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Trump reta abiertamente a la poderosa China

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Terminator y sus bélicos socios quiere guerra… guerra

El escudo antimisiles de EU en Corea del Sur empieza a funcionar; China reclama la cancelación del escudo y advierte que “protegerá sus intereses con firmeza”
Pekín teme que, dado su alcance, el radar del sistema pueda emplearse para espiar movimientos dentro de territorio chino. Corea del Sur y EU lo niegan y sostienen que solo se dirigirá hacia territorio norcoreano. China ha impuesto un boicot comercial a los productos y servicios de Corea del Sur. Una medida dolorosa para Seúl, dado que China es su principal socio comercial
El polémico escudo antimisiles de fabricación estadounidense conocido como THAAD ya se encuentra operando en Corea del Sur para proteger a este país de posibles ataques desde el norte. Su entrada en funcionamiento -aunque aún no a plena capacidad- coincide con un aumento de las tensiones en torno a la actividad armamentística de Corea del Norte.
El Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud ya “tiene capacidad de interceptar misiles norcoreanos y defender a la República de Corea”. China, que se opone al despliegue, exige rotundamente la retirada del sistema y ha asegurado que “protegerá con firmeza sus intereses”.
El THAAD es un escudo antimisiles. Ha sido instalado en Seongju, a unos 300 kilómetros al sureste de Seúl. Su misión es derribar cohetes enemigos de alcance corto o medio (una capacidad de recorrido de hasta 3.000 kilómetros) en su última fase de vuelo, a altitudes entre los 40 y los 150 kilómetros, antes de que puedan impactar contra sus objetivos.
Opera en cuatro fases. En caso de ataque enemigo, el radar, que tiene un alcance de 800 kilómetros (dos tercios del territorio surcoreano), detectará el peligro. A continuación, el sistema de control de disparo identificará y verificará el objetivo. Entonces pondrá en marcha las lanzaderas, que dispararán el interceptor. Este misil se precipitará hacia el atacante para destruirlo en pleno vuelo y a gran altura.