En Clave Turística
• El turismo es un poderoso instrumento con capacidades generar mejores condiciones de vida
En días pasados el Consejos Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) presentó su reporte sobre la evolución de La pobreza en el periodo 2010-2016. Sin duda, los hallazgos más relevantes contenidos en el paquete informativo están relacionados con la reducción de las personas en situación de pobreza entre 2014 y 2016, tanto en términos relativos (pasando de 46.2% a 43.6%), como en valores absolutos con una disminución de cerca de 2 millones de personas, moviéndose de 55.3 a 53.4 millones de personas. Lo anterior sin olvidar que si se compara con 2012, en valores absolutos se registró un aumento de alrededor de 100 mil personas en dicha condición de pobreza.
En todo caso y reconociendo el haber sacado de la pobreza a cerca de 2 millones de mexicanos, los avances más significativos se presentan en la reducción de las personas en condición de pobreza extrema que han pasado de significar 11.3% de la población total en 2010, a representar 9.8% (2012), 9.5% (2014) y un 7.6% (2016); en valores absolutos la evolución va de 13 millones de personas en 2010, a 11.5 (2012), 11.4 (2014) y 9.4 (2016).
También es relevante observar que entre 2010 y 2016, 27 entidades federativas redujeron la población en situación de pobreza y 31 lo hicieron en lo que tiene que ver con las personas en pobreza extrema.
En este orden de ideas, parece por demás relevante el papel coadyuvante de la actividad turística en la reducción de la pobreza. Para ilustrar esta aseveración, conviene tener en cuenta la evolución de la pobreza en el periodo señalado en dos entidades del país en donde existe una vocación turística consolidada, producto de sus ventajas comparativas y en la que las intervenciones públicas y privadas han permitido la construcción de ‘clusters’ turísticos que compiten a escala mundial; nos referimos, por supuesto, a Baja California Sur y a Quintana Roo.
En la primera de estas entidades federativas en la que Los Cabos se ubica como el destino protagónico, 31% de la población en 2010 se encontraba en situación de pobreza y 4.6% en pobreza extrema; para 2016 estas proporciones se redujeron a 22% y a 1.6% (este valor es el tercero más bajo del país.
Por lo que se refiere a Quintana Roo cuyos principales destinos turísticos (Cancún y Riviera Maya) hacen las veces de buque insignia del turismo mexicano, la situación en 2010 mostraba que 34.6% de la población estaba en condición de pobreza y e6.4% en pobreza extrema, y para 2016 los valores alcanzados fueron 28.8% (uno de los 10 más bajos del país) y 4.2%, respectivamente.
Estos resultados que contrastan notablemente con las condiciones del conjunto del país, confirman, una vez más, que el turismo es un poderoso instrumento con capacidades para incidir favorablemente en la generación de mejores condiciones de vida, a través del uso sostenible del patrimonio natural y cultural.
En particular se debe subrayar el caso de Quintana Roo, destacada excepción en el sur-sureste, caracterizado por la prevalencia de graves rezagos e inequidades sociales.
De la mano de lo anterior habría que señalar, finalmente, dos aspectos: por un lado se debe insistir de cara a estos y otros positivos resultados alcanzados como resultado de una apuesta por la actividad turística con instrumentos y liderazgo público, que el turismo se debería poner en el centro de una agenda por impulsar el desarrollo en el sur-sureste.
Si en el pasado la razón de Estado para apoyar más que proporcionalmente al turismo fue la necesidad de contar con divisas para afrontar la debilidad de la Balanza de Pagos, hoy la razón de Estado son los más de 53 millones de mexicanos viviendo en condiciones de pobreza.
Del otro lado, no se puede omitir que algunas entidades con cierto grado de desarrollo turístico tienen importantes retos en materia de pobreza, como es evidente en Guerrero y Oaxaca; en consecuencia se debe revisar concienzudamente cómo reinventar la política turística mexicana, que en los 70 supo innovar con el concepto de los Centros Integralmente Planeados, y que hoy necesita articularse no como una política turística de un gobierno, sino como una verdadera política del Estado mexicano.
Director de La Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Anáhuac México. Twitter: @fcomadrid