Hace 2 mil años la Reina del Nilo vió su última puesta de sol. Acorralada en Alejandría después de haber sufrido una derrota ante el general Octavio, quien terminaría por convertirse en el primer emperador romano, Cleopatra decidió morir antes que ser su prisionera. Miles de años después, su leyenda perdura.
La reina más joven de Egipto es conocida hasta la fecha por los numerosos lujos que disfrutaba en vida, por lo que cualquier hallazgo que revele más acerca de sus refinados gustos y costumbres despierta el interés de investigadores en todo el mundo.
El profesor Robert Littman y el profesor adjunto Jay Silverstein, de la Universidad de Hawai en Mānoa, dirigiendo un proyecto de excavación en la antigua ciudad egipcia de Thmuis en el Delta del Nilo hallaron varias botellas de perfume elaboradas con arcilla y cristal, así como grandes contenedores en los que se cree se guardaban los ingredientes utilizados para su elaboración.
Los investigadores llevaron sus hallazgos a dos expertos en perfume egipcio, Dora Goldsmith y Sean Coughlin, quienes ayudaron a recrear los olores siguiendo las fórmulas encontradas en los textos griegos antiguos.
Entre los ingredientes utilizados para este revival milenario se encuentran cardamomo, canela y aceite de oliva que producen una composición muy densa.
Por suerte, Littman y Silverstein no serán los únicos afortunados que podrán oler los aromas del Antiguo Egipto, ya que el museo de la National Geographic en Washington, D.C. los presentará hasta mediados de septiembre en la exhibición «Queens of Egypt», donde las visitas podrán sentirse en presencia de Cleopatra con tan solo cerrar los ojos y percibir su dulce aroma.