Trump, desprecio hacia México y halagos a Canadá

Sin duda, hay una enorme diferencia en las prioridades de Trump en política comercial y migratoria respecto a sus dos socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)

El presidente Enrique Peña Nieto decía ayer lunes en Huejutla, que “tenemos un momento de gran desafío porque hay escenarios de gran incertidumbre particularmente en lo que va a pasar en la relación con Estados Unidos que es nuestro principal socio comercial,… no se dejen guiar por aquellas voces que nos quieren condenar a que estamos excesivamente mal; tenemos rezagos, tenemos retos, pero también avances importantes”, señalaba el presidente. Mientras que en Washington el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, conversaba con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Sin duda, hay una enorme diferencia en las prioridades de Trump en política comercial y migratoria respecto a sus dos socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); pues mientras recibe con honores al primer ministro de Canadá y no escatima elogios para las relaciones entre ambos países, con su vecino del sur se dispone a concluir la construcción del muro en su frontera, a renegociar el TLCAN con México y sin importarle los modales, con un desplante en Twitter, dejó esperando al presidente mexicano quien deseaba reunirse en Washington con él pasado 31 de enero, para lo cual había cancelado sus asistencia a la cumbre de Jefes de Estados de Gobierno de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), efectuada en santo Domingo.

Seis días antes del encuentro entre el presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump, este último a través de su cuenta de Twitter dijo que los “Estados Unidos tiene un déficit comercial de 60 billones de dólares con México”, el TLCAN “ha sido un acuerdo unilateral desde el inicio… con un número masivo de empresas y puestos de trabajo perdidos. Si México no está dispuesto a pagar por el muro, sería mejor cancelar la próxima reunión”, con lo cual tensionó aún más las relaciones ríspidas con el gobierno mexicano y el presidente Peña se vio obligado a cancelar su viaje en un gesto de dignidad.

El día de ayer, el presidente Trump mostró una postura diferente con Trudeau, al referirse a Canadá y sus relaciones económicas y diplomáticas, Trump dijo “Es un honor recibir a un amigo y a un aliado…”, no llamó a revisar el TLCAN, por el contrario, hizo referencia a fomentar un comercio recíproco y a construir puentes para ampliar el intercambio comercial actual, para proteger los empleos y mantener la seguridad mundial. Contrariamente a sus opiniones sobre México, Donald Trump ha dicho al primer ministro canadiense que los “Estados Unidos son muy afortunados de tener un vecino como Canadá… somos más fuertes cuando unimos fuerzas”, expresó Trump.

Mientras que Canadá exporta hacia los Estados Unidos sólo el 75% del total de sus exportaciones, México envía cada año el 80%, en promedio, del total y sólo el 2% hacia Canadá.  México es un socio de segunda para los Estados Unidos, un vecino incómodo con el que debe coexistir geográficamente; así que por más esfuerzos que se sigan haciendo para que México se acerque a los Estados Unidos, olvidando sus raíces latinoamericanas y a sus socios naturales, los países de la CELAC, difícilmente Trump cambiará de opinión respecto a México y los mexicanos.

De tal forma que el gobierno de nuestro país podrá seguir haciendo esfuerzos extraordinarios para acercar posturas con Trump, pero difícilmente podrá hacer que cambie su visión sobre las relaciones comerciales y migratorias del presidente estadounidense. Otra cosa fuera sí México se hubiera posicionado al frente de todos los países de América latina y el Caribe, como interlocutor ante el nuevo presidente de los Estados Unidos, con capacidad de negociar y presionar con ese respaldo.

La crisis que no ha querido ver el presidente Enrique Peña Nieto en sus años de gobierno no va ceder, sólo se va agudizar con las medidas coercitivas que asuma Donald Trump contra México. El crecimiento de la economía nacional para este año difícilmente podrá sobrepasar el 1% y con ello, las tasas de crecimiento premeditadas por el presidente, superiores al 5%, en promedio anual, seguirán siendo una quimera, mientras la inmensa mayoría de los habitantes de la huasteca continuarán acudiendo al mercado a comprar 10 pesos de menudencias de pollo para sobrevivir, frente a los pocos que asisten a comprar cecina de pulpa negra, sólo como un ejemplo de que seguimos estando más después de 23 años del TLCAN.

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