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La petición de la Comisión de Arbitraje se cumplió y ambos futbolistas fueron expulsados un año por agredir al cuerpo arbitral, además de recibir una multa de 450 UMAS (aproximadamente 34 mil pesos)
Luego de que los árbitros de la Primera División del futbol mexicano se negaran a pitar la pasada jornada 10 de la Liga MX, por considerar “ridículas” las sanciones de 10 partidos de expulsión a Pablo Aguilar del América, tras darle un cabezazo al silbante Fernando Hernández, y de ocho cotejos al elemento del Toluca, Enrique Triverio, por intentar agredir al central Miguel Ángel Flores, el parón en la Liga parece llegar a su fin, pues la Comisión Disciplinaria rectificó los castigos a los infractores.
La petición de la Comisión de Arbitraje se cumplió y ambos futbolistas fueron expulsados un año por agredir al cuerpo arbitral, además de recibir una multa de 450 UMAS (aproximadamente 34 mil pesos).
De tal manera y cumpliendo con las peticiones arbitrales, la Liga MX podría reanudarse este fin de semana con su jornada 11. Del mismo modo, los partidos de Copa de cuartos de final se jugarían sin ninguna complicación hoy y el miércoles.
La fecha 10 se supone a reprogramarse los días 11 y 12 de abril. Sin embargo, la Final de la Copa MX se disputará el 12 de abril, por lo que en caso de llegar al duelo por el título, Monterrey, Chivas, Puebla, Santos, Cruz Azul, Xolos o Morelia, equipos que todavía tienen vida en el certamen copero, sus duelos de Liga correspondientes a la décima jornada tendrán que reprogramarse.
Por otro lado, ante dicha noticia, la Asociación Mexicana de Árbitros (AMA) anunció el regreso de los silbantes a la Liga Mx. “La AMA Árbitros Profesionales AC reconoce la decisión del Comité de Apelaciones de la Federación Mexicana de Futbol quien ha sentado un precedente para que sea el orden y respeto lo que impere en el terreno de juego.
“A partir de este momento nos incorporamos a los trabajos en la cancha dando nuestro mejor esfuerzo para lograr torneos de altura”, señaló en un comunicado.
Después del parón del fin de semana en la jornada 10 del Clausura 2017 y una reunión de emergencia en Toluca del Comité de Desarrollo Deportivo a la que se convocó de emergencia, el organismo reconoció su satisfacción por respetar el reglamento y modificar el castigo para el defensa del América y el delantero del Toluca, por agredir a los silbantes Fernando Hernández y Miguel Ángel Flores.
“Reconocemos su decisión en apego al Reglamento de Sanciones debido a que con ello, es la afición del futbol la que gana. El futbol une a México por lo que el compromiso de quienes participamos en esta disciplina debe ser ejemplo para fomentar la armonía y el respeto que tanto necesitamos en nuestra sociedad”.
Con esta postura del gremio arbitral, la actividad del futbol mexicano se reanudaría de inmediato con los juegos de cuartos de final de la Copa Mx (mañana y el miércoles) y la jornada 11 de la Liga Mx el próximo fin de semana.
La fecha tentativa para cumplir con la fecha 10 sería el 11 y 12 de abril.
Antecedentes de jugadores expulsados un año
Luego de la rectificación del castigo a Pablo Aguilar y Enrique Triverio, de 10 y ocho juegos expulsados, respectivamente, a un año de suspensión, por agresión a los silbantes Fernando Hernández y Miguel Ángel Flores, saltan recuerdos de casos similares en el futbol mexicano.
Hay que ir al año de 1982 para recordar el primer castigo ejemplar por parte de la Comisión Disciplinaria. La estrella del balompié azteca, el argentino Miguel Marín, era el técnico del Cruz Azul y, durante un partido contra Puebla, se metió a la cancha para reclamar una decisión arbitral de Jesús Mercado, quien al ver la invasión de campo no dudó en expulsar al “Superman”.
El estratega celeste, furioso con el silbante, no aguantó su coraje y le propinó un cabezazo. El resultado de la artera acción fue la expulsión de un año para Marín, quien de esa forma se despidió del banquillo cruzazulino.
Otro caso que terminó en suspensión anual ocurrió en 1998. Se jugaba un duelo de Liga entre Pumas y Chivas en el Olímpico Universitario y, al finalizar los 90 minutos, el joven argentino de los auriazules, Cristian Zermatten, explotó contra el árbitro Felipe Ramos Rizo, lo persiguió y al alcanzarlo le tiró un cabezazo en la cara. El sudamericano fue expulsado un año y nunca recuperó su nivel.
Un año antes del caso Zermatten, el delantero español del Puebla, Carlos Muñoz, en un cotejo contra Celaya encaró al silbante Gonzalo González y le tiró un golpe. Aunque el ibérico aseguró que no tocó al árbitro, la Comisión Disciplinaria lo expulsó por sólo por seis compromisos.
Al igual con seis partidos de suspensión se fue el argentino Alejandro Glaría, quien en 2002, vistiendo la playera de Jaguares, en un duelo contra Cruz Azul, agredió con varios pechazos al central Paul Delgadillo.
En 2010, en un cotejo amistoso entre Tecos y Atlas, el jugador argentino de los universitarios, Rubens Sambueza, dio un cabezazo al nazareno Rafael Medina. La acción le costó al sudamericano la suspensión en cinco cotejos ligueros.