Home Nuestra Palabra Un hotel de lujo que duró poco

Un hotel de lujo que duró poco

0

Mochilazo en el tiempo
“La Posada del Sol” estaba planeada para que la gente, además de alojarse, pudiera disfrutar del bar, de los salones, murales o de un paseo entre los jardines y las esculturas

Sobre la avenida Niños Héroes, a unos pasos de la estación del Metro del mismo nombre y frente a un edificio de oficinas del Tribunal Superior de Justicia de la capital, sobresale una construcción que, por su deterioro y aspecto, se la ha llamado popularmente “embrujado”, es el hotel “La Posada del Sol”.
La entrada es lo único que se distingue entre los puestos de comida que se extienden a lo largo de la calle, cuyos coloridos rótulos o iluminaciones contrastan con el material con el que está construida la posada.
Su historia se remonta a la primera mitad del siglo pasado, cuando el ingeniero Fernando Saldaña Galván decidió invertir parte de su fortuna en su propio hotel.
“La Posada del Sol” estaba planeada para que la gente, además de alojarse, pudiera disfrutar del bar, de los salones, murales o de un paseo entre los jardines y las esculturas. Sus siete niveles estaban construidos, principalmente, de piedra y tezontle; ornamentados con vitrales y herrería.
Hoy, lo único que queda visible para los curiosos son sus diferentes estilos arquitectónicos a simple vista desde el exterior.
A pesar de su majestuosidad, la actividad de “La Posada del Sol” como hotel fue efímera. La explicación poco a poco se ha tornado en leyenda: se dice que su dueño quedó bastante endeudado tras la construcción y tomó la decisión de suicidarse dentro del hotel, pero no hay pruebas que lo afirmen. Con el tiempo, el inmueble pasó a manos del gobierno capitalino y desde entonces ha sido utilizado como bodega de instituciones.
Algunos medios han logrado escabullirse al interior del lugar, sus fotografías registran madera podrida, salones y estancias completamente vacías y un altar que se atribuye a la segunda leyenda más famosa del sitio: cuando fungía como una instancia del DIF, la hija de una trabajadora se perdió y fue encontrada muerta.
Actualmente los cueros estructurales de “La Posada del Sol” están ligeramente inclinados, ha sobrevivido a varios sismos. Este lugar se renta para que se filmen comerciales o escenas de películas, como “Kilómetro 31” de Rigoberto Castañeda o “Forward” de Henry Bedwell.
En nuestra visita observamos que la entrada de Niños Héroes 139 se abrió un par de veces sólo para que entraran un par de mujeres que empujaban “diablitos” con contenedores; el vigilante nos dijo que no se permitía el acceso a nadie.
Quienes se encontraban en los puestos de alimentos cercanos contaron que “de vez en cuando” entran por agua; un comensal interrumpió su comida para comentarnos que nunca se había preguntado la historia de ese lugar: “cuando uno vive aquí -en la ciudad-, a veces no da tiempo de fijarse en esas cosas, ¿no?”