– Eso a mí me viene valiendo madre. Aquí le caes con más lana o te rebajo la comida, ¿crees que con 200 pesos a la semana me va alcanzar para darles de comer a todos? Pobrecitos de mis hijos, están panzones de tanto fríjol que comen, y luego andan como ametralladoras, si seguimos así te voy a mandar a ver a la más vieja de tu casa.
-En una parte estoy de acuerdo contigo, pero también debes de comprender que mi trabajo es eventual, dice el encargado que dentro de unos seis o siete años nos va a llegar un aumento.
– Ya no quiero alegar contigo, es como si estuviera hablando con un pinche burro.
– ¡Tú eres la que no entiende! Eres necia no sabes nada, tal parece que estudiaste en una escuela de gobierno ¿Por qué no nos aventamos un debate, como lo hacen los políticos balines y vemos quién tiene la razón? Lo hacemos frente a toda la familia y amigos, para que se den cuenta de nuestra situación a ver quién gana. En este debate voy a buscar al gobernador Omar, para decirle que no vaya a meter manos en los votos, que sea una decisión limpia.
-Ya dijiste, pero no me vayas a salir con mamadas de que siempre se canceló. Porque andas buscando trabajo, a mí no me la haces ya te conozco mosco.
– Te doy mi palabra de honor y si dudas te firmo una carta de cumplimiento, hoy, sabremos de qué tigre salen más rayas y el debate va hacer muy parejo, lo haremos en la noche, por lo que pase no se me escape el mañanero.
– Me tienes que decir la hora para avisarle a mi familia, que esté presente, porque esto se va a poner de pelos, y necesito una porra monumental de mujeres sufridas. De mediadora ya tengo a la persona indicada para estos biznes.
– Me puedes decir quién es.
– Doña Pancha la portera que es una persona neutral.
– ¡No! A esa pinche vieja no. Es feminista y me va a poner en la madre, siempre anda hablando mal de los hombrecitos, dice que somos infieles y desobligados. Al pobre del Chencho lo mandó al bote, pasó una mujer caminando como yegua fina, al verla le dijo “ay mamacita linda, con ese forro me cubría del aguacero”, se juntó con otras viejas de su calaña y lo acusaron por acoso sexual.
– Ya dijimos y no te puedes echar para atrás, este debate es muy serio y no vamos andar con madres como otros políticos, que solo buscan su conveniencia.
– Si lo dices por el hombre Araña, el Miado, o el Ropavejero, déjalos ese es su cuete.
La noticia del debate, corrió como reguero de pólvora en todo el barrio, y en la vecindad todos hablaban sobre el debate, aunque algunos no sabían de qué se trataba solo que lo iban analizar, doña Chana contra su viejo El Cajete.
Se juntó mucha gente a presenciarlo, pues nunca habían visto una pendejada en vivo.
En medio del patio de la vecindad, la casa estaba rodeada de sillas, pusieron un templete para los dos contrincantes y habló Panchita.
– Para no echarle tanta crema a los tacos, les presento al señor “Cajete”, que retó a la señora “Chanita” a debatir sobre su vida social. Vamos a sacar un papelito del sombrero que tiene el número uno, que es el de doña Chana y el número dos, que es el del señor Cajete. Vamos a comenzar, salió ¡el número uno!, tiene la palabra doña Chana y le damos dos minutos.
Todas las mujeres comenzaron aplaudir, ella les hacía como los políticos con las manos abiertas y moviéndolas.
– Yo Chana Hernández, me presento ante ustedes como una mujer abnegada, soy priista, tuza y guadalupana, siempre he obedecido a mi marido sin protestar como toda fiel cristiana, pero por falta de alimentación y porque no me da lo necesario, para el pipirin de mis hijos, por mi cuenta déjenme decirles que estoy tan flaca que ya se me cuentan los huesos y vean a mis chavos, que están en la misma forma, por lo tanto señalo a este viejo borracho como un hombre irresponsable y mal esposo, que desciende de familia culera y por ahí dicen que anda de rabo verde y le quiere llegar a la tamalera.
Doña Pancha le interrumpió.
– ¡Alto Chanita!, su tiempo ha terminado, le toca al señor Cajete.
– Yo me presento ante ustedes como un hombrecito cumplidor en todos aspectos, siguiendo la herencia que me dejó mi padre que en paz descanse. Trabajo como burro para darle lo necesario a mi trompuda y a mis chavos, lo que pasa es que trabajo en gobierno y ahí no gano ni para calzones, además, mi vieja me pide gasto como si fuera diputado, no quiere que ande con amigos, me quiere tener en la casa como gato ratonero, nada más cuidándole las teleras.
– ¡Tiempo! Sigue usted Chanita.
– Ya para darle la puntilla a este buey, hablador les diré que es un borracho, mamón y corriente, pertenece a una raza mendiga que desconoce la mano que le dio de comer. Miren esta cicatriz que tengo en la espinilla, hace una semana me la hizo de una patada, me descontó a la mala y se echó a correr, el cabrón como un cobarde, llegó a media noche haciéndola de pedo, que no recordaba nada. No me quejé con mi jefa porque sé que le hubiera rajado cuanta madre tiene.
-¡Tiempo terminado Chanita! Sigue el señor Cajete.
Lo que mi vieja dice, que la desconté a la mala, es mentira. Se me puso al brinco y le tuve que dar un soplamocos, porque como su marido, me tiene que respetar como si fuera su padre y tengo todo el derecho de madrearla cada que se me eche a las barbas. Y ya picado, si aquí hay un changuito que no le guste, que le brinque y nos madreamos.
Sin permiso se subió y se metió al centro del debate “El Pingüino”, el papá de la señora Chana, y le puso un golpe en el hocico al Cajete que lo mandó de nalgas dándole de patadas. En eso, entró la mamá del Cajete.
– ¡Cálmese viejo encajoso, al caído no se le pega! Yo le voy a enseñar las reglas sin razón, el papá de la señora Chana siguió golpeándolo hasta que entró la familia del “Cajete” y se armó una batalla campal, todos contra todos.
Volaron sillas y madrazos, llegó la policía, le explicaron que esto era un debate y los llevaron ante el Ministerio Público, quien les explicó que estaban fuera de la ley. Que solamente los debates los hacen los políticos y no cualquier gente. Y les iba aplicar una multa para que respeten.