Ultraconservadores iraníes se unen contra Rohani

Nefastas coaliciones contra el pueblo… también allá

Para unificar el voto conservador, Mohamed Galibaf se retira de la carrera electoral y solicita a seguidores que el viernes apuesten por Ebrahim Raisi
Las dos grandes corrientes, conservadores o «principalistas» y reformistas, volverán a verse las caras en los comicios del viernes. Los conservadores se han centrado en los problemas económicos y acusan a Rohani ser incapaz de hacer que los beneficios generados por el levantamiento de las sanciones tras el acuerdo nuclear lleguen a los ciudadanos. Rohani ha contraatacado con los derechos y libertades, dice que «los iraníes deben decir a través de las urnas que no aceptan a aquellos que solo piden ejecuciones y encarcelamientos»
Mohamed Galibaf tendrá que seguir esperando para ser presidente de Irán. El actual alcalde de Teherán, que se presentaba por tercera vez a unas elecciones y que en las de 2013 fue el segundo candidato más votado, decidió retirarse de la carrera por la presidencia para unificar el voto ultraconservador, «defender los intereses del pueblo, del país y de la Revolución islámica», y «dar la victoria» al clérigo ultraconservador, Ebrahim Raisi.
El alcalde de la capital difundió un comunicado para informar de esta «decisión drástica» que tiene el objetivo de que se imponga el «Gobierno de trabajo y dignidad», en alusión a uno de los eslóganes de campaña de Raisi, administrador de la importante fundación Astan Quds Razavi, del mausoleo del imán Reza en la ciudad santa de Mashad, y uno de los religiosos mejor posicionados para suceder al líder supremo, Alí Jamenei.
A los pocos minutos de efectuar el anuncio aparecieron en las redes sociales y en las calles de Irán las primeras fotos de Galibaf y Raisi juntos y ayer ambos estuvieron en un acto de campaña en el que insistirán en sus promesas de crear millones de puestos de trabajo y sacar al país de la crisis económica.
Raisi agradeció el apoyo del alcalde y lo calificó de «acto revolucionario». Este tipo de movimientos son habituales antes de las elecciones iraníes y en las próximas horas podrían producirse también en el bando moderado, en el que el presidente Hasán Rohani aspira a ser reelegido para una segunda legislatura.

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