Turquía liberará a 38.000 presos comunes

Busca hacer sitio a detenidos tras el golpe
●    Se percibe que el Presidente turco está obsesionado en la conservación de SU poder, la seguridad es lo de menos. En los años de Gobierno del partido islamista AKP se ha triplicado la población carcelaria

En algunas instituciones penitenciarias, los reclusos deben dormir por turnos o en el suelo
Estambul.- El Gobierno turco liberará a 38.000 presos comunes para hacer sitio a los miles de arrestados tras el intento de golpe de Estado del 15 de julio. La drástica medida fue tomada debido a la saturación de las prisiones de Turquía, donde la población reclusa ha aumentado exponencialmente durante los 14 años de gobierno islamista, hasta superar el límite de plazas en cárceles.
La decisión entró en vigor ayer en forma de un nuevo decreto ejecutivo que permite el vigente estado de emergencia (no necesitan de aprobación parlamentaria) y supone una modificación en la actual ley, por la cual los condenados a cárcel podrán optar a libertad condicional tras cumplir la mitad de su pena, en lugar de dos tercios de ella, como ocurría hasta ahora.
“Aproximadamente 38.000 presos podrán beneficiarse de esta medida”, dijo el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, subrayando: “no es una amnistía”. Matizó que no podrán optar a estos beneficios quienes hayan sido sentenciados por asesinato, homicidio involuntario, uso de la violencia contra familiares o personas indefensas, crímenes sexuales, violación de la privacidad y espionaje o terrorismo, o hayan sido condenados tras el 1 de julio.
El motivo que subyace tras esta medida es la necesidad de hacer espacio a nuevos ocupantes. Desde la sublevación militar, 35.022 personas han sido detenidas, de las cuales 17.740 han sido imputadas y enviadas a prisión de forma preventiva (otras 11.597 han sido liberados). Pero ya antes de la asonada, la situación de las prisiones era crítica.
Desde la llegada del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista) al poder en 2002, la población reclusa ha aumentado de 59.429 a 187.647 personas. Solo en los primeros tres meses de este año, cerca de 8.000 personas ingresaron en prisión, superando el límite de 180.000 plazas con que cuenta el sistema penitenciario turco.
Esto ha provocado multitud de inconvenientes según Eva Tanz y Aysegül Algan, representantes de la asociación Sociedad Civil en el Sistema Penal (CISST). “Menos espacio para cada recluso, implica problemas físicos y, a la larga, psicológicos. Ya antes del golpe había problemas de falta de camas y ahora la situación ha empeorado: en algunas cárceles los presos tienen que hacer turnos, unos duermen de día y otros de noche, y, en otras, algunos duermen en el suelo.

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