Echó por tierra cualquier previsión de trabajo bipartidista
• Exige acabar “investigaciones falsas” contra él. Condiciona cualquier negociación a que así sea
Washington.- Un enojo del presidente de EU, Donald Trump, hizo volar por los aires no sólo un posible acuerdo bipartidista sobre infraestructura, de unos 2 mil millones de dólares, sino también la esperanza de cualquier diálogo con los opositores demócratas para avanzar en la política legislativa del país, dejando un Congreso de por sí ineficiente en algo prácticamente inútil en su cometido de redactar y aprobar leyes.
El mandatario, siempre temperamental y molesto como nunca por las investigaciones contra él que hay en la Cámara de Representantes, condicionó cualquier tipo de pacto legislativo a que cesen unas pesquisas que, por otra parte, él mismo está obstruyendo y hace que aumenten las peticiones de juicio político para destituirlo
Trump no puede quitarse de encima la sombra de la persecución, ya sean los intentos de conseguir sus declaraciones de impuestos o indagar si cometió obstrucción de justicia como insinuó el reporte sobre la trama rusa. La negativa de colaborar en esas investigaciones, lideradas por los demócratas, pruebas que puedan llevarlo al impeachment.
Esa acusación fue la gota que derramó el vaso de Trump y decidió romper la baraja por completo. En una reunión programada desde hace tiempo con los demócratas en el Despacho Oval, el presidente entró enfurecido y se fue a los cinco minutos sin decir adiós, directo a hablar con la prensa y dejó por los suelos cualquier previsión de trabajo bipartidista en el futuro.