NUMEROS CLAROS
• El gobierno chino ha marcado su raya y mostrado que está dispuesto a defenderse dentro de una guerra comercial entre las dos potencias económicas más grandes del mundo
China no ha esperado nuevas ocurrencias del impredecible presidente estadounidense y ha tomado la iniciativa. Muy distinta a la reacción de “amor y paz” del gobierno mexicano frente a la amenaza del presidente Donald Trump de incrementar los aranceles a todos los productos importados por su país desde nuestro territorio, China ha lanzado una contraofensiva contra los Estados Unidos, al responsabilizarlo del estancamiento en las negociaciones comerciales que venían sosteniendo desde hace meses
El gobierno chino ha marcado su raya y mostrado que está dispuesto a defenderse dentro de una guerra comercial entre las dos potencias económicas más grandes del mundo. Este domingo pasado el gobierno chino convocó una rueda de prensa en Beijing, en ella dio a conocer el Libro Blanco de las negociaciones comerciales con los Estados Unidos, donde se culpa a este país del estancamiento de las negociaciones; acusándolo de haber dado marcha atrás en la recta final de las negociaciones comerciales y de tirar a la basura los avances del acuerdo logrado.
Aún China está haciendo esfuerzos para no llegar a los límites de una guerra comercial sin ganador y sí muchos perdedores, incluido México sin duda. Si bien las negociaciones parecen estar estancadas, los dos mandatarios podrían reunirse en el marco del la Cumbre del Grupo de los 20 (G20); es decir, el presidente Donald Trump y el presidente Xi Jinping, podrían sentarse a destrabar las negociaciones comerciales a finales de junio en Osaka, Japón.
El gobierno de China ha reaccionado con medidas de reciprocidad a las tomas por los Estados Unidos contra sus empresas y productos exportados a sus mercados, gravando a más de 60 mil millones de importaciones estadounidenses, como reacción a las ultimas sanciones del presidente Trump. Ahora el gobierno de China ha dicho que, si la parte estadounidense quiere aumentar su presión para hacer subir las tensiones comerciales, a fin de obligar a China a hacer concesiones, se ha equivocado; así lo señaló Shouwen Wang, el viceministro de Comercio de ese país asiático, precisando que China no se comprometerá sus principios fundamentales.
El gobierno de China ha decidido dar la cara y dejar la timidez de México ante las amenazas del presidente Trump. El gobierno de China ha dicho que, las empresas, organizaciones e individuos extranjeros que no obedecen las reglas del mercado, que se sumen a embargos o dejen de vender a las empresas chinas suministros por motivos no comerciales, dañando sus intereses y derechos legítimos, serán colocadas en una lista negra de entidades no confiables; con ello el gobierno de China ha respondido a las restricciones impuestas por el presidente Trump a Huawei, que ha sido incluida en la lista negra estadounidense por razones de seguridad nacional.
China, México fueron los países que señaló el presidente Trump en su campaña presidencial como los “ladrones” que se habían aprovechado de su país , robándoles miles de empleos a los estadounidenses, ahora ha decidido enfrentarlos frontalmente de cara a las nuevas elecciones que lo lleven a un segundo mandato.
El presidente de Estados Unidos comenzó el lunes una visita de Estado al Reino Unido. En medio de la guerra comercial que ha desatado el presidente ha aconsejado al gobierno del Reino Unido salir de la Unión Europea y no pagar nada por ello, lo cual evidencia la falta de escrúpulos del mandatario y su desprecio a las leyes internacionales y compromisos adquiridos por su país.
Por supuesto, tampoco le interesa la estabilidad de los mercados financieros, los cuales han sido golpeados por sus declaraciones y decisiones; al abrir un nuevo frente en su guerra comercial en su frontera sur con México, el tercer mayor socio comercial, cuando todos suponían que con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su sustitución por un Acuerdo con aranceles, habría satisfecho al mandatario estadounidense. Con ello, el presidente Trump ha enviado un mensaje alarmante a los inversionistas y sus socios: incluso habiendo firmado un acuerdo comercial, aún puedo imponer sanciones.
Está claro, el presidente Trump, que ha traicionado a sus amigos y dejado en el olvido en sus escándalos, no es confiable. Nadie puede confiar en el presidente Trump y menos México, aún cuando el gobierno de nuestro país haya elegido la vía de la no confrontación, el presidente estadounidense encontrará siempre algo para someter al gobierno mexicano a sus propios proyectos, sin importarle las leyes internacionales y su palabra.
