Home Orbe Trump ganó, pero no llegó el deshielo que el Kremlin ansiaba

Trump ganó, pero no llegó el deshielo que el Kremlin ansiaba

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•    Opinión de Pilar Bonet; las expectativas rusas se ven frustradas por una Administración de Washington azotada por los escándalos y una UE que no afloja en las sanciones

 

Las esperanzas de enderezar a corto plazo las relaciones entre Rusia y Occidente se difuminan, mientras los problemas pendientes se agravan y se enquistan. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su colega norteamericano no se han visto aún cara a cara en el casi medio año que éste lleva en el cargo.
Es más, tal vez ni siquiera lleguen a mantener una reunión que merezca el nombre de tal en la próxima cumbre del G20 en Hamburgo.
De confirmarse, la falta de contacto personal entre ambos en aquel foro daría al traste con las ilusiones que Moscú cultivó cuando el multimillonario norteamericano llegó a la Casa Blanca. Acosado por las “pistas rusas”, Trump no solo no puede permitirse un gesto amable en dirección a Putin, sino que debe manifestar claramente su distanciamiento.
De enero hasta abril, portavoces, funcionarios y políticos rusos variopintos, desde el jefe de prensa del presidente, Dmitri Peskov, hasta el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, expresaban confianza en que se celebraría una reunión entre Putin y Trump antes de la cumbre del G20.
Ahora, ni siquiera hay un acuerdo sobre contactos en aquel foro. “No podemos excluir que se encuentren en este escenario”, dijo esta semana Peskov, pero añadió: “Por el momento no se prepara”.
El ministerio de Exteriores ruso ha anunciado que estudia una respuesta para la decisión norteamericana del 20 de junio de ampliar, con 38 nombres más, las listas de personas físicas y jurídicas castigadas por su relación con la política de Moscú en Ucrania.
Entre los nuevos sancionados está Dmitri Utkin, fundador de una empresa paramilitar privada que envía combatientes a Siria (Wagner), y Serguéi Prigozhin, el llamado “cocinero” de Putin (propietario de la empresa de catering Concord), al que se involucra con una fábrica de información falsa en San Petersburgo.