Trump prepara cóctel explosivo contra economía mexicana

El presidente Donald Trump prepara un cóctel explosivo destinado a debilitar la economía mexicana. Mientras el Secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, afirma que aún no está decidida la permanencia de su país en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyas nuevas negociaciones iniciarán a mediados de año para revisarlo, este miércoles la Reserva Federal (FED) incrementará sus tasa de interés, en tanto que la reforma fiscal del presidente Donald Trump apunta a reducir los impuestos a las empresas e imponer un impuesto a las importaciones.

Se trata de todo un dispositivo destinado a repatriar capitales en los Estados Unidos, ofreciendo ventajas impositivas a las empresas, haciendo atractiva la permanencia de los capitales en ese país ofreciendo mayores rendimientos a sus inversiones; pero si eso fuera poco, el presidente Trump sigue con su plan de imponer un impuesto a las importaciones, destinado a que las empresas produzcan en los Estados Unidos y generen empleos ahí, obligando a muchas de ellas a volver a casa.

Aunque los efectos de estas políticas las veremos paulatinamente hasta mediados de este año, el proceso parece ser irreversible. Quizá lo peor de ello, es que las medidas de política económica en los Estados Unidos se van a ligar a las ya tomadas en México para liberalizar el precio de la energía, comenzando con los precios de las gasolinas, lo cual inexorablemente afectará el crecimiento de la economía nacional para este años, el que seguramente se situará por debajo del 1%.

Por lo pronto, los primeros efectos del incremento de los precios de las gasolinas ya se están dejando sentir. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha informado que en el mes de febrero la inflación en el país llegó a su mayor nivel en los últimos siete años, al alcanzar un incremento promedio anual del 4.86%, el mayor incremento desde marzo de 2010; siendo los alimentos, bebidas y tabaco, los que alcanzaron el mayor incremento, 5.03%; con lo cual la inflación objetivo del Banco de México para 2017, de 3%, fue superada ampliamente.

Se trata sólo del inicio de un año que, seguramente, provocará un movimiento telúrico en los cimientos de la economía nacional, acostumbrada a esa relación cercana con los Estados Unidos, a cuyo mercado envía México el 80%, en promedio, del total de lo que exporta cada año al mundo; cercanía que ahora parece sólo un buen recuerdo de un proyecto de integración regional que pasará a la historia.

Lo mejor que podría pasarle a México ahora es la permanencia del TLCAN y no su eliminación; pues si bien bajo las reglas actuales exporta hacia los Estados Unidos el 80%, en promedio, del total de sus exportaciones, buscar mercado para un 30% de ellas sería preferible que hacerlo para el 80% de ellas. Pero la continuación del TLCAN o no será algo que sólo sabremos al final de este años; sin embargo, de la política fiscal y monetaria de los Estados Unidos, de sus efectos sobre la economía mexicana, es algo a lo que nadie podrá escapar ahora; como tampoco nadie podrá hacerlo del aumento de los precios de todos los productos y servicios, como consecuencia del incremento de los precios de las gasolinas.

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